“AMERITADO MAESTRO...DON
ALEJANDRO MEZA LEON...SUDCALIFORNIANIO ILUSTRE”.
Fue por la década de los 70, en el
Teatro Constitución de recuerdos no gratos para los sudcalifornianos...Don
Alejandro Meza león interpretaba al piano una hermosa melodía, le acompañaba su
inseparable esposa, Doña Concepción Rivadeneyra Diggs, el Teatro parecía que se
iba a venir a bajo por los nutridos aplausos...además del público, estaba la
plana mayor de funcionarios y en primera fila estaba sentado un señor,
embargado por la emoción del momento, quien de pronto, de un salto subió al
templete, y la gente gritaba jubilosa...Don Alejandro, discretamente le
preguntó a su esposa... ¿Quién es?, contestándole ella susurrante “Es el maestro
Peláez”. Su invidencia no fue obstáculo para que el maestro Meza León se
levantara del piano, abrazó y tomó a Don Luis Peláez, artista de gran
prestigio, compositor y maestro de
música; lo sentó al piano y el maestro Peláez ejecutó magistralmente las obras
de los grandes de la música, Chopin, Beethoven, entre otros...el público quedó
en silencio, extasiado por la maravillosa ejecución del maestro Peláez que ni
el zumbar de una mosca se escuchaba.
En el pintoresco e histórico pueblo
minero de San Antonio, fundado en 1756, por el primer explotador de sus filones
de oro y plata, Don Manuel de Ocio, el profesor Alejandro Meza León vio la luz
primera el 03 de Noviembre de 1898. Fueron sus padres los señores Don José de
La Luz Meza y Doña Victoria León; siendo el menor de trece hijos destacando
entre los hermanos de Don Alejandro, Don Carlos Meza León que fue uno de los
primeros profesionistas que tuvo el territorio de Baja California Sur; fue abogado
y profesor. Así como Don Félix, que ejerció el periodismo en la Ciudad de
México durante largos años en el periódico “El nacional”, también fue militar
de profesión, alcanzando el grado de Coronel y jefe de la policía de Tabasco.
Don Pedro, se distinguió como industrial y Don Ignacio fue un ingeniero de
prestigio, quien falleció en 1918 cuando la influenza española, gran epidemia
que azotó la península de Baja California Sur y murió mucha gente.
Con el afán de la superación y de un
mejor futuro para su familia, Don José de La Luz y Doña Victoria acompañados de
sus hijos, abandonaron el terruño
peninsular y se trasladaron a la Ciudad de México, cuando Alejandro tenía
escasos seis meses de edad en ese año del siglo pasado...época de vergonzosas
concesiones extranjeras en los tiempos del porfiriato de tristes recuerdos...de
la explotación de los recursos de sudcalifornia, devastación de sus mares y sus
montes...los pueblos mineros estaban en su auge, como Santa Rosalía, San
Antonio y El Triunfo y todas sus
riquezas se iban al extranjero sin pagar impuestos al territorio, quedando sus
tierras impregnadas de arsénicos y otros contaminantes hasta la fecha.
Establecidos en México, la familia Meza León, la vida siguió su curso y
Alejandro sufrió una grave enfermedad virulenta, la meningitis, cuando tenía
cinco añitos; y a consecuencia de ésta, perdió la vista, quedando sus ojos
completamente quemados.
Por motivo de su ceguera, Alejandro ingresó en la
Escuela Nacional de Ciegos donde cursó la primaria, y siendo un adolescente se
destacó notablemente en la música, habiéndose graduado como compositor y
pianistas bajo la dirección de los prestigiados maestros Manuel Ponce y Manuel
M. Bermejo, egresando del Conservatorio Nacional de Música. El invidente, Don
Alejandro, fundó y dirigió el Instituto Nacional de Rehabilitación para Ciegos
en la capital del país. Fue autor de numerosas piezas musicales y concertista
de piano en diversas ciudades de América. Habiendo actuado en el Carneggie Hall
de Nueva York y en lugares muy destacados del centro de Sudamérica.
Posteriormente dio recitales en la Casa de la UNESCO en París invitado
especialmente por el gran literario Don Jaime Torres Bodet cuando era director
de ese organismo internacional.
Sus composiciones musicales fueron
sinfónicas y también escribió música popular en 1947. Participó en un concurso
convocado por la Educación Pública habiendo obtenido el primer lugar con la
marcha sinfónica “Los niños héroes de Chapultepec”. En el año de 1943 Don
Alejandro Meza León contrajo nupcias con la Señorita Concepción Rivadeneyra
Diggs virtuosa mujer de cualidades extraordinarias, de quién el maestro expresó
“Con ella se inició la etapa más brillante de mi vida, fue el factor más
decisivo en mi carrera social, profesional y artística. Compuso para la
celebración de su boda, su propia marcha nupcial; y su esposa fue fuente de su
inspiración a quien le compuso “princesita”, entre otras. Debido a su destacada
personalidad y su dedicación, el profesor Alejandro Meza León fue becado para
efectuar estudios en el New York Institute For The Blerd sobre los problemas
relacionados con la ceguera, ciencia a la que denominó “TRIFLOLOGIA”, como
experto en el sistema Braile, en el año de 1953, fue invitado por la UNESCO
para participar en la conferencia internacional para la unificación de dicho
sistema. Conferencia que dictó magistralmente siendo designado vicepresidente
del Consejo Mundial de Ciegos.
El maestro Meza León impartió la
cátedra sobre el sistema Braile desde 1944 hasta 1968 en la Escuela Normal de
Urbanización de la Ciudad de México, contándose entre las numerosas
generaciones de alumnos que tuvo a su cargo a Don Antonio Martínez Suarez,
quien después fue un revolucionario zapatista;
y durante 33 años dio clases de solfeo y canto de piano en la Escuela
Nacional para Ciegos. Después de toda una vida dedicada al arte, la enseñanza y
la cultura, Don Alejandro Meza León solicitó y obtuvo en el año de 1968 la
jubilación. Falleció en la Ciudad de México el 10 de Enero de 1971. Sus restos
mortales duermen el sueño eterno en el panteón francés en la colonia Legaria,
en la misma Ciudad. En San Antonio, lugar de su nacimiento, en un lugar
enclavado en el corazón de la montaña, Cañada de Santa Cruz está la escuela
secundaria que honrosamente lleva el nombre de un sudcaliforniano ilustre, don Alejandro Meza León.
“…Por
el placer de Escribir… Recordar y Compartir…”