sábado, 11 de agosto de 2018


LA PAZ QUE SE PERDIO
POR MANUELITA LIZARRAGA ALCARAZ.

“¡¡LA CASA DE LOS LAMENTOS!!”.


  • CUENTAN QUE HACE AÑOS EN ESA CASA SUCEDIERON SANGRIENTOS HECHOS...UNA INOCENTE JOVENCITA FUE ASESINADA POR EL NOVIO.
  • SON MUCHOS LOS ESPANTADOS EN ESA ANTIGUA Y ABANDONADA CONSTRUCCION ENCLAVADA EN LO QUE IBA A SER EL FRACCIONAMIENTO ESTRELLA DEL MAR.
  • AL MORIR LA TARDE DESPUES DE UN INCENDIANTE Y BELLO CREPUSCULO DE ENSUEÑO, LAS PENUMBRAS INVADEN AQUEL MISTERIOSO Y TETRICO LUGAR...ROMPIENDO EL SILENCIO HASTA LOS ESCALOFRIANTES LAMENTOS. HAY DE AQUEL DESDICHADO QUE LE TOQUE LA MALA SUERTE DE ESCUCHAR LOS ESCALOFRIANTES LAMENTOS DEL ALMA EN PENA DE UNA POBRE MUJER DEMANDANDO AUXILIO.
  • DICEN QUE SIENTEN QUE SE LE ENCHINA LA PIEL Y SE LE HIELA LA SANGRE EN EL CUERPO.


Aquella madrugada de primavera, cuentan los que lo vieron que un policía salía enloquecido de donde iba a ser un fraccionamiento, y el que ahora se encuentra abandonado rumbo a la carretera, y que gritaba ¡yo renuncio!...¡renuncio!...era el guardia o velador de una obra en construcción de los alrededores. Cuenta Don José quién le brindó oportuno auxilio que el velador le narró con un nudo en la garganta y el corazón casi saliéndole del pecho entre sorbo y sorbo de agua,  los macabros hechos que le sucedieron...que esa noche, dijo, el asustado señor estaba él en su labor de guardián de la importante obra vecina, frente al mar cuando de repente escuchó en la oscuridad que en la casa, la que le señaló, se escuchaban escalofriantes lamentos de mujer como si la estuvieran matando y estertores agónicos. ¡ay, no por favor!, ¡auxilio!, ¡ayúdenme!, me mataaaaaaan, nooo, no, noooo....grgrrgrgrgrgr, y luego, ese terrible estertor agónico...rompiendo el silencio de aquella noche, que luego luego él tomó su pistola y lámpara de mano, y fue a la mencionada casa abandonada de donde todavía se escuchaba jaloneos y lamentos, sin pensarlo, penetró a ella y alumbró por todas partes y...!no había nada!, todo estaba en el más completo silencio; sintió un miedo profundo...

Que con los pies como plomada y la piel como levantada hasta la nuca, salió despacito alumbrando por todos lados y rezando en el pensamiento...y de pronto, sale de la nada, una mujer vestida de blanco y pasa corriendo por ladito de él, como si no lo hubiera visto, era una mujer vestida de blanco gritando enloquecida, ayuda, auxilio. Pero que lo escalofriante no pisaba el suelo y se elevaba sobre los techos de la mansión en construcción desvaneciéndose rumbo al mar y de ahí mismo se regresó el velador corriendo enloquecido rumbo a la carretera quién gritaba yo renuncio y si, renunció, dijo Don José, ni por la feria volvió.

Son varios los veladores que han trabajado después del policía pero no han durado, porque les pasa lo mismo y renuncian. Por su parte Don Jesús María García (me recuerda al carnero), el nuevo velador dice que él no tiene miedo...que son ya tres veces que escucha los lamentos y se mantiene firme. La primera vez si se asustó mucho, porque igual que el policía fue a la mencionada casa de los lamentos a ver qué pasaba y en ver que podía ayudar; pero que para su sorpresa no encontró nada; que los señores del vivero de al lado le cuentan que hace años que en esa casa abandonada espantan que ya se acostumbraron a escuchar los lamentos después de convencerse que no encontraban nada. Que le contó a un policía amigo suyo lo que ahí pasaba, y muy quitado de la pena, éste le dijo, no te asustes Jesús María, no pasa nada, es el alma en pena de una joven que fue asesinada en esa a casa por su novio hace años, se dice que el hombre está todavía en la cárcel. Son muchas las parejitas asustadas que nos han referido sus amargas experiencias a los alrededores de la casa de los lamentos.”

Y continua diciendo Don Jesús María que como él necesita el trabajo, si le vuelve a salir la mujer en pena, que qué puede hacer por ella”.

...así que amable lector, sobre aviso no hay engaño, anden con cuidado por el rumbo de la casa de los lamentos de aquel fraccionamiento en ruinas, no vaya a ser que de repente escuche los estertores agónicos de esa alma en pena.

…Por el placer de escribir…Recordar…Y compartir…


Esta crónica fue publicada hace catorce años en los principales medios de comunicación masiva de más prestigio en La Paz.




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