sábado, 24 de noviembre de 2018


LA PAZ QUE SE PERDIO
POR MANUELITA LIZARRAGA ALCARAZ.

“REYES BARRRON BUSTAMANTES...DECIMO QUINTO ANIVERSARIO DE SU AUSENCIA MATERIAL”.

·         “EL PATON” ASI LO LLAMARON CON RESPETO Y CARIÑO FAMILIARES Y AMIGOS...NACIO EL 21 DE NOVIEMBRE DE 1936 Y FALLECIO EL 30 DE NOVIEMBRE DEL 2003.
·         FUE DIPUTADO POR EL PARTIDO REVOLUCIONARIO INSTITUCIONAL.
·         FUE MIEMBRO DISTINGUIDO DEL CLUB DE LEONES. LLEGO A GOBERNADOR QUE CORRESPONDE A LOS DISTRITOS BAJA CALIFORNIA SUR Y SINALOA.
·         COMO EMPRESARIO ESTUVO AL FRENTE DE EMPRESAS “PATON”; FABRICA DE HIELO, REFRIGERACION Y CONGELACION.


Todo aquel que conoció y estrechó su mano, encontró sin duda alguna la amalgama entre el hombre y el amigo...entre el político con sentido humano y el líder...me refiero al señor Reyes Barrón ejemplar esposo y padre de familia, quien fue un visionario empresario en la rama de la fabricación de hielo y la refrigeración, así como concesionario de pesca, y vinculado a la política, donde se distinguió por su lealtad, donde gente y su gran espíritu por servir a los demás, en especial al que menos tiene, rindiendo siempre culto a la amistad, a los más elevados principios y a la honestidad.

Recordando al amigo, al político, al líder, al empresario...

Reyes Barrón Bustamante nació en Agua caliente de Gárate, Sinaloa, el 21 de Noviembre de 1936, segundo de seis hermanos; siendo sus padres Don Manuel Barrón y Doña Felicitas Bustamante, quienes en busca de una mejor oportunidad de vida se radicaron en este hermosísimo puerto de La Paz cuando Reyes tenía escasos siete añitos, siendo su domicilio en el corazón de La Paz, en la famosa “Isla de Cuba”, trascurriendo felizmente su infancia en las orillas de las playas entre pescadores y armadas perleras ya en decadencia, en aquella Paz tranquila de la música y del romance entre tantas cosas bellas de los inicios de los años cincuenta....Reyes, como la mayoría de los niños de la época, apegado siempre a  las buenas y sencillas reglas de la buena educación, sin descuidar sus estudios primarios, fue bolerito, y vendía chicles, y sus puntos de trabajo eran la nevería Flor de La Paz, el cine Juárez, la plazuela, la botica de Rubén Castro, entre otros lugares y actividades tan sanas como eran las costumbres de los niños de aquella época, que le permitieron estar de cerca de las necesidades más elementales y que contribuyeron a su formación y desarrollo redundando en el hombre sencillo y ejemplar que fue con ese gran espíritu de servir a quien lo necesitara.

Reyes Barrón, “el patón”, cursó su instrucción primaria en planteles oficiales y posteriormente estudios particulares, además de refrigeración y congelación, ingresando luego a trabajar en el Banco Nacional de México, así como en Hacienda, y su deporte favorito era el box y la pesca ribereña transcurriendo así su sana juventud. Luego, contrajo matrimonio con la contadora pública Yolanda Manuela Vivés Lucero, nieta del científico maricultor, inventor de la reproducción de la madre perla, Don Gastón J. Vivés, siendo el primero en su época en toda Latinoamérica y todo un personaje en La Paz y en otras partes también.

Bendijo Dios su hogar con tres hermosos retoños, Gastón, quien es licenciado en Derecho, Rosa María y Juana Yolanda, quienes junto con su señora madre están al frente de “Empresas Patón”. Reyes, desde sus padres, perteneció al Club de Leones, distinguiéndose siempre por servir a los demás, en especial al que menos tiene; y por sus destacados méritos llegó a ser gobernador de distrito correspondiente de a Baja California Sur y Sinaloa; asimismo fue Diputado del primer Distrito Por el partido Revolucionario Institucional y su sueldo no era suficiente para repartirlo entre las personas de las colonias, en especial las más necesitadas, quienes guardan muy gratos recuerdos de su líder, benefactor, de su amigo, y hasta la fecha acuden con su esposa, la señora Yolanda para recibir la ayuda que EL patón les daba.

Por la década de los setenta, Reyes Barrón y la señora Yolanda Vivés entre otros socios adquirieron la fábrica de hielo, la que fue una de las primeras y más importantes en La Paz, fundada desde 1953 denominada “Propulsora Industrial de ANSA, SA de Cv”, la que impulsaron y gracias a la buena y eficiente administración, la ampliaron, y fundaron otra hielera por la carretera Las Garzas, con tecnología de punta, estando siempre en la preferencia del público consumidor por su excelente calidad y por su servicio de refrigeración y cubito de hielo en agua purificada.

El Patón, también fue concesionario de Pesca, y los hombres del mar, de El Sargento, La Ventana, Agua Amarga, Nuevo México, entre otras comunidades pesqueras guardan muy gratos recuerdos del amigo, del político, del líder, quien siempre fue justo en sus tratos comerciales y cumplidores en sus promesas de campaña cuando andaba en la política. Reyes Barrón, siempre a su lado, su alma gemela, con los mismo ideales, con ese espíritu de servir identificado con el que menos tiene, una mujer ejemplar, la señora Manuela Yolanda Vivés, fundaron la pescadería El patón, dando paso así a Empresas El Patón, las que por muchos años dan empleo a varios trabajadores que son el sostén de sus familias, contribuyendo así Empresas El patón, al desarrollo de nuestro estado.

Con los ojos y las pestañas húmedas...vienen a mi mente estos recuerdos de agradecimiento a Reyes Barrón y su familia; ya que además de ser un amigo sincero, fue un excelente y paciente patrón...mi esposo el señor Don Paz Gutiérrez Álvarez fue de los empleados fundadores de esta fábrica de hielo en la que trabajó por más de treinta y cinco años y desde luego que guardamos en lo más profundo de nuestro corazón un inmenso cariño  y gratitud a los señores Reyes y Yolanda por su buen trato con la familia, y su paciencia y comprensión como patrones.

Aquella fatídica tarde de otoño, cuando de los árboles las hojas caen, 30 de noviembre del 2003, en el rancho “El teso”, Reyes, en compañía de sus dos nietecitos, barría alegremente la hojarasca que como pertinaz llovizna caía en el patio, de pronto, se llevó sus manos al pecho, y cayó al suelo ante la congoja de sus nietecitos...Reyes Barrón Bustamante, cerró sus ojos para siempre, acudiendo al llamado del todo poderoso, guardando su alma, y quienes tuvimos la fortuna de estrechar su mano, amiga y generosa, guardaremos por siempre su recuerdo.

…y su sueldo no era lo bastante, para repartirlo entre los que menos tienen…así fue este gran ser humano que se le recuerda con cariño…

…por el placer de escribir…recordar…y compartir…


Esta crónica fue publicada hace más de 10 años, en los principales medios de comunicación masiva de La Paz.






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