sábado, 22 de abril de 2017

LA PAZ QUE SE PERDIO
POR MANUELITA LIZARRAGA

“MAESTRA EMERITA...CONCEPCION CASILLAS SEGUAME...A 131 ANIVERSARIOS DE SU NATALICIO”.


            Para conocimiento de las actuales generaciones, dedico como un sentido homenaje esta semblanza, con motivo de su 131 aniversario de su natalicio, de la ilustre sudcaliforniana profesora Concepción Casillas Seguame, quien dedicó toda su vida a impulsar la educación enarbolando la antorcha del conocimiento, valores y superación en las juventudes, fundando escuelas primarias y superiores, donde se formaron generaciones de profesionistas que han contribuido al impulso del desarrollo de nuestro Estado de Baja California Sur. La Paz estaba en crecimiento en el siglo antepasado...hermosos edificios coloniales se iban erigiendo...la catedral de Nuestra Señora de La Paz estaba en sus inicios, y lucía sin torres...gobernaba el Distrito Sur el General Rangel...la vida transcurría lentamente entre sobresaltos y movimientos políticos...en el hogar formado por don Apolonio Casillas y Jesús Seguame, ubicado a un lado del antiguo palacio de Gobierno, en Madero e Independencia donde es ahora una prestigiada farmacia, la cálida mañana del 26 de abril de 1886, el fuerte llanto de una robusta niña rompió el silencio y la monotonía, naciendo a la vida entre las morenas manos de la comadrona del pueblo, inundando de dicha el corazón de sus padres a quien por nombre pusieron Concepción; y ante la alegría también de sus hermanos Refugio, Rafael, José, Soledad y Manuel.

            Conchita fue bautizada en la parroquia de Nuestra Señora de La paz, siendo su madrina su hermana mayor, Refugio. Los primeros años de su infancia conchita los vivió en La Paz entre aquellos aromas a exquisito pan, ya que su padre don Apolonio Casillas era de oficio panadero, y tenía su propia panadería a un lado de su hogar, en aquella Paz, de las perlas, del emporio minero, de huertos y molinos de viento. Su madrina Refugio Casillas de Villarino, se fue a vivir a la heroica Mulegé, tierra de bragados hombres que defendieron la península en la invasión extranjera sufrida en 1847. En esa histórica tierra conchita cursó sus estudios primarios. Por asuntos de trabajo del esposo de su madrina, se trasladaron a la ciudad de Hermosillo donde vivieron por algún tiempo, y donde conchita continuó preparándose. Latía en su alma la vocación de maestra. Al enviudar su hermana y madrina se vinieron a vivir a La Paz, a inicios del siglo pasado. Era la época del porfiriato de tristes recuerdos, en 1904. Sus padres compraron el terreno en 5 de mayo 416, el que antes fue el numero 39, donde edificaron la casa familiar de dos plantas, y donde vivió conchita toda su vida. También el teatro cine Juarez estaba en sus inicios, así como el antiguo palacio Municipal construido por el ing. Cartógrafo don Alfredo Sabin Cota

            En ese mismo año de 1904, el primero de julio, en reconocimiento a su capacidad, dedicación y esfuerzo, la señorita Conchita recibe el nombramiento de ayudante de escuela primaria superior con grupo elemental, iniciándose así su carrera en el magisterio, demostrando sus dotes y vocación de maestra. Y al término de tres años le otorgan el nombramiento de curso superior, cursos instituidos en 1912 a iniciativa del entonces Presidente de la República Mexicana  don Francisco Indalecio Madero. En ese mismo año de 1912, la profesora Conchita fue nombrada directora interina de la propia escuela Superior, y años después recibe el nombramiento de directora efectiva y profesora de materias especiales. La profesora conchita continúa preparándose en la escuela Normal que funcionaba en aquella época en el territorio sur, ampliando sus conocimientos para hacerlos llegar a la niñez que estaba a su cargo. En la segunda década del siglo pasado, fundó la Escuela Primaria Particular “Fiat Parroquial Luz”, en donde trabajaban las profesoras María Gallo de Ballín, y Lucila Ríos Márquez. Escuela que fue cerrada por motivo de las persecuciones. Luego, la señorita conchita entró a trabajar como secretaria al Tribunal Superior de Justicia y en la Escuela Normal para Maestros, así como daba clases de gimnasia en algunas primarias….continuará

            Cuando se cerró el Tribunal Superior de Justicia, la profesora Conchita entró a trabajar algunos años como secretaria en las oficinas de La Perla de La Paz, y daba clases particulares a algunos niños, entre ellos a los hoy empresarios de reconocido prestigio, a los hermanos Ruffo Azcona. En 1938, llegó a La Paz a gobernar el Teniente Coronel Rafael M. Pedrajo, quien fue constituyente de la constitución de 1917, le acompañaba su esposa y dos hijos Rafael y Concepción, quien preocupado por la educación de sus hijos, preguntó si no había escuela particular, y no faltó quien le dijera de la amplia trayectoria educativa de la señorita Concepción Casillas Seguame, y de inmediato fue a su casa a proponerle a creación de una escuela particular. Para lo que ella aceptó y fundó la escuela particular incorporada 20 de Noviembre de 1910, de gran prestigio en La Paz, la que inició operaciones el 1 de septiembre de 1940, formando generaciones de niños que hoy peinan canas y entre los que se recuerdan de los fundadores que aun viven  Lic. Héctor Castro Castro, Aida y Raúl Vonborstel, Lupita y Rosita Isáis, Irma e Ivette Olguín, Nena Tuchman, Yolanda López, Rafael y Concepción Pedrajo, María Luisa de Santana, entre otros.  La escuela 20 de Noviembre concluyó sus operaciones a inicios de los años 70.


            El 1 de enero de 1946, llegó a La Paz en el barco “El Araguan” a gobernar el territorio, el general Agustín Olachea, quien formó su gabinete con gente nativa de este territorio, y trajo en su programa fundar escuelas especiales de carreras cortas. En ese tiempo fue delegado de Educación el profesor Jesús Castro Agúndez, naciendo el 1 de septiembre de 1947, la escuela de enseñanzas especiales numero 27, donde la señorita Conchita, fue fundadora, y desde sus inicios figuró como directora hasta su jubilación en 1971, aunque toda su vida cobró sueldo de subdirectora, a pesar que tenía cargo de directora. La plantilla de maestros fundadores, fueron: Estela Piñeda Santana, Rosa María Sánchez de Torreblanca, Doctor. Francisco Cardoza Carballo, Emilio y Gilberto Mendoza, Lorenzo López Gonzalez, Leonor Castro Brau, José María García Lugo, Licenciado Manuel Torre Iglesias, José Torre Iglesia, Alfredo Green Gonzalez, Consuelo Batís Ríos, Rebeca Cosío Camacho, Humberto Muñoz Zazueta, Rodolfo Navarro Ojeda, Ema Osuna, Julia García, Ramona Agruel de Santana, Aurora de los Angeles Cuenca, Alejandrina, Angelita y Susana Cota Carrillo, así como Luis Rodríguez Chávez, quienes impartían las diferentes materias. Mención especial merecen asimismo, las señoras que prestaban sus invaluables servicios de intendencia, doña Ignacia Aguna de Estrada quien fue una artista de las manualidades y a quien cariñosamente le llamaban Nachita, y Justina Espinoza.

            Las señoritas graduadas de la primera generación 1947 – 1950, cuya relevante ceremonia fue en el Teatro Cine Juarez, de la carrera de secretaria: Gloria  Ruiz Castro, Dolores Famanía Chávez, María de Jesús Pérez, Rosario Castro Castro, Yolanda Avilés Hirales, Gloria Fiol Gonzalez, Cecilia Gastelum Romero, Mercedes Cosío Cota, Alicia Zavala Díaz, Lidia Pereira Noriega, Josefina Avilés Flores y Columba Martínez Beltran. De la carrera de corte y confección: María del Carmen Romero Lucero, Inocencia Avilés Flores, Alicia Rodríguez Cota, Emma Siqueiros, Lucia Espinosa, Beatriz Cortés Uribe, Lucina Hall y Beatriz Santana Lerma. La señorita Conchita les daba alojamiento en su propia casa a señoritas de escasos recursos que tenían inquietud y necesidad de superarse, procedentes de diferentes lugares del territorio, principalmente Villa Constitución, Todos Santos, Los Planes, San José del Cabo, y rancherías aledañas, llegando a hospedar hasta doce muchachas. Con la finalidad de que las alumnas estuvieran mejor preparadas, invitó al contador Ebodio Balderas para que impartiera materias de contabilidad, calculo mercantil y documentación a quien ella pagaba de su bolsa, así como pagaba también por muchos años la renta de algunos locales para que las muchachas recibieran clases, ya que el presupuesto que recibía era muy poco, y mucho el entusiasmo de las muchachas por estudiar y cada vez aumentaba el grupo de estudiantes.

            Todavía queda en pie el antiguo caserío de la señora Monroy y otros locales que fueron la escuela Enseñanzas Especiales Numero 27 donde se prepararon generaciones de señoritas en las carreras de taquimecanógrafas y de corte y confección. En el año de 1950 el gobierno del general Olachea convocó a un certamen para elegir el traje regional, el que se llevó a cabo en el antiguo kiosco del malecón. La profesora conchita tuvo la idea de cómo fuera, y le indico el proyecto al doctor José Torre Iglesia quien hizo el bosquejo del vestido de la flor de pitahaya para el concurso. La profesora Alejandrina Cota lo realizó, y doña Ignacia Aguna de Estrada elaboró las flores y todos los adornos del hermosos traje Flor de Pitahaya, y quien lo modeló, fue la señorita Matilde avilés, traje que salió ganador, quedando instituido como el traje regional de Baja California Sur. También la señorita conchita fue la creadora de la letra de la canción de la flor de pitahaya, y el profesor Gilberto. R. Mendoza le compuso la música. En 1962, la escuela Enseñanzas Especiales No. 27, se transformó  en Escuela Industrial y Numero 27, siendo mixta, dándoles oportunidad a los varones también, y la profesora Conchita fue ratificada como la directora de la misma. El 1 de noviembre de 1967, le entregan el nuevo edificio, y a mediados del mismo mes inicia operaciones el personal y alumnado. En 1971, la profesora Conchita recibe su jubilación después de toda una vida de entrega a la niñez y a las juventudes, quedando como director de la institución el profesor Ebodio Balderas.

            La emérita maestra, Concepción Casillas Seguame tuvo la satisfacción de ver que a la biblioteca de la escuela se le pusiera su nombre en 1972. Y en 1985 como reconocimiento a sus relevantes méritos, el gobernador del Estado, Alberto Andrés Alvarado Arámburo, en el mes de marzo develó la placa donde a partir de esta fecha, la escuela secundaria Técnica numero 1 lleva el nombre de la insigne maestra Concepción Casillas Seguame y que dirigió dignamente el Lic. Ángel Ortiz Vargas; y en la actualidad el profesor Francisco Romero Martínez. La madre tierra, cobró su tributo. Una mañana de primavera, quince de marzo de 1993, a la edad de 107 años, la profesora Conchita quedó dormida para siempre. Sus restos reposan el sueño eterno junto a su inseparable hermana Soledad.

            Entre el alegre trino de los ruiseñores, los querubines elevaron al cielo el alma de Conchita, quien seguramente les iba recomendando... “tienen que prepararse en la vida, tienen que ser cada vez mejores...tienen que”. Aunque fue su voluntad de que sus restos no fueran removidos, SIMBÓLICAMENTE  debe de estar ocupando un lugar en la rotonda de los sudcalifornianos ilustres una placa con su nombre y todas sus virtudes, para que las generaciones nuevas sepan quien fue la ameritada maestra.

…Maestra de vocación tenías que ser…eslabón del conocimiento prodigado generosamente en generaciones de jóvenes del ayer, de hoy y del mañana…



…Por el placer de escribir…Recordar…Y compartir…



1 comentario:

  1. Me puede decir donde esta enterrada Concepcion Casillas S.?
    Ella era hermana de mi bisabuelo Rafael.

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