CON LOS PELOS DE PUNTA.
POR MANUELITA LIZARRAGA.
“LA
MANO QUE APRIETA”.
Meeeemoooo… ajjjj ajjjj ¿dónde estás Memo?...los
estertores agónicos se escuchaban en el amanecer llamando Memo, mientras me
apretaba la mano, y yo se la acariciaba pensando que era la de mi esposo, pero
al escuchar esos raros lamentos de una mujer atormentada, voz desconocida para
mi en el interior de mi recámara, encendí de pronto la televisión para que
hubiera luz…y me quedé ¡Con los pelos de punta!.
Me disculpa estimado lector(a) pero la persona
este macabro suceso, me rogó que no escribiera la ubicación de esta mansión
porque sus padres se asustarían mucho.
Cuenta la joven señora Dorita que con motivo del
reciente huracán que azotó La Paz
y parte del Estado de Baja California Sur, se fue con su esposo e hijos a la
casa de su suegros, por el barrio del Esterito (nomás el barrio voy a decir) y
les asignaron una recámara para todos ellos; una sola noche pasaron ahí,
salieron al otro día disparados, jurando no volver a dormir en esa recámara
nunca más…
…Eran como las cuatro y media o un poco más de la
mañana…abrí los ojos y encendí el televisor, estaba el programa del “Doctor
Simi” que me cae muy gordo, por cierto, y apagué el aparato. Quedándome con el
control en la mano…tenía mis ojos abiertos en las penumbras, de pronto me
agarraron la mano derecha, y yo pensando que era mi esposo se la acaricié, la
mano apretó más la mía, y yo también se la apreté…luego se empezó a escuchar
estertores agónicos como de alguien que moría con mucho sufrimiento, y yo le
apreté más la mano y la mano me tenía bien agarrada, entonces se escuchó una
voz de mujer que decía…”ajjjj ajjjjj ¿dónde estás Memo?, ¿Memo dónde estas?”.
Y lo curioso es que yo escuchaba gente ya
levantada en la casa, porque ya casi era amanecido y mientras más nos
apretábamos las manos, más fuerte y doloroso era el gemido, así como el llamado
desesperado a un tal Memo. Todo era muy extraño en aquella recámara en
penumbras…desde luego, pensé preguntándome ¿Qué hace esa mujer desconocida en
mi recámara? Donde se supone que estábamos nada más mi esposo, mis hijos y yo,
creía que la mano que agarraba a la mía, era la de mi esposo, por eso es que no
sentía miedo todavía, nada mas extrañeza…entonces me decidí, apreté el botón de
encendido del televisor en el control, para que hubiera luz, y ¡ohhhh sorpresa
me soltaron la mano y no había nadie en el cuarto!, todo estaba en el más
espantoso silencio, roto solo por la luz del televisor sin volume.
Sentí un miedo sepulcral como si se me levantara
la piel, y el cuero cabelludo desde la nuca quedándome ¡con los pelos parados! Y
para rematar, mi esposo estaba acostado del otro lado, roncando, y mis hijos
dormían como santos angelitos, no se dieron cuenta de nada. Comprendí con
espanto que la mano que me apretaba era de la mujer moribunda llamando a Memo.
Yo soy una mujer muy incrédula sobre estas cosas,
pero después de vivir esta macabra experiencia la verdad no se que pensar,
terminó diciendo la señora Dorita.