lunes, 30 de julio de 2018

LA PAZ QUE SE PERDIÓ.
POR MANUELITA LIZÁRRAGA ALCRÁZ
…MI ABUELA…LAS VERDOLAGAS… Y LA LLUVIA…
RECOLECTAR Y CONSUMIR VERDOLAGAS EN LA PAZ DESPUÉS DE LA LLUVIA… UNA COSTRUMBRE QUE SE PERDIÓ…
¡Abuelita! ¡Abuelita! ¿Qué traes muchacha, porque ese alboroto? Esta tronando y relampagueando rete bonito y el perro el pachuco anda muy asustado; “pues métase por que no tarda en llover” y le dio una larga chupada a su cigarro de “el tigre”, y después de aventar fumarolas al viento dijo, “después de la lluvia vamos a ir a recolectar verdolagas, para hacer el guisado que tanto le gusta a tu padre” ni bien acababa de decir eso, y se soltó un torrencial aguacero de aquellos; mi perro viejo el pachuco tenía catarro, y se miraba tan bonito de bajo de mi cama echado en su tapete con su largo hocico metido entre las patas delanteras, los ojos muy pelones, y con esa mirada tan peculiar de él, con su collar de alambre de cobre en el cuello y siete limones tatemados que mi sabia abuelita le había hecho para curarlo del catarro. Mientras el agua del cielo entre rayos y centellas caía a torrentes sobre el techado, mi hermanita María de Jesús y yo abrazadas nos acurrucábamos junto al perro iluminados por los relámpagos que generosos inundaban aquella añorada habitación familiar con calor humano, abuelita, perro y todo, allá al finalizar la década de los 40’s… cuando empezaban a pavimentar la avenida 5 de Mayo.
¡Que hermosura cuando la lluvia cesó! Vivíamos en la casa de piedra del Señor Ruíz, quien sabe quién sería ese señor, yo tenía escasos cinco años y mi hermanita siete. La casa quedó en medio de una gran laguna, croaban sapos y ranas, cigarrones y mariposas volaban, y el perro como loco saltaba en el agua queriendo agarrarlas, y María y yo embelesadas, gozosas, contemplábamos aquel bello espectáculo trepadas en el pretil de aquella evocadora ventana enrejada de madera, y preocupadas porque al pachuco le iba hacer daño mojarse; mientras que a él le valía. ¡Ya niñas, bájense de ahí!, vámonos a las verdolagas gritó la abuela airada, canasta en mano con esa voz autoritaria que la caracterizaba, y mi madre y demás hermanos mayores también llevaban sus canastas y nosotras por más pequeñas unas bolsas de ixtle… y todos felices en caravana seguidos del perro por allá del barrio del choyal, por veredas y solares baldíos, ¡Había tantas verdolagas! “para la vaquilla no vamos a ir porque está lejos, y aquí hay bastantes para llenar las canastas”, dijo la abuelita, “nanita y ¿Por qué le dicen la vaquilla?”, “pues que se yo, será porque hay muchas vacas, o se les perdió una vaquilla”, dijo muy airada, iba molesta por que el perro se metió a la laguna y tenía catarro.
¡Se miraban tan hermosas las verdolagas salpicadas por la lluvia, y las familias paceñas enteras canastas en mano a los alrededores recolectando verdolagas!; y mi nanita iba diciendo, señalando con el bastón “es increíble la bondad y sabiduría de Dios que semilló la tierra desde que puso al hombre y a la mujer en ella para que toda alma viviente se alimentaba a través de los siglos, y las verdolagas son un nutritivo alimento cargado de todas las vitaminas que el cuerpo necesita”. Y señalaba con su bastón mientras todos íbamos llenando canastas, y continuó diciendo “estas verdolagas de hoja grande, no son para consumo humano, son “puerqueras”, pero de todos modos vamos a llevarlas para darle a los puercos (porque en aquel tiempo se acostumbraba engordar dos cochis en casa, uno para consumo en navidad y el otro lo mataban para venderlo para los gastos para Santa Claus) y estas verdolagas pequeñas dijo, la de la hoja chiquita, son las meramente, las de consumo humano y se cortan dejando la raíz para que vuelvan a crecer, hasta los animales son sabios, nomás ramonean las pasturas y demás plantas que se van a comer”.
Y las canastas se iban llenando de verdolagas salpicadas por la lluvia, y la abuelita nos iba enseñando para que servía cada planta que encontraba a su paso: choales, malvas, diente de león, toloaches, golondrinas, etc. Y continuó diciendo “y por este rumbo no hay guaco solo se da rumbo al mar, en los arroyos”, mientras que el pachuco correteaba una iguana, ¡“! y hasta esa iguana es medicinal y alimenticia!” decía, y las canastas quedaron repletas de verdolagas después de aquel torrencial aguacero. Otro día fue fiesta en casa, las grandes cazuelas de barro sobre el pretil de la hornilla estaban hasta el tope sentadas en las brasas… ¡Que rico guisado de verdolagas con costillitas de puerco hizo mi madre! Y también una cazuela de arroz blanco, y un jarro de frijol de la hoya y las tortillas de masa de nixtamal hechas a mano hinchadas como un sapo, nomás volaban del comal a la mesa, que en el medio tenía el molcajete de salsa tatemada en las brasas hecha a mano, y una enorme jarra de agua de tamarindo endulzada con azúcar de terrón.
De postre, dijo mi nanita “se comen un puño de dátiles pasaditos con un pedazo de chopito que está en el zarzo, mientras dan las cuatro de la tarde que llegue el panadero, para como es la costumbre, tomar el café de grano que acaba de tostar Juanita en la cazuela de barro y lo cuele en la talega de manta que acabo de hacer, ya está curada en los asientos del café y no le va salir el sabor a manta” terminó diciendo mi nanita. ¡Cuántos gratos recuerdos inundaron mi mente después de estas lluvias tan hermosas y ver tantas verdolagas en los jardines y veredas, y que se desperdician lamentablemente porque en su gran mayoría la gente desconoce sus bondades!
Al otro día, mi madre también hizo verdolagas, pero ahora con granitos de frijol y queso picado; puso en la cazuela de barro un pegoste de manteca de puerco, de aquellos que se criaban en casa, tomate, cebolla, ajo machacado, chile verde, cilantro, todo picado lo tapó; cuando suelta el hervor le puso sal y pimienta, le revolvió grano de frijol de la hoya y cuadritos de queso, le puso las verdolagas previamente lavadas y cosidas, y los tapó que dieran un hervor, y las sirvió bañadas de queso raspado… ¡Riquísimas! Quedaron para chuparse los dedos… bellos recuerdos.
…y las niñas temerosas acurrucadas junto al asustado perro el “pachuco”, escuchaban la torrencial lluvia sobre el techado en aquel evocador cuarto iluminado por los relámpagos…
…por el placer de escribir…recordar…y compartir…
LA PAZ QUE SE PERDIO
POR MANUELITA LIZARRAGA ALCARÁZ
…CCVII ANVIERSARIO LUCTUOSO DEL SACRIFICIO DEL PADRE DE LA PATRIA… DON MIGUEL GREGORIO ANTONIO IGNACIO HIDALGO COSTILLA GALLAGA Y MANDARTE….
…POR FRANCISCO FONSECA…PREMIO NACIONAL DE PERIODISMO… FUNDADOR DE NOTIMEX
• FUE HECHO PRISIONERO EN ACATITA DE BAJAN, JUNTO CON IGNACIO ALLENDE, JUAN ALDAMA, JOSE MARIANO JIMENEZ, GABINA NATERA, SU LUGAR TENIENTE, Y VARIOS MAS.
• FUERON LLEVADOS POR ORDENES DEL VIRREY VENEGAS HASTA LA VILLA DE SAN FELIPE, EL REAL DE CHIHUAHUA, EL JUEVES 23 DE ABRIL DE 1811.
• CASI UN MES DESPUES DE SU CAPTURA FUERON INGRESADOS EN EL EX COLEGIO DE NUESTRA SEÑORA DE LORETO, DE LA COMPAÑÍA DE JESUS, INSTALACION ABABNDONADA SIN CONCLUIR Y CONVERTIDA EN HOSPITAL MILITAR. LOS UBICADOS EN CELDAS SEPARADAS
Del 07 al 10 de mayo siguientes, el severo pues ángel Avella se aboco a interrogar al cura hidalgo, haciéndole casi 50 preguntas acerca de su actuación al frente del movimiento independentista. Finalmente, logro inculparlo de sedición y de traición a la corona. Las sesiones fueron tan largas y tan tediosas, que el generalísimo terminaba el día con fuerte dolores de cabeza y con gran depresión.
El 10 de mayo fueron fusilados por la espalda varios de sus compañeros de armas que habían sido recluidos en san francisco. El jueves 06 de junio escucho atreves de las paredes de su calabozo, las ejecuciones, de su hermana mariano, de su pariente santos villa, y otros incondicionales. Sintió un gran remordimiento por haberlos llevado hasta ahí. El 26 de junio fueron pasados por las armas Ignacio Allende, Juan Aldama y Mariano Jiménez, cuyos cuerpos fueron decapitados.
El proceso jurídico de Miguel Hidalgo era del “mixto fuero”, o sea que, por su condición de cura, debería ser juzgado también por su iglesia. El domingo 28 de julio se procedió al acto de su degradación como sacerdote. Fue revestido con las prendas eclesiásticas; alza cuello, sotana, casulla, y ornamentos de color rojo. Lo hicieron arrodillarse y extender las manos. Con un cuchillo el juez eclesiástico le raspo las palmas y las yemas de los dedos diciendo… “te arrancamos la potestad de sacrificar, consagrar y bendecir, que recibiste con la unción de las manos y los dedos”. Fue puesto de pie, y poco a poco le fue quitando cada uno de los ornamentos sacerdotales. Con una tijera le corto a Hidalgo, un poco de pelo de la parte posterior de la cabeza, para no dejar señales de la tonsura y desbaratar la coronilla.
A las 6:00 am del 30 de julio, le avisaron al generalísimo que la hora de ejecución de Hidalgo se acercaba. Era una mañana luminosa, llena de sol. Fue llevado al exterior del edificio ante mas de 1000 soldados que llenaban la plaza de san Felipe. Un tambor toco sus redobles secos. Las campanas de los templos empezaron a doblar a ritmo lento, previniendo al vecindario elevara sus oraciones por el reo. El pelotón que formaría el cuadro de fusilamiento era de 142 hombre alineados en tres filas de cuatro, y bajo las órdenes del teniente Pedro Armendáriz.
A Hidalgo querían fusilarlo sentado y de espaldas, pero se negó con firmeza. Le vendaron los ojos y le ataron las piernas con las patas del asiento. Hidalgo puso su mano en el pecho como indicando a donde apuntar. Sonó una descarga, pero no cayo, solo torció un poco el cuerpo y se le cayo la venda de los ojos. Vino la siguiente descarga y la tercera y no derribaron al caudillo. Por fin, Armendáriz ordeno a 2 soldados que pusieran la boca de sus fusiles en el corazón y dispararan por cuarta vez.
Entre los cientos de incrédulos asistentes al fusilamiento del cura, se hallaba una mujer harapienta, que apenas podía sostenerse en pie. Desde lejos vio por fin a Miguel Hidalgo, estaba muy delgado menos moreno por la falta de sol y pelado casi a rape. Gabina capto desde lejos el destello espiritual del hombre que cumple su destino y esa seguro de sí mismo. Cuando se dio cuenta que Hidalgo no sufría, gabina Natera dejo de llorar. Se sentía orgullosa del generalísimo de América, del padre de su hijo.
Miguel Gregorio Antonio Ignacio Hidalgo Costilla Gallaga y Mandarte, rodo por el suelo en medio de un gran charco de sangre. Eran las 07 de la mañana del 30 de julio de 1811. Durante el siguiente mes de agosto, las cabezas de Hidalgo, Allende, Aldama y Jiménez fueron enviadas en una gran caja de sal a Guanajuato, en donde fueron colocada en 4 escarpias en la famosa ALHÓNDIGA DE GRANADITAS. Ahí fueron colgadas en las cuatro esquinas y permanecieron 10 años colgadas ahí.
Hoy que MEXICO se debate en un ambiente de sensación incierta, debemos volver los ojos hacia aquellos mexicanos auténticos que nos dieron patria y libertad, dones inmaculados. La sensación del cambio es auténtica, cercana, es una sensación no tan luminosa como la de la mañana del sacrificio de Hidalgo, es la sensación de un pueblo dividido, y más que eso confundido, sin un horizonte al cual dirigirse…
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sábado, 28 de julio de 2018


LA PAZ QUE SE PERDIO
POR MANUELITA LIZARRAGA.

“PRONUNCIAMIENTO DE  MANUEL MARQUEZ DE LEON EN CONTRA DEL GOBIERNO DE PORFIRIO DIAZ”.

·         PLAN REVOLUCIONARIO DE EL TRIUNFO.

En el mineral  de El Triunfo, a los cinco días del mes de Noviembre de mil ochocientos setenta y nueve, reunidos los ciudadanos que suscriben en junta, y considerando que: el gobierno del General Díaz es una verdadera calamidad para la República; que ese jefe perjuro ha faltado a sus compromisos vulnerando los mismos principios que varias veces protestara sostener, y que nada se puede esperar ya de quien la honra de la nación y la vida de los ciudadanos no merecen ningún respeto, han acordado lo siguiente:

1.- Se desconoce a Don Porfirio Díaz como presidente de los Estados Unidos Mexicanos.

2.- Se reconoce como general en jefe del Ejército que denominará “Reformador” al ciudadano Juan. M Méndez que obrará con facultades discrecionales para ordenar todos los elementos necesarios, a fin de salvar a la nación del estado degradante en que se haya.

3.- Luego que el Ejército “Reformador” ocupe la capital de la República será llamado al Ejército del Poder Ejecutivo al actual presidente de la Suprema Corte de Justicia, siempre que en tiempo oportuno acepte el presente Plan, y en caso contrario una junta de oficiales generales, citada por el jefe del Ejército designará a la persona que debe interinamente desempeñar la Primera Magistratura de la nación.

4.- El presidente interino luego que haya tomado posesión expedirá la convocatoria para la elección de los supremos poderes federales acompañándola de una ley de responsabilidad que garantice sólidamente el libre sufragio del pueblo evitando esos fraudes electorales que tanto han desacreditado a las instituciones.

5.- El congreso que se instale se ocupará de actualizar y reformar la Constitución por los medios que ella misma designe para que no se dificulte la observancia con interpretaciones violentas, ni lleguen los ciudadanos en ningún caso a verse privados de las garantías individuales, ni se tropiecen obstáculos para el buen arreglo de la Hacienda Pública, del Ejército y de la Marina Nacional, declarándose en sesión permanente hasta concluir.

6.- Todos los militares que no reconozcan oportunamente este Plan quedarán privados para siempre de sus empleos.

7.- Mientras no se instale el Congreso, el presidente interino estará investido de las facultades extraordinarias en todos los ramos de la administración.


8.- Todas las personas que a consecuencia de la Revolución emanada del Plan de Tuxtepec se hayan fuera del país puedan volver a él libremente.

9.- Todo individuo que en servicio del enemigo atentare contra la vida de algún prisionero, será pasado por las armas inmediatamente que sea aprehendido.

10.- Se invita al General Manuel Márquez de León para que se desempeñe el mando en jefe, interino del General Méndez se presenta a ejercer el cargo.

Ponciano Romero, Jesús Alvarez, Jesús Verduzco, Eduardo Cornejo, Luis Saavedra, Severiano Norzagaray, Juan Norzagaray, Luz Moreno, Juan Estrada, Nicolás Amador, Nicolás Sández, Juan Castro Villavicencio, Francisco Leyva, Victoriano Navarro, Armando Ojeda, Brígido Altamirano, Etc., etc.

·         CARTA DEL GENERAL MANUEL MARQUEZ DE LEON AL PRESIDENTE PORFIRIO DIAZ.

La Paz, Noviembre 22 de 1879.

Sr. General Porfirio Díaz.

Apreciable compadre:

            Los grandes sacrificios que durante diez años hice por usted y lo mucho que he padecido y padezco, porque a ellos debo solamente todas mis desgracias, no me parece suficiente expiación por la parte que desgraciadamente tuve en los deplorables males que de su elevación han resultado a nuestra infortuna patria.

            Este fatal error no se remedia sólo con vanas lamentaciones: se necesita una reparación y ésta no puede ser otra que la de exigirle que abandone un puesto que no ha sabido llevar dignamente.

            Si usted fuera el hombre honrado y patriota que yo me figuré en mi acalorada fantasía, tendría alguna esperanza de que, cediendo a la razón se retirara de la escena política sin ocasionar más desgracias, pero debo confesar que me equivoqué al juzgarlo y no nos queda más recurso que apelar a medio doloroso, porque ha visto con pena antes que el bien general, estima sus intereses personales.

            No dirá usted que me falta caballerosidad, cuando en vez de haber cumplido una orden injuriosa de destierro, como el que simuladamente me impuso al puerto de Acapulco, por intrigas nauseabundas, lo podía desconocer sirviéndome de los importantes elementos que había en mi poder, pero he querido evitar hasta el menor motivo de reproche, no obstante que participo de la opinión de Víctor Hugo cuando  dice “La obediencia pasiva es la bayoneta puesta eternamente en el corazón de la Ley”. Creo con él, que el militar ha de ser ilustrado, ponderoso y amante sincero de su patria, para no convertirse nunca en odioso instrumento de opresión.

                        El poco decoroso comportamiento de usted, me autoriza para romper los estrechos lazos de aquella íntima amistad que nos unía cuando tanto necesitaba de mí para aumentar su partido y que me ha costado tan caro, pero que el falso amigo fuera un mal agradecido, no daba suficiente derecho al ciudadano honrado para olvidar sus patrióticos deberes y le perdoné. También olvidé los agravios y menosprecios que he recibido de usted porque estoy íntimamente persuadido de que NO ES LA DESHONRA PARA QUIEN RECIBE LA OFENSA, SINO PARA QUIEN LA INFIERE INJUSTAMENTE, pero la magnanimidad no alcanza hasta la flaqueza de disimular el insulto que nos hace a todos los leales mexicanos colocando traidores en puestos que somos más dignos que ellos de ocupar. Esto, señor, es levantar demasiado alto la inmoralidad y arrastrar el mérito por el fango, como usted se arrastró a los pies del bandido Lozada.

            Hoy en su torpe administración ha vulnerado los santos principios que durante diez años juró sostener; que ha puesto en ridículo a la nación ante el mundo entero y que la llevaría a su total exterminio si no se marcara el alto a sus desmanes, no puedo menos de hacer por un noble sentimiento de amor patrio, lo que usted hizo por una mezquina ambición personal. De nuestra conducta juzgará el mundo muy pronto y se verá la diferencia que hay del uno al otro.

            No dudo que a su lado se agruparán los judas que han desgarrado el pabellón nacional y esa gente ruin y sin consciencia que sólo piensa en lucrar, pero no así los ciudadanos de acrisolada conducta y de elevados pensamientos que acudirán al puesto que señale el honor ante cuyo generoso esfuerzo serán importantes la vileza y sus partidarios.

            México se salvará de la ruina y de la deshonra porque aún cuenta con hijos que sienten el arder en su pecho el sagrado fuego de la virtud cívica y porque hay una divina providencia que ve por destinos de los pueblos que luchan por la justicia y su dignidad.

            El amigo que con más lealtad supo servirle mientras lo creyó buen ciudadano.

M.M. de León (rúbrica).

·         EL GENERAL MANUEL MARQUEZ DE LEON A LOS HABITANTES DE BAJA CALIFORNIA.

Conciudadano:

      La corrupción y la mezquindad de sentimientos van poco a poco extinguiéndose en la República el fuego santo del patriotismo y el amor a la libertad. Los abusos del poder han intimidado a las almas débiles y comprado con los tesoros públicos esos avaros miserables que sólo piensan en su interés privado, ha venido entre nosotros a dominar la fuerza bruta a la razón y la verdad. Tanta bajeza nos sumirá en la deshonra y en la ruina, si por medio de un esfuerzo supremo no reivindicamos nuestra dignidad mancillada.

      Los desmanes cometidos por las autoridades del territorio, y ese falseamiento escandaloso del voto público que se ha presenciado en las elecciones pasadas próximamente, sólo son un débil reflejo de lo que está pasando en el resto del país, son los actos reprobados de una administración ignorante y de mala fe que arrastran por el fuego el decoro nacional.

      Os consta que la Isla de Guadalupe está hace mucho tiempo en poder aventureros, y que una partida de chinos está ocupando toda la costa comprendida entre la línea divisoria y San Bartolomé sin que se haya dictado, ni se piense dictar ninguna medida para conservar ilesa la integridad del territorio y salvar el honor de México.

Si la nación tolera tanta infamia como está pasando sobre ella no merecería el título de potencia independiente, y no puede caber en corazones leales la idea de una vida de humillación.

Todos vuestros valientes hermanos sólo esperan que se levante el lábaro sagrado que los ha de guiar por el sendero del honor para agruparse en torno de él, y nos toca a nosotros la gloria de enarbolarlo. 

Entonemos pues con voz firme el grito de libertad, rectitud de conciencia y reforma general en la marcha de los negocios públicos y pasemos el Golfo para llevar hasta la capital de la República la moralidad y el desprendimiento.

Vea el mundo que hay todavía en la República Mexicana ciudadanos honrados que sacrifiquen sin otro interés que el bien general.

Nací entre vosotros, sois testigo de que he sacrificado una inmensa fortuna para servir a mi patria y tengo derecho a vuestra confianza.

Juro, y no mentiré como ha mentido el hombre de Tuxtepec que la Baja California recordará  siempre que con satisfacción que nació en su seno vuestro amigo y hermano.

M.M. de León.

La Paz, Noviembre 22 de 1879.
















·         PERSONAS QUE PARTICIPARON EN EL LEVANTAMIENTO ARMADO DE 1879 ACAUDILLADO POR EL GENERAL MANUEL MARQUEZ DE LEON.



MANUEL MARQUEZ DE LEON
CLODOMIRO COTA
CLAUDIO ZAPATA
MANUEL LEGASPY
HIGINIO CONTRERAS
TOMAS MARTINEZ
JESUS ALVAREZ
VICTORIANO NAVARRO
PRUDENCIO CARRILLO
PONCIANO ROMERO
SEVERIANO NORZAGARAY
LUIS RIVERO ECHAGARAY
JUAN CASTRO VILLAVICENCIO
FELIPE ZARATE
F.R. PINEDA
FERNANDO ERQUIAGA
ANSELMO PEDRIN
RAMON MANRIQUEZ            
EMILIO MENDOZA
ANTONIO LEGASPY
JOSE PUENTE
NAZARIO AGUILAR
EDUARDO CORNEJO
TRINIDAD BURQUEZ
PEDRO ORTEGA
TIMOTEO OSUNA
FRANCISCO CARRILLO
JOSE AGUILAR
FRANCISCO CASTRO
RAMON CASTRO
LUZ MORENO
SERAFIN CEVALLOS
SERAFIN BILDASOL
TADEO IRURETAGOLLENA

FRANCISCO BAREÑO

BLAS PEÑA
NICOLAS AMADOR

LUIS SAAVEDRA                                                 GUADALUPE LIERA
ARMANDO OJEDA
JUAN ESTRADA                                                                             
JACINTO OJEDA
MARTIN OJEDA
ALEJANDRO ARIAS                      …Por el placer de escribir…Recordar…Y compartir…
MANUEL ESPITIA
MANUEL (a) EL CURA
NICANOR AJUQUE
PEDRO MORALES
ROSARIO VAZQUEZ
SALVADOR PINEDA
SALVADOR CALDERON
MANUEL LUCERO
BARTOLO CAMACHO
PEDRO BUELNA
MATIAS FLORES
ANTONIO LARA
OCTAVIANO (a) EL MONEDITA
JUAN NORZAGARAY
NATIVIDAD PEÑA
PABLO GUERRERO              
Fuente.

Profesor Néstor Agúndez.
Doctor Francisco Javier Carballo Lucero
Dominga G. De Amao.

Esta crónica fue publicada hace más de quince años en los medios de comunicación masivos de más prestigio en La Paz.







LA PAZ QUE SE PERDIO
POR MANUELITA LIZARRAGA

“GENERAL JOSE MANUEL MARIA MARQUEZ DE LEON...DESTACADO E ILUSTRE HEROE SUDCALIFORNIANO”.


*¡ALERTA MEXICANOS!...!ALERTA!...CADA PALMO DE TERRENO QUE SE NOS ARREBATA, ES UNA ANCHA HERIDA QUE SE ABRE EN EL HONOR NACIONAL
·         DEFENSOR DE LA PATRIA, Y DE LA SOBERANIA NACIONAL
·         DESPUES DE CASI UN SIGLO DE AUSENCIA EN EL TERRUÑO PENISULAR, SUS RESTOS DESCANSAN EN LA ROTONDA DE LOS SUDCALIFORNIANOS ILUSTRES EN ESTA CIUDAD DE LA PAZ
·         EL BUSTO DEL GENERAL MANUEL MARQUEZ DE LEON, DICEN LOS QUE SABEN MUCHO, SE ENCUENTRA EN LAS BODEGAS DEL H. AYUNTAMIENTO. OJALA QUE LAS AUTORIDADES COMPETENTES LO COLOCARAN DONDE DEBEN DE ESTAR: EN LA CALLE MANUEL MARQUEZ DE LEON, O EN LA FORJADORES PARA QUE LAS NUEVAS GENERACIONES SEPAN QUIEN FUE ESTE HEROE NACIONAL QUE SE ENTREGO AL SERVICIO DE LA PATRIA, PARA QUE ELLOS PUEDAN DISFRUTAR DE LA LIBERTAD Y DE LA TIERRA QUE HABITAN.
·         NACIO EL 5 DE MARZO DE 1822 EN SAN ANTONIO B.C.S.
·         FALLECIO EL 27 DE JULIO DE 1890
“Yo he dado en la manera de amar a mi patria con desinterés, de trabajar por ella de buena fe, y acepto el calificativo de loco y de un loco bastante raro en estos tiempos, cuando es tan difícil que tal locura exista”.

Defensor de nuestra soberanía nacional, Manuel Márquez de León es uno de los héroes más destacados que produjo el terruño peninsular...nació el 05 de marzo de 1822 en San Antonio BCS, siendo sus padres Don Bartolo Márquez Martínez y María del Pilar León Reza.  Contrajo nupcias con la señorita Estefanía Romero, con quien procreó una hija, a quien por nombre pusieron María. Una noche lluviosa de Julio, 27 de 1890 para ser exactos, a las ocho de la noche, murió el General Manuel Márquez de León de enfisema pulmonar. Siendo sus restos sepultados en aquella ciudad. Manuel Márquez de León era muy niño cuando sus padres se trasladaron a radicar a Todos Santos, donde creció y transcurrió gran parte de su vida entre cañaverales, trapiches, y aromas a brisa salada, azahares y a mango maduro. 20 años tenía el joven Manuel cuando hizo sus primeras armas. Márquez era un liberal juarista un hombre recto, de una sola línea y de principios sólidos; fue la razón por la que rompió relaciones con el benemérito de las Américas Lic. Don Benito Juarez, cuando según este inicio su serie de reelecciones, con las cuales él no estuvo de acuerdo. Era compadre y amigo de Don Porfirio Díaz con quien también rompió relaciones cuando éste ordenó la matanza del 25 de junio de 1879 en Veracruz, cuando se fusiló sin formación de causa a un nutrido grupo inocente de prominente personajes con la tristemente célebre orden de Porfirio Díaz de “mátelos en caliente”.

            El héroe sudcaliforniano, un hombre consagrado al servicio de la patria, a causa de este rompimiento con el gobierno porfirista sufrió persecución y calumnia y fue desterrado en San Francisco California; y durante ese tiempo como un erudito autodidacta con profundos conocimientos de filosofía, religión, cosmografía, astronomía y principalmente del ser humano, escribió su libro “En mis ratos de soledad”, editado en la Ciudad de México en 1881, con trascendentales conceptos filosóficos.
            “Consagrado desde mis primeros años al servicio de la patria, todos mi esfuerzos se han encaminado siempre a un fin preferido, A SU FELICIDAD; y como me ha tocado en suerte vivir en una época desgraciada, donde la virtud no es favorablemente acogida por la generalidad de mis compatriotas, he tenido que sufrir mucho...nada he podido adelantar en la vida política, porque son muy pocos los que quieren seguir una bandera que lleva por lema DESPRENDIMIENTO y no se compra la adhesión con dinero contante.
Debido a la forma solapada y peligrosa que asumió el anexionismo norteamericano LA DE LA COLONIZACION PACIFICA Y LEGAL, EL GENERAL MARQUEZ DE LEON REMITE ESTA INQUIETUD.


            Inquietud del General Manuel Márquez de León dirigida desde Mazatlán Sinaloa en agosto 17 de 1878 al señor ministro Don Trinidad García, en México. Mi muy querido amigo: al remitir a usted el proyecto de estatuto orgánico para la Baja California le ofrecí un informe sobre el particular y hoy cumplo con ese deber. Triste es la condición del escritor mexicano que, para demostrar la necesidad de que sean atendidas sus razones se ve con frecuencia en el duro caso de reprochar la conducta de los hombres que han tenido en sus manos los destinos del país, cuando sería mucho más grato a los corazones patriotas hallar siempre motivos para tributarles elogios. Contaba yo 21 años escasos cuando escribí largos informes para probar al gobierno el incalculable valor de la alta California y la necesidad que teníamos de protegerla para que no se perdiera. Estos informes fueron suscritos por el Coronel Don Rafael Téllez y dieron por resultado que la administración del virtuoso general Don José Joaquín Herrera ordenara el alistamiento de una expedición con todos los elementos necesarios para el objeto; y yo, que tuve la honra de pertenecer a ella estoy enteramente seguro de que se habría salvado la más rica porción del suelo mexicano si el funesto partido conservador, derribando el orden existente, no hubiera impedido la salida de aquella espléndida colonia militar compuesta de una juventud valiente y entendida.
            Principié mi carrera trabajando por la integridad del territorio nacional y la concluiré del mismo modo. Hoy que ya me blanquea la cabeza no voy como Pedro el ermitaño a predicar cruzada ni como capitán aventurero a proponer la conquista de países remotos. Me presento ante el gobierno nacional a demandar el cumplimiento de un deber: A PEDIR LA SALVACION DE LA BAJA CALIFORNIA QUE ESTA LLAMADA A PERDERSE COMO SE PERDIO LA ALTA. Los hombres de 1848 no sabían cuál era el valor de aquella joya preciosa porque, relegada al olvido, nada producía al erario de México y su población constaba solamente de 15 habitantes. Por eso fue vendida a más vil precio, relativamente hablando, que aquel en que el estúpido Esaú enajenó su herencia paterna. Explotada después por sus nuevos poseedores ha producida sola más oro que todo el resto del mundo, y se ve que en 30 años su población se ha multiplicado de una manera tan prodigiosa que el rancho de la Yerbabuena, donde vivían dos familias, es una ciudad más populosa que nuestra capital y cuenta con una aduana que rinde al año 40 millones de pesos, cuando todas las nuestras no llegan a 16 millones.
            He aquí los frutos de la ignorancia y del poco amor a la patria. Pero en el instante que esto escribo no abrigo el más mínimo temor de ser desatendido porque los habitantes de 1878 no adolecen, a Dios gracias, de tan deplorables defectos. Con objeto de apartar a la Baja California del grave peligro en que se haya trabajaré con toda la fe y constancia de un buen patriota, sin omitir sacrificio de ningún género, y contando con la ilustración del gabinete y del congreso, no dudo que veré realizada tan importante idea. Es verdad que la Baja California no tiene el mismo valor que la alta pero los conocedores de uno y otro país no vacilarán en estimarle en poco más de una décima parte porque no ha de producir menos de un diez por ciento en metales preciosos, no dará menos trigo en esa proporción ni mantendrá menos ganado y así en todo lo demás. En el año de 1856, MR Gadsden Ministro de los Estados Unidos en México, tenía instrucciones de su gobierno para ofrecer 20 millones de pesos por ese territorio, cantidad nada despreciable que sería un crimen llegar a perder por indolencia y eso sin contar CON QUE EN CADA PALMO DE TERRENO QUE SE NOS ARREBATA ES UNA ANCHA HERIDA QUE SE ABRE EN EL HONOR NACIONAL, porque no se puede dar prueba más palpitante de que se carece de las dotes necesarias para formar una potencia independiente, cualidades que hoy no se pueden negar ni a los cafres.

            El estatuto orgánico que remití a usted es la base de salvación para la península, y, si bien se calcula, los gastos que la República tiene que erogar no pasarán de medio millón de pesos en diez años porque, aún suponiendo que en los dos o tres primeros el sacrificio sea de 80 mil pesos por año, pronto la frontera comenzará a producir, y, antes del plazo fijado, sus rendimientos bastarán para cubrir el presupuesto de egresos, y, al cabo de 20, no bajarán de 3 o cuatro millones de pesos sus ingresos de donde resulta que, aún tratando el asunto mercantilmente, no deja de ser un buen negocio. Dispénseme usted que, tratando de una materia tan grave, haya descendido al mezquino campo de las operaciones lucrativas cuando debemos colocar sobre todo la honra de la Nación. Pero sabido es que el tiempo en que vivimos llamado por algunos de las luces y del positivismo por otros, engendra ideas demasiados materializadas y yo quiero combatir en todo terreno cuantas resistencias se me puedan oponer, porque es grande y noble el sentimiento que me anima y va envuelta en él la suerte de mi patria. Si, débil campeón de tan santa causa me preocupara el temor de ser vencido en la lucha a causa de mi pequeñez, lo desecharía en el acto por la confianza que tengo de que atletas irresistibles acudirán en mi auxilio al escuchar la voz de PELIGRA EL HONOR DE MEXICO PORQUE UNA PARTE DE SU TERRITORIO ESTA EN RIESGO DE PERDERSE, SI COMO HASTA AQUÍ, SE LE DEJA EN EL ABANDONO.
            Esa frontera se encuentra a muy larga distancia de la capital, y pensar que puede cuidarse desde ella sería un delirio. SE NECESITA CREAR EN ELLA INTERESES DE CONSIDERACIÓN, QUE SE IDENTIFIQUEN CON LA NACIONALIDAD MEXICANA, PARA PONER TODA ESA ZONA EN ESTADO DE GUARDARSE A SI MISMA, AUNQUE PARA ELLO SE TENGA QUE SACRIFICAR ALGO PORQUE NO SE DEBE PERDER NUNCA LO MAS POR LO MENOS. No de otra suerte obrarían nuestros vecinos si se apoderaran de ella en cuyo bochornosisímo caso no se necesitarían los 20 años que he indicado de que no es exagerado el cálculo de 4 millones. ¿y por qué nosotros habíamos de ser tan infelices para no saber ambicionar siquiera? EL ÚNICO PROVECHO QUE PODEMOS SACAR DE NUESTRAS PASADAS DESGRACIAS ES LA EXPERIENCIA. NOS HEMOS QUEDADO ATRÁS POR NO VER ADELANTE; Y YA ESTAMOS EN EDAD DE PENSAR CON MADUREZ NO VOLVAMOS LOS OJOS AL PASADOS SINO PARA AVERGONZARNOS DE NUESTROS ERRORES, PARA REIVINDICARNOS ANTES EL MUNDO Y NO MERECER EL DESPRECIO DE LA POSTERIDAD. NO ES MENESTER SER PROFETA PARA LEER A VECES EN EL GRAN LIBRO DEL PORVENIR BASTA SOLAMENTE UN POCO DE ESTUDIO Y DE PRUDENCIA PARA CALCULAR LO QUE PUEDE SUCEDER. UN PAIS QUE TIENE ABUNDANTES RIQUEZAS Y UN CLIMA DELICIOSOS NO SIEMPRE HA DE ESTAR DESIERTO; EL PROGRESARA SEA CUAL FUERE EL COLOR DE SU BANDERA, Y NOSOTROS EN EL PRESENTE CASO DEBEMOS PREFERIR QUE LA NUEVA POBLACION QUE SE HA DE LEVANTAR EN ESA COMARCA FLORESCA A LA SOMBRA DEL AGUILA MEXICANA ANTES QUE AL SINIESTRO FULGOR DE LAS ESTRELLAS DEL NORTE, CUYO VORAZ FUEGO TARDE O TEMPRANO NOS CONVERTIRA EN CENIZAS SI NO SOMOS MAS CAUTOS. Los vecinos de un estado son sus enemigos naturales y precaverse de ello no importa una provocación; todo lo contrario: se está así en el más perfecto derecho y nosotros no debemos permanecer sordos a la voz de la conciencia QUE NOS ESTA GRITANDO HACE MUCHO TIEMPO ¡ALERTA MEXICANOS! ¡ALERTA! Acierto y felicidad le desea su verdadero amigo que sinceramente lo aprecia. Manuel Márquez de León (rúbrica).

…Por el placer de escribir…Recordar…Y compartir…

Fuente:
 Dr. Francisco Carballo Lucero
Dominga G. de Amao
profesor Néstor Agúndez
profesor Jesús Alberto Castro

Esta crónica fue publicada hace mas de quince años, en los principales medios de comunicación masivos de más prestigio en La Paz.





jueves, 26 de julio de 2018

LA PAZ QUE SE PERDIO
POR MANUELITA LIZARRAGA ÁLCARAZ
“DON ALEJANDRO ANGULO HIRALES...FUNDO EL RANCHO SAN ISIDRO DE LAS PALMAS...FUE UN PROSPERO RANCHERO SUDCALIFORNIANO”.
• “EL SEMITO”, QUE FUE TODA UNA LEYENDA EN LA PAZ, QUE HASTA UN CORRIDO LE ESCRIBIERON
• TODAS LAS CARRERAS QUE SE ORGANIZABAN EL SEMITO LAS GANABA.
• HASTA QUE PERDIÓ EN AQUELLA HISTÓRICA CARRERA POR LOS AÑOS CINCUENTA EN EL TASTE DE LA CALLE BRAVO CONTRA EL JUGUETE DE TAMAULIPAS DE DON LUIS RAMÍREZ
• MUCHA GENTE QUE APOSTÓ AL SEMITO, PERDIÓ MUCHO DINERO, ALGUNOS HASTA SE ARRUINARON.
• EL SEMITO NUNCA MÁS VOLVIÓ A CORRER Y MURIÓ EL 03 DE DICIEMBRE DE 1970, ESTÁ SEPULTADO EN EL CEMENTERIO DE LOS CABALLOS EN SAN ISIDRO DE LAS PALMAS.
Don Alejandro nació el 27 de febrero de 1907. Sus padres fueron el destacado revolucionario teniente coronel Urbano Angulo y Expectación Hirales Geraldo, quienes procrearon diez hijos. Don Urbano, fue enviado de Mazatlán Sinaloa a esta península como jefe político en 1914 a hacerse cargo del Gobierno del territorio sur de Baja California. Don Urbano, además de que se distinguió por su honestidad y buen gobierno, al mando de tropas carrancistas, derrotó a elementos villistas, organizó el batallón “Manuel Márquez de León” logrando que en poco tiempo desalojaran el distrito Sur. Su hijo Don Alejandro Angulo, contrajo nupcias con la profesora Leonor Lucero Nuñez el 24 de abril de 1935. Dios Bendijo su hogar con nueve hijos: Urbano, Graciela, Cecilia, Beatriz, Aurelia, Alejandro, Leonor, Angel y Oswaldo.
La añoranza de gratos recuerdos infantiles, de vivencias y juegos de tiempos ya idos...compartidos con la inolvidable amiguita de la infancia, en cuarto año de primaria, en la Escuela Rosendo Robles, “Chonita”, llamada así cariñosamente por familiares y amigos y que hasta ahora después de este encuentro, me entero que su nombre es Aurelia. Estos recuerdos, me hicieron buscarla con gran entusiasmo aquella mañana de primavera con la grata compañía de Don Rodolfo Carballo y su Esposa Margarita; a setenta kilómetros de esta hermosa ciudad capital, entre brechas y serranías, rumbo al Norte y a doscientos metros de la costa, pasando el rancho “Cuñaño”, y el arroyo, está enclavado el pintoresco y muy sudcaliforniano Rancho San Isidro de Las Palmas, inundado de hermosas y altísimas palmeras donde en el follaje de sus copas anidan el serrano y la calandria. Rancho propiedad de la familia Angulo Lucero, y donde habitan las señoritas Beatriz, Aurelia, Leonor y el joven Angel, así como su pariente Juanito, quienes digna y eficazmente dirigen el rancho de 380 hectáreas, donde la mirada contemplativa se pierde en la alfombra de fuerte verdor de los sembradíos donde los pavorreales y faisanes con majestuosidad y elegancia muestran orgullosos sus plumajes multicolores en bello contraste con los tenues rayos del sol mañanero, y el ganado pasta tranquilamente mientras que en los corrales elaborados artísticamente de fuertes troncos de palmas lucen repletos de borregos y cabras. Y bajo el árbol de Wuizachi, o uña de gato, está el gallinero atascado de gordas gallinas, gansos y palomas.
Aquella hermosa mañana en el rancho San Isidro de Las Palmas, la amabilidad y cordialidad de los muchachos Angulo Lucero se puso de manifiesto al recibirnos cálidamente con una taza de aromático café de grano y llevarnos a un recorrido por las instalaciones del rancho. Después de admirar los coloridos jardines de variadas y perfumadas flores, los raros y hermosos pájaros azules, los caudales, quienes cantan nada más cuando anuncian lluvia, las guacamayas, avestruces, así como una variedad de pájaros canores, bajo la fronda del enorme y antiguo árbol “Acacia”, donde habita el Tzenzontle, también llamado ruiseñor el cardenal y el gorrión en el marco del rumor del mar que revienta sus embravecidas olas a doscientos metros del rancho, de palmeras susurrantes y los diferentes ruidos propios de los animales mencionados, la señorita Aurelia Angulo dijo con orgullo que este rancho San Isidro de las Palmas lo fundó su padre Don Alejandro Angulo Hirales en el año de 1953, el que solicitó a la Nación y con fervor le prometió al Santo San Isidro Labrador que si lograba este anhelo largamente acariciado y encontraba agua, le pondría su nombre , lo haría muy próspero, así como le haría algunos arreglos a la Misión de San Francisco Javier.
Y así fue, se le concedió a su padre, su deseo, y Don Alejandro le cumplió. Puso el nombre al rancho, lo hizo prosperar y su hija Beatriz le cumplió la promesa a San Francisco Javier, llevándole algunos materiales para la reparación de la misión, ya que él no alcanzó a realizar esa promesa, porque falleció el 18 de octubre de 1979 a la edad de 72 años. Su esposa Leonor le sobrevivió 20 años, falleció el primero de Julio de 1999 a la edad de 92 años, dejando una numerosa y unida familia trabajadora y productiva que contribuyen al desarrollo de Sudcalifornia. Este árbol de Acacia, continuó diciendo Chonita, lo planto su padre cuando fundó el rancho, con la idea de que bajo su sombra fueran las reuniones familiares. Bajo este frondoso árbol les contaba Don Alejandro amenos e interesantes relatos y anécdotas que hacían más placentera la vida cotidiana. La Acacia, la trajo su padre de otro rancho que fue de su propiedad “ El orégano”, por el rumbo de San Pedro.
También tuvo los ranchos El mezquite y Las tunitas, donde de sol a sol, a golpe de azada, abría los surcos en la tierra regándola con el sudor de su frente, y ella generosa le correspondió en abundancia. Por aquellos polvorientas y pedregosas brechas su padre transportaba los productos de la tierra y del rancho en un camioncito rumbo a La Paz. En esta Acacia, está escrita gran parte de la historia de la familia Angulo Lucero. Don Alejandro Angulo fue un hombre cabal, ejemplar esposo padre de familia y amigo, fue un apasionado de las carreras de caballos. Fue el dueño de “El Semito”, que fue toda una leyenda en La Paz, que hasta un corrido le escribieron, todas las carreras que se organizaban El semito las ganaba, hasta que perdió en aquella histórica carrera por los años cincuenta en el taste de la calle bravo contra El juguete de Tamaulipas de Don Luis Ramírez, mucha gente que apostó al semito, perdió mucho dinero, algunos hasta se arruinaron. El Semito nunca más volvió a correr y murió el 03 de diciembre de 1970, está sepultado en el Cementerio de Los caballos en San Isidro de Las Palmas, donde las hacendosas muchachas Angulo Lucero viven felizmente del producto de su esfuerzo. Bajo las normas más estrictas de higiene elaboran para su venta exquisito y tradicional queso, arte aprendido de sus mayores, así como viven de la venta de ganado, aves y otros animales criados con el mayor cuidado siguiendo el ejemplo de sus padres.
Los pavorreales andaban arriba del techado de la casa y árboles, luciendo sus hermosas colas multicolores como abanicos, y escuchándose en la copa de la casi centenaria Acacia el hermoso trino de los ruiseñores, único pájaro que imita más de 400 sonidos...en ese paraíso terrenal...en el rancho San Isidro de Las Palmas fundado por un auténtico ranchero sudcaliforniano Don Alejandro Angulo Hirales...sus hijos las señoritas Beatriz, Aurelia y Leonor así como los jóvenes Angel y Juan deleitan su mirada en las grandes praderas, montes y serranías...y en la inmensidad del cielo y el mar abierto, donde pasan grandes embarcaciones y la ballena gris en su tiempo también pasa aventando al cielo enormes chorros de oxigeno evitando que se abra aún más la capa de ozono.
…Por el placer de escribir…Recordar…Y…Compartir….





LA PAZ QUE SE PERDIO

POR MANUELITA LIZARRAGA ÁLACARAZ

“LA ANIMITA DEL DIFUNTITO DE SAN JOSE DEL CABO”.

·        EL DIFUNTITO DE LA SALINA, TAMBIEN LE DICEN
·        ES UNA PEQUEÑA TUMBA LLENA DE OFRENDAS, MUY VENERADA EN ESPECIAL POR LOS PESCADORES
·        LA ANIMITA DEL DIFUNTITO ESTA UBICADA EN DONDE FUE EL RANCHO LA CACHORA, ENTRE SAN JOSE DEL CABO Y LA PLAYA
·        ERA UN BEBE SIN NOMBRE TODAVIA...Y LA GENTE LE ATRIBUYE MILAGROS...EN EL CICLON DEL 18 FALLECIERON SUS PADRES Y EL TAMBIEN.


Cuentan los mayores que el devastador ciclón del 15 de septiembre de 1918 el que duró tres días y azotó en la mayor parte del territorio de BCS...y en San José del Cabo además de que derribo la antigua misión, entre otros importantes edificios, hubo muchos estragos y pérdidas de vida, entre ellas El Niño sin nombre y sus padres, a quienes los arrastró las turbulentas aguas del arroyo...aquel 15 de septiembre de 1918, el crepúsculo era demasiado rojo y bello, preludio de un huracán, decían los que muchos saben y el ocaso fue tan negro como el ala de un cuervo, y los vientos arreciaban poco a poco...nadie se imaginaba lo que vendría poco después...las familias josefinas se vestían con sus mejores galas para acudir a la gran fiesta que se celebraba en un uno de los ranchos aledaños; hermosas fiestas del pueblo tan alegres y tan sanas y desde luego que los padres del niño sin nombre quienes habitaban en el rancho las cachoras también asistieron con sus bebé en brazos apenas de 9 meses de nacido, y cuentan que su hermanita mayor se quedó en casa con sus abuelitos, fue por eso que se salvó de morir arrastrada por la corriente del arroyo.

...Eran como las siete cuarenta de la noche...la fiesta estaba en todo su apogeo y la alegría se desbordaba...la gente bailaba al compás de bellas notas musicales arrancadas a las cuerdas y guitarras de violines, vientos huracanados con fuertes lluvias se empezaron a sentir, en los brazos de su madre, el niño sin nombre lloraba como presintiendo la tragedia que se avecinaba...a las ocho y minutos de la noche, el viento era ya incontenibles y el aguacero torrencial...los llantos del niño se perdían en aquel ruido infernal. Los señores alarmados, gritaban, “Esto es un huracán”, las mujeres se santiguaban...y algunas familias salían despavoridas tratando de llegar a sus hogares para guarecerse del terrible meteoro, entre ellas, los jóvenes padres del niño sin nombre, que con él en brazos, trataban de llegar a su rancho Las cachoras, antes de que arremetiera toda la furia del huracán del 18, pero nunca llegaron, los alcanzó el arroyo y las embravecidas aguas le arrebataron al niño de sus brazos llevándolos lejos de ellos

...los árboles caían levantados de cuajo y las caudalosas aguas arrastraban todo lo que encontraban a su paso... ¡la furia de la naturaleza estaba desatada! Y en la casona iluminada por la luz de San Thelmo donde momentos antes todo era alegría, ahora era incertidumbre, temor y negros presentimientos....era el caos, estaban atrapados...tres días duró el huracán del 18; 15,16 y 17 y el 17 como a las ocho de la noche, empezó a amainar, ya para la mañana del 18 todo era silencio, destrucción y muerte.

Los josefinos empezaron a buscar sobrevivientes y muertos los que fueron varios, entre ellos los padres del bebé sin nombre, pero al niño no lo encontraban, lo buscaron por varios días, ¡y nada!...y cuentan que un grupo de pescadores ya estaban exhaustos de tanto buscar, y que se hincaron e imploraron a Dios y al mismo niño sin nombre, que apareciera su cadáver para darle cristiana sepultura y que al parecer sus oraciones fueron escuchadas, porque a unos pasos de donde ellos oraban, entre unos matorrales retorcidos por las fuerzas de la naturaleza, estaba el cadáver desnudo del pequeño sin nombre, pero lo sorprendente era que a pesar de los días de muerto, no estaba en estado de descomposición; los pescadores tomaron el pequeño cuerpecito, lo envolvieron en una manta y ahí mismo lo sepultaron...y cuentan los que saben de esto, que a partir de entonces se fue tejiendo la leyenda de la animita del difuntito de San José, los pescadores al salir a pescar tenían que pasar por la animita del difuntito para encomendarse a Dios y al niño, con gran devoción para que les fuera bien en la pesca, y le hacen peticiones y en enfermedades que les aquejan, los que según les concede como lo demuestran las ofrendas que tiene la tumbita.

Cuenta Doña Rosita Castro que la animita del difuntito es un punto de fe y referencia para los lugareños, en especial para los hombres del mar, quienes en su mayoría no salen a pescar si no pasan por la animita y se encomiendan al difuntito como también le dicen para que les vaya bien en sus actividades para lograr buena pesca, que desde el ciclón del 18 los pescadores y los josefinos lo adoptaron como su ángel de devoción y por generaciones hasta la fecha lo veneran terminó diciendo la dulce viejecita.

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