lunes, 26 de febrero de 2018

LA PAZ QUE SE PERDIO
POR MANUELITA LIZARRAGA
“LA COCINA DE MI MADRE…EN CUARESMA”
• TENIAMOS TANTA ABUNDANCIA DE PRODUCTO MARINO, QUE LA CUARESMA EN CASA ERA ESPECIAL.
• GRACIAS A POLENCHO, MI HERMANO EL PESCADOR DEL LEGENDARIO BARRIO EL MANGLITO, DISFRUTABAMOS TODO AQUELLO.
• AL VER MI CAZUELITA DE BARRO, HONDA Y OREJONA, ME HIZO RECORDAR AQUEL CALDITO DE CALLO DE HACHA CON ARROZ, Y DE ALMEJA CON TODO Y OLANES, ENTRE OTROS GUISADOS ¡SABROSISIMOS Y SENCILLOS!
El humo de aquella inolvidable cocina de evocadores y gratos recuerdos, olores y sabores, no empañaban la hermosa faz de mi madre tras la encalada hornilla de lumbreantes tizones encendidos y cazuelas de barro llenas de exquisitos guisados sobre el pretil de la hornilla. Ella siempre estaba sonriente, a veces cantando, como los jilgueros, pendiente de que su familia disfrutara de aquellos manjares por ella preparados. “La comida hecha en cazuela de barro decía ella es muy sana y sabrosa”…El frijol lo cocía en hoya de barro y se guisaba también en cazuela de barro con manteca de puerco de aquello criados en casa; el café, el trigo para el atole, se tostaba en apaste de barro, antes, se acostumbraba que parte del desayuno era pinole con leche; el que también se tostaba el maíz y se molía en el molino donde se molía el nixtamal para las tortillas; así como la avena hecha también en apaste de barro. Los postres como el arroz con leche bronca, los dulces en almíbar, de mango, tomate, guayaba, limón, camote, toronja, calabaza, entre otras, también los hacían en apaste de barro; y que sabrosos y saludables.
Al ver mi cazuelita honda y orejona me hizo recordar aquellas cazuelas de mi madre con aquellos guisados tan exquisitos, en especial el caldito de callo con arroz, o con chile colorado, o secos en machaca; había tantos y tantos en nuestra hermosa bahía de La Paz, casi casi en la orilla, es para no creerse; para que hubiera unos cuantos enriquecidos se acabó el alimento diario de la mayoría de los sudcalifornianos y el disfrute familiar de las delicias de nuestras playas de blancas arenas y cristalinas aguas, que con los calores que se avecinan, se añoran aún más y más de los que menos tenemos y con el encarecimiento de la vida, también se añora la abundancia de alimento marino que teníamos a la mano.
La cocina de mi madre estaba inundada de amor, de olores y sabores. La cuaresma en casa era especial ¡qué sabrosos guisados cada viernes de cuaresma! Como el pescado de los mejores y de todo tipo, callo de hacha, almejas, ¡y que callos de almejas!, y caguama, la teníamos a placer diariamente, el viernes tenía que ser especial. Chiles rellenos de queso y de verduras sencillamente, porque el atún de lata ni se conocía, es más ni lo recuerdo que lo comiéramos en esa época, si acaso empezaba a salir al mercado la sardina y el salmón enlatado, el que era una novedad por su sabrosura; también hacían enchiladas, sencillas rellenas de queso, con tomate y cebollita morada porque la cebolla blanca no la recuerdo en aquellos tiempos, acompañadas de arroz blanco y frijoles caldudos bañados de queso; eso era un platillo, pero estoy hablando de tortillas hechas a mano con masa de nixtamal y fritas en manteca de puerco de aquellos, de postre de cada viernes las torrejas al estilo de mi madre, arroz con leche bronca, o leche cocida estilo Sinaloa, porque debo aclarar que mi madre era nativa del Rosario Sinaloa; el agua fresca era de lechuga picada con panocha ( piloncillo) y limón, y para el des empance café de grano colado con talega de manta, con pan calientito horneado en leña, que a las cuatro de la tarde el panadero tocaba puertas con su inmensa canasta tejida de cojoyo de palma elaboradas por las muchachas Jordanes, atascada de aromático pan de tan variadas formas.
Pero cuantos recuerdos me ha hecho evocar mi cazuelita de barro. Lo que más nos gustaba a todos en casa era el viernes santo; ese día tan grande era especial, era de guardar, era de silencio, no se hacía ningún trabajo en casa ni los niños jugábamos siquiera, los adultos andaban en silencio pelando los ojos con la ceja alzada, y a señas, eran las llamadas de atención, no se decían malas palabras, las travesuras que hacíamos nos las guardaban para el sábado de gloria…Nos levantaban a cintarazos si la debíamos ¡para que crezcan y aprendan a portarse bien!, decían los mayores…¡y zas canijo va un cintarazo y como se enojaba el pachuco!!...Esa era la costumbre en casa, del viernes santo viernes de silencio, y sábado de gloria.
El jueves santo se hacía todo lo que se iba a comer el viernes, quehaceres y todo, ¡y los guisados eran todo un manjar!...Tortitas de langosta seca, porque aunque usted no lo crea, estimado lector, de tanta que había las vendían seca en los tendejones de antaño como vender papas y cebolla; o tortitas de pescado seco, de garropa o mero seco, así como de chopas secas, ¡qué sabrosas!
La mantarraya, el tiburón, el cochito, el perico, aunque no lo crean lo tiraban a la orilla de las playas, y las gaviotas, pelicanos y tijeretas no podían levantar el vuelo de las hartadas que se daban…Las grandes jaibas inundaban las orillas de las playas y los cangrejos pues ni se diga, arenas atascadas de una diversidad de conchitas y caracoles que ahora los niños ni las conocen…En casa era costumbre que la capirotada se hacía el viernes santo ¡y qué capirotada!
Aquellos jueves santos en la noche, la cocina estaba llena de olores, mi madre con todo cuidado dejaba en las encaladas hornillas unas brazas encendidas y las tapaba con ceniza y láminas para que no se apagaran, para prender la lumbre al día siguiente, o sea, el viernes santo, y en el pretil de la hornilla calentándose en las brazas lucían las grandes cazuelas de barro la comida: chiles rellenos, tortitas de langosta, pescado y camarón seco, arroz colorad, y la cazuela reina, atascada de exquisita capirotada; y el agua de lechuga con panocha (piloncillo) y limon, que no debía faltar, ah pero algo muy importante, antes de comer todo aquello, había que ir a la iglesia a las siete palabras, a adorar al señor, eso sí, con la cabeza tapada con mantilla, pañoleta o tápalo…todos en silencio.
…cuantos recuerdos me trae esa cazuelita de barro, que no acabaría de escribir tantas y tantas cosas y desde luego guiso en ella imitando la costumbre y los guisados de mi madre, los que eran más sabrosos que los míos, desde luego…
…Por el placer de escribir…Recordar…Y compartir…
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LA PAZ QUE SE PERDIO
POR MANUELITA LIZARRAGA
“DON RAUL TAPIZ SAVIN FUE AGUERRIDO TIMONEL DE BARCOS DE LA MARINA MERCANTE...TODA UNA EPOCA EN LA PAZ”.
El sábado anterior, Don Raúl Tapiz Savin cumplió 84 años...por tal motivo sus hijos festejaron dicha tan grande con un sencillo convivio, y mientras Don Raúl partía el exquisito pastel, dijo que nació en este bello puerto de La Paz el día 28 de Febrero de 1918, siendo el primogénito de cuatro hermanos, Salvador, Sara y María...sus padres fueron Don Adolfo Savin Cota y Jesús Tapiz García. Dice que su abuelo, Don Alfredo Savin Cota, fue todo un personaje en La Paz...QUE UNA CALLE POR LO MENOS DEBIA DE LLEVAR SU NOMBRE fue Don Alfredo Savin quien trazó las calles del casco antiguo de La Paz construyó el Palacio Municipal, la primera torre del vigía, el muelle fiscal de madera, el parque Cuauhtémoc, con la torre que tenía, y entre otros muchos edificos antiguos que aun se conservan, construyó LA QUINTA que aun quedan sus ruinas originales, y la que era muy hermosa, y después llegó a ser casa de los gobernadores y jefes políticos; donó los terrenos para panteón en El Zacatal, y como agrimensor que era, hizo los trazos del panteón; que allí está enterrada mucha gente que murió de la fiebre amarillla durante la primera década del siglo pasado, y recuerda con nostalgia, que sentandoselo en sus rodillas le dijo su abuelo “Este terreno es para ti, para que cuando estés grande tengas donde vivir y puedas estudiar”, y le dio una manzana completa en el barrio El Manglito, donde estaba el manglito, precisamente y que dio origen al nombre del barrio, en Abasolo y Sonora; y que como su mamá murió, su abuelita se quedó con el terreno, el que fue para puras discordias entre sus hijos y al final nadie se quedo con él, un pariente alevosamente lo vendió; ahora alli es una maquiladora.
En medio de la inmensa alegría, y de la convivencia familiar, Don Raul continuó diciendo que su mamá falleció cuando él tenía diez añitos, eran tiempos muy duros en todo el país y de inestabilidad política y económica, y aquí en La Paz se resintió más con el que menos tenía, y quedó a cargo de su abuelita Catarina García de Tapiz, de quien guarda bellos recuerdos; cursó la primaria hasta tercer año, cuando tenía doce años se embarco en el barquito “El peninsular”, de Don Antonio Ruffo. Empezo trabajando de lava platos y elegantemente le decían a este oficio “mayordomo”; luego entró a trabajar a Viosca, histórico barco de la marina mercante, nombrándolo cocinero Don José Petit, un aguerrido capitán de los siete mares. ¡Era muy hermosa pero muy dura la vida en los barcos!, sentía el la inquietud por ser marino, lo que al tiempo logró adquiriendo buena experiencia y ganándose la confianza de los patrones y de los capitanes más afamados de la época. Después, aprendió las rutas naúticas, el movimiento de los vientos y mareas, y fue timonel tripulando los barcos más prestigiados de ese tiempo guiado conla brújula, las estrellas, y la bendición de Dios. De los barcos que recuerda que tripuló y que hicieron historia en la marina mercante son: El Estrella Costera, El Salvador, El Santa Providencia, El Edna Rosa, EL Raúl, El Progreso, El San Antonio, EL Consuelo, El Arturo, El Viosca, El Blanco y el Araguan, entre otros, fueron los barcos en los que fue timonel.
La música seguía tocando esa tarde de bísperas de primavera, y Don Raúl continuó recordando que había mucho trabajo en La Paz y el dinero valía mucho, la comida costaba poco, y todo el movimiento económico era por el histórico muelle fiscal, el que fue el puntal del desarrollo en la península. Le tocó vivir varias experiencias de huracanes de travesías en ultramar, donde los hombres de mar sacan la casta para sobrevivir también le tocó ver la luz de San Thelmo por varias ocasiones, presagio de tempestades y muertes, asi como ver de cerca y sentir los sobresaltos de la Segunda Guerra Mundial...fueron muchas emociones y los peligros que se sortearon pero que gracias a Dios y a la formación como marino que tenían salían airosos, de esas lides, hubo de todo, dice, en tierra y en mar. Contrjao matrimonio con la señora Juanita Alcaraz Garate quien le dio dos hijos, Jesús y Eusebio, así como sus hijos de crianza, Concepción, Ana María, Carlos, María de Jesús, Manuela y María de La Paz, quienes le han dado la dicha de muchos nietos.
Don Raúl dice con nostalgia que aquella vida tan hermosa en aquella Paz de antaño es incomparable, que ahora tambiún se vive con comodidad pero se han perdido muchos valores y otras cosas; que debido a que viajaba constantemente vivio con su familia un tiempo en Mazatlán Sinaloa, y después otra temporada, en Guaymas Sonora y luegro regresó nuevamente a su amada tierra La Paz, a vivir definitivamente en el barrio El Manglito donde nació y fue tan feliz. Toda si vida fue hombre de mar. Siempre tenía una canoa para pescar cuando regresaba de viaje y se quedaba en tierra por algú periodo de tiempo. Luego entró a trabajar con Don Eduardo Ruffo en al terminal San Antonio, cuando tenían el trasbordador San Antonio, y cuando éste se hundió él continuó trabajando de celador en el mismo muelle hasta su jubilación. De los señores Ruffo con quienes trabajó toda su vida en sus barcos mercantes y de pasaje guarda infinito agradecimiento y respeto, porque fueron y son muy buenos patrones. Los Ruffo, dijo, van de la mano en la historia de sudcalifornia, porque la Perla de La Paz, tiene ciento cuarenta años de fundada, pero según los mayores desde 1824 don Antonio Ruffo Batagglia ya navegaba en su barco “EL San Antonio”;, por el golfo de california y al finalizar la trercera decada del siglo XIX, se quedó en La Paz y puso la primer panadería, ya que su oficio era panadero. Fue un brillante hombre visionario y de negocios. Termino diciendo Don Raúl Tapiz, añadiendo que su adorada esposa ya rindio cuentas al creador y el vive con la bendicion de Dios bajo el amparo de sus hijos y demás familiares, en la tranquilidad de su hogar, hundido en sus recuerdos, y dándole gracias a Dios que le permite contemplar cada amanecer en esta tierra que lo vio nacer.
POR EL PLACER DE ESCRIBIR....RECORDAR..Y.. COMPARTIR...

domingo, 25 de febrero de 2018


LA PAZ QUE SE PERDIO
POR
MANUELITA LIZARRAGA ALCARAZ
“FITO SAVIN…EL NIÑO SABIO DE LA PAZ”
·         ADOLFO SAVIN ROMERO ES SU NOMBRE.
·         3 AÑITOS TENIA “FITO” Y SABIA LEER Y ESCIBIR PERFECTAMENTE SIN QUE NADIE LE HUBIERA ENSEÑADO
·         EL NIÑO SABIO, LE DIO RENOMBRE A LA PAZ POR LA DECADA DE LOS 40.
·         EL GENERAL LAZARO CARDENAS DEL RIO, PRESIDENTE DE MEXICO, LO ADOPTO Y SE LO LLEVARON A MEXICO A LOS 7 AÑITOS, PARA SU MEJOR DESARROLLO.
·         FITO SAVIN…. ¡ESTA HECHIZADO O POSECIONADO DEL DEMONIO!.... DECIA LA GENTE EN AQUEL TIEMPO
...Fue por la década delos 40… terminando la gran sequía del 33, cuando la segunda guerra mundial, y el auge y la jauja en la paz, iniciaba con la pesca del tiburón recién acabada la pesquería de la madre perla en la paz… Y fue un acontecimiento insólito lo del niño sabio que llenó de orgullo a la familia Savin Romero, y a los sudcalifornianos… El niño sabio, decía la gente con gran orgullo Fito un niño sabio en la paz es el hijo del pescador, circulaba de boca en boca de los asombrados habitantes de aquella época. En la humilde vivienda construida de troncos y techumbres de palma, enclavada frente al mar en las afueras de la paz, al sur de la ciudad, Fito el niño genio vivía con sus padres Don Adolfo Savin de oficio pescador, y María Romero Gerlado, además de sus hermanos; Aurora, Berta, Ángel, Eduardo, Eva y Deyanira.
3 añitos tenía el pequeño Adolfo cuando su padre descubrió que el niño con un libro en sus manos leía perfectamente algunos párrafos… ¡NO PODIA DAR CREDITO A LO QUE VEIA Y ESCUCHABA! Pero si el niño ni siquiera a párvulo asistía porque no estaba en edad, y su madre no sabía leer ni escribir; Don Adolfo tomó a Fito lo sentó en sus piernas, y lo puso a leer otras páginas del libro y el niño leyó perfectamente todo con acentos puntos y comas. ¡Corrió como reguero de pólvora la notica del niño sabio en la paz!... y hasta aquella humilde casita llegaban gentes de todas partes a conocer al niño genio. Le hacían preguntas, le dictaban párrafos de diversos temas, sumaba, restaba, multiplicaba, divida, sacaba la raíz cuadrada perfectamente a la memoria en grandes cartulinas, sin escribir al pizarrón o en cuadernos.
Cuenta Don Antonio Domínguez Murillo, que vive en el rancho el tepetate, que el niño sabio no solo escribía, leía y sumaba, que también adivinaba; que estuvieron juntos en la escuela y que en una ocasión le dijo Fito a su maestra “ señorita, escriba usted en el pizarrón y le voy a adivinar todo lo que escribió. Y que el niño se volteó de espaldas al pizarrón y dijo perfectamente todo lo que la maestra había escrito, luego borró, y le puso cuentas resolvió todo muy bien para asombro de todos”.
Mi padre de crianza Don Raúl Tapíz Savin decía que Fito es su pariente, porque según se cree aún vive gracias a Dios y radica en ensenada, y que en aquellos años un revuelo había en la paz por el niño sabio, y que a Fito lo llevaban a varias partes de la república mexicana y hasta Estados Unidos y a otras partes del mundo fue a dar conferencias y que el presidente de México general Lázaro cárdenas supo del niño genio de la paz y mandó por él, para protegerlo y fuera encausada debidamente su inteligencia con personas capacitadas, a lo que sus padres después de muchas batallas accedieron.
Continuaba narrando aquel aguerrido lobo de mar don Raúl tapiz, que todo iba muy bien allá en México con el niño sabio, bajo la protección del presidente Cárdenas, pero que cuando Fito tenía 11 o 12 años esa habilidad mental extraordinaria desapareció y Adolfo el niño sabio fue un niño normal eso sí muy inteligente, y estudió para piloto y que hasta donde él sabe sufrió un accidente aéreo  que lo lastimó de la columna y que radicaba en Ensenada Baja California sur.

… Fito el niño prodigio de la paz… le dio lustre y renombre a Sudcalifornia por aquellos años de la década de los 40... Y no se ha vuelto a dar otro fenómeno igual…. El apellido Savin, es de gente sabia e ilustres personajes de la paz, con mucha historia...


…Por el placer de escribir…. Recordar…. Y…. Compartir…

Esta crónica fue publicada hace más de quince años en los medios de comunicación masivos de mayor prestigio en La Paz B.C.S.





martes, 20 de febrero de 2018

LA PAZ QUE SE PERDIO
POR MANUELITA LIZARRAGA ÁLCARAZ
“EL PADRE FRANCISCO MARIA PICCOLO...MISIONERO JESUITA, FALLECIO EN LORETO EL 22 DE FEBRERO DE 1729”.
• EL PADRE PICCOLO, FUE EL FUNDADOR DE LA PRIMER MISION DE SAN FRANCISCO JAVIER.
• EL ATLANTE Y APOSTOL, MAESTRO Y MUY ADMIRADO PADRE JUAN DE UGARTE, LA CONSTRUYO NUEVAMENTE DESPUES DE QUE LA QUEMARON LOS ANTIGUOS CALIFORNIOS; Y SU OBRA APOSTOLICA, DIGNA DE INCOMNIO Y POCO DIFUNDIDA.
• EL PADRE MIGUEL DEL BARCO, FUE EL CONTINUADOR, RECONSTRUYO LA ACTUAL MISION, MAGNIFICA OBRA DE SUS MANOS, QUE AUN PREVALECEN, Y PODEMOS ADMIRAR CON ASOMBRO...PATRIMONIO HISTORICO DE LA HUMANIDAD. DESDE LUEGO QUE SIN LA VALIOSA AYUDA DE LOS INDIOS CALIFORNIOS, NO HUBIERA SIDO POSIBLE LA CONSTRUCCION DE LAS MISIONES.
El punto de arranque del fenómeno sociocultural de la península y de modo especial de Baja California Sur, es sin duda alguna el periodo jesuistico en estas tierras benditas de Dios. Miembros de la compañía de Jesús, formados en la disciplina, la entereza, y la entrega total a una causa. La mayoría de los padres jesuitas de la antigua California, por sus obras en estas tierras merecen un retrato histórico individual, aunque muy poco hay escrito sobre sus personas; pero si mucho de sus obras, con las 18 misiones que fundaron los operarios de la reducción de 1697, a febrero de 1768, año de su expulsión de la península sudcaliforniana.
Por ser el aniversario el anterior 22 de febrero de la muerte del padre Píccolo, 289 años, exactamente, quién murió en Loreto en el año de 1729 a los 79 años de edad, según crónicas; y después de 46 años de fructífera tarea apostólica en las misiones de la Tarahumara, Sonora, y California. El padre Francisco María Píccolo arribó a Loreto el sábado 23 de noviembre de 1697 conduciendo la Galeota destinada para la misión. El padre Píccolo nació en Sevilla e ingresó a la compañía de Jesús y entró a México siendo aún muy joven, y de ahí fue enviado a las misiones de la Tarahumara en donde trabajó doce años con mucho fruto a idólatras al cristianismo, construyendo templos, y mejorando las costumbres de los cristianos. Pasó a la California en 1697 siendo un valioso apoyo para el padre Salvatierra en los 31 años que aquí estuvo en el cristianismo naciente.
En el mes de Mayo de 1699 el padre Francisco María Píccolo penetró las sierras y fundó la Misión de San Francisco Javier el 11 de junio del mismo año, situada en las serranía de la california, a nueve leguas de distancia de la misión de nuestra señora de Loreto, y a escaso año y medio de haber sido fundada ésta por el padre Juan María de Salvatierra. Iniciando el padre Píccolo con numerosos bautizos de párvulos y doctrinando a los adultos para luego bautizarlos, y el primero de noviembre fue dedicada esta misión de San Francisco Javier por el padre Juan María de Salvatierra.
Cabe destacar que la misión fundadora de San Francisco Javier la destruyeron los indios de Viggé Biaundó con todos sus implementos, instigados por guamas. En el año de 1703 el padre Ugarte quedó de misionero, quien con extraordinario celo fundó nuevamente la misión de San Francisco Javier la que prevaleció hasta el año de 1744; y que por estar en ruinas, el padre Miguel del Barco construyó la actual misión iniciándola ese mismo año que se menciona, y concluyéndola en abril de 1758.
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LA PAZ QUE SE PERDIO
POR MANUELITA LIZARRA ÁLCARAZ
“PROFESOR NESTOR AGUNDEZ MARTINEZ...LA CASA DE LA CULTURA EN TODOS SANTOS LLEVA SU NOMBRE”.
• COMO UN HOMENAJE EN MEMORIA DEL AMERITADO E ILUSTRE MAESTRO.
• EL CECYT 02 LLEVA SU NOMBRE EN TODOS SANTOS.
• NACIO EN TODOS SANTOS BAJA CALIFORNIA SUR EL 22 DE FEBRERO DE 1925.
El anterior viernes 19 de Abril, la población de Todos Santos estuvo de plácemes y con ella todos los habitantes del estado de Baja California Sur con motivo del merecido homenaje rendido al maestro Néstor Agúndez Martínez...el alma de la cultura en Todos Santos; quien egresado de la Normal Campesina ha dedicado toda su vida a formar profesores de vocación comprometidos con la sociedad... “El Ruiseñor de Todos Santos” Néstor Agúndez es ejemplo y guía de muchas generaciones y jóvenes maestros que le han seguido las huellas en los surcos que ha ido dejando en el camino labrado desde las primeras letras hasta ampliar el horizonte cultural de todos los que se identifican con la gigantesca figura del profesor Néstor, a través de los tiempos en la cultura y las artes. Me es muy satisfactorio escribir algunos aspectos interesantes sobre la vida y obra de un maestro tan notable, hijo predilecto de nuestra tierra sudcaliforniana, Don Néstor Agúndez Martínez “El sonetista de Todos Santos”, maestro preclaro de generaciones ya maduras y de ese gran semillero que está atenta a incorporarse a la vida social del país...LA JUVENTUD.
Desde el oasis tropical, denominado Todos Santos, la Cuernavaca sudcaliforniana, brota para la humanidad entera un manantial de frescura crónica, pintando el paisaje natural y cultural de nuestra tierra. Néstor Agúndez Martínez, el escritor, el narrador de cuentos, el sonetista, el reportero, el analítico e incansable luchador político y social, se eleva por entre el mar erizado de palmeras de ese trópico, y se transmuta en papel y tinta para reproducirse en el corazón y la inteligencia de aquellos quienes amamos la cultura. “LAS VOCES DE NESTOR...UN POETA UNIVERSAL”, titulada así la voluminosa tesis profesional conteniendo gran parte de la obra escrita del maestro Néstor Agúndez, que presentaron a la Escuela Normal Superior para obtener el título de licenciatura en educación media en el área de español las señoritas: María de los Ángeles Contreras Verdugo, Graciela del Carmen Ochoa Herrera y Rosa Elia López Cruz.
Gobernaba el territorio de Baja California Sur el señor Carlos M. Esquerro, cuando una fría mañana de invierno del día 22 de febrero de 1925, en el risueño pueblo de Todos Santos B.C.S. en el humilde y honroso hogar formado por los señores Benito Agúndez Manríquez y Margarita Martínez Sánchez, entre las morenas manos de la comadrona del pueblo nació a la vida el pequeño Néstor, llevando el viento el eco del fuerte llanto del niño por campos y serranías quedando su esencia en el ambiente todosanteño, como presagio de lo que él sería en el futuro: EL ALMA DE LA CULTURA Y LAS ARTES DE TODOS SANTOS. La infancia de Néstor transcurrió felizmente entre cañaverales, trapiches, molinos de cañas, panocha de gajo, melcochas y tantas cosas bellas de ese lugar de ensueño TODOS SANTOS. Cuando de la mano de Doña Margarita iba al párvulo, el primero que fundó la ilustre profesora Rosaura Zapata en 1928, los inquietos ojos de Néstor quedaban fascinados al contemplar las carretas cargadas de caña, tirada por briosos corceles rumbo a los cinco molinos con sus trapiches que había en esa época y sobre todo por aquellos aromas.
Néstor realizó sus estudios primarios en la Escuela Melitón Álbañez No. 7, siendo su maestra de sexto año Columba Salgado Pedrín de quien guarda gratos recuerdos y a quien le debe el haberse recibido de maestro de primaria egresando de la Escuela Normal Regional Campesina en San Ignacio Baja California Sur, continuando sus estudios en el H. Instituto Federal de Capacitación del Magisterio, de donde egresó en 1957. Siendo alumno de tercer grado impartía clases de dibujo y danza regional a diversos grupos de la misma institución, titulándose con honores distinguidos, por la bravura y seguridad con que defendió su tesis profesional: “LOS PROBLEMAS MORALES DE LA COMUNIDAD Y LA ACCION DE LA ESCUELA”, tesis que fue integrada a la Dirección Educativa Federal en el Territorio de Baja California Sur como un documento de consulta. Néstor Agúndez, durante 17 años laboró como maestro de educación primaria en su tierra natal, Todos Santos, con el propósito de servir a su pueblo, promovió junto con otros maestros y profesionistas de la población, así como alumnos, la construcción de la Escuela Secundaria Federal “Educadores de Baja California” en la que fue subdirector donde impartió lengua y literatura española, dibujo técnico, danza, civismo, geografía, historia y modelado. Formó asimismo un grupo de teatro y un grupo de danza, y creó el taller de artesanías y pintura al óleo.
Con la finalidad de lograr una mejor superación tomó un curso de orientación de enseñanza audiovisual, y en 1960 ingresó a la Escuela Normal Superior de Nayarit donde cursó la especialidad de Maestro en Lengua y Literatura Española, obteniendo su título con un alto promedio como maestro de maestros de lengua y literatura española, en 1969; así como realizó un curso sobre industrias agropecuarias, horticultura, relaciones públicas y humanas y de divulgación agropecuaria. Néstor Agúndez se distinguió además por su espíritu de servicio social. En 1943, durante la visita a la población de Todos Santos del General Francisco J. Mujica, para recibirlo, organizó un magnifico festival actuado por los niños al aire libre, lo que agradó tanto al mandatario, que les ofreció construirles un teatro, lo que cumplió y fue así como se construyó el Teatro Manuel Márquez de León orgullo de todos los sudcalifornianos. Asimismo, el profesor Agúndez Martínez organizó una gira artística por varios poblados para recaudar fondos para la construcción de un hospital, con su propia compañía teatral integrada por jóvenes dinámicos de la población. Hospital que se logró, y a sugerencia de él se le puso el nombre del doctor Pedro Cota Domínguez. Participó activamente en la junta pro electrificación del pueblo de Todos Santos. Asimismo, promovió la fundación de la casa del estudiante, la cual dirigió durante 20 años de manera voluntaria y sin recibir sueldo alguno. Durante el gobierno del licenciado Hugo Cervantes del Río promovió la construcción de una cancha deportiva para los jóvenes del pueblo, lo que logró, ya que estaba por celebrarse el 25 aniversario de las olimpiadas territoriales.
El profesor Agúndez, gestionó ante el licenciado Ángel Cesar Mendoza Arámburo la construcción de la Casa de la Cultura en 1976, y en 1996 cambia de nombre transformándose en “EL CENTRO CULTURAL SIGLO XXI”, la que el profesor Néstor considera su máxima realización. Asimismo, integró y dirigió el Comité contra la Desnutrición Infantil, ahora DIF. Dentro de las actividades artísticas y culturales, el profesor Néstor Agúndez Martínez se propuso desde que se inició como maestro en 1943, laborar voluntariamente como promotor y defensor de la cultura. Preparaba programas artísticos con los niños de las escuelas donde laboraba y los presentaba periódicamente en el teatro Manuel Márquez de León deleitando a los habitantes de su pueblo. Posteriormente pasó a laborar a la Escuela Secundaria “Educadores de Baja California”, donde tuvo mejores oportunidades para realizar labor artística y cultural y organizar un club de teatro y danza que él mismo escribió, montó y dirigió por muchos años sobresaliendo entre los clásicos literarios musicales: HOMENAJE A LAS MADRES DEL MUNDO; la vida activa de nuestra escuela, homenaje a la canción mexicana popular, homenaje al maestro mexicano, homenaje a la bandera nacional, homenaje al soldado mexicano, homenaje a la niñez y juventud de México. Cuando laboró en la Ciudad de La Paz de 1944 a 1945 por las tardes asistía a la escuela de teatro que dirigía el maestro don Tereso de Sandozeki, donde junto con la maestra Gloria Carballo, preparaban programas masivos los que presentaban los sábados en la Cancha del Cuartel Militar, dedicadas las funciones a las familias de los soldados. También llevaban estas presentaciones a las familias de los barrios de la ciudad.
En septiembre de 1945, el profesor Néstor Agúndez regresa a Todos Santos donde se integra a la Escuela Primaria General Melitón Álbañez una vez más como maestro de tercer año, continuando con su labor social y cultural hasta su jubilación en 1993, después de 50 años en el servicio escolar. El sonetista de Todos Santos, nunca recibió capacitación como maestro de teatro y danza, y sin embargo, se las ingeniaba para montar obras de teatro, para crear sus propias coreografías; eran promocionados en su pueblo gran cantidad de espectáculos artísticos y culturales, aprovechando los espacios con que cuenta, así como más de 35 obras publicadas y ha colaborado en los órganos periodísticos...distribuía las revistas sucesos para todos; México al día y todos; colaboración en Excélsior en 1960; durante 12 años en Letras de Baja California; durante más de 30 años ha colaborado en diversas revistas y periódicos de La Paz de gran prestigio. El profesor Néstor Agúndez por su vocación y entrega de servicio ha sido merecedor a la medalla Rosaura Zapata, a la que renunció cediéndola a su maestra de primaria Columba Salgado Pedrín como un homenaje de admiración respeto y agradecimiento, porque a ella le debe el hecho de ser maestro; así como recibió más de 25 reconocimientos por todos sus méritos logrados en bien de los demás.
Son incontables las participaciones del maestro Néstor en concursos literarios de los que ha salido ganador. Siempre ha logrado lo que se ha propuesto, rebasando las metas fijadas. Está agradecido de sentir la amistad auténtica de muchísimos seres humanos de diversas partes del mundo, amistad que valora, respeta y atesora con amor y afecto muy humano. Se siente feliz de contar con el cariño y respeto de los niños de las actuales generaciones que acuden al centro cultural siglo XXI proyecto que ha sido su máximo anhelo y lo va logrando poco a poco por el bien de nuestros niños y jóvenes, haciendo suya la voz del ilustre mexicano de todos los tiempos licenciado don Benito Juárez “MI CONSCIENCIA ME DICE QUE DEBO AFRONTAR TODAS LAS DIFICULTADES”.
...¡felicidades preclaro maestro auténtico de vocación...hay mucho más que escribir sobre el profesor Néstor Agúndez pero el espacio se nos acorta!
Por el placer de escribir…Recordar…Y compartir…
LA PAZ QUE SE PERDIO.
POR MANUELITA LIZARRAGA ALCARAZ.
DOMINGA G. DE AMAO...PERIODISTA, POETA Y ESCRITORA...FLOR DEL CAMPO PENINSULAR.
• EN SU 106 ANIVERSARIO DE SU NATALICIO.
• UN JARDIN DE NIÑOS LLEVA SU ILUSTRE NOMBRE… DOMINGA GONZALEZ MORALES… EN LA COLONIA MANUEL MARQUEZ DE LEON ENTRE OTRAS COSAS…
• PONENCIA PRESENTADA POR MANUELITA LIZARRAGA EN LA SEPTIMA LITERATURA REGIONAL ORGANIZADA POR LA UABCS
Aquella noche de plenilunio...20 de Febrero de 1912...en el pintoresco pobladito “El rinconcito”, junto al valle perdido, jurisdicción del Real de San Antonio Baja California Sur, el hogar del matrimonio formado por el ganadero Don Simón Wenceslao González y Antonia Morales Avilés, se cimbró con el llanto de la niña que nacía a la vida entre las morenas manos de la comadrona del pueblo...llanto, que como el alegre trinar del ruiseñor cantándole a la vida se confundió entre el eterno silbar de la alta chimenea del mineral del triunfo y los ruidos propios del mina “La Sin Rival” de las inmediaciones del valle perdido alegrando el corazón de sus padres y a la que por nombre pusieron DOMINGA.
Álgidos tiempos revolucionarios y políticos se vivían en todo el país, y por consecuencia en el territorio peninsular...armadas perleras inundaban el mar...grandes vapores europeos fondeaban en la bahía en busca de las perlas del mejor oriente...los pueblos mineros, la ganadería y el comercio marítimo estaban en gran actividad...y en ese marco, entre sobresaltos y tiros de escopeta la amorosa madre mecía la cuna de cacaixtle que colgaba de las vigas del techo, arrullando tiernamente a la niña Dominga, que dentro de ella dormía. Ese año de 1912, el vicepresidente de la República Mexicana José María Pino Suarez visitó La Paz. Dominga daba sus primeros pasos cuando en 1913, la nación mexicana se estremecía con la noticia del asesinato del presidente de México, Don Francisco I. Madero y del vicepresidente Pino Suarez, consternando a la población de La Paz originándose la revuelta entre Orteguistas y Federales.
A temprana edad, Dominga dio muestra de su preclara inteligencia ante el regocijo de sus padres y su hermano Pedro...entre el polvo del valle perdido y la bruma del tiempo quedaron plasmadas las pequeñas huellas de Dominga, así como las voces y risas cantarinas de sus juegos infantiles que se las llevó el viento entre praderas, campos y serranías. En aquel marco de movimientos armados en la Península, la niña crecía... y así, se promulgó la Constitución de Nuestra carta Magna en 1917 contando Dominga apenas con cinco añitos. Su padre, don Simón Wenceslao tenía la ilusión de que sus hijos tuvieran una mejor educación, por lo que les llevaba hasta su hogar personas preparadas para que les enseñaran; pero la fatalidad se ensañó en aquél hogar, y una fría tarde de invierno, el padre de Dominga falleció cuando ella aún era muy pequeña.
Doña Antonia, su madre, mujer de temple y luchadora tuvo que hacerle frente a la vida y se trasladó a Cabo San Lucas en busca de trabajo y del amparo de su familia. En ese año de 1920, sucedió un hecho histórico en La Paz; por plebiscito, resultaba electo por el pueblo el primer gobernador, Don Agustín Arriola Martínez quien dio gran impulso a la educación y al desarrollo de Baja California Sur entre otros rubros; mientras que Dominga cursaba su primaria en Cabo San Lucas, lugar que le parecía tan bello a la niña, ya que la casa mas bonita, grande e importante de ese lugar de pescadores, era la de las “golondrinas”, propiedad de Don Julio Gómez Ritchie, quien fue el inventor de licor de damiana; allí estaba una agencia de correo con sus diligencias tiradas por briosos corceles y en sus alforjas traían la correspondencia desde La Paz, lo que tardaban 15 días y llamaba la atención de la niña ya que era gran amiga de la familia Gómez Ritchie y sobre todo de las 9 niñas que don Julio tenía. Entre aquellos arroyos perfumados a damiana, orégano y brisa del mar, Dominga pasó su primera infancia en Cabo San Lucas jugando en las orillas de las playas con los lobos marinos y las focas, deleitando su mirada contemplativa con el avistamiento de ballenas, y sintiendo gran pesar cuando los japoneses las cazaban y arponeaban indiscriminadamente, así como saqueaban los mares de las especies mas finas y mataban el tiburón para comerciar con su aceite; pero también gozaba al ver pasar los grandes vapores rumbo a San José del Cabo donde cargaban mucho ganado, frutas, guacales de cacaixtle repletos de quesos, verduras y productos propios de la región. A la niña le encantaba disfrutar y sentarse en las vértebras de ballenas que acostumbraban los habitantes de Cabo San Lucas poner como bancos en las banquetas así como jugar en el hermoso médano y aquel barco quemado donde había cantidad de caguamitas, acompañándole en sus juegos infantiles sus inseparables amiguitas, Mercedes y Martha Ceseña.
Doña Antonia, madre de Dominga y Pedro, preocupada por la educación y superación de sus hijos se trasladó a La Paz, la que le pareció a la niña muy hermosa, con su bahía de cristalinas aguas inundadas de embarcaciones de vapor y vela, así como de molinos de viento y huertos con arboles frutales y donde Dominga continuó su primaria en la escuela 48, la que estaba ubicada en la casa de la familia Amao en Revolución y Juárez, siendo su maestra Lupita Avilés. Luego continuó estudiando en la escuela No. 2 y de las compañeras que recuerda, son a las hermanas Ruibal, Laura, Elena, María Luisa y Carmen quienes con gran entusiasmo estudiaban música como era la costumbre con el profesor Tereso Hernández. Hermosos recuerdos guarda Doña Dominga de la ameritada maestra Rosaura Zapata Cano de quien fue muy amiga uniéndoles un gran cariño ya que impulsó sus inquietudes artísticas, siendo Dominga integrantes de la estudiantina que se presentó en el Teatro Juárez. La profesora Concepción Casillas Seguame, así como Soledad, su hermana, también fueron sus maestras. Dominga, desde temprana edad sentía inquietud por las letras, ya escribía versos a sus maestros y a su adorada madrecita en esa época, adoraba el libro “Aladino” que Rosaura Zapata le regaló enviándoselo desde la Ciudad de México ya que mantenía correspondencia constante y directa con la emérita maestra.
En aquella Paz tranquila y hermosa, de molinos de viento, de música y de romance donde todos sus habitantes eran como una familia, Dominga rodeada del cariño de su familia, maestros y amigos arribó a la edad de las ilusiones. Y el amor llegó a su vida despertando aún más el ruiseñor que llevaba en su corazón para cantarle a la vida, a su pueblo, a la juventud, a la niñez, al amor y las buenas costumbres a través de sus versos...ella recuerda que durante un viaje que realizó en compañía con su madre al “Boleo” en Santa Rosalía cuando estaba en todo su apogeo la extracción de cobre por compañías francesas Dominga conoció a su primer y único amor transformando su vida, el joven ganadero Don Loreto Amao, quienes después de un bonito romance apegado a las buenas costumbres de la época se unieron en matrimonio en San Antonio, Baja California Sur, donde radico por muchos años hogar que Dios bendijo con 4 hermosos retoños: Alba, Cesar, Otto y Loreto Hugo; empañando su felicidad la muerte del pequeño Cesar a la edad de 5 años. El inmenso amor a su esposo e hijos, y de forjar los valores vitales de la familia, nutre la sensibilidad y calidad humana de Dominga y surge en su alma la poesía interna fluyendo la inquietud por prepararse combinando sus deberes de virtuosa esposa y abnegada madre, y estudia periodismo por correspondencia desde su hogar, coronando sus esfuerzos al recibir su credencial de periodista en 1961 otorgado por el Instituto de Capacitación del Periodista de la Ciudad de México.
Como abnegada hija cuidó de su madrecita hasta su ancianidad cerrando sus ojos en el lecho del sueño eterno. Apoyada siempre moralmente por su esposo, con quien compartió su vida más de 60 años, y quien falleció casi a los 92. Fue Dominga una dinámica periodista que sin recibir retribución alguna inundó los diarios de la época con sus colaboraciones informando a la comunidad oportunamente el diario acontecer, durante doce años. Estos fueron los medios en que ella colaboró: El Sudcaliforniano, La Voz del Sur, Tabloide, Guaycura y Nueva Era. En San Antonio dirigió el Instituto para la Infancia y la Familia siendo la primera presidente de DIF. Dominga fue del entusiasta grupo Fundadores de la Asociación de Prensa y Radio en 1967 (APYR), ampliando sus relaciones, colaborando en las revistas “Letras de California” (de Tijuana B.C.); “Palestra” y “California Gráfica”. Por su constancia y amor a las letras a Dominga G. De Amao en el año de 1987 las mujeres Profesionistas y de negocios le rinden un merecido homenaje en el Hotel Gran Baja, con la ceremonia de las “velas”, nombrándola “la mujer del año”, y otorgándole una constancia de reconocimiento. En el carnaval de 1992 doña Dominga es nombrada Valor Cultural del Año, lo que le dio gran satisfacción estimulándola a continuar escribiendo y cultivar ese natural arte dentro de su alma; y fluye la escritora, cantándole a la vida, a su tierra, a la juventud, a la niñez y escribe aportando a la sociedad en general sus dedicaciones y las flores de su pensamiento en las obras literarias: “Madrigales y cuentos”; “Confidente”; “Añoranzas”, “Arcoíris”, “Íntimo”, “Ocasos”, “Colección de cuentos cortos para niños”, “Antología”, “Ramillete”, “Dedicación familiar”, “Raulito y su abuelo”, “Ensayo nuestras raíces”, y la edición penúltima publicada el 21 de enero de 1999 a sus 87 años de edad escrito a su tierra natal “San Antonio”; obras editadas sin el apoyo gubernamental con su propio esfuerzo y el de su familia brindándole gran satisfacción y justo orgullo que sus libros se leen en las bibliotecas de Monterrey y Ensenada así como de esta ciudad capital; libros que doña Dominga obsequia a sus familiares y amigos donde da a conocer sus pensamientos, sus versos, crónicas y relatos definiendo los sentimientos para que los suyos se unan en el ideal de vivir en apego a sus raíces, respeto a la naturaleza y a un mejor mañana. En reconocimiento a sus méritos la Universidad Autónoma de Baja California Sur a través del Seminario de Investigación en LITERATURA REGIONAL, QUE DIRIGE DIGNAMENTE EL DOCTOR RUBÉN SANDOVAL, LE RINDIERON UN MERECIDO HOMENAJE EN EL MES DE MAYO DE 1999 DEL SIGLO PRÓXIMO PASADO, EN LA PRESENTACIÓN DE LA VII JORNADA DE LITERATURA REGIONAL QUE LLEVÓ EL NOMBRE DE DOMINGA G. DE AMAO, Y LA QUE FUE TODO UN ÉXITO DONDE PRESENTARON SUS PONENCIAS PRESTIGIADOS ESCRITORES SUDCALIFORNIANOS. SU BIÓGRAFA MANUELITA LIZÁRRAGA ALCARAZ EXPUSO LA PRESENTE SEMBLANZA
En San Antonio Baja California Sur, la biblioteca lleva su nombre, DOMINGA G. DE AMAO, como un homenaje al ruiseñor de aquella histórica tierra minera fundada por don Manuel de Ocio hace casi tres siglos. Por las empedradas callecitas de San Antonio existe la casita de adobe pintada de blanco arropada de perfumadas enredaderas donde felizmente vivió doña Dominga G. De Amao con su esposo e hijos y fue fuente de inspiración desde donde, cual ruiseñor, le cantaba a la vida a través de su escritura y de sus versos...en aquellas paredes de adobe quedaron plasmadas de voces y recuerdos de doña Dominga, quien fue fuente de inspiración del ameritado maestro Néstor Agúndez Martínez dedicándole en su libro “huellas de nuestro tiempo” editado en 1977 en el capitulo 5 “la voz del paisaje, un verso titulado “desde la cuesta”, a la estimada poetisa y amiga doña Dominga G. De Amao.
Cual reptil ondulando en la colina
Va el camino entre cactus y hondonadas
Bajo el sol, en las noches estrelladas
Y en la tarde que al orto se encamina.
Desde la cuesta el valle se domina
Las formas de Cerralvo calcinadas
Eternamente de olas coronadas
Entre el bermejo que unge la neblina.
Descendemos cual pájaro asustado
A la arteria de un pueblo hospitalario
Que es joyel en el monte aprisionado.
Es noble cual asceta solitario
Bregando con esfuerzo denodado
El pregona su afecto milenario.
...El invierno cuajó su cabeza de blancos y florecidos lirios...de su rostro, se esfumó la lozanía de la primavera...fundiéndose en el crisol de su arte literario, en el otoño de su vida, fluyendo once libros de amenas narraciones de Nuestra historia regional...en el ocaso, Doña Dominga nos ofrece su rostro sonreído como una margarita, y nos regala un libro más “Manojos de leyendas sudcalifornianas”...doña Dominga, con la satisfacción del deber cumplido, a través del cristal de su ventana, en la tranquilidad de su hogar...allá en su querido San Antonio, donde aun cantan las cigarras, brotan las amapolas y demás flores del campo, rodeada del cariño de sus 3 hijos, 17 nietos, 36 bisnietos, y 14 tataranietos y demás familiares y ve transcurrir el paso de los días, meses y años, leyendo, cultivándose enmarcada con el alegre trinar de los pájaros cantores...quizás musitando sus labios un mundo de oraciones con ese espíritu joven que siempre la ha caracterizado, envuelto en el ropaje de una muchacha antigua, dirá “señor mis pasos son ya lentos y el camino se acorta...poco a poco me vas acercando a ti”... ¡muchas felicidades doña Dominga G. De Amao!, gracias por concederme el privilegio de contarme entre sus innumerables admiradoras y amigas.
La estimada escritora falleció el 20 de Julio del 2005 a las dos quince de la madrugada en su tierra natal, el histórico San Antonio, donde después de ser velada en esta ciudad capital se ofreció una misa de cuerpo presente en la iglesia de San Antonio, y luego sepultada en su tierra. Se oficiaron de acuerdo a sus deseos tres misas por tres domingos consecutivos a partir del 24 de Julio, y el novenario en su memoria, inició el martes 26 del mismo mes, en donde fuera su hogar hasta su muerte, en esa localidad. Descanse en paz.
…Por el placer de escribir...Recordar…Y compartir…
LA PAZ QUE SE PERDIO
POR MANUELITA LIZARRAGA ÁLCARAZ
“DON FRANCISCO INDALECIO MADERO GONZALEZ”
EL APOSTOL DE LA DEMOCRACIA
• NACIO EL 30 DE OCTUBRE DE 1873 EN PARRAS DE LA FUENTE COAHUILA.
• FUE ASESINADO EL 22 DE FEBRERO DE 1913.
Los espíritus más fuertes y eminentes se han asombrado hasta el éxtasis de la ideal perfección de Don Francisco I. Madero. Es el hombre que se atrevió a romper las férreas ataduras del “porfirismo”. Tanto más fuerte cuánto que por su apariencia eran los lazos de felicidad de paz y de concordia que unían al pueblo mexicano. ¡Hay del que intentara tocarlos siquiera! Su vida fue breve pero fecunda en beneficio del pueblo de México. Don Francisco I. Madero vivió escasamente 40 años. Nació el 30 de octubre de 1873 en Parras de La Fuente, Coahuila. Sus padres fueron el opulento capitalista Don Francisco Madero y Doña Mercedes Gonzalez. Realizó su educación primaria y algunos más en el lugar de su nacimiento con los jesuitas de Saltillo; permaneció otro tiempo en Valtimore, Estados Unidos; y luego, cinco años en el Liceo de Versalles, Francia, continuando después en la misma nación para asistir a la escuela de altos estudios comerciales hasta terminarla. Recorrió las principales naciones de Europa y regresó a Norteamérica donde estudió en la Ciudad de Carolina el idioma Inglés. Tenía entonces apenas 20 años. Volvió al lado de su familia empezando a desarrollar trabajos agrícolas en San Pedro de las colonias. Trabajos inteligentes para los que introdujo semillas y maquinaria, que hicieron prosperar las regiones de la laguna, del nazos y tlahualilo. Hasta ahí su vida no es sino la de cualquier burgués acomodado más o menos instruido y diligente.
Hay que agregar para diferenciar ya profundamente la vida de Madero, de la de muchos ricos ignorantes, holgazanes y egoístas, que él tuvo empeño en establecer instituciones de beneficencia que sostuvo con su propio peculio. Centros de educación primaria para niños campesinos, que costeó la carrera en colegio de la región o extranjeros a jóvenes que tenían notorias aptitudes para el estudio. Que en su propio hogar encontraban albergue niños desamparados, y que los enfermos tenían atención médica y medicinas gratuitas proporcionadas por él mismo. Don Francisco logró el progreso económico de esa región y el bienestar general de sus habitantes. La vida de Madero se puede dividir en cuatro décadas de esta manera: los primeros 10 años para vivir en el hogar paterno, otros 10 años para estudiar y viajar; los siguientes para trabajar y hacer el bien a sus coterráneos y su última década la entregó hasta la muerte al servicio de su patria, he aquí una vida perfecta, hasta en la distribución de su tiempo. Poco antes de cumplir 30 años el señor Madero, el dos de abril de 1902, presenció en Monterrey aquel zafarrancho sangriento, con que el General Reyes disolvió un movimiento democrático, este suceso excitó su sensibilidad y definió su vocación; inclinándose desde entonces a trabajar activamente por la causa de la democracia en México.
El señor Madero, el hombre culto, trabajador, generoso, no pudo ver ni con serenidad ni mucho menos con indiferencia que una función cívica fuera objeto de una horrible carnicería. Y desde ese momento se propuso poner su inteligencia y su corazón al servicio de la nueva causa. En el año de 1905, aprovechando las elecciones municipales de San pedro de Las colonias, y de gobernador en Coahuila, congregó a sus amigos y formó con ellos el “PARTIDO DEMOCRATICO INDEPENDIENTE” y fundó también el semanario “EL demócrata” en donde empezó a escribir artículos de enérgica censura contra las autoridades dictatoriales de Porfirio Díaz. Ensanchando el radio de sus actividades políticas y para hacer triunfar una candidatura independiente al gobierno de Coahuila, buscó la colaboración de ciudadanos entusiastas que después de harían famosos en su lucha por derrocar a Porfirio Díaz: Don Venustiano Carranza, Don Serapio Aguirre, Doctor Rafael Cepeda, Doctor José María Rodríguez y el licenciado Aguirre Benavides, pero no era la lucha democrática la que haría triunfar la causa del pueblo; se impuso la dictadura, y todos los que se habían congregado en la justa pacífica fueron perseguidos por las autoridades no escapando el propio Madero, quien se convenció de que no eran las elecciones las que vendrían a cambiar la faz de las cosas.
Sin desalentarse por estos primeros fracasos, Madero siguió estudiando el problema político de México, y producto de estos estudios fue el libro que escribió y publicó al empezar el año de 1909, con el título de “LA SUCESION PRESIDENCIAL DE 1910”, libro que fue como una clarinada, en la que su autor habría de tomar parte activísima, su libro fue escogido con beneplácito por los hombres independientes preparando el terreno que pretendía, cual era la formación de un gran partido nacional que pudiera hacer frente y arrollar por su fuerza moral y numérica a los imposicionistas oficiales del gobierno de Porfirio Díaz desde luego formó el primer Club Antirreelecionista en San Pedro de las colonias, ayudado por su hermano Alfonso, (al cual le sacaron los ojos) y los señores Alejandro Martínez Ugarte, Catarino Benavides y Gabriel Calzada, poniéndose en contacto con otras muchas personas de la capital y de los diversos estados de la República. Considerando Don Francisco I. Madero que no era San pedro de las colonias el punto más adecuado para dirigir desde allí las actividades que tendrían que abarcar a toda la nación arregló sus negocios particulares y se trasladó a la Ciudad de México, en donde fundó el Partido Antirrelecionista. No pretendía el señor Madero que dicha agrupación llevara la vida que más o menos activa que el entusiasmo de sus afiliados quisieran y pudieran darle.
A parte de ramificar aquella institución por donde quiera, de crearle un órgano periodístico de celebrar mítines y manifestaciones, se dispuso a hacer él en persona una gira por las principales ciudades del país para hablar al pueblo y sacudir la consciencia de la gente, adormecida con el sopor del decantado progreso porfirista.
El 18 de Junio de 1909 inició su primera gira acompañado de su esposa y del ingeniero Félix. F. Palabisini, tocando primeramente la ciudad y puerto de Veracruz, en donde fundó un club y habló al pueblo. Siguió a Yucatán y desembarcando en Progreso y continuó para Mérida, lugar en donde encontró la franca ayuda de dos ilustres ciudadanos: el licenciado José María Pino Suarez, y el señor Alfredo Cámara Vale; el licenciado Pino Suárez era periodista, hombre de honradez acrisolada de espíritu de lucha que por la constate defensa que hizo de la justicia y de las clases humildes era muy estimado en toda la península y sumamente popular (el cual fue asesinado también). De Mérida siguió Madero a Campeche, luego a Progreso, Tampico y de allí a Monterrey y finalmente a San Pedro de las colonias, en la que terminó su primera gira fundando clubes y agitó fuertemente el espíritu popular con su verbo sencillo y convincente desprovisto de las galas oratorias. El gobierno porfiriano no se alarmó con esta primera gira del señor Madero; no le dio ninguna importancia, jamás creyó que su fuero adquirida en 30 años de dictadura, fuera destruida con las peroraciones de un hombre oscuro sin reputación militar o política. Más o menos lo dejó obrar, sin desatar sobre él la consigna de hostilizarlo fuertemente. Pero en Diciembre decidió el señor Madero realizar la segunda gira, esta vez por los Estados de la región del pacífico y salió de México acompañado de su esposa, del licenciado Roque Estrada y de su taquígrafo, toco Guadalajara en donde fue aclamado por sus partidarios de manera entusiasta y se siguió a Colima. En esta segunda Gira ya el gobierno porfirista empezaba a preocuparle la popularidad que Madero adquiría y dispuso que se le molestara en todos los lugares de su tránsito, amedrentando también para que no fueran a escucharlo. Se le tildaba de loco en los periódicos gobiernistas a aquel hombre decidido y patriota a quien la posteridad ha llamado con toda justicia EL APOSTOL DE LA DEMOCRACIA. En Colima se le empezó a hostilizar abiertamente impidiéndole imprimir volantes para anunciar al pueblo sus mítines. Se le negaba además localidad para verificarlo y finalmente se le impedía con ayuda de la policía que fuera escuchado por sus simpatizantes así el señor Madero emprendió su tercera gira por el resto del país, lo que vino a desencadenar en elecciones fraudulentas de Don Porfirio Díaz, y por consiguiente los inicios de la Revolución Mexicana de 1910.
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Fuente: La revolución Mexicana, Anales históricos 1910-1974 por el constituyente Jesús Romero Flores…