LA PAZ QUE SE PERDIO
POR
MANUELITA LIZARRAGA
“EL
SAN MIGUEL SE LO TRAGO EL MAR....UN BARCO DE MISTERIO Y LEYENDA”.
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FUE EN VISPERA DE NAVIDAD...UN 23 DE DICIEMBRE
DE 1967. LA MISTERIOSA DESAPARICION DE BARCO DE CARGA EL SAN MIGUEL, QUE NI
RASTRO DEJO.
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“DECIA QUE EL CAPITAN SE COMUNICO A TIERRA
AQUELLA TRAGICA NOCHE, “YA VAMOS LLEGANDO, AL AMANECER ESTAREMOS ATRACANDO EN
LA PAZ”...PERO NUNCA LLEGARON.
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UNA TRAGEDIA QUE ENLUTO A MAS DE UNA DECENA DE
FAMILIAS EN LA PAZ, QUE LAS HERIDAS NO CIERRAN AUN...Y QUIZAS NUNCA CERRARAN.
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A 50 AÑOS DE LA DESAPARICION DEL SAN MIGUEL,
HASTA LA FECHA NUNCA SE SUPO QUE FUE LO QUE REALMENTE PASO AQUELLA NOCHE DEL 23
DE DICIEMBRE DE 1967...JAMAS ENCONTRARON ALGUN RASTRO, NI DE LA CARGA, NI DEL
BARCO, NI DE LA TRIPULACION.
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TODO QUEDO EN EL MAS ABSOLUTO MISTERIO....EN
ESPECULACIONES...EN LÁGRIMAS...EN HISTORIA Y LEYENDA.
El mar estaba embravecido a
causa de los fuertes norestes aquella fatídica noche del 23 de Diciembre de los
sesenta, en la oscuridad de la noche, como luciérnagas apenas se distinguían
unas lucecillas...era el barco El San Miguel el que venía de Mazatlán cargados
de cilindros de gas, frijol, láminas, entre otros productos tripulados
diestramente por su capitán Don Juan García “El quelele”, y demás
tripulación...como una cáscara de nuez se perdía y resurgía entre el
oleaje...los experimentados marinos, en su mayoría jóvenes aún, ya estaban
acostumbrados a estos vaivenes, pero ahora era diferente...el fuerte viento,
furioso, bufaba, aullaba y gemía en la penumbra de la noche ya cercana se
destacaban densos nubarrones semejantes a fantásticos monstruos en lucha...el
viento y el rumor del mar se confundían...parecían lastimeros lamentos que
anunciaban tragedia, las ráfagas y torbellinos agigantaban las olas embravecidas
que parecían subir al firmamento...algo grave estaba por suceder; quizás les
dio tiempo de pensar, porque de repente, ¡San Miguel se lo tragó el mar con
toda su tripulación junto con su capitán Juan García!.
Cuenta Don Manuel Fuerte
Sánchez, viejo lobo de mar, de la marina mercante, que aquella noche el Santa
Teresa venía a poca distancia delante de ellos, del barco El San Miguel;
también vivían aquellos momentos de los fuertes vientos, las coyas que les
dicen, y que Feliciano, Chano Sánchez, le gritó desde el barco San Miguel a
Raúl Fuerte Jordán, que iba en el Santa Teresa, “Raúl, allá nos vemos en La
Paz, ve preparando una botella”...!y nunca llegaron!, no hubo amanecer para
ellos...fue una amarga navidad para sus familias.
¡Cuánta tristeza se vivió en La
Paz con la fatal noticia aquella navidad de 1967, no se podía creer!, se hundió
El San Miguel, se lo tragó el mar y ni rastros dejó...las autoridades lo
buscaron por cielo, mar y tierra y ni rastros se encontraron del barco, la
carga y la gente...empezaron las especulaciones que dan paso a la
leyenda...unos decían que los extraterrestres se lo llevaron...otros que algún
submarino, otros que quizás lo secuestraron y que estaba por Japón...o que tal
vez hubiera por ahí dónde han desaparecido ya varios barcos, una fuerza extraña
como el triángulo de las Bermudas, que estaba en Boga por ese tiempo, en fin
todo quedó en el misterio, que era una esperanza para sus familiares el que
pudiera estar viva la tripulación en alguna parte del mundo.
Decían también que algunos ya
le tocaba...como aquel marinero que ese día que zarpó El San Miguel de La Paz,
él estaba pintando su casa y no se fue por ese motivo, pero si se fue otro día
en el avión a alcanzar el barco San Miguel...y nunca regresó...recuerdo las
noticias cuando la intensa búsqueda del barco desaparecido y que todo fue en
vano, entre otras decían:
“Los helicópteros buscaban
intensamente en la inmensidad donde casi se juntan cielo y mar, y que les
alentó la esperanza al divisar en la lejanía un manchón en el mar, y pensaron
que pudiera ser los restos del barco...pero al llegar al mencionado lugar, ¡oh,
desilusión!, y a la vez, maravillosa sorpresa, era la copa de un frondoso árbol
que salía del fondo del mar, al ras del agua, en aquellas soledades...nunca se
me olvidó este dato, porque a través de los años, siempre me he imaginado
temerosa y admirada la diversidad de animales que habrían entre el follaje de
ese gigantesco árbol que emergía de lo profundo del mar. Tengo presente que fue
cuando dieron por terminada la intensa búsqueda del barco El San Miguel, y que
siempre vive en mis gratos recuerdo, mi querido primo, Miguelito Castro quien
formaba parte de la tripulación del barco El San Miguel y con quien compartía
juegos infantiles, junto con su hermano Vicente y otros primos en aquella Paz
de antaño.
...La misteriosa desaparición
de El San Miguel, un barco de leyenda que quedó en el más absoluto misterio
aquel trágico 23 de diciembre de 1967.
…Por
el placer de escribir…Recordar…Y compartir…
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