viernes, 12 de enero de 2018

LA PAZ QUE SE PERDIO
POR MANUELITA LIZARRAGA ALCARAZ
🌟🌟🌟“BUSCANDO ESTRELLAS🌟🌟🌟...UN CONCURSO💃TRADICIONAL EN LA PAZ🎤🎤...BELLOS RECUERDOS”.🎙🎵
Motivo de sana convivencia familiar, fueron los tradicionales concursos de aficionados “buscando estrellas”; organizado por Cerveza Sol🍺, Peñafiel y La Superior transmitido por reconocido medio electrónico de la localidad...y como conductores del programa 🎙🎤los carismáticos e inolvidables Gustavo y Víctor Manuel Gutiérrez Gonzalez. El primer lugar se llevaba el gran premio🏆 de ¡500 pesos!💵💸 Era un dineral de aquellos billetes buenos “cueros de rana”. Los votos eran las corcholatas de peñafiel, cerveza sol y superior
🎶🎶Era aquella Paz de la música y el romance💕🎶, por la década de los 60, época de oro de La paz que se perdió. Terminaba la moda 👗👗 del permanente💈, e iniciaba la cola de caballo, 👱‍♀ los bonitos peinados cardados que parecían tanques de guerra, duros por el spray...las modas de las crinolinas, las había muy bonitas de encaje, de tira bordada, de Tul, y de popelina, y algunas hasta se almidonaban...los vestidos largos 👘 💃 y a media pierna, amplios, rectos, chemis, mumus, y la falda de medio paso...cuánto se batallaba con las rayas de las medias, ya que se movían los ligueros, y la raya se iba para un lado🧦🧦...los danzones, música romántica del recuerdo, el mambo, el rock and roll 👩‍🎤, luego el twist, en fin tiempos de ensueños en aquella Paz de serenatas y de barcos de cabotajes, cuando nos conocíamos todos, y la gran familia sudcaliforniana se reunía en el kiosco del malecón a disfrutar las tardeadas así como en el jardín Velasco. Estaba en su auge el Valle de Santo Domingo con la producción del algodón y el trigo🌾, había mucho movimiento en el muelle fiscal. Todavía se usaban las embarcaciones de remos y vela...empezaban a entrar los motores fuera de borda🛥, y los pescadores se resistían a adquirirlos. Recuerdo que el primer motor que sacó fiando en La Perla de La paz Fito el pescador, le costó 15.000 pesos. 💵 No lo ajustó bien a la panga y se le fue al fondo del canal... Fito guardo la vela y los remos, andaba echando curricán en la bahía, presumiendo su motor y de repente éste se le fue al fondo del mar y por allá voló la canoa al garete...en que aprietos se vio Fito remando con las manos hasta llegar a la orilla del palmar...fue una anécdota muy comentada entre los pescadores del Manglito y el Esterito.🌊🌊
Y precisamente, este cómico suceso, fue el comentario obligado mientras escuchábamos en aquel fresco corredor arropado de 🌬🌬 perfumadas enredaderas el programa de aficionados “buscando una estrella”, el que inició en el merendero Los Pinos,🌲 donde ahora es una prestigiada tienda de ropa,🛍 en Degollado y Madero. Este programa aglutinaba a todos los habitantes de La Paz, y del territorio; principalmente de los barrios el Manglito, Esterito, Centro, Choyal, Arroyo del Palo o Pueblo Nuevo...y empezaba a nacer la colonia Los Olivos. Cada jueves el pequeño radio Hitachi de batería 📺📺 era el centro de atención en el seno familiar...a las 8 🕗de la noche debía estar en casa todo mundo para disfrutar el programa de aficionados, en compañía de toda la familia y hasta de los vecinos, o de lo contrario en la explanada del malecón y luego continuaba el baile en la Mutualista. Después se realizaba el concurso buscando estrellas en el Casino Moctezuma, el que estaba ubicado en Bravo y Héroes de Independencia...este Casino fue construido especialmente para este fin.
Todos éramos tan felices aquí en La Paz...hasta nos andábamos riendo solos🤪🤪...bueno, también ahora lo somos pero de distinta manera, como que la gente ya no sonríe como antes, quizás porque vivimos muy de prisa y no había tantas preocupaciones como ahora... no había devaluaciones ni inflaciones...ni se mencionaban esas palabras los pescadores ribereños eran libres como el viento🌬, y por lo tanto dueños del producto de su trabajo...vivíamos como en un ensueño, todavía era la época de las ilusiones, todo era color de rosa. 🎀Que emoción cuando presentaban a los concursantes, y que rechifla cuando les tocaban la campana!🔔🔔...”los estrambolicos”, eran los cómicos del momento así como el llanero y el destartalado quienes subían la foro a bailar, y a ponerle sal y pimienta aquella fiesta !que cante el “caballero incógnito”!...y se soltaba el griterío,📢📢 aquellos ruidos que se escuchaban aplausos, taconeos👠 y tamborileos en las mesas...!que salga el Javier Solís, Carlos Lizárraga!, a quien no lo olvidan todavía algunas muchachas del ayer, que por cierto ya peinan canas al igual que yo, porque según era muy atento y bailador, además de que cantaba muy bonito🎤🎤 y tenía fama de que no dejaba muchacha sentada...y el mariachi Uruapan,🎻🎻 además de las orquestas🥁🥁 de Don Rafael Castro y Don Luis Gonzalez le daban vuelo a los instrumentos musicales🎺🎺 acompañando al “quemado de Todos Santos”, así como Conrado Mendoza, nativo del lado de San Pedro, la Cututina Uruchurto, y aquellas muchachas que nunca faltaban a estos eventos y que cantaban tan bonito, y que a una de ellas le decían la Lucha Villa, la inolvidable Chula Angulo, Alma Vázquez, María Antonieta Lucero, los muchachos Avilés, Guillermo Green, y como olvidar a Dorita Muñoz, y la chula Angulo quien además le cantaba a los presidentes de la República Mexicana🇲🇽🇲🇽cuando estos visitaban La Paz...era todo un espectáculo, los recibían en el aeropuerto. 
Y como no recordar la entusiasta participación de Rafael Chávez y su hermano, Gloria y Maritoña Tamayo, el Olímpico 🏅, los Meza Alcalá, el Tevano y aquellas dos hermanas que llegaban barriditas de San José del Cabo y hacían su parada en la casa🏚 de los “medios malos”, Rosita Cota y su hermana entre tantas personas que escapan a mi mente, que hicieron la emoción y sana alegría familiar de aquellos tiempos, contribuyendo a impulsar la cultura y el amor a nuestro terruño peninsular y a sus gentes a través de la canción, ranchera, romántica, boleros, etc., y de la música🎶mexicana tan nuestra. Después del concurso, y que algunos salían todos campaneados 🔕terminaba con un gran baile popular, donde la muchachada le daban vuelo a las crinolinas y le sacaban chispas al piso con el taconeo, 👠amenizados por las orquestas🥁 del momento de don Rafael Castro y Luis Gonzalez, ante la vigilante mirada de los padres de las jóvenes, abuelos o chaperones...todavía se usaban los chaperones🤴...y quienes no faltaban en este bonito concurso buscando una estrella,además de la gran familia sudcaliforniana, entre los que recuerdo, eran franco de la Peña, la estimada señora doña Lidia Beltran de Gómez y sus hijos, que no se perdían un concurso...familia Quijada Marquez, Castro Hirales, Peralta, Mora, Aldama, quienes se distinguían siempre en primera fila gritando porra al ritmo del campanero.
🏆En la gran final, en ocasiones venían a apadrinar a las nuevas estrellas🌠 algunos artistas de renombre... Emilio Gálvez, Chelelo y Paco Michel de la canción vernácula otra vez, vino a tocar el gran Venus Martínez, le gustó tanto La Paz que se quedó, quizás fue porque comió ciruelas y pitahayas del mogote; fue o es Director de la Orquesta🎻🎻 del Gobierno del Estado para fortuna nuestra. En el patio de la casa de Mario Cota se hacían los ensayos...también en el waikiki y Jaliciense a las doce del día citaban a los concursantes...era una alegría en ese barrio, estaba inundado de notas musicales🎶🎶 y hermosas canciones...siempre había música, ensayaban las orquestas de don Rafael Castro y Don Luis Gonzalez, con los concursantes...la gente no tenía tiempo para estar triste.😣
Ojalá que se retomara esta costumbre y se organizaran programas tan bonitos como estos, de buscando una estrella🌟🌟 que era motivo de sana convivencia familiar, e impulsaba las aptitudes artísticas de las juventudes...buscando una estrella, un concurso en La Paz que se perdió.🌟🌟👑👑
…Por el placer de escribir…Recordar…Y compartir…

EL OLIVO DEL PADRE UGARTE

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LA PAZ QUE SE PERDIO
POR MANUELITA LIZÁRRAGA ALCARAZ.
“MI PERRO VIEJO...”EL PACHUCO”🐕...Y MI MUÑECA DE TRAPO”.💃
...🎶🎶”Ya los enanos ya se enojaron, porque las viejas los apalearon...hazte chiquito, y hazte grandote, porque te tumbo de un garrote”🎶🎶...y el perro, el “pachuco”,🐶 al canto de mi madre,👱‍♀ moviendo la colita, en las dos patitas traseras bailaba para arriba y para abajo...chaparro, largo y grueso, así era mi inolvidable perrito el ““pachuco””...en su afilada y alargada cabeza, destacaban los grandes y tristes ojos 👀 de tierno mirar...además de sus redondas y grandes orejas, las que caían generosas a los lados, hacían que mi perro viejo se viera más bonito con sus patas chuecas, su negro y brilloso pelaje y su colita larga y tiesa con tres pelitos blancos en la punta, los que hacían juego con la mancha blanca plasmada en su cara y con lo blanco del cuello al pecho y toda la panza.
Una soleada mañana de invierno, el “pachuco” llegó a nuestro hogar🏚...fue regalo de mi prima Haydee, por el nacimiento de mi hermanita menor...por la década de los 40, por la empedrada calle de Independencia se escuchaba el traqueteo de la carreta tirada al trote por briosos corceles🐴🐴 en la que venía la cuna que mecería a mi hermanita...un escándalo se hizo en casa al ver llegar la carreta...corrimos a su encuentro, y con el alboroto, tropecé enredándome entre los largos ropajes de la abuela,👵 y rodamos en el suelo las dos... era una cuna de madera pintada de azul de aquellas tradicionales, sencilla, de dos largas patas, arriba un palo atravesado y un colgante cajón de rejitas...dentro de la cuna venia una caja de zapatos, y dentro de ésta, un lindo perrito negro con sus ojos muy pelones y las orejotas largas con un moño colorado. Destacaban sus grandes ojos y las orejas entre el moño. 🎀Fue un día de fiesta en casa.🏚La llegada de la niña, la cuna y el perro. El ““pachuco””, fue celebre en la familia durante sus 16 años de vida...””pachuco””, así le puso mi madre, porque decía ella que el perro valía más que cuatro reales...”Este perro vale lo que pesa en oro”, decía mi abuelita. El perro formó parte de la familia. Era el compañero de juegos y andanzas de los niños, y compañero de mi padre en su trabajo; además que fue mi compañero madrugador y de la abuelita, cuando íbamos al antiguo mercado Madero a la compra diaria, y a moler el nixtamal en el novedoso molino de don Ramón Briseño. En la Loncheria de don Conrado de La Peña, tomábamos café con pan, y al perro, mi abuelita le compraba su huarache. Hasta la fecha, nos hacen reír las gracias del “pachuco” y teníamos como chiste que decíamos: “y como dijo el “pachuco””.
En las madrugaditas aquella de La Paz de antaño, cuando la costumbre era que las mujeres del ayer a esa hora ya andaban barriendo la calle, frente y patio de sus casas, y entre aquellos olores a tierra mojada, flores y café de grano, por las empedradas callecitas mi abuelita y yo caminábamos bajo la lápida celeste tachonada de estrellas, rumbo al mercado Madero, seguida de mi fiel amigo...mi perro viejo el “pachuco”. En realidad el perro no estaba viejo, lo que pasa es que yo en mis juegos lo acariciaba rascándole los cachetes, lo que tanto le gustaba, yo le decía “vengase mi perro viejo, mi querido amigo”. Y el perrito cerraba los ojitos, y aunque no lo crea, se reía y movía la colita. A través del tiempo, valoro más a mi viejo amigo y me doy cuenta que fue un perro maravilloso e inolvidable. No acabaría nunca de contar todo lo que hacía y tampoco no lo creerían. El “pachuco” era un perro noble, muy valiente e inteligente...era un animalito que no estorbaba en ningún lado...mi perro es inolvidable, tenía inteligencia casi humana, porque cuantas vivencias pasamos juntos en aquella Paz antigua de la música y el romance, , de carretas, barcos mercantes, molinos de viento y huertos familiares de frutales y floridos jardines entre tantas otras cosas bellas de evocadores recuerdos. Cuando niña, me parecía muy normal que actuara en aquella forma...y a cómo pasa el tiempo me doy cuenta que tuve un gran amigo el que se comportaba a la altura de las circunstancias. Mi padre, don Bernardo Lizárraga Tiznado fue un hombre muy trabajador y obligado...en aquella época, trabajaba en la “Perseverancia”, era el tendajón de mi tío Billi de La Peña, donde es ahora el Bazar, tienda de regalos y detalles, De Don José Berúmen empresario de gran prestigio en su época el boom de la fayuca en La Paz.....aparte de que vendían de todo, también fue licoreria, y vendían tequila de barril en burritas y en medias así como en litros. En los “apersogaderos”, donde amarraban las bestias los rancheros y mineros que bajaban de la sierra que se surtían de provisiones, el perro echadito muy pensativo esperaba a mi padre a que saliera para acompañarlo rumbo a la casa, algunos decían que mi padre hasta platicaba con el perro. Mi padre siempre llevaba en el hombro lo que sería nuestro alimento...un costillal de res, piezas de carne oreada ya fuera de venado, o de burro, o panelas de queso, sartas de chorizo, pescado seco, ya fuera garropa que era la que tanto le gustaba, en fin variadas cosas...pero cuando éste se quedaba “por alguna causa dormido en alguna banqueta”, el perro se llevaba arrastrando aquellas cosas con el hocico y las dejaba en los pies de mi madre...”Mala señal”, decía mi madre, al tiempo que cortaba la parte de la carne por donde la había cogido el perro, porque esa era su parte, “Este hombre ya debe de estar tomado”, decía, “pues el perro llegó solo con la carne”...y el “pachuco” y mi madre se regresaban a buscar a mi padre donde había quedado dormido.
Una vez, jugando, una niña vecina se llevó mi muñeca de trapo; aquella de cuerpo de aserrín y de largas trenzas hechas de medias, la que mi abuelita me compró con don Chavalito Ibarra, aquel dulce viejecito de sombrero y que siempre tocaba su música de boca cuando las muchachas pasaban por su tiendita. El perro me vio tan acongojada, que quien sabe cómo le hizo, que fue y me trajo la muñeca poniéndola sobre mi cama...en otra de tantas ocasiones, había llovido bastante y el arroyo arrastraba el sombrero de palma de alta copa de mi abuela...el perro, al ver el escándalo que ella hacía, sin que nadie le mandara se lanzó al agua y rescató el sombrero...”este “pachuco” vale lo que pesa en oro”, decía mi abuelita acariciándole la cabeza quien se ponía muy contento, pelaba los dientitos y movía la colita. Al “pachuco” no le gustaba que nos castigaran...cuando mi madre o padre cogían el cinto o la cuarta para pegarnos, el perro pegaba un salto a sus manos y les quitaba el cinto o la reata y corría con él. Siempre no nos escapábamos, nos daban nuestras buenas tundas...por eso es que mi madre le cantaba, “ya los enanos...” frente a la casa estaba el Kinder, párvulo o jardín de niños “El Choyal”, y el perrito estaba sentadito esperando nuestra salida...cuando era campaña de vacunación y pasaban las enfermeras vacunando, el “pachuco” nos alertaba para que nos escondiéramos...en nuestros juegos y vivencias siempre estaba el perro...el “pachuco” era un perrito con alma...cuando los mayores contaban leyendas y cuentos de tesoros y piratas a la luz de los candiles, el perro estaba entre nosotros disfrutando aquellos momentos....cuando pasaba mi madrina Siria rumbo a su trabajo, el perro ladraba y me jalaba el vestido para que la viera y saliera a su encuentro y ella sacaba de su monedero un diez de aquellos o una jolita, y me los daba, ¡que feliz me sentía con ese diez en la bolsita de mi vestido!.
¡Cuántas veces nos acompañó el perrito al panteón en las madrugaditas!...yo llevaba el balde con que acarrearíamos agua de la pila del molino del panteón, mi madre y abuela las flores y coronas de hojalata pintadas, mi hermanita mayor la escoba y el perro se encargaba de llevar mi inseparable muñeca de trapo. Cuando murió mi abuelita, mamá chica, le decíamos, otra de mis abuelitas, el padre de la parroquia de Nuestra Señora de La Paz echó las campanas al vuelo, anunciando duelo, y como la costumbre era cuando alguien moría, en la iglesia prestaban los candeleros, los que llevamos mis hermanos mayores y yo y mi perro viejo se llevó mi muñeca de trapo para que yo pudiera llevar un candelero...cuando el cortejo fúnebre, en una carreta seguida de los dolientes llevaron el ataúd cubierto de flores, conteniendo el llorado cuerpo de mi abuelita chica, y el “pachuco”, seguía a la carreta metido bajo de ella hasta el panteón...!Que mortificados nos sentimos, la familia, y un lloradero de chamacos había aquella mañana de primavera cuando el pachuco se tragó un trozo de carne enyerbada y el perro ya se moría, se retorcía y pataleaba...pero mi sabia abuela con sus dotes de curandera, luego luego molió un par de panochas y la revolvió con leche, luego, entre aquella rueda de angustiados chamacos agarró al pachuco y le abrió el hocico y le retacó el batido de panocha con leche, luego agarró al perro de las dos patas traseras y le dio volantín hasta que lo mareó...luego el perro vomitó el veneno y quedó curado; todos bailamos de júbilo porque el perro se había salvado.
👵Mi nanita con todos sus conocimientos, siempre traía al pachuco armado hasta los dientes contras las enfermedades...le ponía su collar de alambre de cobre con cinco limones tatemados ensartados para el catarro, y se los amarraba al cuello....y de vez en cuando, lo embarraba de aceite quemado, contra la sarna, y a veces, lo bañaba de crenolina para que no criara garrapatas ni gusanos...claro que todo eso le caía muy gordo al perro y se tenía que aguantar, nomás churía el hocico y pegaba unas cuantas reculadas. Y mi abuela le decía al perro “No sea pendejo”, para que siempre esté sano y tenga bonito el pelo...y si, le salía muy brillante el pelo al pachuco con el aceite quemado.
A VECES CUANDO VEO EN LA CALLE TANTOS PERRITOS🐕 CON SARNA VIENE A MI MENTE AQUEL REMEDIO DEL ACEITE QUEMADO DE MI ABUELA Y ME DIGO CON TRISTEZA SI LA GENTE SUPIERA QUE EL ACEITE ES UN BUEN REMEDIO CONTRA LA SARNA HARIAN UNA BUENA CARIDAD CON ESTOS POBRES ANIMALES, Y NO LOS HECHARIAN A LA CALLE. ¡Que gordo le caía al “pachuco” cuando mi madre le ponía el bozal y el ortigón en el hocico! En la culata de la casa, sin que se diera cuenta la abuela, yo se lo quitaba y metía el perro debajo de mi cama para que no lo vieran en todo el día. El “pachuco”, tenía 16 años cuando una fatídica mañana de verano, un vehículo lo atropelló...quizá porque ya estaba viejito y sus sentidos no le ayudaban...o quizá porque era de la época romántica de La Paz antigua, de las carretas y de los molinos de viento...lo cierto es que con la muerte del singular perrito sufrimos un gran pesar...y hasta la fecha, el “pachuco” es inolvidable...es tema de conversación en la familia, por que recordamos todas sus anécdotas...’y como dijo el “pachuco”’...
🎶🎶“Ya los enanos, ya se enojaron... porque las viejas los apalearon, hazte chiquito y hazte grandote, porque te tumbo de un garrote”🎶🎶...al canto de mi madre, el perrito bailaba en las dos patitas traseras moviendo la colita y se hacía para arriba y para abajo... 🐕🐕
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viernes, 5 de enero de 2018

LA PAZ QUE SE PERDIO
POR MANUELITA LIZARRAGA
“EL HISTORICO MUELLE FISCAL... PUNTAL DEL PROGRESO Y DESARROLLO EN LA PAZ”
Después de más de 70 años de evangelización a los antiguos californios en estas tierras impartida por los padres jesuitas, quienes llegaron desde 1697, y de expulsión de la península en Febrero de 1768, ésta, quedó sumida en el abandono ya que de una población de casi 50 mil naturales, de acuerdo a las crónicas escritas por los mismos padres, la mayoría de los naturales legítimos propietarios de estas tierras, según se dice desaparecieron a consecuencia de las epidemias y cambio de cultura que trajeron los extranjeros...quedando algunos de ellos que lograron sobrevivir de acuerdo a sus costumbres. Al paso de los años, vino gente de todas partes a poblar nuevamente estas tierras, con una amalgama de conocimientos y costumbres; y se fueron asentando en los pueblos mineros al norte y sur del antiguo territorio; siendo el primero en trabajar las pesquerías de perlas, Don Manuel de Ocio; con la fundación del Real de Santa Ana, al decaer el comercio de la perla, y explotar las minas de oro y plata al sur de la península...Don Manuel de Ocio. Llegó a ser el más rico de la región, y pilar fundamental de la creación de ranchos en la entidad.
El comercio era por la vía marítima, y todo movimiento se hacía por la capital de las californias, Loreto. La Paz estaba despoblada hasta principios de la segunda década del siglo XIX. El soldado Juan Manuel Espinoza fue el primer habitante en esta ciudad, comisionado por las autoridades de la época para atender embarcaciones que fondeaban en este puerto, o que iban de paso. Al parecer este método no funcionó por mucho tiempo, y se puede decir que a partir de la tercera década del siglo XIX, durante el gobierno de Don Manuel Ruiz, La Paz se empezó a poblar y a desarrollarse el territorio de Baja California Sur. A consecuencia de que un maremoto casi destruyó el pueblo de Loreto en 1828, su capital fue cambiada al pueblo minero San Antonio, y posteriormente a La Paz; y en 1830, se abrió, la aduana marítima y el puerto de altura a la navegación. A partir de entonces todo el movimiento comercial, social y político se hacía por esta ciudad a través de la aduana, para esa fecha todavía no había muelle fiscal; era un fondeadero, y en pangos se realiza la carga y descarga de mercancías de los buques de vela....grandes vapores venían por las perlas más bellas del más fino oriente, que dieron fama mundial a sudcalifornia... así como venían también por las más hermosas aves de fino y colorido plumaje, los que abundaban, ya que esta tierra era tropical según dice Doha Dominga G. De Amao, pero la devastación indiscriminada de árboles para el consumo de leña para las calderas de los pueblos mineros, la tenería Suela Viosca, la que llegó a procesar más de 300 vaquetas diarias, así como a los barcos de vapor y el consumo familiar, entre otras cosas, la convirtieron en desértica; y lógicamente, se fue acabando la fauna y la gran cantidad de aves raras que abundaban... cuentan los mayores que a todas horas desde la lejanía podía escucharse el alegre trino de pájaros de los más bellos ejemplares.
La Paz, fue y ha sido la perla más ambicionada por extranjeros. En 1822 sufrió la primera invasión pirática. En 1847 otra invasión con la guerra de los Estados Unidos... terribles piratas, como Walker y Cromwell, también pretendieron poseerla. Este último dio origen a la leyenda del tradicional “Coromuel”....El Pirata Covendish entre otros también suspiraban por ella... Durante el gobierno de Don Félix Gilbert, en 1862, se construyó el muelle fiscal...época de la invasión francesa, y que salieron a la defensa héroes sudcalifornianos encabezados por Don Manuel Márquez de León y Don Clodomiro Cota, entre otros. En el muelle fiscal, entre sus viejas maderas que ya no existen se escribió gran parte de la historia de sudcalifornia... con hechos históricos de gran trascendencia que fueron el cimiento para su desarrollo...ilustres personajes desembarcaron en él, como Don José María Pino Suárez... en épocas revolucionarias salían las cuerdas de presos rumbo a Sinaloa...así como todo el mineral de San Antonio y El Triunfo... el muelle fue mudo testigo del saqueo indiscriminado de la riqueza, como la pesquería de perlas, el guano, la sal, orchilla, oro, plata entre tantos otros recursos.
Por el histórico muelle fiscal atracaban los barcos que hicieron historia en la marina mercante, que hacían las rutas La Paz , Topolobampo Mazatlán, Guaymas y Manzanillo, transportando grandes cantidades de ganado, vaqueta de la mejor calidad procesadas en la tenería Suela Viosca, la concha Madre Perla por toneladas, el hígado y aleta de tiburón, pasaje, correspondencia y las mercancías para los principales comercios como la Casa Ruffo quien abastecía a los tendajones y a la población para todas sus necesidades de acuerdo a la época. La primera torre del vigía construido de madera y techumbre de palma en la primera década del siglo XX por el Ingeniero Don Alfredo Sabin Cota desempeñó un papel muy importante en la navegación. Luego por la década de los 30 fue reconstruida de ladrillo y de mayor altura. Embarcaciones de gran calado, así como de las armadas perleras inundaban la bahía de La Paz, ante el largo catalejo prieto en la mirada contemplativa del “Güero” Gilberto, el campanero del pueblo, quien con gran júbilo lanzaba al vuelo la campana anunciando el arribo de las mencionadas embarcaciones ante la alegrías de los alijadores y estibadores que eficientemente desempeñaban su pesada labor de duras jornadas de sol a sol, cargando al hombro sobre un borriquete los costales de 70 kilogramos conteniendo diferentes granos; arroz, frijol, café, maíz, trigo entre otros, y quienes extenuados y felices con su paliacate anudado al cuello, al final de la jornada, enmarcados con los bellos atardeceres crepusculares de La Paz, y susurrantes palmeras, inundaban el malecón costero rumbo a sus hogares todos sudorosos, tintineándoles en los bolsillos aquellos pesotes de plata Ley 0720 del jornal diario que eran suficientes para cubrir las necesidades de su familia.
En el histórico muelle fiscal desembarcaron más de 300 familias sinarquistas procedentes de A cámbaro, Michoacán, el primero de enero de 1942 encabezados por su líder Salvador Abascal, quienes vinieron a colonizar el Valle de Santo Domingo, en María Auxiliadora o Plan de los caballos. Fueron los precursores que dio auge y bonanza a Ciudad Constitución con la siembra del algodón y el trigo, los que eran embarcados a granel en camioncitos de redilas a los almacenes nacionales de depósito y a la Inalapa, donde eran procesadas las pacas de algodón y luego eran embarcadas por el muelle fiscal hacia el macizo continental... Claro, que todo esto fue posible gracias al esfuerzo conjunto de aguerridos choferes sudcalifornianos, que se las sabían de todas todas, pioneros del transporte en La Paz...Toda una época de oro y de trabajo en la región... con la Inalapa y la Aceitera de La Paz que aún quedan algunas ruinas, mudo testigo de un promisorio pasado... Segura estoy que antiguos comerciantes suspiran por esos tiempos, que llegó a su fin, con la inauguración del primer transbordador llamado La Paz en 1964. el muelle fiscal y esa arteria de La Paz la que fue de mayor importancia y movimiento quedó en silencio por un largo periodo... mucha gente quedo sin trabajo...Luego, dio inicio a la fayuca...la chancla de hule, el tenis, las telas sintéticas como la terlenca y el poliester, sustituyeron las de calidad que disfrutábamos como los casimires ingleses, lanas, linos, algodón y otros así como a la vaqueta que calzaba nuestros pies... después, se establecieron en La Paz gentes de todas partes, muy trabajadora por cierto con sus costumbres y tradiciones y si, llegó el progreso...otro progreso...que trajo aparejado enfermedades, drogadicción, desintegración familiar, pérdida de valores y cárceles llenas.
Ahora el histórico muelle fiscal y el moderno malecón costero es turístico...luce hermosísimo, con otros ropajes, con otro rostro que embellece nuestra ciudad y engalana la mirada de todo ser viviente. Del histórico muelle fiscal, no se ha escrito nada todavía... es un venero de información abierta para los historiadores... ojalá que las nuevas generaciones de estudiantes se interesen por investigar y escribir más sobre la historia del muelle, el comercio en La Paz, y sus personajes que está vinculada en la quinta fundación de La Paz en 1811, por el soldado Juan Manuel Espinoza quien fue el precursor para el desarrollo poblacional de esta ciudad, aunque por muy corto periodo, y se disparó el progreso demográfico y poblacional a partir del gobierno de Don Manuel Ruíz a principios de la tercer década del siglo XIX.
..Y en aquella hermosa Bahía de La Paz inundada de barcos mercantes grandes vapores, y armadas perleras así como de aves del cielo…Los Sudcalifornianos del ayer…todas aquellas maravillas, llenos de esperanzas…
…Por el Placer de escribir…Recordar…Y Compartir…
LA PAZ QUE SE PERDIO
POR MANUELITA LIZARRAGA

“LOS MAGOS DE ORIENTE....MAESTROS DE HUMANIDAD”.


El  seis de Enero se conmemora el día de los magos de Oriente, después de un largo viaje, y sin pertenecer al pueblo elegido, llegaron a Israel para adorar al Rey que había nacido, tiene su origen en la Iglesia de Oriente.

         Así como en la iglesia latina se eligió el 25 de Diciembre para conmemorar el nacimiento del Salvador, inculturando así el día que los paganos celebraran el nacimiento del sol, en la región de Egipto y Arabia se eligió el seis de Enero, día del solsticio de invierno. El tema de la luz domina las solemnidades de la Navidad y de la epifanía. Nuestro Señor Jesucristo es “Luz de los pueblos”. Es el “sol que nace de lo alto” (Lc 1, 78) “La luz verdadera, que viniendo a este mundo, ilumina todo hombre” (Jn. 1, 19). Es el sol que vino al mundo para disipar las tinieblas del mal e inundarlo con el esplendor del amor divino.

Los magos eran un grupo de hombres sabios, porque su cultura y espiritualidad trataban de mantener un contacto más profundo con Dios. En su investigación, se percataron del surgimiento de una estrella que por sus características parecía indicar un acontecimiento extraordinario, y se pusieron a seguirla.

         Del pasaje bíblico sabemos que como regalo trajeron incienso para el Dios, oro para el Rey y mirra como homenaje al que moriría por nosotros; de la tradición de los primeros siglos se nos dice que fueron tres reyes sabios, llamados Melchor, Gaspar y Baltasar. Se dice que hasta el año 474 sus restos estuvieron en Constantinopla, la capital cristiana más importante de Oriente; luego fueron trasladados a la catedral de Milán (Italia), y en 1164 fueron trasladados a la ciudad de Colonia (Alemania), donde permanecen hasta nuestros días.

         El hacer regalos a los niños el día 6 de Enero corresponde a la conmemoración de la generosidad que estos magos tuvieron al adorar al Niño Jesús y hacerle regalos tomando en cuenta que “lo que hiciereis con uno de estos pequeños, a mí me lo hacéis” (Mt. 25, 40). La epifanía es la fiesta de la revelación de Nuestro Señor Jesucristo al mundo pagano. Los magos representan a todos los que, sin pertenecer al pueblo elegido, hemos aceptado por la fe que Jesús es Hijo de Dios y salvador del mundo. El seis de enero es una de las fiestas más entrañables, los santos reyes son maestros de la humanidad. La celebración de los magos de Oriente, Melchor, Gaspar y Baltazar, es además el testimonio de unos sabios que vivieron los tiempos en que nació nuestro Señor Jesucristo  y que supieron reconocer que era Dios gracias a sus conocimientos y a todas las cualidades que pusieron en juego para poderlo encontrar, para responder al llamado que recibieron en sus corazones a través del signo extraordinario que apareció en el cielo “La estrella”, la estrella de la esperanza, la estrella de los ideales y del amor, la que enseña que puede encontrarse lo que aún no se puede ver.

         Tan importantes son los santos reyes que gracias a ellos se dio la manifestación, la epifanía de Jesús, Dios y hombre a todos los pueblos de la tierra. Su generosidad, su apertura permitió que el mensaje cristiano fuera para todos los hombres de los países, de todas las razas, de toda edad. Los magos son la unidad de todos, en la verdad  y en el amor. Los sabios que salieron de Oriente para buscar a Cristo que nacería, eran personas socialmente reconocidas dedicados al estudio, a desentrañar los conocimientos de entonces, y a darles un sentido; estudiaban astrología, historia, ciencias naturales, matemáticas y religión, por eso conocían las profecías que anunciaban el advenimiento de Dios.

         Eran sabios no solo por estudiosos, sino por la sencillez con que aceptaron lo sobrenatural y por la profundidad para darse cuenta de que buscar  a Dios y encontrarlo era lo más importante, y que tenían que ponerse en camino sin pensar en lo que dejaban atrás. Los magos eran sabios, pues no se rindieron a la pereza ni a la comodidad que tenían en su casa, y porque además eran valientes, audaces, para no atemorizarse ante los riesgos de un viaje largo en aquellos tiempos en que difícilmente se encontraban posadas y alimentos. Su perseverancia es también asombrosa, no se desanimaron cuando pierden de vista la estrella que los guiaba y mantenía su esperanza de encontrar a Jesús, ni cuando Herodes los engaña, ni cuando encuentran a un pequeño niño al que su madre cuidaba en una casa sencilla, en condiciones que difícilmente permiten descubrir nada divino, ni siquiera humanamente grande o poderoso.




         La sabiduría de los santos reyes les permite postrarse humildemente ante el pesebre, y poner sus riquezas al servicio de Dios, sus riquezas ya está dicho, en sabiduría y en humildad. Maestros de la humanidad, y por lo mismo, personas bienaventuradas, felices, porque hacen  suyo todos los bienes, primero el sumo bien, al todo poderoso y a su mensaje de amor y de vida. EL se les revela a los reyes y a sus ángeles, les habla en sueños. Maestros de sabiduría para las generaciones que las han seguido y se inspiran en ellos y también siguen recibiendo de ellos, no solo los regalos de los niños, sino el inmenso don de hacerse niños y mantener viva la esperanza de esa esperanza que no solo se sustenta en la bondad humana tan frágil y limitada sino en la luz del amor de Dios, inmensa, infinita, permanente, fiel y que está tan real como la estrella que iluminó a quienes buscaron y encontraron el amor, tan real como la que puede iluminarnos a cada uno de nosotros si nos dejáramos amar por Dios y elegimos como EL nos pidió el amor, la comprensión, la justicia, el perseverante anhelo de encontrarnos con la verdad y con el bien.

        

…Por el placer de escribir…Recordar…Y compartir…

martes, 2 de enero de 2018

LA PAZ... PARAISO DE MIS RECUERDOS.
POR MANUELITA LIZARRAGA ALCARAZ.


“EL MUELLE FISCAL, LA TORRE DEL VIGIA Y EL CAMPANERO DEL PUEBLO”.


            La bella construcción de la torre del vigía removió en mi mente las paginas del libro en ellas escritas, y me llena de gozo el recordar y hacer recordar a quienes vivieron esa época de bonanza, de esta amada tierra peninsular, así como informar a las nuevas generaciones la historia del muelle fiscal.

            El muelle fiscal fue el detonante del progreso en la península de Baja California Sur, impulsando su desarrollo económico, político y social. Su fundación se remonta a las primeras décadas del siglo antepasado, motivado a que la capital del territorio estaba en Loreto y por haber sido casi destruido Loreto en 1828 por un cataclismo, se estableció la aduana en La Paz en 1832 la que era un pequeño caserío. En el histórico muelle fiscal esta plasmada gran parte de la historia de Baja California Sur y sus habitantes. Hechos sobresalientes que sucedieron en distintas épocas que quedaron en la historia que conforman esta península. En Septiembre de 1847 sufrió esta ciudad de La Paz la primera invasión norteamericana atracando en el muelle los barcos enemigos, y ante la cobardía del jefe político Francisco Palacios Miranda quien permitió el atropello, que se tomara el puerto e izaran la bandera norteamericana. Después de tenaz lucha, el 02 de octubre de 1847,  los valientes héroes muleginos encabezados por el General Manuel Pineda lograron que salieran huyendo vergonzosamente los extranjeros.

            Baja California Sur siempre ha sido muy codiciada por el extranjero, y sufrió otro ataque pirático por William Walker desembarcando con engaños e izando su bandera según, tomando los edificios públicos proclamando su nueva República. Este pirata filibustero ordenó el saqueo de las casas así como de los archivos oficiales. El teniente Manuel Pineda le hizo frente con doce gentes armados hasta con piedras y palos haciéndoles seis muertes a Walker. En esta contienda se unió el General Marquez de León haciendo huir vergonzosamente a este pirata. En 1855 hubo otro intento de asalto por fuerzas americanas pero las autoridades ya estaban escamadas con los otros ataques y no permitieron el desembarco de piratas, dispararon sus cañones, les causaron varias bajas, los apresaron y confiscaron la flotilla de tres barcos, los bienes y los víveres.

            En tiempos revolucionarios en el territorio el 20 de marzo de 1880 procedente de Mazatlán, Sinaloa, atraco en La Paz el barco Demócrata y varios barcos más con una cuadrilla de 360 hombres, 50 dragones del octavo batallón y una sección de cañones de siete centímetros a las órdenes del General José María Rangel. En 1912 el licenciado José María Pino Suarez, vicepresidente de México visitó La Paz poco antes de ser asesinado  al igual que don Francisco Indalecio Madero.

           


Por los albores de las primeras décadas de este siglo, en la cumbre de la antigua torre del vigía, así como de la actual reconstruida en 1928, por la ventana salía un negro y largo catalejo vigilante, atisbando la lejanía y llenando su vista el campanero del pueblo con las maravillas del ayer atento de la llegada de las armadas perleras y de los barcos mercantes de la época que cargados de preciadas mercancías arribaban a nuestro bello puerto de La Paz atracando en el muelle fiscal.

Sentados a la orilla del muelle de antaño, bajo la sombra del frondoso pino en las blancas arenas, así como al pie de la torre del vigía estibadores y alijadores esperaban con gran ilusión el arribo de los barcos que con gran júbilo al vuelo de la campana anunciaba el güero Gilberto. Con tres largos campaneos si se avistaba a la distancia un barco grande, y con dos campaneos si era una armada  perlera. Los morenos señores curtidos por el inclemente sol Calisureño y la brisa del mar, con sus paliacates amarrados al cuello y una sonrisa en el sudoroso rostro se aprestaban felices a realizar cabotaje y desembarco de las mercancías que transportaban los navíos de la época, como el Progreso, el Peninsular, el Araguan, El Raúl, el Blanco, los Corrigans, El Salvador, La Estrella Costera, El Salvatierra, El Anita, El Spruce, El Edna Rosa, El Arturo, El Viosca y muchos más que procedentes de Topolobampo, Manzanillo, Guaymas y Sinaloa alegraban con su presencia y daban trabajo y beneficios a los hombres del pueblo.

Los grandes buques así como barquitos de vela se regresaban cargados de productos de la región como oro, plata, aleta e hígado de tiburón, vaquetas curtidas y procesadas en la tenería Suela Viosca, trigo y algodón cuando el boom en Santo Domingo, carne seca de res de pescado, de burro y hasta de venado así como queso regional ganado y bestias... Era todo un espectáculo ver el embarque del ganado que seguramente arriaban de los ranchos aledaños. En grandes manadas las que irrumpían por el pueblo arriadas por los rancheros rompiendo la monotonía de la tarde y las echaban en la bahía para luego ser embarcadas colgándolas  de los cuernos con los winches.

La torre del vigía y el campanero del pueblo, también anunciaba el mal tiempo. Cuando había ciclones o chubascos, el largo y negro catalejo estaba vigilante y el campanero sacaba un gallardete amarillo cuando era calmo y uno rojo cuando había peligro. La gente del pueblo de aquel entonces se arremolinaba alrededor de la torre del vigía o salían  al malecón pendientes de las señales del campanero.

Los habitantes de La Paz ya tenían identificados el pitido de cada barco, al escucharlos, sabían que barco llegaba y cual partía. Y los hombres del ayer al escuchar el campanero anunciando su arribo, jubilosos salían de sus casas rumbo al muelle fiscal  que en aquel entonces fue de madera y con rieles, para ganar el jornal diario. Puras monedas de plata ley 0720, y con su paliacate anudado al cuello el que les servia para secarse el sudor y también lo utilizaban para recoger productos cuando los costales de 70 kilos  se rompían, como café de granito, trigo, frijol, maíz y arroz los que eran muy apreciados. En el atardecer, el malecón se llenaba de señores que regresaban felices con el jornal diario tintinando en la bolsa del pantalón, las monedas de plata, el pañuelo lleno, amarrado a nudo, y una sarta de cogollo de palma con un trozo de pescado marlín o agujón que les daban a su paso los pescadores del ayer, que sacaban los turistas extranjeros que se hospedaban en el hotel Los Arcos.

Fueron tiempos muy bellos en el pueblo, el zumbar de los chocomiles en el puesto de campesinas y raspados de don Lencho Sánchez, donde los trabajadores del muelle hacían cola para comprar su torta en el puesto La mariposa de don Lencho, se perdía entre aquellos ruidos. El silencio se rompía con el pitido de los barcos al arribar, o al partir. En 1964, se inauguro el primer transbordador “La Paz”, quedando en silencio el muelle fiscal y abriendo otra etapa comercial como la fayuca, e impulsando el progreso en el Estado. El muelle fiscal convertido ahora en una bella obra arquitectónica que engalana nuestra ciudad de La Paz es un atractivo turístico sin duda alguna.

...la torre del vigía, bellos recuerdos, se yergue majestuosa al paso del tiempo testigo mudo de gran parte de la historia de nuestro terruño peninsular que con su catalejo sus campanas y banderines, fue el puntal del florecimiento del comercio, testigo de la bonanza y de la alegría de los habitantes de aquel ayer.


…Por el placer de escribir…Recordar…Y compartir…


Fuente: mis recuerdos, Dr. Francisco Carballo Lucero, Dominga G. de Amao.





domingo, 31 de diciembre de 2017

LA PAZ QUE SE PERDIO
POR MANUELITA LIZARRAGA

“LA AHORCADITA DE TODOS SANTOS...EN LA HISTORIA Y LA LEYENDA”

·        SU TUMBA A LA VERA DEL CAMINO BAJO EL PALO BLANCO, ES UN PUNTO DE REFERENCIA Y DE FE...NO TIENE EPITAFIO, SOLO UN LETRERO CON EL NOMBRE...LA AHORCADITA.
·        ENTRE OTROS DONES, SEGÚN SE DICE, EL PRINCIPAL QUE CONCEDE ES QUE LAS MUJERES ESTERILES PUEDAN TENER HIJOS.
·        MATILDE MARTINEZ FUE SU NOMBRE
·        SUCEDIÓ EN TODOS SANTOS, EN LA ULTIMA DECADA DEL SIGLO XVIII...CON LA MANO DEL METATE LE DIO MUERTE SU SUEGRA, Y ESTABA EMBARAZADA
·        SON MUCHOS LOS TESTIMONIOS QUE PORSU MARTIRIO LA GENTE LE ATRIBUYE MILAGROS
·        PERO PARA LOGRAR UNA PETICION, SE TIENE QUE CAMINAR REZANDO, PIDIENDO POR EL NIÑO QUE NUNCA NACIO,  POR DONDE LA ARRASTRARON EN UN CUERO DE VACA, DESDE EL LUGAR DE LOS HECHOS HASTA DONDE ESTA EL ARBOL DONDE LA COLGARON
·        JUNTO A LA TUMBA NACIERON CUATRO BROTOS HACE MAS DE CIEN AÑOS, NUNCA CRECIERON Y SIEMPRE ESTAN VERDES, LA GENTE DICEN QUE SIMBOLIZAN LOS CUATRO MESES DE EMBARAZO DE MATILDE LA AHORCADITA


Doña Clotilde Monteverde, nativa de Todos Santos, hermosa y tierna muchacha antigua de 90 años de edad, cuenta la historia de La ahorcadita....Dice que su mamá Doña Rosario Cota de Monteverde le contaba que eran aquellos años de abundancia en la tierra de cañaverales, trapiches y molinos de caña movidos por bestias; tierra perfumada a mango maduro y limoneros...en la huerta “La diabla”, vivió Matilde Martínez con su esposo y su suegra y un hermano de su esposo que estaba mongolito; Matilde estaba recién casada, y era una agraciada joven de 18 años quien se dice, tenía cuatro meses de embarazo. Su suegra, era muy celosa.

Que aquella mañana de la fatal tragedia, el esposo de Matilde se fue a la labor a los cañaverales, como era su costumbre. Matilde tenía un sembradío de calabazas, entre otras hortalizas, y las calabazas se dieron muy grandes y hermosas en esa temporada de cosecha...que aquella mañana Matilde extasiada contemplaba su huerta, fruto de su esfuerzo mientras paladeaba una taza de aromático café. La celosa suegra, quien cuidaba todos sus movimientos, la camelaba; y quiso la mala suerte que en ese momento, montando en brioso corcel  iba pasando el joven Adolfo Monteverde, saludó a Matilde y le dijo “!Que chulas están tus calabazas Matilde!”, y el joven siguió su camino, pero la suegra que escuchaba, quien estaba moliendo nixtamal en el metate, muy airada le dijo a Matilde “!Eres una coqueta!”, y empezaron a discutir, y al calor de las palabras, la mala mujer se lanzó sobre Matilde  y la golpeó en la cabeza con la mano del metate, hasta que la pobre muchacha quedó inerte tendida en el suelo junto a las hornillas, de las que según se dice, quedan sus ruinas, dijo Doña Cloty.

Con tristeza, la tierna viejecita  añadió que la suegra estaba muy asustada por la magnitud de lo que había hecho, ante la presencia de su hijo menor, retrasado mental, quien sin comprender los hechos, aterrado, miraba la escena...a la pobre muchacha con su pancita al cielo, tirada en el suelo, con el cráneo desbaratado, escurriendo la sangre, la que el perro lamía...luego la mala mujer, en su desesperación trató de simular un accidente; tumbó la ramada y la dejó caer sobre Matilde...y así transcurrió todo el día en la huerta La diabla, la que estaba envuelta en la tragedia, hasta que al caer la tarde llegó el esposo de la muchacha y se encontró con esa fatalidad. Su mamá intentó desvirtuar las cosas, pero todo era muy obvio. El hijo, ante los hechos, no le quedó más remedio que apoyar a su madre.

Y cuentan que madre e hijo, pusieron el cuerpo de la ahorcadita en un cuero de vaca, y que lo arrastraron por todo el monte a altas horas de la noche, alumbrándose con palmas encendidas mientras toda la gente del pueblo de Todos Santos dormía. Entre aullidos de perros, caminaron como cinco kilómetros, desde la huerta La diabla, lugar de los hechos, hasta el gran arbolón de Palo Blanco, perdido en el monte en aquel tiempo, luego la colgaron, para que creyeran que ella se había suicidado, o que quizás otra persona lo hizo. Nadie se dio cuenta en aquel tiempo de lo que estas malas personas andaban haciendo con aquella pobre mujer embarazada.

Fue hasta después de ocho días que un niño encontró el cadáver colgado en el árbol ya en estado de descomposición, otros dicen que fue el hijo de Porfirio el que la encontró. Los habitantes de Todos Santos de  aquel tiempo quedaron consternados por el brutal asesinato. Luego fueron las autoridades a ver los hechos, y bajaron el cuerpo de la ahorcadita del árbol, y ahí mismo la sepultaron. En las investigaciones, el muchacho retrasado mental descubrió a la asesina, o sea, a su propia madre, horrorizado a señas señalaba a su madre y decía que con la mano del metate, así y asá, la había golpeado y lo demás ya fue todo fácil. Cuentan, que madre e hijo los mandaron a la cárcel de Santa Rosalía donde la mujer murió después de un tiempo, y el esposo de Matilde cumplió su condena, salió y se perdió en el tiempo y el olvido.

Al tiempo, continua diciendo Doña Cloty, que la ahorcadita salía vestida de blanco por esos caminos reales lamentándose y llorando un niño...la gente piadosa, le llevaba flores a su tumba, la que era un promontorio de tierra sin nombre ni fecha, le rezaban para que su alma descansara, y así, le fueron haciendo peticiones y ella concediéndole; principalmente a las mujeres que no se podían preñar, dijo, pero que al pedir el deseo, tienen que hacerlo pidiendo por el niño que nunca nació, por su martirio, y rezando, caminando por todo la brecha por donde arrastraron a la ahorcadita, hasta llegar al árbol donde está sepultada, y hacerle una promesa, una ofrenda, algo para bebé, y cumplirle, porque también se dice, si no le cumplen, se cobra. Que son muchos los testimonio de mujeres que no podían tener hijos, le pidieron a la ahorcadita para que interviniera ante Dios y la Virgen y ahora tienen varios muchachos.

Don Adolfo Monteverde, el que chuleó las calabazas de Matilde, y que sin proponérselo ocasionó esta tragedia que dio paso a la historia y la leyenda en Todos Santos era su abuelo, termino diciendo Doña Cloty, añadiendo que ahora es ejido, por esos lugares y están desmontando para poblar esos terrenos, que ojalá que no quiten esa tumba de la ahorcadita, porque es una tradición y leyenda de los Todosanteños.  Casualmente, esa mañana iba llegando a la tumba de la ahorcadita una numerosa familia a dejarle una ofrenda, la señora Rosa Isela Morales dijo que ella tenía más de diez años de casada y no podía tener hijos a pesar de todas las luchas y tratamientos que se hizo, y que le pidió a la ahorcadita el que pudiera concebir y que ya tiene dos hijos gracias a Dios, que le consta que son muchas las mujeres que han recibido este beneficio; que un señor de Todos Santos tenía un apuro muy grande de vida o muerte, y que dijo que solo encontrándose un tesoro, o sacándose la lotería podría salir de este pendiente; le pidió a la ahorcadita y se sacó la lotería y fue él quien le mandó hacer la tumba. Terminó diciendo la joven señora con su hijo en brazos, Rosa Isela Morales...dice Doña Cloty que a través de los años, son muchos los espantados, que han escuchado en noches oscuras, como que arrastran un cuero por el camino, y que casualmente, pasan junto a su casa...y que algunos valientes se han atrevido a investigar el origen de esos ruidos, y sólo ven como una visión, una procesión de palmas encendidas.

La ahorcadita...es una tradición y leyenda todosanteña.


…Por el placer de escribir…Recordar…Y compartir…

…Esta leyenda fue de mi creación y se publicó hace más de quince años en los principales medios de comunicación…