domingo, 31 de diciembre de 2017

LA PAZ QUE SE PERDIO
POR MANUELITA LIZARRAGA

“LA AHORCADITA DE TODOS SANTOS...EN LA HISTORIA Y LA LEYENDA”

·        SU TUMBA A LA VERA DEL CAMINO BAJO EL PALO BLANCO, ES UN PUNTO DE REFERENCIA Y DE FE...NO TIENE EPITAFIO, SOLO UN LETRERO CON EL NOMBRE...LA AHORCADITA.
·        ENTRE OTROS DONES, SEGÚN SE DICE, EL PRINCIPAL QUE CONCEDE ES QUE LAS MUJERES ESTERILES PUEDAN TENER HIJOS.
·        MATILDE MARTINEZ FUE SU NOMBRE
·        SUCEDIÓ EN TODOS SANTOS, EN LA ULTIMA DECADA DEL SIGLO XVIII...CON LA MANO DEL METATE LE DIO MUERTE SU SUEGRA, Y ESTABA EMBARAZADA
·        SON MUCHOS LOS TESTIMONIOS QUE PORSU MARTIRIO LA GENTE LE ATRIBUYE MILAGROS
·        PERO PARA LOGRAR UNA PETICION, SE TIENE QUE CAMINAR REZANDO, PIDIENDO POR EL NIÑO QUE NUNCA NACIO,  POR DONDE LA ARRASTRARON EN UN CUERO DE VACA, DESDE EL LUGAR DE LOS HECHOS HASTA DONDE ESTA EL ARBOL DONDE LA COLGARON
·        JUNTO A LA TUMBA NACIERON CUATRO BROTOS HACE MAS DE CIEN AÑOS, NUNCA CRECIERON Y SIEMPRE ESTAN VERDES, LA GENTE DICEN QUE SIMBOLIZAN LOS CUATRO MESES DE EMBARAZO DE MATILDE LA AHORCADITA


Doña Clotilde Monteverde, nativa de Todos Santos, hermosa y tierna muchacha antigua de 90 años de edad, cuenta la historia de La ahorcadita....Dice que su mamá Doña Rosario Cota de Monteverde le contaba que eran aquellos años de abundancia en la tierra de cañaverales, trapiches y molinos de caña movidos por bestias; tierra perfumada a mango maduro y limoneros...en la huerta “La diabla”, vivió Matilde Martínez con su esposo y su suegra y un hermano de su esposo que estaba mongolito; Matilde estaba recién casada, y era una agraciada joven de 18 años quien se dice, tenía cuatro meses de embarazo. Su suegra, era muy celosa.

Que aquella mañana de la fatal tragedia, el esposo de Matilde se fue a la labor a los cañaverales, como era su costumbre. Matilde tenía un sembradío de calabazas, entre otras hortalizas, y las calabazas se dieron muy grandes y hermosas en esa temporada de cosecha...que aquella mañana Matilde extasiada contemplaba su huerta, fruto de su esfuerzo mientras paladeaba una taza de aromático café. La celosa suegra, quien cuidaba todos sus movimientos, la camelaba; y quiso la mala suerte que en ese momento, montando en brioso corcel  iba pasando el joven Adolfo Monteverde, saludó a Matilde y le dijo “!Que chulas están tus calabazas Matilde!”, y el joven siguió su camino, pero la suegra que escuchaba, quien estaba moliendo nixtamal en el metate, muy airada le dijo a Matilde “!Eres una coqueta!”, y empezaron a discutir, y al calor de las palabras, la mala mujer se lanzó sobre Matilde  y la golpeó en la cabeza con la mano del metate, hasta que la pobre muchacha quedó inerte tendida en el suelo junto a las hornillas, de las que según se dice, quedan sus ruinas, dijo Doña Cloty.

Con tristeza, la tierna viejecita  añadió que la suegra estaba muy asustada por la magnitud de lo que había hecho, ante la presencia de su hijo menor, retrasado mental, quien sin comprender los hechos, aterrado, miraba la escena...a la pobre muchacha con su pancita al cielo, tirada en el suelo, con el cráneo desbaratado, escurriendo la sangre, la que el perro lamía...luego la mala mujer, en su desesperación trató de simular un accidente; tumbó la ramada y la dejó caer sobre Matilde...y así transcurrió todo el día en la huerta La diabla, la que estaba envuelta en la tragedia, hasta que al caer la tarde llegó el esposo de la muchacha y se encontró con esa fatalidad. Su mamá intentó desvirtuar las cosas, pero todo era muy obvio. El hijo, ante los hechos, no le quedó más remedio que apoyar a su madre.

Y cuentan que madre e hijo, pusieron el cuerpo de la ahorcadita en un cuero de vaca, y que lo arrastraron por todo el monte a altas horas de la noche, alumbrándose con palmas encendidas mientras toda la gente del pueblo de Todos Santos dormía. Entre aullidos de perros, caminaron como cinco kilómetros, desde la huerta La diabla, lugar de los hechos, hasta el gran arbolón de Palo Blanco, perdido en el monte en aquel tiempo, luego la colgaron, para que creyeran que ella se había suicidado, o que quizás otra persona lo hizo. Nadie se dio cuenta en aquel tiempo de lo que estas malas personas andaban haciendo con aquella pobre mujer embarazada.

Fue hasta después de ocho días que un niño encontró el cadáver colgado en el árbol ya en estado de descomposición, otros dicen que fue el hijo de Porfirio el que la encontró. Los habitantes de Todos Santos de  aquel tiempo quedaron consternados por el brutal asesinato. Luego fueron las autoridades a ver los hechos, y bajaron el cuerpo de la ahorcadita del árbol, y ahí mismo la sepultaron. En las investigaciones, el muchacho retrasado mental descubrió a la asesina, o sea, a su propia madre, horrorizado a señas señalaba a su madre y decía que con la mano del metate, así y asá, la había golpeado y lo demás ya fue todo fácil. Cuentan, que madre e hijo los mandaron a la cárcel de Santa Rosalía donde la mujer murió después de un tiempo, y el esposo de Matilde cumplió su condena, salió y se perdió en el tiempo y el olvido.

Al tiempo, continua diciendo Doña Cloty, que la ahorcadita salía vestida de blanco por esos caminos reales lamentándose y llorando un niño...la gente piadosa, le llevaba flores a su tumba, la que era un promontorio de tierra sin nombre ni fecha, le rezaban para que su alma descansara, y así, le fueron haciendo peticiones y ella concediéndole; principalmente a las mujeres que no se podían preñar, dijo, pero que al pedir el deseo, tienen que hacerlo pidiendo por el niño que nunca nació, por su martirio, y rezando, caminando por todo la brecha por donde arrastraron a la ahorcadita, hasta llegar al árbol donde está sepultada, y hacerle una promesa, una ofrenda, algo para bebé, y cumplirle, porque también se dice, si no le cumplen, se cobra. Que son muchos los testimonio de mujeres que no podían tener hijos, le pidieron a la ahorcadita para que interviniera ante Dios y la Virgen y ahora tienen varios muchachos.

Don Adolfo Monteverde, el que chuleó las calabazas de Matilde, y que sin proponérselo ocasionó esta tragedia que dio paso a la historia y la leyenda en Todos Santos era su abuelo, termino diciendo Doña Cloty, añadiendo que ahora es ejido, por esos lugares y están desmontando para poblar esos terrenos, que ojalá que no quiten esa tumba de la ahorcadita, porque es una tradición y leyenda de los Todosanteños.  Casualmente, esa mañana iba llegando a la tumba de la ahorcadita una numerosa familia a dejarle una ofrenda, la señora Rosa Isela Morales dijo que ella tenía más de diez años de casada y no podía tener hijos a pesar de todas las luchas y tratamientos que se hizo, y que le pidió a la ahorcadita el que pudiera concebir y que ya tiene dos hijos gracias a Dios, que le consta que son muchas las mujeres que han recibido este beneficio; que un señor de Todos Santos tenía un apuro muy grande de vida o muerte, y que dijo que solo encontrándose un tesoro, o sacándose la lotería podría salir de este pendiente; le pidió a la ahorcadita y se sacó la lotería y fue él quien le mandó hacer la tumba. Terminó diciendo la joven señora con su hijo en brazos, Rosa Isela Morales...dice Doña Cloty que a través de los años, son muchos los espantados, que han escuchado en noches oscuras, como que arrastran un cuero por el camino, y que casualmente, pasan junto a su casa...y que algunos valientes se han atrevido a investigar el origen de esos ruidos, y sólo ven como una visión, una procesión de palmas encendidas.

La ahorcadita...es una tradición y leyenda todosanteña.


…Por el placer de escribir…Recordar…Y compartir…

…Esta leyenda fue de mi creación y se publicó hace más de quince años en los principales medios de comunicación…










LA PAZ QUE SE PERDIO
POR MANUELITA LIZARRAGA

“LA VELADA DEL AÑO NUEVO...ROBO DE GALLINAS, Y LA PARTIDA DEL HUEVO...UNA COSTUMBRE QUE SE PERDIO. “


            Antaño, en La Paz... la noche del 31 de Diciembre, las familias del ayer, en algunos barrios dormían con la preocupación de ver sus gallineros vacíos el primero de enero, ya que la costumbre era entre algunos jóvenes que formaban grupos y se dedicaban a robar gallinas el fin de año, como un sano esparcimiento, el que era solapado por los mayores. Aunque había casos violentos, y en otros casos algunos muchachos muy formales acudían al día siguiente a disculparse y a pagar las gallinas que se habían llevado, lo que no hacían por necesidad, ni por maldad, sino por divertirse, y algunas personas hasta se hacían de la vista gorda cuando camelaban a los jóvenes en el momento que a hurtadillas llegaban a los gallineros, o se subían arriba de los mezquites a bajar las gordas y cachetonas gallinas y meterlas a los costales, los que cargaban en hombros.

            Los 31 de Diciembre...en el ayer, en la espera del año nuevo el aroma a buñuelos, tamales y pozolada, inundaban las casas, mientras que los niños, jóvenes y adultos jugaban a la lotería, la oca o la baraja entre anécdotas, chistes  y leyendas, a la luz de los faroles, o a la pálida luz del foco. En el marco de hermosas melodías arrancadas a un viejo tocadiscos, las familias estaban a la espera del tañer de las campanas en la iglesia y santuario, anunciando las doce de la noche del año que moría, y del inicio del nuevo año. O cuando don Francisco King fundó la radio pionera de los Sudcalifornianos, la XENT RADIO LA PAZ y que tan dignamente dirige la señora Lupita Lucero como hasta la fecha lo ha hecho, esperar hasta las doce de la noche del 31 de diciembre, quien con gran emoción anuncian el año que termina y el inicio del año nuevo. Y la costumbre era, también a esa hora de las doce de la noche la quiebra del huevo. En un determinado lugar de la casa, en una rinconera muy adornada y sobre de ella ponían un vaso de cristal hasta la mitad de agua, y en una cestita especial ponían un huevo, el que se quebraba a las doce en punto haciéndole rueda las muchachas solteras muy emocionadas, quienes al vaciar el huevo en el vaso con agua, formaba figuras, y creían ver unas torres de iglesia, y si era así, quería decir que pronto habría boda. ¡Y saltaban de gusto!. Si el huevo figuraba una tumba, quería decir que habría muerte, y si figuraba un barco, es que habría viaje. Una vez, a mi abuelita le salió en la quiebra del huevo una tumba, y mi hermana mayor saltaba de gusto gritando “! Abuelita, abuelita a usted le salió una tumba!”...cuánto se enojó mi abuelita esa vez.

            Esa era la emoción del 31 de diciembre para las jovencitas casaderas. Una costumbre tan sencilla pero que las hacían pasar momentos muy agradables, mientras que los jóvenes hacían de las suyas vaciando los gallineros y en los llanos, encendían lumbradas y en  unos tambos  ponían a cocer las aves, y se daban sus buenos atracones de caldo de gallinas desveladas, alrededor de las fogatas entre sanas anécdotas y chistes de travesuras pasadas. Para esto, había señoras que estaban de acuerdo y les hacían el caldo para curarse la cruda. Don Alejandro Murillo Cadena, respetable muchacho antiguo del barrio Pueblo Nuevo, cuenta que en sus tiempos, se formaban grupos de muchachos roba gallinas con sus cabecillas, recuerda una curiosa anécdota. Don Aparicio Yépiz, dijo,  tenía el gallinero repleto de aves, y cansado de que durante varios años le robaban las gallinas este grupo de traviesos muchachos, esa noche del 31 de diciembre, se propuso camelarlos, escopeta en mano. Cuando los jóvenes estaban en mera faena echando las gallinas a un costal, de pronto se les apareció el Diablo, era don Aparicio muy enojado, quien les soltó una balacera que los muchachos no lo pudieron creer...con el rostro desencajado aventaron el costal repleto de gallinas, y se fueron reculando,  brincaron la cerca de dos zancadas y ni de las gallinas se acordaron, las dejaron encostaladas. El cabecilla de este grupo era Cornelio Espinoza Geraldo, muy temido en el barrio por su especialidad en el robo de gallinas los 31 de diciembre, vísperas de año nuevo,  y algunos que recuerda que lo acompañaban son: El Mimi Angulo, Celestino y Salomón así como el Tito Geraldo, entre otros.

            Otra anécdota de ésta costumbre que se perdió del robo de gallinas de fin de año, desde luego porque ya no se crían gallinas en los hogares, y que cuenta doña Ramona Rochin Heras, nativa de San Bartolo Baja California Sur, y que habita hace varias décadas en el barrio el “Choyal” dijo que “En San Bartolo aquel 31 de diciembre de aquellos años una familia enterró al pie de una mata de zalate una cabeza de res con gogote y todos sus guegueres para festejar el año nuevo. Esa vez los roba gallinas cambiaron el menú. Decidieron robarse la cabeza enterrada. Al otro día encontraron el hueco vacío y huellas de huaraches y de zapatos. Por las huellas de los huaraches, dijeron que fue don ‘Leopoldo’, un señor a toda ley muy respetado en San Bartolo. Los dueños de la cabeza lo denunciaron ante las autoridades, y muy seguros fueron a decirle en su cara ‘don Leopoldo vinimos a que nos regrese la cabeza que teníamos enterrada al pie del salate y que usted se robó por que allí estaban las huellas de sus huaraches’, y el viejito de un salto se levantó sorprendido e indignado diciendo ‘!pos cual cabeza muchacha, si anoche me robaron los huaraches!’, era cierto, Alberto y pepe le robaron los huaraches a don Leopoldo para robarse la cabeza enterrada, y es una curiosa anécdota que todavía recuerdan entre los rancheros entre sorbo y sorbo de té de damiana”.

            En el barrio El Esterito, también asolaban los gallineros los roba gallinas el fin de año, doña Carmelita Geraldo, estimada señora con amplios conocimientos de la medicina herbolaria, cuenta otra anécdota; “Los gallineros en el Esterito, dijo,  amanecían vacíos en el año nuevo, por mucho tiempo los leones del legendario Esterito, creían que, el “teyete” era el causante, pero no lo podían comprobar. Hasta que cansados de que les robaran sus gallinas lámpara en mano decidieron camelarlo. Se unieron varios vecinos, y cuando el “teyete” estaba emocionado en mera faena, echando las gordas gallinas al costal, los vecinos lo agarraron con las manos en la masa, alumbrándole la cara con lámparas de mano, y su sorpresa fue muy grande cuando se dieron cuenta, que el que robaba gallinas no era el “teyete” sino el “chelino”.

            Los manglitenses, del barrio El Manglito, no se quedaban atrás, con el robo de las gallinas. También hacían de las suyas, había grupo de muchachos que no se aguantaban la tentación de robarle las gallinas hasta a los suegros, y mientras estaban en la visita con la novia, con un ojo al gato  y otro al garabato camelaban los gallineros. Y por la noche en grupos  furtivamente venían por las gallinas, y algunos tenían el descaro de invitar al suegro un sabroso caldo de gallina para la cruda. Todavía por la década de los 70, mi gallinero no se escapó de los roba gallinas, tenía 19 gallinas y 3 hermosos gallos, muy cantadores. Aquella noche del 31 de diciembre, nos fuimos a la velada a casa de mi cuñado don Vicente Dominguez Jordán. Al día siguiente, ya en casa, como era mi costumbre, fui al gallinero a llevarles alimento a los animales, ¡y cual sería mi sorpresa!, ¡estaban los gallos solos muy tristes!, los traviesos muchachos se tomaron la molestia de dejar una nota en el gallinero, que decía: “A las doce de la noche quedaron viudos los gallos”, firmaron la nota los roba gallinas del barrio el Manglito. Fue la última vez que tuve gallinas. Costumbres muy sanas que se perdieron al paso del tiempo y del progreso, y que unían a las familias. Quizás recuerden con añoranza algunas personas que ahora ya peinan canas y que participaron en su juventud en el robo de gallinas, o que al igual que a mi le vaciaron el gallinero.

            Mi perro viejo el pachuco, a la hora que quebraban el huevo, tenía la mala costumbre de ponerse a aullar lastimeramente anunciando el año que moría...y mi abuelita decía: “¡Ave María Purísima...el perro está viendo la pelona...quítense las chancletas y póngalas boca a bajo, encontradas, para que el perro se calle el hocico, y si resultaba, el perro se callaba como si le pegaran una guantada en el hocico.

                        ¡Feliz Año Nuevo a la gran familia de Sudcalifornia y de todo el mundo!

…Por el placer de escribir…Recordar…Y compartir…






..Cuándo en los tiempos aquellos..buzos y pescadores del esterito, así como del barrio el manglito..no permitían el paso de un barrio a otro..Revolución, y arroyo central..ahora 16 de sept..debe de ser antes de 1910, porque la parroquia no tiene torres..
La Panochita...de los primeros autobuses en La Paz..
..Así vestían las sufridas mujeres californias..
Escuela particular 20 de noviembre..fundada por la Insigne Maestra Concepción Casillas Seguame..5 de Mayo, entre Guillermo Prieto y A.Serdán...
se de rojo, porque los muchachos les decían al verlas pasar..mató cochi don aparicio..luego sigue el joven árbol de la india que aún prevalece..luego sigue el tendajón del chinito Unson, que tenía balanzas romanas..el mercado Madero no existía, pues inició a partir del 37, durante el gobierno de García de Alba..debe de ser la foto antes de 1910, porque el techo del teatro Juárez, luce destechado..y después de 1910, fué techado..
..Legendario e histórico kiosco del malecón..y la hermosa fronda de la antigua parota se enseñoréa sobre la 16.. por cierto no lo encuentro registrado en el catálogo de los monumentos históricos..¿será porque lo cambiaron de lugar?..
.Fuente de raspados ..primeras en La Paz, fundada por Don Enrique Cunningaham gastélum..a mediados de la década de los 30s..
..Vamos pabajo..allá panca Ruffo..evocadores recuerdos..tiempos de carretones, barcos mercantes, molinos de viento..y tantas otras cosas bellas..

viernes, 29 de diciembre de 2017

LA PAZ QUE SE PERDIO
POR MANUELITA LIZARRAGA

“DON JOSE BRISEÑO...EL MARCHANTE EN LA PAZ...UN HOMBRE DE LEYENDA”.


  • TODA SU VIDA FUE UN PEREGRINO
  • LLEGO A LA PAZ EN 1901
  • FUE EL PRIMER MARCHANTE EN LA PAZ, QUE CON SU PALANCA AL HOMBRO Y DOS GRANDES CANASTAS COLGANTES TEJIDAS DE COGOYO DE PALMA ATASCADA DE FRUTAS Y VERDURAS DE LA REGION, TOCABA DE PUERTA EN PUERTA OFRECIENDO SUS PRODUCTOS A PRECIOS DE REGALO
  • FUE UN PATRIOTA REVOLUCIONARIO, PELEO CON MUCHO FERVOR EN DEFENSA DE LA PATRIA, HOMBRO CON HOMBRO AL LADO DE CARRANZA, ZAPATA, VILLA Y ALVARO OBREGON.
  • NACIO EN SAN JERONIMO COLIMA EN 1857...AÑO DE LAS LEYES DE REFORMA, POR EL BENEMERITO DE LAS AMERICAS LIC. DON BENITO JUAREZ GARCIA.
  • MURIO EN LA PAZ EL PRIMERO DE JULIO DE 1980 A LOS 123 AÑOS.
  • DOMINABA LA CIENCIA DE LA AGRICULTURA Y TODOS LOS OFICIOS DE SU EPOCA, NO SABIA LEER NI ESCRIBIR, PERO ERA UN PITAGORAS PARA LAS MATEMATICAS.
  • DOÑA ANDREA SILVA, SU ESPOSA DE 96 AÑOS DE EDAD, CON ORGULLO CUENTA LA VIDA DE DON JOSE BRISEÑO.


Recordar al marchante es  muy hermoso...eran los tiempos aquellos de La Paz de antaño... ¡Abuelita, abuelita, allá viene el marchante! Gritábamos llenos de gozo al escuchar el alegre pregón de aquel personaje tan singular en La Paz, el marchante... ¡El marchante...el marchante! Y a lo lejos se divisaba aquel hombre que hacía la alegría de los niños y de las amas de casa de aquella Paz de los molinos de viento....entre las polvorientas callecitas de La Paz, con su palanca al hombro y dos enormes canastones colgantes tejidos de cogollo de palma, repletos de frutas y verduras de la región, se divisaba el marchante...al rítmico vaivén de la palanca, los presurosos pasos se escuchaban en la arena donde iban quedando plasmados sus pies calzados con huaraches de suela de vaqueta, de aquellos, de tres agujeros con correa de cuero crudo....vestía pulcramente pantalón de mezclilla y camisa de manta blanca, con su paliacate rojo amarrado al cuello....y bajo el sombrero de alta copa y ala ancha tejido de palma, se miraba su noble faz y sus grandes ojos reflejaban bondad y plenitud. Se notaba que era un hombre muy feliz con el desempeño de su noble y digno trabajo.

      Que felicidad sentíamos mi abuela, mis hermanos y yo, y hasta el perro, el pachuco, cuando el marchante posaba las enormes canastas atascadas de granadas, guayabas, pescuezonas de aquella de corazón rosa, limas chichonas, naranja lima, guamúchiles pasaditos, tamarindos, guajilotes, guanábanas, chicozapote, y zapotes, melones, mangos, dátiles, etc.; eso era una canasta y en la otra, la traía llena de todas verduras y hasta alfalfa, y mi abuelita iba poniendo en una batea lo que le íbamos señalando a placer, y ella gozosa, se sacaba el nudito del seno y pagaba con aquellas monedas de plata 0.720, que tintineaban en la bolsa del marchante los centavos y desde luego el pachuco también disfrutaban aquellos momentos de compra con el marchante y luego, éste continuaba su camino con su alegre pregón, ¡El marchante el marchante!...que bellos recuerdos de mi feliz infancia.

      En aquellos años, dice Doña Andrea, en que gobernaba el país el licenciado Don Benito Juárez García. Recién promulgada la Constitución de 1857, el 19 de marzo de ese mismo año, nació Don José Briseño en San Jerónimo, Colima. Siete añitos tenía José cuando quedó huérfano de padre y madre, apegado a las costumbres antiguas, lo crio su padrino un capitán de barco, quien lo llevó a conocer el canal de Panamá. A su lado vivió y creció en Manzanillo, aprendiendo lo mejor de él. José Briseño desde muy joven trabajó en los barcos de la época, empezando desde lavaplatos hasta ocupar altos cargos. Sintió mucho la muerte de Don Benito Juárez acaecida en 1872, el 18 de Julio concretamente. Capitaneaba barcos guiados por las brújulas y las estrellas; entre otros los cañoneros de guerra, El Tampico y El guerrero, y así anduvo embarcado hasta los 65 años y cuando se quedaba en tierra se dedicaba a la siembra, ciencia que dominaba a la perfección ya que lograba muy buenas cosechas. No sabía leer ni escribir, pero era un Pitágoras para las matemáticas. No tuvo más escuela que la vida, se aprendió de memoria las leyes de reforma y la agraria.

      En el año de 1901 llegó a este hermoso puerto de La Paz en uno de aquellos barcos mercantes que tripulaba, le gustó tanto La Paz que se quedó una buena temporada compró el paredón del francés, frente al malecón en cinco pesos oro, el que antes se llamó camino real hasta el zacatal. Trabajó en las armadas perleras con Eduardo Labastida quien además tenía una fábrica de botones los que hacían de la concha madre perla nácar y la enviaban a los Estados Unidos; cuando acabó la madre perla, Don José Briseño trabajó de maquinista en los Corrigans, y demás barcos que hicieron historia en la marina mercante de la época después de algunos años de radicar en La Paz Don José vendió el paredón del francés a unos zacatecanos y se marchó a pelear con gran fervor en defensa de la patria al lado de Don Francisco I. Madero y Pino Suarez y tantos mexicanos que ofrendaron su vida para darnos patria y libertad....eran tiempos del porfiriato, quien estaba sometido al poder y la adulación extranjera permitiendo que explotaran todas las riquezas de la nación y el indio mexicano le valía un soberano cacahuate....horrores que amenazan nuevamente a la nación.

      Cuando el cuartelazo, y los asesinatos del presidente Madero y Vicepresidente Pino Suarez asi como de Don Belisario Domínguez, efectuado por el usurpador y asesino Huerta y una bola de traidores a la patria, Don José Briseño vivió al igual que tantos mexicanos aquellos momentos de traición e indignado se encendió aún más en su corazón la flama ardiente del fervor patrio, y se lanzó a todas las batallas en defensa de la patria, hasta lograr la realización de la constitución de 1917, Nuestra carta magna, luchando al lado de grandes hombres, como Don Venustiano Carranza, Emiliano Zapata, Francisco Villa, Álvaro Obregón, con quien estaba a su lado cuando le volaron el brazo, participó asimismo en muchos combates en defensa de la tierra y en la toma de Mazatlán con el general Flores. Después que se promulgó nuestra carta magna en 1917, Don José Briseño se dirigió en 1919 a Ciguatlán, donde radicó un tiempo; trabajó de garrotero en los ferrocarriles, y se dedicó a cazar cocodrilos, luego a la agricultura, la que era su pasión, entre otras siembras tenía un gran platanar y dos treguas de quince mulas cada una, las que cargaba de plátanos y se los llevaba a vender desde Ciguatlán hasta Manzanillo y Guadalajara.

      El peregrino, Don José Briseño fue un hombre cabal y muy trabajador...a los 66 años, ahí en Ciguatlán conoció a la señorita Andrea Silva quien tenía 15 años de edad y con quien se casó en 1923 y procrearon sies hijos, Bibiana, Emilia, Martha, Josefa, Manuela y José. Luego de un tiempo regresó nuevamente a este bello puerto de La Paz en 1929 y vivieron en el palmar del manglito...tenía su bote, la gaviota, y se dedicaba a la pesca del tiburón cuando estaba en su auge el comercio de hígado y la aleta. Como agricultor era un hombre ciencia para la siembra. El ilustre revolucionario y constituyente General Don Francisco J. Múgica, durante su gobierno en Baja california Sur le dio 10 hectáreas de tierra en Las Garzas las que regaba con motor y sembraba verduras de todas clases y las vendía en canastos colgantes en palancas por toda La Paz. Sus vecinos en Las Garzas fueron Don Estanislao Badajossa y Santos Pineda.

Do José Briseño fue el primer marchante en La Paz. Luego compró un carretón y entregaba sus productos en el antiguo mercado Madero, así como por las casas; también sembraba alfalfa, flores, sudam, maíz de pollo, sandías, melones, frijol, chícharos, etc, luego sembraban por el arroyo del palo e inalámbrica. Sembraban con toda ciencia en aquella época, lo que ahora está en experimentación, labraba la tierra con bestia y las surqueaba luego la abonaba con estiércol de vaca para mantener la planta sana sembraba con milpa ya fuera de tamarindos o guamúchiles para que la siembra protegiera la planta con humedad y usaba la cal para protegerla de la hormiga; metía en los surcos cinco semillitas de maíz y tres de calabaza, melones o sandías, a medio metro una dela otra y cuando la planta crecía le daba tierra para que eloteara bonito, y lo regaba cada tercer día por horas, de dos de la madrugada a 8 o 9 de la mañana; les ponía tapantes hondísimos y anchos para aprovechar mejor el riego y puertas para atajar los surcos. Levantaba muy buenas cosechas y toda su vida vendió lo bastante como para darle una vida digna a su familia. También le cuidaba los puercos al señor Magallanes por más de 23 años.

      ...Y cuando sus cansados pasos fueron ya lentos y las fuerzas se le iban agotando puso una tiendita miscelánea y ahí centaveaba todo el día, vendiendo y fiando las mercancías de la época, y a la memoria hacia las cuentas, y no se equivocaba siempre era muy exacto y justo y sabia cuanto le debía cada cliente. Don José Briseño, el marchante de La Paz fue un peregrino, fue un hombre a toda Ley, muy honrado y ejemplar esposo y padre de familia, terminó diciendo la encantadora muchacha antigua Doña Andra Silva de Briseño, añadiendo que le da gracias a Dios por el esposo que le dio y por el regalo maravilloso de seis hijos quienes le han dado 37 nietos, 68 bisnietos y 5 tataranietos. Que la diferencia de edades no fue obstáculos para ser tan feliz a su lado y disfrutarlo hasta la edad tan avanzada que Dios se lo prestó 123 años....

…y al grito de frutas y verduras aquel caminante…el marchante de La Paz, las mujeres del ayer salían batea en mano a surtirse de esos preciados productos cultivados por sus propias manos…

…Por el placer de escribir…Recordar…Y compartir…




LA PAZ QUE SE PERDIO
POR MANUELITA LIZARRAGA ALCARAZ

“EL SULTAN...EL PERRO DE DOÑA CLOTI...FUE UN PERRO MANDADERO”.


            “Allá va el perro de Doña Cloti, la fotógrafa”, decía la gente al verlo caminar gallardamente con un ojo al gato y otro al garabato, con la canasta en el hocico atascada de carne y hueso, o de verduras y otras cosas...por aquellas callecitas de La Paz de antaño...por el barrio “La isla de Cuba”...en el marco de perfumadas flores, las que abundaban, los ruidos propios de aquel acontecer diario, y de las notas musicales que escapaban de las rocolas de las cantinas y billares de la época...cómo la de Don Goyito Chávez, Chula Vista y la de la esquina de la alegría, la lonchería y billares de Don Conrado de la Peña, en donde siempre estaba la perica en la puerta en espera de alguna eventualidad, y la que nunca cerraba sus puertas y la música siempre estaba tocando entre aquellos aromas de exquisito menudo, pozolada, café de talega y pan calientito.
            El sultán el perro mandadero era de ancho pecho, de gruesas patas y fuerte musculatura...sus ojos pelones parecían cargados de tristeza...tenía el fino pelaje de color café obscuro como con unos brochazos dados al descuido de color café mas claros...una mancha blanca plasmada en su grande y chata cabeza le recorría por entre pecho y  panza,  y la colita era larga y tiesa...el perro mandadero imponía respeto...no era ni fino ni corriente, mas bien parecía un bóxer con sus orejas semi paradas
La nobleza e inteligencia del perro eran excepcionales...fue educado por Benito el indio zapoteco...el sultán fue un perro mandadero muy célebre, quien llegó a formar parte de la familia Rodríguez ...y fue el causante de anécdotas y cómicos comentarios en las tertulias familiares...el perro mandadero era de magnifica estampa... compañero  y seguro guardián de los niños que compartía sus juegos infantiles...Doña Cloti la fotógrafa del pueblo, le daba la canasta con el dinero y la nota del mandado dentro de ella, y le ordenaba: “ ¡Sultán ve con Don Pepe Brooks al mandado!”, y el perro muy obediente agarraba con el hocico la canasta y con su colita parada muy garboso,  al rítmico vaivén de la canasta, llegaba al tendejón de Don Pepe y haciendo cola entre el público consumidor se paraba sobre las patas traseras y ponía las delanteras sobre el mostrador dejando la canasta y pegaba un suave mugido, como diciendo “despácheme por favor”...y Don Pepe conociendo esta gracia del perro surtía la nota, acomodaba el mandado y la feria en la canasta y el noble animal se iba derechito a la casa de Doña Cloti a cumplir la encomienda.
            Los tendejones que el Sultán visitaba muy orondo para hacer las compras con su canasta en el hocico era, además de la de Don pepe Brooks, “el chamaco”, la de el gavilán, la de el rancherito, la de don Salomón Díaz la de Don Plácido Cota y el mercado Madero, principalmente las carnicerías. Doña Cloti nomás le ordenaba tronándole los dedos...” Sultán ve con fulano”...y a su regreso, al perro lo premiaba con una caricia, un hueso carnudo y un puño de galletas abetunadas que tanto le gustaban; el perro, era muy celoso con el mandado...cuentan los mayores que una vez, unos perros le quisieron armar pelea y quitar el canasto con la carne, y el sultán dejando ésta en el suelo, pelando tamaños dientes   para hacerles frente y la defendió metiéndoles buen susto a los perros callejeros, los que huyeron despavoridos...también no faltó quien quisiera pasarse de listo y quitarle el dinero al canasto pero con la mirada fulminante que el perro les echaba, con eso bastaba para que se les quitaran las intenciones.
Otras de las peculiaridades del popular sultán, el perro mandadero, era que, se traía a Benito, el indio zapoteco de las cantinas, nomás le quitaba el sombrero y corría con él  en el hocico, se lo soltaba en un trecho y lo volvía a coger y así se iba llevando hasta la casa de Doña Cloti, y Benito Furibundo tenía que venirse porque todo le podían quitar, menos el sombrero. El perro mandadero de Doña Cloti, siempre estaba en el zaguán donde no dejaba entrar a nadie. Todos tenían que entrar derechitos por la puerta del negocio de fotografía. El sultán, además de hacer los mandados y cuidar la casa, también cuidaba los niños. El perro siempre acompañaba al mercado a Jesús Salgado el cocinero de Doña Cloti y cuando éste no podía ir por alguna causa, entonces el perrito iba solo hasta el mercado a la carne. El sultán vivió muchos años con Doña Cloti en el barrio La isla de cuba, catorce o quince años según se dice, pero una aciaga mañana de invierno, el perrito amaneció triste, no se levantó de su tapete, tenía catarro...Doña Cloti lo curó con un collar de siete limones tatemados ensartados en un alambre de cobre, pero de todos modos el perrito se murió; quizá porque ya estaba viejito...lo cierto es, que este perrito fue muy popular y dejó un buen recuerdo y gran pesar en la familia Rodríguez y quienes vivieron su época.
            Una soleada mañana de primavera, de la década de los 40, Benito el indio zapoteco, con un tercio de cobijas en el hombro recorría las callecitas de La Paz de antaño, con su alegre pregón ofreciéndolas en venta...ese día había sido malo para Benito, no había vendido ninguna cobija...la tripa le gruñía pidiéndole alimento...y al pasar frente a la casa de Doña Cloti, donde el molino de viento giraba y giraba, se detuvo de golpe...el hermoso trino de  los pájaros canores alegraba sus oídos...y la mezcla de aromas de la flores y de los exquisitos guisados que escapaban de esa pintoresca casita arropada de frondosas y perfumadas enredadera inundaban su nariz urgiéndole al estomago llegar de inmediato. Benito el indio zapoteco, calzaba sus pies con huaraches de cuero crudo, ataviado de calzón de manta, con su frazada de vivos colores atravesado el pecho y espalda. Con el pretexto de ofrecer cobijas se fue metiendo por ese perfumado jardín casi casi hasta la cocina donde la linda señora, la fotógrafa del pueblo, doña Cloti, con habilidad asombrosa en las encaladas y lumbreantes hornillas meneaba ollas y cazuelas con la cuchara de palo…rebosantes de ricos guisados que hicieron que a Benito casi se le salieran los ojos de la orbitas.
La bondadosa señora, al verlo, comprendió que aquel indito tenía hambre y luego luego le ofreció sendos platos de aquellos guisados. Benito, el indio zapoteco, muy agradecido se quedo en esa casa a trabajar por largos años. Andando el tiempo, Benito le dijo a Doña Cloti que hacia falta un perro guardián y los dos fueron a buscarlo por el barrio del esterito donde sabían que una familia tenía buenos perros, y lo compraron en dos pesos. Sultán le puso por nombre doña Cloti, y desde chico el perro dio claras muestras de inteligencia. Benito el indio zapoteco educo al perro para mandadero, castigándolo y premiándolo. El sultán el perro mandadero y Benito eran muy populares en el barrio la isla de cuba y eran una fiesta en la familia la que se divertía sanamente con todas las gracias que el perro aprendía. Cuando el perrito murió, el indito se marcho de la casa de doña Cloti de avanzada edad, para su tierra natal.
...por aquellas callecitas de la paz de antaño...el sultán...el perro mandadero de doña Cloti, transitaba gallardamente con la canasta en el hocico  atascada de mandado y dinero.


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jueves, 28 de diciembre de 2017

LA PAZ QUE SE PERDIO
POR MANUELITA LIZARRAGA

“LOS SANTOS INOCENTES...PRIMEROS MARTIRES DE LA HUMANIDAD...HERODES PRIMER PERSEGUIDOR DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO”.


AQUEL 28 DE DICIEMBRE...LLANTOS DE NIÑOS Y ALARIDOS DESGARRADORES DE MADRES LLORANDO...LLENARON LAS CALLES Y LAS PLAZAS DE LA CIUDAD DE DAVID.


            Nacido Jesús en Belén de Judea en tiempo del Rey Herodes, unos magos de oriente se presentaron en Jerusalén, diciendo: “¿Dónde está el nacido rey de los judíos?, porque vimos su estrella en el Oriente, y venimos a adorarle”. Al oír esto el rey Herodes se turbó, y con él toda Jerusalén. Y congregando a todos los sumos sacerdotes y a los letrados del pueblo, les preguntó por el lugar del nacimiento de Cristo. Ellos le dijeron: “En Belén de Judea, pues así está escrito por el profeta”.
            Y tu, Belén, tierra de Judá. No eres, no, la menor entre las ciudades de Judá. Porque de ti saldrá un jefe que será pastor de mi pueblo Israel.
            Entonces Herodes, llamando aparte a los magos, puntualizó con ellos el tiempo de la aparición de la estrella; y enviándolos a Belén, dijo “Id e informaos bien sobre ese niño y cuando lo encontréis, avisadme para ir yo también a adorarle”. Ellos, después de oír al rey, se fueron y en esto, la estrella que habían visto en Oriente iba delante hasta que llegó y se paró encima de donde estaba el niño. Al ver la estrella, se llenaron de alegría y entrando en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrados le adoraron; abriendo sus tesoros y le ofrecieron regalos de Oro, Incienso y Mirra y avisados en sueños de no volver donde Herodes, regresaron a su país por otro camino.

            Después que se marcharon el Ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: “levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto y estáte allí hasta que yo te avise; porque Herodes va a buscar al niño para matarle”. El se levantó, tomó al niño y a su madre, de noche, y se fue a Egipto, y estuvo allí hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliera lo que dice el Señor por el profeta: “De Egipto llamé a mi hijo”. 
            Entonces Herodes, viéndose burlado por los magos, se enfureció mucho y mandó matar a todos los niños de Belén y de todo su término, de dos años para abajo, según el tiempo puntualizado con los magos. Así se cumplió lo que dice el profeta Jeremías: “Una voz se ha oído en Ramá, llanto y lamento grande: es Raquel que llora a sus hijos, y no quiere consolarse porque ya no existen”.
            Muerto Herodes, el Angel del Señor se apareció en sueños a José en Egipto y el dijo: “Levántate, toma al niño y a su madre y vuelve a Israel, porque han muerto los que atentaban contra la vida del niño”. El se levantó, tomo al niño y a su madre y entró en la tierra de Israel, pero al oír que Arquelao reinaba en Judea en lugar de su padre Herodes, temió ir allá, y avisado en sueños, se retiró a la región de Galilea, y fue a vivir a una ciudad llamada Nazaret; para que se cumpliera lo dicho por los profetas, que sería llamado “Nazareno”.



            Los escribas y fariseos que maquinan la muerte de Jesús eran hombres esclavos de todas las pasiones: de la soberbia, de la ambición y de la envidia.
            ¿Y Herodes, el primer perseguidor de Cristo?
Es el hombre dominado por la ambición, el ejemplo más auténtico de los efectos que produce una pasión en el alma.
Herodes era un hombre nacido de la nada.
Ni siquiera tenía en sus venas pura sangre judía. Su madre era árabe y su padre idumeo, es decir, semijudío, pues la raza idumea hasta hacía pocos años, había vivido en el paganismo.
            Herodes, nacido de oscura familia, logra levantar su trono venciendo dificultades enormes, manejando el arma de la astucia y procurando el apoyo material y moral del emperador romano.
Aquel trono, levantado con tantos esfuerzos e intrigas, había que conservarlo a todo trance. La pasión no deja brotar en su alma los sentimientos religiosos. Hombre escéptico y frío, lo mismo entraba en el templo de Júpiter en Roma, que en el templo de Jehová en Jerusalén. Para halagar a los judíos, reconstruye totalmente el templo de Jerusalén, con toda suntuosidad que hace de él uno de los edificios más famosos del Imperio Romano. Por halagar a los romanos simultáneamente, hace construir también templos paganos en honor de la Diosa Roma y del Divino Augusto en Samaria, en Cesárea y en otros lugares.

            ¿Qué religión tenía Herodes?, ninguna. La que en cada momento sirviera mejor a su pasión de dominio, móvil de todas sus acciones.
            Esta misma pasión le hizo cruel, en tal extremo, que no dudaba en decretar sentencia de muerte cuando sospechaba que pudiera existir algún peligro aunque fuera remoto, de perder el reino...estaba obsesionado por la idea de las conjuras que instantáneamente ahogaba en sangre, hasta tal punto que, sin exageraciones, se le puede considerar como uno de los hombres más sanguinarios de la historia.
            Apenas conquista Jerusalén, con la ayuda de las regiones romanas, hace matar a 45 partidarios de su rival y a muchos miembros del Sanedrín. Dos años después, manda ahogar en una piscina de Jericó a su cuñado Aristóbulo, al que hace poco había nombrado sumo sacerdote.
            Al año siguiente, decreta la muerte de su Tío José. Cinco años después, comete su delito más trágico. Por simples calumnias urdidas en la corte hace matar a su esposa Mariamme, a la que amaba con locura. A los pocos meses es su suegra, la madre de Mariamme, víctima de su pasión. Y cinco años más tarde, es su cuñado Kosdobar.
            El palacio de Herodes chorreaba sangre por todas partes y aún no se había saciado su pasión. Mariamme, había dado a Herodes tres hijos, a quienes él quería mucho, tal vez en recuerdo de su esposa. A dos de ellos Alejandro y Aristóbulo, los envió a Roma para que se educaran y encontraron benévola acogida en la corte romana. Cuando volvieron a Jerusalén, receloso de ellos, los mandó matar, aunque Augusto trató de evitarlo; y junto con los jóvenes ajustició a 300 oficiales acusados de ser sus partidarios.
Le quedaba el hijo primogénito, Antípatros, a quien había designado para heredero al trono...pero no había de llegar a sucederle. Cinco días antes de morir él, mandó matar a su hijo.

            Para coronar su vida con acto que fuera digno remate de todos los anteriores, cuando previó que estaba cercano su fin, convocó a muchos judíos ilustres de todas las regiones del reino, y cuando los tuvo reunidos los mandó apresar en el hipódromo de Jericó y dio órdenes apremiantes a sus familiares de que los mandara matar a todos en el momento en que él muriera. Conocida la crueldad y la ambición de Herodes, es muy explicable y aun natural en él, la matanza de los niños inocentes. Este hombre, dominado por la ambición que veía conspiradores por todas partes y no dudaba en sacrificar a las personas más queridas, un día recibe una visita inspirada que le hace temblar en su trono amasado con sangre. Son personajes ilustres, sabios, venidos de tierras lejanas que aseguran que allí en las tierras de su dominio ha nacido el famoso Rey de los Judíos, esperado hacía muchos siglos. Temeroso, consulta Herodes a los sabios de Jerusalén a los doctores peritos en la sagrada escritura, y confirman éstos la creencia de los magos. La ambición de aquel hombre hace revivir en él todos los instintos sanguinarios. Ahora, si, ahora existe un verdadero peligro para su trono. Disimula hasta que marchan los magos. El hipócrita Herodes llega a fingir  sentimientos de religiosidad y deseos de adorar al niño Jesús. Pero interiormente maquina su muerte.
            Cuando se encuentra solo, ruge de furor, pasea inquieto por los salones regios. ¿Tendrá que renunciar a aquel trono que tantos esfuerzos y tanta sangre le ha costado? ¿Tendrá él que abandonar aquel palacio?... ¡imposible!... ¡Imposible!, se dice...ese niño tiene que morir. Si ese niño es el mecías, esperado por los judíos, lo que está profetizado en él, tiene que cumplirse y todos sus esfuerzos serán inútiles; y si no es el mecías ¿Por qué temes?...el mecías...lo profetizado...él no tiene fe en nada, Herodes no cree en nada. Le han dicho que en sus tierras ha nacido un Rey y hay que matarle. ¡Pronto!, ¡lo más pronto posible! Desconcertado se pregunta, ¿Quién será ese niño para que yo pueda matarle?, ¡no lo conozco!, los magos cuando vuelvan me darán noticias de él...esperemos, pensaba Herodes. Espera algún tiempo y los magos no regresan, le han engañado...su furor se exalta más todavía, morirá ese niño y para asegurar bien el golpe, morirán con él todos los niños de Belén menores de dos años...entre ellos está ese niño y morirá infaliblemente.

            Fueron muchas las muertes, 30, 40 niños, quizás más de una aldea, ¿Que significa eso para él que ha sacrificado centenares de víctimas, personas distinguidas y aún los seres más queridos al corazón humano? Fue un espectáculo desgarrador...decenas de madres enloquecidas de dolor defendiendo la vida de sus hijos, de las armas de los soldados romanos... ¿Que le importa a Herodes el llanto de unas madres extrañas, si ha mandado a matar a la madre de sus propios hijos?...el trono de Judá vale mucho más que la vida de los santos inocentes y las lágrimas de tantas madres. Herodes, sin vacilar, da la orden del degüello. Ruge la fiera en su palacio de Jerusalén, corre la sangre de los niños inocentes en los hogares Belemitas...aquel 28 de Diciembre, llantos y alaridos desgarradores llenaron las calles y las plazas de la Ciudad de David. Por eso, quedó en las efemérides el día de los santos inocentes.
Para que el temor del castigo nos frene también un poco, conozcamos el fin desastroso de Herodes. Casi todos los perseguidores de Jesucristo han terminado trágicamente su vida. Herodes parece que sufre el castigo de Dios antes de salir de este mundo. Se apodera de él una enfermedad extraña. Un fuego interior le abraza. Sus entrañas están ulceradas, todos su miembros, doloridos...los pies y el vientre hinchados y sanguinolentos. Algunas partes del cuerpo llegan a corromperse y a crear gusanos...es un cadáver vivo en putrefacción. ¡Qué terrible es la pasión cuando se enrosca en el alma! Herodes, para halagar al emperador de Roma, había mandado colocar en el frontispicio del templo un águila romana de oro. Para los buenos israelitas aquello era como una idolatría. Sucedió que la noticia de su muerte corrió antes de tiempo. Entonces dos doctores de la ley y otros seguidores suyos se adelantaron y arrancaron del templo aquella águila que hería continuamente los sentimientos religiosos del pueblo judío.
Lo supo Herodes, en el lecho de su muerte, su mano moribunda pudo firmar la sentencia de muerte de aquellos dos doctores y de treinta de sus afiliados.


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LA PAZ QUE SE PERDIO
POR MANUELITA LIZARRAGA

“DOSCIENTOS OCHENTA Y SIETE ANIVERSARIO DEL FALLECIMIENTO DEL CELEBRE PADRE JUAN DE UGARTE”.

·         EL ATLANTE APOSTOL MISIONERO JESUITA EN SUDCALIFORNIA JUAN DE UGARTE...FALLECIÓ EL 28 DE DICIEMBRE DE 1730 EN LA MISIÓN DE SAN FRANCISCO JAVIER.
·         CON LETRAS DE ORO EN EL CONGRESO DEBERÍA DE ESTAR SU NOMBRE
·         HOMBRE SABIO INDUSTRIOSO, MAESTRO Y CONSTRUCTOR DE MISIONES Y BARCOS
·         ORDENÓ EL PRIMER SACERDOTE EN SU MISIÓN DE SAN FRANCISCO JAVIER  AL ALFEREZ JUAN BAUTISTA MUGAZABA
·         CONSTRUYÓ TELARES, TORNOS Y RUECAS PARA ELABORAR TELAS PARA CUBRIR LOS DESNUDOS CUERPOS DE LOS CALIFORNIOS
·         TRAJO OVEJAS DE LA OTRA COSTA PARA LA PRODUCCIÓN DE LANA, ASI COMO UN MAESTRO EN EL ARTE DE LA CULTURA PARA ENSEÑAR A LOS ANTIGUOS POBLADORES DE ESTAS TIERRAS EL MANEJO DEL ALGODÓN Y LA LANA, ASÍ COMO PARA ELABORAR PRENDAS DE VESTIR.


El apóstol Juan de Ugarte falleció el 28 de Septiembre de 1730 en su misión  de San Francisco Javier. Vivió 30 años en la california al servicio de Dios y de los californios. Nació en Tegucigalpa, Honduras en 1660, siendo de noble cuna, se entregó en cuerpo y alma a la noble tarea apostólica sirviendo con humildad en aquella inhóspita tierra de los californios. Su reverencia Juan de Ugarte, fue un hombre extraordinario dotado del espíritu santo con una sabiduría y fuerza muy notable. Trajo a la península de sudcalifornia la cultura y las artes, así como la agricultura, ganadería y tantos otros conocimientos de beneficio común que derramó a raudales.

El atlante e industrioso padre Juan de Ugarte salió de la ciudad de México el tres de diciembre de 1700...caminó 400 leguas por tierra hasta un puerto de Sinaloa, en donde para pasar el Golfo, encontró un pequeño barco viejo y  abandonado, se embarcó en él intrépidamente y en tres días de próspera navegación llego a Loreto el 19 de marzo de 1701, ante la alegría del padre Salvatierra. El padre Ugarte edificó nuevamente en el lugar actual la misión de San Francisco Javier, ya que la anterior que fundó el padre José María Píccolo, en el año de 1699, la destruyeron los indígenas inconformes; y el padre Miguel del Barco reconstruyo la actual misión de San Francisco Javier, la que ya estaba deteriorada por el paso del tiempo. Fueron muchas las penalidades que el padre Juan de Ugarte tuvo que vencer para hacerse respetar por los californios, viéndose en la necesidad de enfrentarse y matar un león, así como retar y vencer a golpes al más corpulento y hostil de los indios para lograrlo.

El padre Ugarte introdujo y sembró la primera vid, así como datileras, olivos, y una diversidad de árboles frutales, hortalizas y legumbres, además de caballos, mulas, ovejas, entre otras cosas. Enseñó a los indios a trasquilar las ovejas en su tiempo, y a cardar la lana, hilarla y tejerla. Trajo también un maestro en el arte de la cultura, al tejedor Don Antonio Moran, para que les enseñara a los californios a elaborar prendas de vestir, y a quien le pagaba quinientos pesos anuales y quien estuvo enseñando a los indios hasta su ancianidad, para lo que el mismo padre Ugarte construyó ruecas, tornos y telares para elaborar las telas del algodón y la lana en todas las misiones. Hombre infatigable, estaba a cargo de tres misiones al mismo tiempo: Loreto, San Juan Londó y San Francisco Javier, donde lo mismo sembraba, construía, catequizaba, predicaba el evangelio, y desmontando bosques entre otras cosas. Fundo la primera escuela y el primer hospital en la península...en cada misión instruyo a una mujer en las artes mujeriles, siendo el mismo el maestro, para que se hiciera cargo de los niños huérfanos; así como también las doto de maestro de música para que les enseñara este arte en todas las misiones se oficiaban las misas cantadas por grupos de niños y niñas que tocaban las coplas, mandolinas, entre otros instrumentos musicales de la época.

El atlante, padre Ugarte, con su industria fue capaz de sostener la colonia cuando estaba en mayor necesidad, y proyecto y ejecuto la construcción del primer barco en la península con maderas de la región, con la ayuda de un maestro filipino y demás indios....y cuando la balandra estuvo terminada, le puso el triunfo de la santa cruz, la que fue botada al agua en la heroica mulege el 14 de Septiembre de 1720 y en el que viajo a La Paz en compañía del padre Bravo, y un grupo de soldados, y algunos californios para fundar la misión de nuestra señora del pilar de La Paz el 4 de noviembre de 1720. En triunfo de la cruz, el padre Ugarte recorrió toda la península hasta el río colorado, descubriendo precisamente que la california no era una isla como se creía, sino península, al regreso de este fructífero viaje, del que regreso muy enfermo, dejo el barco en Loreto para el servicio de las misiones y regreso a su misión de San Francisco Javier a continuar con sus tareas apostólicas, donde don Juan bautista Mugazaba recibe las sagradas ordenes sacerdotales y es hecho misionero siendo el padre Ugarte u maestro y quien lo ordeno sacerdote...el primer sacerdote consagrado en la península en la misión de san francisco Javier, donde falleció, el padre Ugarte el 28 de diciembre de 1730 ante la gran pena de  los californios de quienes tuvieron la fortuna de conocerlo.

El industrioso padre Juan de Ugarte fue un hombre extraordinario, de quien no alcanzan estas páginas para escribir de su vida.




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