jueves, 1 de febrero de 2018

LA PAZ QUE SE PERDIO
POR MANUELITA LIZARRAGA ÁLCARAZ
“EL PILÓN...CAPA LA COCHI...Y LOS TENDAJONES DE ANTAÑO”
🎶🎶Don serafín...cinco de té, cinco de azúcar y diez de café🎶🎶...con esta alegre tonadita decíamos los chamacos piloneros y capa cochis en aquella época dorada de los tendajones de antaño, al tiempo que tamborileábamos los dedos en el gran mostrador de gruesa madera de la tienda La Jarocha, fundada por los señores Don Serafín Díaz y su distinguida Esposa doña Emma Gómez de Díaz, hace más de siete décadas y que aun está donde mismo en Belisario Dominguez y Cuauhtémoc...o de lo contrario, decíamos entre aquel montón de gente, la otra tonadita que se la había compuesto a Don Serafín 🎶🎶“Don Serafín del Monte, don Serafín cordero, por ser yo tu vecino despáchame a mi primero” 🎶🎶“!no capes la cochi muchacho!”, decía don Serafín al tiempo que le pegaba con el puño al mostrador. Estas tonaditas andaban de boca en boca de todos los niños que éramos los mandaderos piloneros y capa cochis, así como a la hora de jugar a la lotería o a la oca, o en las rondas infantiles, estas tonaditas eran también parte del juego. El pilón y capar la cochi era el atractivo para los chamacos que ahora ya peinamos canas, y que algunos se han marchado a rendir cuentas al creador. Capar la cochi era que el niño compraba menos mandados de lo que se les encargaba...un cuarto de café dos kilos de maíz, 20 centavos de almidón, 20 de brillantina, cincuenta de manteca, un litro de tracto Lina o petróleo lila, dos leños etc. Y al mandarnos al mandado, nos acompañaba la consabida reprimenda de “no vayas a capar la cochi porque te pego una pela”. Y el pilón consistía en un puño de zurrapas de pan, la que daban los comerciantes a los mandaderos en un cucurucho de papel estraza, una panochita güerita, o prietita o una melcocha, una galleta marinera, un dulce Larín, o un pirulin; un puño de salates de la sierra; en fin todo esto hacia la alegría de los niños que dejaban honda las calles haciendo mandados todo el día y claro los niños se iban a adonde daban mejor pilón.
“el pilón”, decía la abuela a la hora de los cuentos alrededor de las lumbreantes hornillas entre aquellos aromas a café de grano y atole de pinole, a la luz de los candiles, mientras comíamos chimangos o gorditas de maíz con manteca de res retacadas de queso con panocha, que a su vez le contaban a ella los antiguos, que esta costumbre del pilón y de capar la cochi la impusieron los españoles, los comerciantes le entregaban a los niños el pilón como un estimulo en su compra, para que les consumieran a ellos y así seguir la tradición del pilón que trajeron de España. Era una competencia entre los comerciantes con los chamacos piloneros. Los niños de aquella época se disputaban el honor de hacer mandados, y como olvidar aquellos aguerridos y tenaces comerciantes que mediante su vocación a través de los tendajones impulsaron el desarrollo de esta bella península...mencionare a los que recuerdo, y por que he vivido en los diferentes barrios donde abundaban los tendajones que vendían de todo lo que las familias del ayer requerían en sus necesidades diarias desde abarrotes, telas, bonetería, tlapaleria, mercería, hasta leña y tracto Lina entre otras cosas.
Por el barrio del choyal, donde viví en la casa de piedra, con mis padre, con abuelita, hermanos y hasta mi perro viejo el pachuco, estaba la tienda de don Melchor Ruiz y su encantadora esposa Doña Victoria, Padrinos de matrimonio por la iglesia de mis padres, don Chema, el gallito, don Vidal castro, el señor Jerez, don placido cota; y por el barrio de chula vista o isla de cuba, estaba don pepe Brooks, el chamaco, el gavilán, don salmón Díaz, luego, don esteban Talamantes, este señor daba de pilón chicharrones calientitos además de panochas, pan o galletas, don Luis Yee, aquí vivíamos en frente de su tiendita en Bravo y Guillermo Prieto. Don Eduardo Redes, en Ocampo y Guillermo Prieto él daba una panocha, el memo salgado, el quilayo, don Juanito Pérez, don Juan Gonzalez Rubio, Carlos Arámburo, la fama, don Manuel Cota, Rogelio Salgado, la casa Ruffo, esta no daba pilones, Alfonso Canseco, don julio Gómez, el mercado madero y sus locatarios, don Manuel Wong, la vencedora de don Conrado de la Peña, la chinita Yuen, don Luciano Geraldo, quien daba corridito el peso del mandado, y decía doña juanita ahí va el pilón. De los tendajones piloneros esta también don bernardo Maldonado, quien fue delegado en el triunfo y daba de pilón una rebanadita de queso con un pedacito de panocha de gajo...doña chata Talamantes, donde vivía mi compañerita de primaria, Lina Ruffo, en Guillermo Prieto y Marquez de León, también hubo un tendejón que daba pilón, don José y don Luis Dibeni, don Rogelio salgado, el chulé Beltrán, don Romualdo Hirales, macrina y el profesor Euximio Beltrán, el Moncho orantes, el gallito, con su tienda la escondida.
También estaba por la calle revolución y encinas la tienda del Mito, don José Amao, doña Anita yenki, donde el lico y Leonor daban un guajilote, una granada o una guayaba, y especialmente apreciado por los niños, el chinito Santiago Yee porque daba muy buenos pilones, un cucurucho de galletas abetunadas. Por el barrio el manglito, el chinito Santiago Unzón con la tienda la voz del manglito, su hija chelo, daba un exquisito helado de naranjita o tamarindo, la chacha veliz, por la inalámbrica, la abarrotera, de don Manuel Rembao, en 16 de Septiembre y revolución el inolvidable y carismático memo salgado y su estimada esposa doña María siempre daban un cucurucho de pinole de maíz tostado. La tienda de mi padre don Bernardo Lizarraga Tiznado, primero fue frutería Lizarraga y después fue tienda de abarrotes por el barrio el esterito que se llamó tienda Rory, donde también daban pilones y a veces unos platanitos, naranjas o tomates etc... Asimismo estaba el charro valencia en Serdán y cinco de mayo. ¡Qué tiempos aquellos de los tendajones, el pilón y la capada de cochi! Algunos carniceros daban también pilón. La cabeza de res y el librillo lo regalaban, así como un puño de chicharrones y regalaban la manteca de res para las gorditas. Don gilito y doña chepita Arriola se distinguieron además por su bonito carácter por regalar chicharrones tronadores calientitos. También en los changarritos daban el pilón...las primeras tiendas del barrio el manglito lo fue la jarocha, la chacha veliz, la voz del manglito, las tienditas de don Bernabé Camacho, don ángel Camacho y José murillo, lola Carballo, Víctor salgado, doña soledad cruz López la popular y muy apreciada doña chole la que continua con el puestecito “Mi capricho”, desde hace más de 7 décadas, Don Chale Savín, doña Elvia Romero, Lucio Geraldo, Victoria Romero y Don Juan Ortega en donde vendían en pequeño pero de todo y también daban el pilón.
La Paz fue creciendo, y fueron desapareciendo los tendajones paulatinamente así como la costumbre de dar pilón y capar la cochi; fundándose el primer súper mercado, por la década de los 60, “El Talamantes”, en Bravo y Altamirano, que fue una novedad para los habitantes de La Paz. Le siguió el Servicentro y luego el C.C.C. palacio. Ahora, los pilones son más modernos, son los descuentos constantes que hacen los comerciantes a los diversos productos que venden al público consumidor.
🎶🎶🎶...Don serafín, cinco de te, cinco de azúcar y diez de café y el pilón... “Don Serafín del Monte, don Serafín cordero, por ser yo tu vecino despáchame a mi primero”… 🎶🎶🎶
…Por el Placer de Escribir…. Recordar... Y... Compartir…

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