LA PAZ QUE SE PERDIO
POR MANUELITA LIZARRAGA
“LA AHORCADITA DE TODOS
SANTOS...EN LA HISTORIA Y LA LEYENDA”
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SU TUMBA A LA VERA DEL CAMINO BAJO EL PALO BLANCO,
ES UN PUNTO DE REFERENCIA Y DE FE...NO TIENE EPITAFIO, SOLO UN LETRERO CON EL
NOMBRE...LA AHORCADITA.
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ENTRE OTROS DONES, SEGÚN SE DICE, EL PRINCIPAL QUE
CONCEDE ES QUE LAS MUJERES ESTERILES PUEDAN TENER HIJOS.
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MATILDE MARTINEZ FUE SU NOMBRE
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SUCEDIÓ EN TODOS SANTOS, EN LA ULTIMA DECADA DEL
SIGLO XVIII...CON LA MANO DEL METATE LE DIO MUERTE SU SUEGRA, Y ESTABA
EMBARAZADA
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SON MUCHOS LOS TESTIMONIOS QUE PORSU MARTIRIO LA
GENTE LE ATRIBUYE MILAGROS
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PERO PARA LOGRAR UNA PETICION, SE TIENE QUE CAMINAR
REZANDO, PIDIENDO POR EL NIÑO QUE NUNCA NACIO,
POR DONDE LA ARRASTRARON EN UN CUERO DE VACA, DESDE EL LUGAR DE LOS
HECHOS HASTA DONDE ESTA EL ARBOL DONDE LA COLGARON
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JUNTO A LA TUMBA NACIERON CUATRO BROTOS HACE MAS DE
CIEN AÑOS, NUNCA CRECIERON Y SIEMPRE ESTAN VERDES, LA GENTE DICEN QUE
SIMBOLIZAN LOS CUATRO MESES DE EMBARAZO DE MATILDE LA AHORCADITA
Doña Clotilde
Monteverde, nativa de Todos Santos, hermosa y tierna muchacha antigua de 90
años de edad, cuenta la historia de La ahorcadita....Dice que su mamá Doña
Rosario Cota de Monteverde le contaba que eran aquellos años de abundancia en
la tierra de cañaverales, trapiches y molinos de caña movidos por bestias;
tierra perfumada a mango maduro y limoneros...en la huerta “La diabla”, vivió
Matilde Martínez con su esposo y su suegra y un hermano de su esposo que estaba
mongolito; Matilde estaba recién casada, y era una agraciada joven de 18 años
quien se dice, tenía cuatro meses de embarazo. Su suegra, era muy celosa.
Que aquella
mañana de la fatal tragedia, el esposo de Matilde se fue a la labor a los
cañaverales, como era su costumbre. Matilde tenía un sembradío de calabazas,
entre otras hortalizas, y las calabazas se dieron muy grandes y hermosas en esa
temporada de cosecha...que aquella mañana Matilde extasiada contemplaba su
huerta, fruto de su esfuerzo mientras paladeaba una taza de aromático café. La
celosa suegra, quien cuidaba todos sus movimientos, la camelaba; y quiso la
mala suerte que en ese momento, montando en brioso corcel iba pasando el joven Adolfo Monteverde,
saludó a Matilde y le dijo “!Que chulas están tus calabazas Matilde!”, y el
joven siguió su camino, pero la suegra que escuchaba, quien estaba moliendo
nixtamal en el metate, muy airada le dijo a Matilde “!Eres una coqueta!”, y empezaron
a discutir, y al calor de las palabras, la mala mujer se lanzó sobre
Matilde y la golpeó en la cabeza con la
mano del metate, hasta que la pobre muchacha quedó inerte tendida en el suelo
junto a las hornillas, de las que según se dice, quedan sus ruinas, dijo Doña
Cloty.
Con tristeza, la
tierna viejecita añadió que la suegra
estaba muy asustada por la magnitud de lo que había hecho, ante la presencia de
su hijo menor, retrasado mental, quien sin comprender los hechos, aterrado,
miraba la escena...a la pobre muchacha con su pancita al cielo, tirada en el
suelo, con el cráneo desbaratado, escurriendo la sangre, la que el perro
lamía...luego la mala mujer, en su desesperación trató de simular un accidente;
tumbó la ramada y la dejó caer sobre Matilde...y así transcurrió todo el día en
la huerta La diabla, la que estaba envuelta en la tragedia, hasta que al caer
la tarde llegó el esposo de la muchacha y se encontró con esa fatalidad. Su
mamá intentó desvirtuar las cosas, pero todo era muy obvio. El hijo, ante los
hechos, no le quedó más remedio que apoyar a su madre.
Y cuentan que
madre e hijo, pusieron el cuerpo de la ahorcadita en un cuero de vaca, y que lo
arrastraron por todo el monte a altas horas de la noche, alumbrándose con
palmas encendidas mientras toda la gente del pueblo de Todos Santos dormía.
Entre aullidos de perros, caminaron como cinco kilómetros, desde la huerta La
diabla, lugar de los hechos, hasta el gran arbolón de Palo Blanco, perdido en
el monte en aquel tiempo, luego la colgaron, para que creyeran que ella se
había suicidado, o que quizás otra persona lo hizo. Nadie se dio cuenta en
aquel tiempo de lo que estas malas personas andaban haciendo con aquella pobre
mujer embarazada.
Fue hasta después
de ocho días que un niño encontró el cadáver colgado en el árbol ya en estado
de descomposición, otros dicen que fue el hijo de Porfirio el que la encontró.
Los habitantes de Todos Santos de aquel
tiempo quedaron consternados por el brutal asesinato. Luego fueron las
autoridades a ver los hechos, y bajaron el cuerpo de la ahorcadita del árbol, y
ahí mismo la sepultaron. En las investigaciones, el muchacho retrasado mental
descubrió a la asesina, o sea, a su propia madre, horrorizado a señas señalaba
a su madre y decía que con la mano del metate, así y asá, la había golpeado y
lo demás ya fue todo fácil. Cuentan, que madre e hijo los mandaron a la cárcel
de Santa Rosalía donde la mujer murió después de un tiempo, y el esposo de
Matilde cumplió su condena, salió y se perdió en el tiempo y el olvido.
Al tiempo,
continua diciendo Doña Cloty, que la ahorcadita salía vestida de blanco por
esos caminos reales lamentándose y llorando un niño...la gente piadosa, le
llevaba flores a su tumba, la que era un promontorio de tierra sin nombre ni
fecha, le rezaban para que su alma descansara, y así, le fueron haciendo
peticiones y ella concediéndole; principalmente a las mujeres que no se podían
preñar, dijo, pero que al pedir el deseo, tienen que hacerlo pidiendo por el
niño que nunca nació, por su martirio, y rezando, caminando por todo la brecha
por donde arrastraron a la ahorcadita, hasta llegar al árbol donde está
sepultada, y hacerle una promesa, una ofrenda, algo para bebé, y cumplirle,
porque también se dice, si no le cumplen, se cobra. Que son muchos los
testimonio de mujeres que no podían tener hijos, le pidieron a la ahorcadita
para que interviniera ante Dios y la Virgen y ahora tienen varios muchachos.
Don Adolfo
Monteverde, el que chuleó las calabazas de Matilde, y que sin proponérselo
ocasionó esta tragedia que dio paso a la historia y la leyenda en Todos Santos
era su abuelo, termino diciendo Doña Cloty, añadiendo que ahora es ejido, por
esos lugares y están desmontando para poblar esos terrenos, que ojalá que no
quiten esa tumba de la ahorcadita, porque es una tradición y leyenda de los
Todosanteños. Casualmente, esa mañana
iba llegando a la tumba de la ahorcadita una numerosa familia a dejarle una
ofrenda, la señora Rosa Isela Morales dijo que ella tenía más de diez años de
casada y no podía tener hijos a pesar de todas las luchas y tratamientos que se
hizo, y que le pidió a la ahorcadita el que pudiera concebir y que ya tiene dos
hijos gracias a Dios, que le consta que son muchas las mujeres que han recibido
este beneficio; que un señor de Todos Santos tenía un apuro muy grande de vida
o muerte, y que dijo que solo encontrándose un tesoro, o sacándose la lotería
podría salir de este pendiente; le pidió a la ahorcadita y se sacó la lotería y
fue él quien le mandó hacer la tumba. Terminó diciendo la joven señora con su
hijo en brazos, Rosa Isela Morales...dice Doña Cloty que a través de los años,
son muchos los espantados, que han escuchado en noches oscuras, como que
arrastran un cuero por el camino, y que casualmente, pasan junto a su casa...y
que algunos valientes se han atrevido a investigar el origen de esos ruidos, y
sólo ven como una visión, una procesión de palmas encendidas.
La
ahorcadita...es una tradición y leyenda todosanteña.
…Por el placer de
escribir…Recordar…Y compartir…
…Esta leyenda
fue de mi creación y se publicó hace más de quince años en los principales
medios de comunicación…
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