viernes, 2 de noviembre de 2018





LA PAZ QUE SE PERDIO


POR: MANUELITA LIZARRAGA ALCARAZ



EL ULTIMO CARRETONERO... DON JESUS OLACHEA AVILES... TODA  SU VIDA FUE CARRETONERO Y FLETERO


Sentado en su silla de ruedas en el patio de su casa, don Jesús Olachea Avilés, acompañado de su esposa Inés Cota Espinoza, contemplan el diario transitar de la gente sumidos en sus gratos recuerdos vividos en aquella Paz de antaño... con añoranza don Jesús dijo; que nació en este bello y tranquilo puerto de La Paz un 4 de abril de 1904... Eran tiempos del porfiriato, de terribles epidemias y enfermedades contagiosas... pero también del auge minero, ganadero y perlero. Sus padres fueron José Olachea y Josefa Avilés; ambos familiares del general Agustín Olachea.  Don Jesús, continuó recordando...  vagamente dice, el ciclón del cordonazo que azotó esta entidad el 4 de octubre de 1911 y el de septiembre de 1918, los que fueron devastadores. Sus padres murieron, dijo, cuando él apenas tenia diez años y su hermana Lola, 12 añitos, a consecuencia de las enfermedades de aquella época, y la vida para el pobre era muy difícil, ya que eran tiempos de revoluciones en todo el  país, y principalmente en este territorio de Baja California Sur con la revolución de los orteguistas. El, desde los seis años ya manejaba un carretón tirado por un par de mulas prietas, propiedad e su tío Francisco, en el que acarreaba la leña, carbón, pastura, y otros productos propios de la región.

...A la muerte de sus progenitores lo crío una señora muy buena, dona Juanita Montesano, de la que guarda agradecimiento y un profundo amor como si hubiera sido su propia madre, así como gratos recuerdos. Don Jesús era carretonero desde niño. Cualquier cosa le pagaban y la comida. Estudió hasta cuarto año de primaria, como era la costumbre; fue su maestro don Domingo Carballo Felix a quien recuerda con respeto y cariño. La ultima vez que vio a su hermana Lola fue en la isla San José, ya hace muchos años, donde él trabajaba en las Salinas; estaba ella embarcando para Santa Rosalia en uno de aquellos barcos mercantes que hicieron historia en Baja California Sur y ella con su mano le dijo adiós; desde entonces no ha vuelto a saber de ella.

En su juventud, fue cargador en el muelle Fiscal... se echaba al hombro sobre un borriquete sacos de arroz, frijol, azúcar, maíz, café, etcétera, de setenta a ochenta kilogramos... también fue cargador de carretones de mula y llevaba la carga hasta con Esteban Talamantes, que era lo mas lejos en la ciudad en ese tiempo. Ya era dueño de su propio carretón, y cobraba cincuenta centavos cada diez cuadras y le pagaba diez centavos al ayudante, y durante la ida eran muchas las dejadas que hacia... recuerda el revuelo que causo en La Paz, Bartolo “el manco”, era un hombre con poderes, según decían, con poderes sobrenaturales... cuentan que un día llego a casa Ruffo, y cargo un carretón de provisiones y cuando pidió la cuenta, pago con hojas de los arboles, y hasta cambio le dieron, el cajero vio los billetes, pero cuando cayeron a la caja eran puras hojas... pero Bartolo ya había desaparecido. Esa y muchas otras anécdotas se contaban de Bartolo “el manco”.

... En aquel tiempo, continuó diciendo don Jesús, que  todo el movimiento de gente y de carga se hacia en carretones... la carroza funeraria de los Trasviñas... la carroza de la reina en los carnavales... el servicio publico... el rastro, etcétera; y había elegantes carruajes y carretelas, y las familias que tenían un carruaje o una carretela, era como tener un carro del año... había mas de cuarenta carretones en La Paz, pero fletero eran de veinticinco a treinta; de los carretoneros que recuerda, y que la base era en casa de Ruffo, porque era y es la tienda de tradición en La Paz que surtía y surte todos los tendajones en esta entidad: Jesús Olachea Avilés, Ramón Angulo, Juan Carballo, Francisco Olachea, Manuel Ceseña, Inés Gutiérrez, y su chofer era “el minuto”, Ramón León, Manuel Carballo, Francisco Geraldo, el famoso Chito Romero y José Lucero, entre otros que escapan a la memoria, hicieron época con sus servicios del carretón... el servicio público era muy eficiente... había cuadrillas de empleados que al paso del carretón iban recogiendo las defecaciones de los briosos corceles que tiraban de carretones, carruajes y carretelas... era un deleite para los oídos escuchar los ruidos como castañuelas que hacían las mismas. Con el tiempo, dio paso al progreso. Los carretones fueron quedando atrás y entraron los fleteros, los vehículos de motor... los pick ups, y su base fue siempre La Perla de La Paz.

También, dice don Jesús Olachea, que le ha tocado vivir todos los ciclones que han azotado nuestra entidad: el cordonazo del 4 de octubre de 1911, el de las trombas de 1918, en 1926, 1931, el 41, el 43, el 54, el 59, el Liza del 76, el Paul, y ahora el Juliette. Así como ha vivido todos los aconteceres políticos, económicos y sociales en todas sus épocas y dice, que a todos los gobernantes que han gobernado la entidad, han hecho un buen trabajo, han puesto su mejor esfuerzo. El Muelle Fiscal y la Torre del Vigía, continua diciendo don Jesús, fue toda una época de oro de Baja California Sur... fue el puntal de la economía en la península y el punto mas importante en el corazón de La Paz, así como todos aquellos barcos que hicieron época en la Marina Mercante. El como carretonero, y después fletero, trató gente de todos los niveles sociales, y observador que era, podía darse cuenta de lo importante que fue y sigue siendo Sudcalifornia. Don Jesús contrajo matrimonio con la señora Inés Cota Espinoza y procrearon tres hijos: Zacarías, Eleno y Rosa María... y don Jesús continua en su silla de ruedas bajo el árbol acompañado de su fiel compañera contemplando el paso de la gente de su pueblo, y recordando aquellos bellos tiempos ya idos, de carretones, molinos de viento, barcos mercantes, y aquellos ruidos tan peculiares que inundaban la hermosa ciudad de La Paz que se perdió.

…y al chasquido de látigo, y el trotar de las nobles bestias Don Jesús el carretonero tiraba el carretón cargado de mandado y otras provisiones de “anca Ruffo” para llevarlo hasta las puertas de los hogares sudcalifornianos de aquella época…

…por el placer de escribir…recordad…y compartir…


PD. Esta semblanza fue publicada hace más de 15 años en los medios de comunicación más prestigiados: el Sudcaliforniano, Revista Compás, y radio y televisión canal 10 en el programa contacto directo.

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