jueves, 18 de octubre de 2018



LA PAZ QUE SE PERDIO
POR MANUELITA LIZARRAGA ALCARAZ

“LAS MISIONES JESUISTICAS EN LA PENINSULA DE SUDCALIFORNIA”.

·        LA MISION DE SAN FRANCISCO JAVIER SE TERMINO DE RECONSTRUIR POR EL PADRE MIGUEL DEL BARCO, EN 1759…E INCORPORO COMO VISITAS: SANTA ROSALIA, SAN MIGUEL DE COMONDU, LA PRESENTACION, SAN PABLO Y LOS DOLORES DEL NORTE…EL BOLEO SE FUNDO EN 1885 EN SANTA ROSALIA.


         El 19 de Octubre del 1697 arriban en el Santa Elvira a la bahía de San Dionicio, Loreto,  el padre Juan María de Salvatierra y un grupo compuesto por cinco soldados de diferentes nacionalidades, un cabo, y tres yaquis que con él hacen un total de 10 hombres para fundar la misión de Nuestra Señora de Loreto el 25 de Octubre del año que se menciona, donde durante varias décadas fundaron 17 misiones hasta su expulsión el tres de febrero de 1768.

         El punto de arranque del fenómeno socio cultural en la península de Sudcalifornia lo fue sin duda alguna el período jesuistico, titánica empresa evangelizadora realizada por la orden de Jesuitas, una compañía religiosa con prestigio moral, científico e intelectual capaz de enfrentar todos los retos por amor a Dios y al prójimo, una labor de gigantes en aquel rincón del mundo tan olvidado...LAS CALIFORNIAS....

         La primera misión fundada por el padre Francisco Kino en Octubre de 1683 lo fue San Bruno, base para las exploraciones al Oeste hacia el Océano pacífico y al sur hacía la bahía de San Dionicio, ahora Loreto, la tierra de Ibo el sol, el jefe californio a quien por nombre el padre Kino le puso Dionicio, y el padre Salvatierra bautizó con el nombre de Manuel Bernardo, siendo el primer Californio bautizado en Loreto.

         El 5 de Octubre de 1683 San Bruno fue el lugar escogido por el padre Francisco Eusebio Kino y el almirante Isidro Atondo y Antillón, para la construcción de la misión.  San Bruno está localizado en un cerro a 30 metros de altura sobre el Golfo de
California al Este, y al suroeste el arroyo de San Bruno. Se construyó durante los meses de Octubre y noviembre una fortaleza de piedra y una pequeña capilla dotada por el último testamento de Don Alfonso Fernández de la Torre. En los arroyos fueron sembrados maíz, trigo, y calabaza entre otras hortalizas, en lo que el padre Kino comprobó que la tierra era buena, pero los escases de lluvia y prolongadas sequías así como falta de provisiones forzaron el abandono permanente de San Bruno el 08 de Mayo de 1685.

         La misión de NUESTRA SEÑORA DE LORETO, fue fundada por el padre Juan María de Salvatierra el 25 de Octubre de 1697, está situada a 25 kilómetros al sur de San Bruno, y se fundó con fondos piadosos de Don Juan Caballero y Ocio; incorporando a su cuidado las rancherías de: Primer agua, Bonó y Cheque, San Bruno y Londó como visitas. Como base para la fundación de otras misiones jesuísticas la Misión de Nuestra Señora de Loreto la que llegó a ser la capital de las californias comprendió además varios edificios incluidos una fortaleza y cuartel para los soldados ahí guarecidos al mando de Salvatierra y del capitán Don Esteban Rodríguez Lorenzo.

         El maremoto de 1874, casi acabó con Loreto, y en 1829, hubo otro que casi acabó con la población causando graves daños a la iglesia, la cual fue lentamente reconstruida durante un siglo; en 1834, fue secularizada, y ha permanecido en uso casi continuo desde su fundación. El reverendo padre Modesto Sánchez, quien estuvo en la península por más de 60 años, restauró la misión de Loreto con recursos propios.

LA VISITA DE SAN JUAN BAUTISTA LONDO. Se fundó en 1699 y estuvo en actividad hasta en 1745. Este sitio fue descubierto a siete kilómetros del oeste de la misión de San Bruno por el almirante Don Isidro Atondo y Antillón el primero de diciembre de 1683 quien le puso el nombre de San Isidro en el que fue establecido un real para servir como base para la exploración del interior siendo abandonado en mayo de 1685 al mismo tiempo que la misión de San Bruno. Durante el verano de 1698 el valle de San Isidro fue visitado de nuevo por el padre Juan María de Salvatierra quien en compañía del padre Píccolo, estableció en Marzo de 1699 una visita para la misión de Nuestra Señora de Loreto, nombrándola San Juan bautista en honor de Don Juan Caballero y Ocio. Sus tierras fueron cultivadas y en 1705 fue levantada una capilla de piedra. Con la epidemia de la peste de 1708 la población declinó sustancialmente y la capilla fue abandonada permanentemente en 1745.

La misión de SAN FRANCISCO JAVIER Y Vigge Viandó, fue localizado por el padre Francisco María Píccolo, en el ojo de agua, el 11 de mayo de 1699, a 31 kilómetros al suroeste de la misión de nuestra señora de Loreto. En octubre del mismo año, el padre Píccolo, comenzó la construcción de una capilla dotada por Don Juan Caballero y Ocio. Esta capilla la bendijo el padre Juan María de Salvatierra el primero de noviembre del mismo año, pero debido a las hostilidades de los californios fue abandonada al año siguiente. En 1701 la misión fue reconstruida por el atlante, apóstol e industrioso padre Juan de Ugarte, quien comenzó el cultivo de maíz, trigo, caña, frijol, uva, olivo, y diversos árboles frutales y hortalizas por medio de la construcción de canales de riego, y dos estanques hechos de piedra, la iglesia fue construida con piedras canteras sacadas de arroyo de Santo Domingo por el padre Miguel del Barco en 1744, y terminada en 1759. La actual misión incorporó las visitas Santa Rosalía, San Miguel de Comondú, La presentación, San Pablo y Los Dolores del Norte.

         La iglesia preservada en su estado original contiene un retablo dorado con cinco oleos traídos desde la ciudad de México en 32 cajas, estatua de san Francisco Javier y Nuestra Señora de Guadalupe y un crucifijo todos del siglo XVIII, dos de las campanas llevan la fecha de 1761, y la tercera la de 1803.  Debido a las epidemias y la decadencia indígena la misión de San Francisco Javier fue abandonada en 1817 y ha sido utilizada ocasionalmente con sus fiestas tradicionales del día de Santo patrono San Francisco Javier.

…Por el placer de escribir…Recordar…Y compartir…

Esta crónica fue publicada hace más de 15 años en los prestigiados medios de comunicación el periódico el sudcaliforniano, revista compás, radio y televisión canal 10.
Fuente: Doctor e historiador Francisco Javier Carballo Lucero.




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