LA PAZ QUE SE PERDIO.
POR MANUELITA LIZARRAGA ALCAR
• AQUELLOS DIAS DE LLUVIA DEL AYER...
• ♪ QUE LLUEVA...QUE LLUEVA...LA VIRGEN DE LA CUEVA...LOS ANGELITOS CANTAN… LA LUNA SE LEVANTA…QUE SI…QUE NO... QUE CAIGA EL CHAPARRON ♪
• YA LA AMOLAMOS, NO HABRA LLUVIAS GRANDES” DECIA LA ABUELA CUANDO LLOVIA EN ABRIL O MAYO... CONOCIMIENTOS DE LOS MAYORES.
♪ Los angelitos cantan...la virgen se levanta que sí, que no ¡que caiga un chaparrón!♪...cantábamos mi hermana maría de Jesús y yo alegremente trepadas en los frondosos árboles, al tiempo que nos mecíamos en sus fuertes ramas en aquel marco del canto de las chicharras, cielo nublado, truenos y relámpagos...!que felicidad! Eran otros tiempos... ¡y llovía tanto! Ahora...ya ni las chicharras cantan llamando la lluvia... (Bueno ya tuvimos las primeras lluvias en días pasados). Recordar es vivir en el buen sentido de la palabra, y en otros tiempos si llovía mucho aquí en La Paz.
“¡que te metas muchacha! Te va a caer un rayo, ponte el tápalo en la cabeza ¿no ves que el cabello tiene electricidad y llama a los rayos?”...furibunda decía mi adorada madrecita y nosotros encantadas chapoteando en los arroyos...eso sí, con la pata pelada y la cabeza muy cubierta con una hermosa pañoleta estampada de seda de aquellas que se acostumbraba para cuando nos daba la “chanza”, ahora le dicen paperas y para asistir a misa. Estoy muy mortificada por que se han visto pocas lluvias. Le pido a Dios y a la virgen de la cueva, que aunque sea a los pobres y sufridos rancheros les llueva aunque aquí nos llegue los puros aromas a tierra mojada y también los quesitos.
El 24 de junio el día de San Juan... 15 y 16 de julio, día de los Enríquez y de las carmelitas eran aguaceros seguros...”metan la ropa de los tendederos, temprano, porque no quiero que espanten la lluvia cuando empiece a chispear, decía la abuela parada en el marco de la puerta levantándose el ala del sombrero de palma de alta copa, al tiempo que atisbaba la lejanía y le daba una larga chupada al cigarro del “tigre”, aventando fumarolas....pero sí parece que la estoy viendo!...de bello rostro, tez blanca, ojos verdes, cabellos rubios trenzados recogidos con una peineta de carey, ropajes largos olorosos a jabón perla, ceniza y tabaco, y calzaba sus pies con zapatos de piel de ternera o de mezclilla de aquellos que fabricaban con don Julio Beltrán y Los Aguirre. “nanita, pero si apenas se ve una nubecita chiquita en el cielo”...”pues va a llover para la hora del café, dijo ella, es día de los Enríque y voy a preparar la maza para las gorditas de manteca de res para tomar con café prieto mientras llueve porque ahora no compramos galletas marineras; y mañana día de las Carmelitas también va a llover, hay que meter la leña bajo el pretil de la hornilla para que no se moje”.
Pues sí, llovió mucho esa tarde... qué bonito, toda la familia alrededor de la hornilla tomábamos el café de grano con gorditas mientras en el techado repiqueteaba el agua de la lluvia entre truenos y relámpagos que iluminaban la vivienda, los mayores contaban leyendas de la casas que espantan y que abundan en La Paz, de piratas y tesoros enterrados así como recuerdos de otros vendavales que pasaron. Al término de la lluvia salimos gozosos a jugar al arroyo perfumados a flores de toloaches, malvas, romerillos hierba del pasmo y vinoramas enmarcados con el croar de sapos y ranas. La noche de ese mismo día, continúo lloviendo y dormimos arrullados por la lluvia. A la mañana siguiente al canto del gallo, porque antes había gallinas y gallos que alegraban los hogares, el aroma a café golpeaba nuestra nariz...y después de lavarnos la cara con agua recién sacada del pozo en el lavamanos que estaba frente al espejo de percha donde estaban los cepillos de dientes la pasta dental Forhan’s así como el jabón y el peine encajado en una cola de cerdas de caballo, y el pachuco echado en su tapete. Nos arrimábamos a las hornillas a tomar café calientito, donde hervía el apaste rebosante de exquisita avena en leche bronca y el metate lucia lleno de pegostes de masa de harina, cubiertas con unas servilletas para las tortillas. DESAYUNAR AVENA ES OTRA COSTUMBRE QUE SE PERDIO, DESDE QUE ENTRO AL MERCADO LA COMIDA CHATARRA COMO LA SALCHICHA, LAS SABRITAS, ETC. Antes el desayuno era un par de huevitos de gallinas contentas pisadas por el gallo elaborado en diferentes formas, tortillas o birotes, frijol refrito bañado de queso raspado y un tazón de avena...Ahora, algunos niños desayunan una bolsa de sabritas con un refresco... Pura chatarra que les perjudica la salud.
En aquellos ayeres de lluvia de La Paz de antaño, “Amaneció nublado, y parece que seguirá lloviendo”, dijo mi madre...si, contesto mi abuelita hay que apurarle al quehacer por que empezara a llover de las once en adelante”...nanita pero como sabe que si va a llover...porque esta alta y negra la nube y viene subiendo por el cerro de san Juan frente al panteón...y diciendo y haciendo, mi inolvidable abuelita empezó a tapar los espejos, a guardar las tijeras, los cuchillos, el hacha, el costurero, la leña bajo el pretil de la hornilla, las planchas de aquellas, y la máquina de coser, todo lo que fuera acero porque decía ella que llama a los rayos. ¿qué les parece?, pues si, llovió como ella dijo, con truenos y relámpagos; y no se paren en el marco de las puertas y ventanas, y menos bajo los árboles porque les cae un rayo....y se soltó la abuela contando de los matados con rayo; por hachar leña, por guarnecerse bajo los árboles, por usar acero, etc.... así como a los desobedientes “Te va a partir un rayo” o “Te va a tragar la tierra” así como a los que les alzaban la mano a los mayores, les decían “Se te va a churir o enchuecar la mano”, y que miedo sentíamos ante estas amenazas ¡y sí obedecíamos!. El día de San Norberto era otro día llovedor...el dos de agosto día de los ángeles era otro día llovedor, lo tengo muy presente porque todavía en 1972 que falleció mi suegro, don Antonio Gutiérrez Jordán, cayo un aguacero, lo sepultamos el 03 de agosto día de santa Lidia y seguía lloviendo...ese día nos llegó un noble perro todo enlodado andaba perdido seguramente...se quedó con nosotros y le pusimos “cara sucia” murió de viejo a los 15 años. Fue un perrito fiel con una bonita historia y anécdotas, pero eso es ya otra cosa.
El día 15 de agosto, día de la Virgen María y de San Agustín, 28 de agosto, santa rosa de lima y san ramón, eran de fiesta para Todos los habitantes del territorio de Baja Calif. Sur por que llovía bastante; eran aguaceros y no se hacían cochineros en las calles porque el agua pasaba por donde tenían que pasar, por los arroyos. Ahora, estos arroyos están inundados de casas habitaciones ¡que inconsciencia! El arroyo del piojito que baja de la sierra y pasa por el vado rumbo a la Universidad, pasa por donde están construidas las casas bajo el borde del libramiento, eso es un arenal, es zona de peligro. Que inconsciencia de las autoridades de autorizar esos arroyos para construir viviendas con pingues ganancias pero son gentes que vienen de fuera y no conocen el terreno. Antiguamente allí fueron huertos regados por temporal y norias. Luego este arroyo pasa por Fidepaz, derechito al hotel Crown plaza y es arroyo hasta la altura de la entrada al aeropuerto, el día que suceda un desastre, el arroyo va a pasar por donde tiene que pasar...acuérdense del lisa en 1976 y de San José del Cabo. Luego tenemos el arroyo del palo el que está inundado de casas, las instalaciones de catastro el edificio en donde están las instalaciones del DIF municipal, el patio fiscal de la aduana, entre otras oficinas, están asentados en el medio del arroyo. TODA LA CALLE OAXACA ES ARROYO QUE DESEMBOCA AL MAR.
Septiembre mes de chubascos...antaño, desde el mes de agosto nuestra vivienda ya estaba amarrada previniendo de los huracanes. Mi padre pasaba los mecates por arriba del techado cruzándolos de lado al lado, lo amarraban en tronco de mezquite que para ese fin estaba y luego cruzaba con chicotes las paredes de la casa y las amarraba en anclas enterradas en el suelo, así es que los chubascos nos hacían los mandados, los que me tocó vivir fueron los chubascos de 1954, 59, el fatídico lisa del 76, de triste recuerdo y una colita del Paul entre otros ventarrones que ya compartimos generaciones nuevas. El día de mi tío Lao Lizárraga día de san Estanislao era seguro que lloviera, ese día se casó mi hermana mayor y cayo un aguacero, fue un 28 de septiembre.
Cuando llovía en La Paz no se suspendían clases en las escuelas ni en los trabajos, que emocionante era cuando íbamos a la escuela o al trabajo y estaba lloviendo entre relámpagos… trueno y trueno. Aquellas carreritas que nos agarraban para llegar a los portales de las casas o bajo los árboles a guarecerse de la lluvia, aunque estaba prohibido por eso de los rayos. Cuando llovía, mi madre se llenaba de alegría y cantaba tan hermoso que parecía un ruiseñor pues era del rosario, Sinaloa y el chamaquero en los patios andaban bañándose alegremente bajo la lluvia eso sí, con la cabeza cubierta por aquellos de los rayos, y las canillas chalpeadas de lodo. Ahora la gente escucha tronar y se encierra.
♪ Que llueva, que llueva la virgen de la cueva, los angelitos cantan la virgen se levanta...que sí que no, (barbas tienes en el talón)... Decíamos pero debe decir que caiga un chaparrón ♪. Ahora ya ni las chicharras cantan. Esperamos que caiga un aguacero el día de San Enrique, de las carmelitas, María, Agustín, Santa Rosa y San Ramón y prepararnos para el mes de septiembre, mes de los ciclones y que cierra la temporada de agua con el cordonazo en el mes de octubre y empiecen las equipatas en diciembre para terminar si bien nos va como era antes en el mes de febrero y rara vez en marzo.
… Y entre truenos, rayos y centellas y cantos de chicharras… las inseparables hermanitas, las niñas María de Jesús y Mela, alegremente cantaban llamando la lluvia, trepadas en los brazos de los frondosos árboles… en la paz aquella….
…Por el placer de escribir…Recordar…Y compartir…
*Esta crónica fue publicada hace más de 15 años en el periódico sudcaliforniano, revista compás, en el programa de radio contacto directo XENT radio La Paz*