LA PAZ QUE SE PERDIO.
POR: MANUELITA LIZARRAGA.
LA MUERTE LLEGO DEL
CIELO...CON EL CICLON LIZA... AQUEL 30 DE SEPTIEMBRE DEL 76.... Y LAS CAMPANAS
NO TOCAN A DUELO.... TODO QUEDO EN EL OLVIDO.
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40 ANIVERSARIO DE LA GRAN TRAGEDIA…
EL HISTORICIO CICLON DE LA MUERTE… NO SE OLVIDA.
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VÍCTOR MANUEL FERRÓN ZEPEDA…HEROE
MARTIR OLVIDADO
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OFRENDÓ SU IDA PARA SALVAR A DECENAS
DE PERSONAS CON UNA ANTENA DE TELEVISION
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MURIÓ 9 DÍAS DESPUES DE LA TRAGEDIA
A CAUSA DE LAS MULTIPLES HERIDAS INFESTADAS
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FUERON MUCHOS LOS HEROES ANONIMOS
OLVIDADOS… PERO AFORTUNADAMENTE NINGUNO MURIÓ
Las campanas de la iglesia no han vuelto a tañer a duelo los 30 de Septiembre para recordar a millares de
gente que murieron en el huracán Liza a causa del famoso bordo de contención
que se derrumbó. El susurro de los arboles y del viento a 24 años del fatídico
ciclón Liza, entre elegantes mausoleos en el panteón de los San Juanes acallan
los lamentos que como mudo reproche a las autoridades de aquel tiempo, las tres
grandes trincheras donde duermen para siempre centenares de cuerpos humanos en
su gran mayoría sin identificar, señalan en silencio UN YO ACUSO. Aquel
caluroso día, jueves 30 de Septiembre de 1976 quedo marcado en la historia de
Baja California Sur como uno del momento de holocausto más terribles que se han
vivido en todos los tiempos. Ocasionando en tan solo 9 horas de torrenciales
lluvias y vientos huracanados de 250 kilómetros por hora, millares de muertos
entre mujeres, niños y ancianos... además de la terrible devastación económica y
moral de los sudcalifornianos quedando más de 10,000 gente sin hogar.
Aquel 30 de septiembre por la mañana, poco se sabía del huracán
Liza...como a las 2 de la tarde se sintieron las primeras ráfagas
huracanadas....el oleaje del mar se puso embravecido la gente, conocedora de
estas cosas, empezó a tomar sus precauciones.... amarraban techados, recogían
embarcaciones, arreglaban las lámparas de mano, velas, en fin todo lo que en
estos temporales se acostumbra. Desde 1959 no se había presentado ningún chubasco
en la Paz, y la gente se confiaba a que quizás se desviaría como siempre
sucedía. Serian como las 3 de la tarde de aquel 30 de septiembre del 76.... El
señor Francisco King en XENT, anunciaba que tocaría tierra el ciclón Liza como
a las 10 de la noche....a las 3 y cuarto de la tarde las fuerzas de la
naturaleza con toda su potencia en forma de ciclón azotaban la ciudad de La
Paz....... inundaba el cielo, árboles, cartones, tapas de tinacos, letreros,
etc.... los vehículos parecían de juguetes donde los llevaba el viento...como a
las 6 de la tarde todo se obscureció, la luz se interrumpió y los teléfonos
quedaron incomunicados. Como a las 7 de
la tarde y durante el ciclón fueron varias las personas que vieron la luz de
San Thelmo presagio de desastre y muerte. La ciudad estaba envuelta en medio de
aquel huracán los antiguos mezquitones andaban como arañitas en el suelo. Pero
no había porque alarmarse ese ciclón como otros pronto pasaría... la gente de
La Paz ya sabia lo que tenia que hacer.
No se contaba con la invasión de los lechos de los arroyos de las nuevas
colonias de gente que venia de fuera, de Durango y Oaxaca y que solamente sus
vecinos los conocían. Colonias como el Benito Juarez, Guelatao, Los Olivos,
Francisco Villa, Pueblo Nuevo, Ruiz Cortines, Infonavit, Indeco, y Zucasa,
fueron de las más afectadas. La presa del cajoncito nunca se llenaba y no había
porque preocuparse....pero ese fatídico muro de contención de arena y piedra
que levantaron de tan mala calidad, y que costó once millones de aquellos pesos
y que fue una bomba de tiempo, se reventó, o lo reventaron. Este muro había
acumulado las torrenciales lluvias de días anteriores, aunadas a las del ciclón
Liza, que fue más viento que agua, no resistió y se desbordó como a las 8:30,
de aquel 30 de septiembre. Aquella noche llego la muerte para miles de familias
a través de la ola negra que arrastró la corriente del arroyo que levantó olas
de hasta 8 y 9 metros...los cuerpos iban quedando como flores secas ala orilla
del arroyo...otras miles de personas quedaron sepultadas en toneladas de arena, además, animales, casas, algunas con gente adentro, así como vehículos con gente adentro
también e infinidad de cosas. Aquella noche de terror, todos y cada uno de los
ciudadanos que la vivieron tiene su propia historia y que jamás olvidarán los
que lograron salvarse. La gente de La Paz, siempre se ha distinguido por su
buena disposición para ayudar al necesitado. Y en aquella tragedia que enlutó
tantos hogares demostraron su casta
ayudando tanto en el salvamento como al otro día a los damnificados.
Los actos heroicos no se hicieron esperar destacando aquel valiente
señor de apellido Ferrón, quien con una antena de televisión e iluminado por la
luz de San Thelmo, ayudó a más de 60 gentes a salvarse del torrente del arroyo.
En esa noble y heroica acción el señor Ferrón sufrió serias lesiones que se le
infectaron , con las espinas, palos, puntas de fierro, y otras cosas que
arrastraba el agua, que como consecuencia le provocó la muerte días después del
ciclón Liza. También es digno de comentarse que 20 presos se ofrecieron a
auxiliar a la gente en aquellos momentos, quienes después de cumplir con su
noble misión solitos volvieron a la cárcel, lo que no podían creer los
custodios. Y así, fueron varios los actos heroicos de salvamento de manera
aislada, que sería difícil de enumerar. Todas aquellas colonias
desaparecieron; quedaron lavaditas las
blancas arenas de los arroyos que hasta brillaban a la luz de la luna y del
sol, como diciendo aquí mando yo. Parecía como que si nunca hubo asentamiento
humanos. PERO LA GENTE NO ENTIENDE, NI LAS AUTORIDADES COMPETENTES TAMPOCO;
NUEVAMENTE ESTAN LAS MISMAS COLONIAS HABITADAS POR CENTENARES DE FAMILIAS. La
gente nativa de Sudacalifornia ni aunque les ofrecieran las perlas de la virgen
se construirían sus casas en los arroyos. PERO LA GENTE INOCENTE QUE VIENE DE
FUERA, NO LO SABEN Y LOS DUEÑOS DE CONSTRUCTORAS SI SABEN QUE SON ARROYOS DONDE
CONSTRUYEN Y HACEN EL NEGOCIO DE SU VIDA CON LA NECESIDAD DEL QUE MENOS TIENE. Esas
casas que están construidas bajo el libramiento sur, están bajo un inminente
peligro porque sino lo sabían, ese es
uno de los arroyos mas grande de
La Paz además del arroyo del palo de Santa Rita.....el arroyo de los bledales.
Aquel triste amanecer del 01 de octubre de 1976 fue de lamentos,
desolación y muerte. Al abrir las gentes las puertas de sus casas, se
encontraban con cadáveres en el porche o sobre los techados. Todo era
grotesco...centenares de cuerpos enterrados en los arroyos... la bahía inundada
de cadáveres... cadáveres rebalsados en los mangles del mogote, los que eran
incinerados...con palas mecánicas abrían zanjas y recogían los cuerpos inertes
aventándolos a granel, como si fueran papas...circulaban por la desbastada
ciudad, dompes y pick up del ejercito llenos de cadáveres, donde los llevaron a
velar al centro de cultura y deporte, a la capilla del sagrado corazón, la sala
de junta del hospital Salvatierra así como del gimnasio auditorio. Esas paredes
guardan el secreto de cuantas gentes murieron realmente. Los que vivieron
aquellos momentos saben que fueron decenas de miles, sin contar los que
quedaron sepultados en las arenas de los arroyos. Poco a poco, se fue
restableciendo la ciudad de La Paz, y en el corazón de sus habitantes quedo este mal recuerdo... Y
VUELVO A LO MISMO NO EDNTIENDEN...NO CONSTRUYAN EN EL LECHO DE LOS ARROYOS PARA
HCER NEGOCIO CON LA NECESIDAD Y EL SUFRIMIENTO DE LA GENTE...TARDE QUE TEMPRANO
LAS AGUAS TENDRAN QUE PASAR POR AHÍ RECLAMANDO SU PROPIEDAD EL CAUSE DE LOS
ARROYOS.
......Y en el panteón de los San Juanes, en tres grande zanjones yacen
centenares de muertos caídos en el ciclón Liza, señalando con su silencio un
!YO ACUSO!....Y LAS CAMPANAS NO TAÑEN A DUELO...... LOS 30 DE
SEPTIEMBRE...AQUEL MACABRO SUCESO SE PIERDE EN LA BRUMA DEL TIEMPO.
POR EL
PLACER DE ESCRIBIR… RECORDAR… Y COMPARTIR…
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