miércoles, 19 de octubre de 2016

LA PAZ QUE SE PERDIÓ
POR MANUELITA LIZÁRRAGA
ANECDOTARIO PACHUQUERO DE LA PAZ… PARAISO DE MIS RECUERDOS…
MI PERRO VIEJO EL PACHUCO…MI ABUELA Y LA LLUVIA…

El torrencial aguacero que repiqueteaba en el tejado, truenos rayos y centellas no lograban apagar el fuerte de la niña a altas horas de la madrugada en aquella cálida habitación de la añorada casa de piedra iluminada por los relámpagos donde los niños dormían plácidamente entre las enaguas de la abuela… y el perrito el pachuco echado en su tapete a los pies de la cama estaba con un ojo al gato y otro al garabato, atento a ver que iba a pasar; mis padres dormían en la otra habitación, y mi sabia abuela al ver la niña que tanto lloraba dijo: “a esta niña seguramente le duele el oído por eso es que llora tanto”.
Mi nanita se levantó, y el pachuco con ella; prendió la lámpara en el buró, tomo la lámpara de mano, se puso su sombrero y salió al patio en medio de aquel aguacero, corto albahaca, ruda, y trajo un diente de ajo de la cocina; las hojas de albahaca y ruda así como el diente de ajo medio machacado lo calentó en el tubo de la lámpara; luego tomo un algodón y con el dedo le puso aceite de oliva e hizo dos tapones con aquello, y calientito se lo puso en los oídos a la niña… como por arte de magia la criatura dejó de llorar y se quedó profundamente dormida… la abuela se quitó la ropa mojada y se froto el cuerpo con aceite calientito; el perro se sacudió porque también estaba empapado y mi nanita lo secó con un trapo y el chucho se echó en su tapete y todos continuamos durmiendo arrullados por la lluvia.
¡Qué bello amanecer! La casa de piedra quedó en medio de la laguna la que estaba inundada de cigarrones y mariposas, croaban los sapos y ranas y a sus alrededores las blancas y hermosas flores de los toloaches y las margaritas estaban salpicados por la lluvia, así como las anaranjadas flores de las malvas, golondrinas blancas y rojas, todas tan medicinales bordaban la perfumada tierra que todo en conjunto ¡olía tan hermoso! Y mi hermanita María de Jesús y yo gozosas trepadas en el balcón de la ventana disfrutábamos aquel espectáculo que ante la mirada contemplativa de niñas de escasos 5 y 7 añitos nos parecía maravilloso…!el pachuco saltando en la laguna entre aquel bullicio de sapos y ranas queriendo agarrar cigarrones y mariposas!... pero el pachuco murió engañado, porque no pudo agarrar ninguna, lo único que pescó fue un señor catarro, pero eso no le preocupaba al perro porque sabía que mi abuelita lo iba a curar; y si, luego luego le pusieron su collar de alambre de cobre con siete limones tatemados, y a los pocos días ya estaba bueno y sano, listo para otra… decía el pachuco.
…y entre truenos y relámpagos el llanto de la niña rompió el silencio de aquella habitación donde los niños dormían… y el perro saltaba en la laguna queriendo pillar mariposas y cigarrones…

“… y como dijo el pachuco…”… por el placer de escribir…recordar…y compartir…

martes, 11 de octubre de 2016

LA PAZ QUE SE PERDIÓ
POR MANUELITA LIZÁRRAGA
ANECDOTARIO PACHUQUERO DE LA PAZ… PARAISO DE MIS RECUERDOS…
…DE CUANDO LLEGÓ EL LEGENDARIO Y ANECDOTICO PACHUCO A LA CASA DE PIEDRA…

Corría el año del 48… cascos de caballos se escuchaban por la empedrada calle de indepencia… el carretonero fustigaba la noble bestia que presurosa corría por aquel añorado empedrado de mis recuerdos, rumbo a la casa de piedra jalando la carreta que trasportaba la cuna para mi hermanita María de la Paz y dentro de la cuna iba una caja de zapatos, y dentro de ella un lindo perrito de negro pelaje ojos muy pelones, largas orejas y hocico alargado; a decir de los mayores, era regalo de mi querida prima Haydeé… el perrito estaba asustado al ver tanto alboroto, porque mi hermanita María de Jesús se tropezó atravesándose entre mi abuela de largas enaguas y el carretonero, y por allá rodaron abuela, chamaca y carretonero.
Fue una gran alegría en aquella casa de piedra, que a los ojos de los niños había mucho amor en la familia… la cuna era sencilla de madera de aquellas de rejitas, de largas patas y palo atravesado y colgando la cuna pintada toda de azul y con un moño colorado. Fue todo un espectáculo la entrada de aquel carretón tirado por un brioso corcel alazán que a golpe de fuste entraba garboso al patio de la añorada casa de piedra de aquella paz que se perdió… paraíso de mis recuerdos, y salimos a su encuentro (pero sí parece que lo estoy viendo) mi adorada madrecita doña Juanita Álcaraz en plena juventud mi inolvidable, amada y sabia abuela doña Anita Santana Tiznado Velarde mi hermana mayor, Conchita; Anita, Carlos, María de Jesús y yo; Pacita era la bebé, y mi adorado padre Bernardo Lizárraga Tiznado no estaba, porque estaba trabajando en la licorería de mi inolvidable tío Billy.
Con el tropezón María se reventó el dedo gordo, pero para mí sabia abuelita eso no era problema, luego luego puso a cocer hierba de manso, le lavo el dedo con aquel cocimiento, dejo que se secara, y luego le echo un chorro de petróleo lila… al tercer día el dedo de María de Jesús ya estaba cicatrizado. Todos grandes y chicos nos peleábamos por cuidar al perrito…y mi abuelita le puso “pachuco” por qué a ella le gustaban mucho los billetes de a peso (de a pachuco), y estaba de moda los hombres de vestirse de pachuco, eso escuchaba yo, también le encantaban los pesos de plata 0720, monedas de 5 y 10 pesos, cabeza liada les decía ella… bellos recuerdos.
…y por la empedrada calle indepencia al unísono se escuchaban las ruedas del carretón, los cascos del caballo que a golpe de fuste sobre los lomos, de ella tiraban rumbo a la casa de piedra con su preciada carga… la cuna y el perro.


…Por el placer de escribir…Recordar…Y compartir…

LA PAZ QUE SE PERDIÓ
POR MANUELITA LIZÁRRAGA
ANECDOTARIO PACHUQUERO DE LA PAZ… PARAISO DE MIS RECUERDOS…
…DE CUANDO LLEGÓ EL LEGENDARIO Y ANECDOTICO PACHUCO A LA CASA DE PIEDRA…

Corría el año del 48… cascos de caballos se escuchaban por la empedrada calle de indepencia… el carretonero fustigaba la noble bestia que presurosa corría por aquel añorado empedrado de mis recuerdos, rumbo a la casa de piedra jalando la carreta que trasportaba la cuna para mi hermanita María de la Paz y dentro de la cuna iba una caja de zapatos, y dentro de ella un lindo perrito de negro pelaje ojos muy pelones, largas orejas y hocico alargado; a decir de los mayores, era regalo de mi querida prima Haydeé… el perrito estaba asustado al ver tanto alboroto, porque mi hermanita María de Jesús se tropezó atravesándose entre mi abuela de largas enaguas y el carretonero, y por allá rodaron abuela, chamaca y carretonero.
Fue una gran alegría en aquella casa de piedra, que a los ojos de los niños había mucho amor en la familia… la cuna era sencilla de madera de aquellas de rejitas, de largas patas y palo atravesado y colgando la cuna pintada toda de azul y con un moño colorado. Fue todo un espectáculo la entrada de aquel carretón tirado por un brioso corcel alazán que a golpe de fuste entraba garboso al patio de la añorada casa de piedra de aquella paz que se perdió… paraíso de mis recuerdos, y salimos a su encuentro (pero sí parece que lo estoy viendo) mi adorada madrecita doña Juanita Álcaraz en plena juventud mi inolvidable, amada y sabia abuela doña Anita Santana Tiznado Velarde mi hermana mayor, Conchita; Anita, Carlos, María de Jesús y yo; Pacita era la bebé, y mi adorado padre Bernardo Lizárraga Tiznado no estaba, porque estaba trabajando en la licorería de mi inolvidable tío Billy.
Con el tropezón María se reventó el dedo gordo, pero para mí sabia abuelita eso no era problema, luego luego puso a cocer hierba de manso, le lavo el dedo con aquel cocimiento, dejo que se secara, y luego le echo un chorro de petróleo lila… al tercer día el dedo de María de Jesús ya estaba cicatrizado. Todos grandes y chicos nos peleábamos por cuidar al perrito…y mi abuelita le puso “pachuco” por qué a ella le gustaban mucho los billetes de a peso (de a pachuco), y estaba de moda los hombres de vestirse de pachuco, eso escuchaba yo, también le encantaban los pesos de plata 0720, monedas de 5 y 10 pesos, cabeza liada les decía ella… bellos recuerdos.
…y por la empedrada calle indepencia al unísono se escuchaban las ruedas del carretón, los cascos del caballo que a golpe de fuste sobre los lomos, de ella tiraban rumbo a la casa de piedra con su preciada carga… la cuna y el perro.


…Por el placer de escribir…Recordar…Y compartir…
LA PAZ QUE SE PERDIÓ
POR MANUELITA LIZÁRRAGA
ANECDOTARIO PACHUQUERO DE LA PAZ… PARAISO DE MIS RECUERDOS…
…DE CUANDO LLEGÓ EL LEGENDARIO Y ANECDOTICO PACHUCO A LA CASA DE PIEDRA…

Corría el año del 48… cascos de caballos se escuchaban por la empedrada calle de indepencia… el carretonero fustigaba la noble bestia que presurosa corría por aquel añorado empedrado de mis recuerdos, rumbo a la casa de piedra jalando la carreta que trasportaba la cuna para mi hermanita María de la Paz y dentro de la cuna iba una caja de zapatos, y dentro de ella un lindo perrito de negro pelaje ojos muy pelones, largas orejas y hocico alargado; a decir de los mayores, era regalo de mi querida prima Haydeé… el perrito estaba asustado al ver tanto alboroto, porque mi hermanita María de Jesús se tropezó atravesándose entre mi abuela de largas enaguas y el carretonero, y por allá rodaron abuela, chamaca y carretonero.
Fue una gran alegría en aquella casa de piedra, que a los ojos de los niños había mucho amor en la familia… la cuna era sencilla de madera de aquellas de rejitas, de largas patas y palo atravesado y colgando la cuna pintada toda de azul y con un moño colorado. Fue todo un espectáculo la entrada de aquel carretón tirado por un brioso corcel alazán que a golpe de fuste entraba garboso al patio de la añorada casa de piedra de aquella paz que se perdió… paraíso de mis recuerdos, y salimos a su encuentro (pero sí parece que lo estoy viendo) mi adorada madrecita doña Juanita Álcaraz en plena juventud mi inolvidable, amada y sabia abuela doña Anita Santana Tiznado Velarde mi hermana mayor, Conchita; Anita, Carlos, María de Jesús y yo; Pacita era la bebé, y mi adorado padre Bernardo Lizárraga Tiznado no estaba, porque estaba trabajando en la licorería de mi inolvidable tío Billy.
Con el tropezón María se reventó el dedo gordo, pero para mí sabia abuelita eso no era problema, luego luego puso a cocer hierba de manso, le lavo el dedo con aquel cocimiento, dejo que se secara, y luego le echo un chorro de petróleo lila… al tercer día el dedo de María de Jesús ya estaba cicatrizado. Todos grandes y chicos nos peleábamos por cuidar al perrito…y mi abuelita le puso “pachuco” por qué a ella le gustaban mucho los billetes de a peso (de a pachuco), y estaba de moda los hombres de vestirse de pachuco, eso escuchaba yo, también le encantaban los pesos de plata 0720, monedas de 5 y 10 pesos, cabeza liada les decía ella… bellos recuerdos.
…y por la empedrada calle indepencia al unísono se escuchaban las ruedas del carretón, los cascos del caballo que a golpe de fuste sobre los lomos, de ella tiraban rumbo a la casa de piedra con su preciada carga… la cuna y el perro.


…Por el placer de escribir…Recordar…Y compartir…
Este era un gran estero frente al hotel los arcos, que se metía por toda la rosales y seguía por la madero pa' dentro daba vuelta por el parque Cuauhtémoc hacia la bravo por donde estaba el restaurante Mazatlán de la estimada señora Doña Felicitas de Calderón, inolvidable por la exquisita caguama que preparaban, y el exquisito pan que vendía, cuantas veces el Pachuco, mi hermana 
María y yo comimos de ese rico pan, después de pasar nadando el estero que el agua me llegaba al pecho a mis nueve añitos... había tantos cangrejos, jaibas y caracoles y los juegos en el parque tan grandes que los tumbo el ciclón del 59... bellos recuerdos...
Estrellas en la bahía de la paz...
Histórica reuniones del FUS (Frente de unificación sudcaliforniana) en el cerro del canal 10, cuyo uno de los lideres de luchas sociales fue Don Francisco King Rondero... entre muchos esforzados luchadores que gracias a la renuncia del revolucionario constituyente defensor del articulo 3ro de la constitución de 1917, el ilustre General Francisco J. Mújica quien gobernó el territorio de Baja California Sur por los años 40, y escucho el sentido reclamo del pueblo solicitándole un gobernador nativo y con arraigo entonces el presento su renuncia para dar paso a este gran logro de convertir a nuestro territorio en estado, así como a Quintana Roo, notese en la foto los puentes que había que comunicaban al canal 10, uno sobre la calle Madero, y el que va rumbo al coromuel... era un gran estero que subía la marea alta, que se juntaban con los arroyos del panteón... y a decir de los mayores hasta la falda del cerro subía el agua, y sacaba langostas, caracoles, burros y una diversidad de rico alimento diario... y los pescadores, a vela tendida llegaban a sus hogares por este gran estero... que hasta camarones sacaban decían los mayores...
Así embarcaban el ganado... vean que gordas estaban y eran vacas contentas que ramoneaban en las praderas sudcalifornianas, pura damiana y orégano entre otras pasturas, bellos recuerdos...
Baja California Sur ganadera... bellos recuerdos el ganado lo arriaban desde los ranchos de donde lo traían para embarcarlo en el histórico muelle fiscal en los legendarios barcos aquellos de la marina mercante... que bellos recuerdos... hasta dos cuadras de calle a calle por la 5 de febrero, arriaban el ganado los caporales, nomas volaban las riatas arriba entre polvaderas y escándalos rumbo al muelle fiscal... yo venia en el panochon (de los primeros autobuses del pueblo) y en la cantina la jaiba se subían los músicos que se bajaban con Don Conrrado De La Peña donde nunca cerraban y siempre estaba la música, era la esquina de la alegría... se lleno el camión de músicos, y quedamos en medio de aquel animalero entre nubes de polvo en el arroyo de la 5 de febrero, pero ni cuidado nos daba por que los músicos estaban tocando, y siempre tocaban la misma canción... "dos seres que se aman" bellos recuerdos...

miércoles, 5 de octubre de 2016

LA PAZ QUE SE PERDIÓ.
POR MANUELITA LIZÁRRAGA.
…LA CASA DEL JUEZ…
.DEL MISTERIOSO CARRUAJE BAJÓ SU PASAJERO, Y LA PUERTA SE ABRIÓ RECHINANDO SUS GOZNES…
.IBA A DICTAR SENTENCIA POR NO SE QUE ASUNTO…
.QUIENES LO VIERON SE PARARON ESPANTADOS…PUES ÉL YA NO EXISTIA…
.Y SE FUE TEJIENDO LA LEYENDA A TRAVES DEL TIEMPO, Y CUENTAN QUE CONTINÚA EN SU CASA DICTANDO SENTENCIA A GOLPE DE MAZO…

Rechinaron los goznes, y la puerta de aquella antigua mansión se abrió como por arte de magia al sentir la presencia de aquel elegante personaje de alta figura que togado, bastón en mano bajó a la banqueta de un solo salto de aquel misterioso carruaje negro y se metió por aquella puerta abierta perdiéndose en las penumbras de la casa del juez…y a golpe de fuste sobre las bestias sobre las bestias el carruaje continuó al unísono látigo, cascos de caballos y al chick chack, chick chak, de las ruedas del vehículo que como castañuelas sonaban, apenas iluminados por los faroles en las ventanas cubiertas de gruesos cortinajes, resonaban por el empedrado de Independencia desapareciendo en la distancia rumbo al mar…quienes lo vieron por aquellos años no lo podían creer era el señor juez que llegaba del más allá a dictar sentencia a golpe de mazo; contaban los antiguos dijo mi madrina.
Fueron varios los espantados en la casa del Juez, así le decía la gente en aquel tiempo y aun le dicen con cierto temor y curiosidad, y se fue tejiendo la leyenda… contaba Don Félix que cuando la penumbras empezaban a caer, parecía que la casa del Juez tenía vida, que cuando él pasaba rumbo a su casa al salir de su trabajo la puerta se abría de repente como invitándolo a pasar… y se escuchaban murmullos indefinibles, como alegatos, que escribían a máquina, pasos y suspiros, de repente ¡el fuerte golpe del mazo del señor Juez! Pero adentro no se miraba nada, todo estaba oscuro, y él apretaba el paso espavorido después de aquello, le sacaba la vuelta pasar por ahí.
En el año de 1964, yo trabajé en la prestigiada tienda comercial “El bebé de Cuningham” como secretaria y llevaba la contabilidad de las tres tiendas del mismo dueño, “Tienda la bola”, “El bebé del valle” y el ya mencionado; tenía la oficina de contabilidad y otros asuntos precisamente en la casa del Juez; y yo jamás escuché ni vi nada, pero si tenía mucho miedo por todo lo que se decía de ahí y no trabajaba a gusto. Nomás daban las siete de la tarde y yo salía corriendo volándome al viento crinolinas y cola de caballo. Un día, que fui a visitar a mi madrina la que vivía por ahí cerca, me dijo muy espantada al saber donde trabajaba, que no podía creer que yo estuviera trabajando dentro de esa casa del señor Juez, pero ¿por qué? Le dije.
Mira, me dijo, es mucho lo que se cuenta sobre la casa del Juez a través de todos los tiempos, pero lo que a mí y a mi esposo nos pasó estuvo de pelos… resulta que íbamos a misa a la parroquia ya hace tiempo por Independencia y Guillermo Prieto, eran como las siete pasaditas de la tarde, estaba oscurito, y de pronto cruzó la calle salido no sé de donde un hombre largo vestido de toga y birrete y llevaba un bastón en su mano, pasó frente a nosotros como si no nos hubiera visto, casi nos atropella, y la puerta de la casa del Juez se abrió sola y aquel hombre entró; ¡pero no caminaba, flotaba! Y la puerta se cerró tras él, y luego se escuchó muy fuerte el golpe del mazo dictando sentencia; nunca más volvimos a pasar por ahí, y contamos lo que nos pasó a la familia, a los amigos, y muy despreocupadamente decían “ha el señor juez que dicta sentencia al golpe de mazo” ya son muchos que lo han visto entrar y nunca salir, nomás se escucha el golpe del mazo terminó diciendo ella. Ante eso, ya no me quedaba en la casa del juez hasta las siete, inventaba cualquier pretexto y me salía a las cinco antes de que cayera la noche; pero vuelvo a insistir, yo nunca escuche nada y no quiero  ni ver ni escuchar.
…si pasa por la casa del Juez por Independencia y Guillermo Prieto váyase persignado…no vaya ser que de repente, si bien le va, escuche el golpe del mazo dictando sentencia, y quede usted muy espantado…


…por el placer de escribir…recordar…y compartir…


Es para llorar... la foto de este perrito la rescate de un reportaje del periódico de los perros callejeros, y así era mi perro viejo el pachuco mi gran amigo del alma de mi feliz infancia... y me viene al recuerdo la canción que mi madre le cantaba... 🎶ya los enanos, ya se enojaron, porque las viejas los apalearon, hazte chiquito, y hazte grandote, porque te tumbo de un garrote... 🎶 y el perrito bailaba en la dos patitas de arriba y abajo al ritmo del canto de mi madre, y era un encanto y una diversión en la familia, en aquella feliz infancia, cuantas anécdotas vividas en compañía de mi inolvidable perro el pachuco en la paz que se perdió... a cada paso por aquellos caminos, me viene el recuerdo de las vivencias con el perro y mi abuela, y mi inseparable hermana María de Jesús que por cierto hoy estaría cumpliendo años... y también era celebre mi perro y tenía su frase, que de todo lo que hablábamos iba seguid de "y como dijo el pachuco"... en días no muy lejanos mi hermana Conchita seguía con ese dicho de "y como dijo el pachuco"... ¿Alguien puede decirme de que raza sería este perrito? por que para ser salchicha esta muy grande, pero lo cierto es que así era mi perrito, y esa carita ponía cuando estábamos comiendo para ver que le caía, hay muchas vivencias para narrar en compañía del pachuco... !Que bonito mi perro!... lastima que se atravesó ese bote de basura, me hubiera gustado rescatarlo.
...Por el placer de escribir...Recordar... Y compartir...