lunes, 27 de enero de 2020

DOÑA VICENTA VARGAS HIGUERA Y SUS GRATOS RECUERDOS DE SAN PEDRO DE LA PRESA

LA PAZ QUE SE PERDIO
POR MANUELITA LIZARRAGA ÁLCARAZ
“DOÑA VICENTA VARGAS HIGUERA Y SUS GRATOS RECUERDOS DE SAN PEDRO DE LA PRESA”.
Aquella ardiente mañana de verano, en la tranquilidad de su hogar rodeada de sus seres queridos la encantadora muchacha de cabellos plateados Doña Vicenta, entornando los chispeantes ojos aun, para recordar lúcidamente el pasado, aquel maravilloso pasado que le tocó vivir en su infancia en San Pedro de La presa al lado de sus mayores y en donde dice fue tan feliz...todo aquel entorno en sus ojos de niña le parecieron muy bellos al lado de una sabia abuela como le tocó vivir, pues más hermosos recuerdos guarda de su lugar de origen, familiares y amigos así como de este bello y paradisiaco puerto de La Paz.
En aquellos años dice, en San Pedro de La presa, había una hacienda muy grande, hermosa y productora, donde trabajaba mucha gente, la hacienda era de los Hermanos de La Toba, Rodolfo, Ricardo y Alfonso, hombres muy trabajadores, era agrícola y ganadera se cosechaba en abundancia la caña y la uva...se fabricaba el vino y había trapiches para la producción de panocha, en grandes cantidades, se perdía la mirada contemplativa en las grandes extensiones de tierras sembradas de cañaverales, viñedo, olivos, higueras, naranjos, y demás árboles frutales, y grandes cantidades de cabezas de ganado pastaban alegremente en las praderas. Sus gentes vivían muy felices, la mayoría de hombres y mujeres sabían tocar la guitarra, la que no debía de faltar en cada hogar, ya que vivían tan contentos que siempre estaban festejando algo, cualquier motivo era pretexto para estar de fiesta, bodas, bautizos, cumpleaños, día de la virgen, pero principalmente en la cosechas....
!Era un encanto todo aquello en San pedro de la presa!...todo era felicidad, cuando la cosecha de la caña era una fiesta y cuando hacía la panocha y todos sus derivados también había que festejar y venía gente de todos los pueblos a llevar panocha y los bailes duraban hasta ocho días.....pero lo que más le gustaba a Doña Vicenta, dice, era cuando la producción de vino o llenada de barricas....su tío Miguel Higuera era el que hacía el vino en San Pedro de la presa...era famoso en toda la comarca por este arte de hacer el vino ....y para festejar la llenada de barriles de vino, los que eran muchísimos, su tío Miguel invitaba a toda la muchachada que trajeran sus guitarras para emborracharse de vino, y empezaba el baile, todo el mundo, bebía, cantaba y bailaba...amanecían por todos lados los jóvenes borrachos de vino y de alegría...luego Miguel mataba un chivo o una res y hacia caldo para la cruda y agarraban fuerzas nuevamente y continuaba la fiesta hasta ocho días...barricas y más barricas se bebían....Doña Vicenta tenía doce años y ya sabía tocar guitarra y música de boca....bonitas melodías le arrancaban a las cuerdas musicales....la gente del campo dicen, desde que nacen nomas empiezan a caminar y ya están bailando, parece que nacen con la música y el ritmo en el cuerpo....que decían los antiguos que era herencia de los antiguos californios porque festejaban todas sus cosechas....este arte de tocar y cantar es transmitido por los mayores de generación en generación, asi como todos los conocimientos para hacerle frente a la vida.
La Hacienda de los De la toba en San pedro de la presa era una escuela de las artes manuales y oficios para cubrir la mayoría de las necesidades de los habitantes de aquella época, todo era hecho por propia mano...desde labrar la tierra, la costura, el bordado, tejido, curtiduría de pieles, para la elaboración de calzado, cueras, y todos los habíos que el ranchero y el caballo necesita, se fabricaban jabón, telas y almohadas de lana de borrego, así como suaderos, sombreros, trastos de barro, en fin todo tipo de utensilio para las necesidades diarias. Abundaba el dinero en la casa grande. Los trabajadores Vivian bien, eran muy sanos es más, la gente ni se enfermaba y las pocas enfermedades que habían ellos mismos las curaban con plantas medicinales, ya que también era un conocimiento transmitido de los mayores.
¡Como sabía cositas su abuela Luisa!, dice Doña Vicenta, era una gran mujer muy servicial y solicitada para echar las varillas en busca de tesoros. Ella se crio al cuidado de su abuela a la que le encantaba recolectar raíces semillas, sayas, y frutos silvestres para poder comer al estilo indio, así como sacaba enjambres de panal y de miel de abeja los que abundaban en el monte y ella feliz le acompañaba en esa gran hacienda que hubo en San Pedro de la presa y de la que guarda gratos recuerdos, abundaba la riqueza....toda la producción de la tierra por tonelada, como queso, cueros, carne seca, vino, frutas, legumbres, panocha, miel, granos, ganado, trabajos artesanales, etc., lo sacaban a vender por aquellos pedregosos caminos en carretas tiradas por mulas rumbo a La Paz y por vía marítima por Los Dolores, San Evaristo, los burros, etc.,
Los hermanos de la Toba tenían fama de que a los alrededores de la hacienda enterraban el dinero, producto de la venta de ganado y demás cosas, ya que ellos eran solteros; y además su abuelita y ellos sacaron un gran tesoro de los antepasados y le pagaron con oro. Doña Luisa Talamantes compró varias mancuernas de reses, y se vinieron a caballo por aquellos pedregosos caminos a vivir a La Paz cuando empezó la gran sequía del 33, la que duró más de siete años, para entonces, Vicenta tenía 13 añitos y la ayudaba su abuela a sacar el gran tesoro de la hacienda de San Pedro de La Presa.
A Vicenta le pareció tan bella La Paz cuando llegaron a ella, seguidos de las mancuernas de reses mugiendo...parecía un rancho grande La Paz, había muchas huertas con árboles frutales, molinos de viento, hermosos jardines de abundantes flores y la bahía de La Paz lucía hermosísima inundada de embarcaciones de vela....que encanto para Vicenta!; se fueron a vivir al Barrio El Choyal, había pocas casas, más bien parecía un ranchito...luego luego su abuela se dio a conocer además por su modo tan bonito por su arte de echar las varillas, y porque era muy buena costurera, de las que hacía ropa para toda la familia, así como hermosos tejidos de gancho y bordado como era la usanza antes, de eso vivían y del producto del ganado. Fueron muchas partes aquí en La Paz donde su abuela Luisa buscó tesoros con las varillas....encontró varios, pero algunos no fueron sacados por envidias o por pleitos, o porque eran muchas e insoportables las apariciones y tenía que suspender la obra.
Como por ejemplo el tesoro del barrio de La Pedrada, al que llegaron a él, pero le llovían muchas piedras de la nada y no lo pudieron sacar, allí se quedó ese tesoro y ella sabe donde está. Dice Doña Vicenta que por aquellos años hubo en La Paz una epidemia muy grande que murió mucha gente, las casas estaban con letreros, “En cuarentena”, fueron pocos los que se salvaron, ella entre ellos, que se vio muy grave, que todo el arte que ella sabía olvidó entre otras muchas cosas. Pero que gracias al Doctor Fernández que la curó, quien siempre venía a caballo, acompañado de dos perros polícias; a su hermano lo curó con veneno, le dio Estrigninia, y éste se salvó; no quedó bien del todo, pero quedó vivo. Dice que gracias a Don Esteban Talamantes pudieron sobrevivir ya que les ayudó bastante. Lo recuerda con cariño y le está muy agradecida.
Doña Vicenta nació en San Pedro de la Presa el 19 de Junio de 1921; sus padres fueron Doña Benigna Vargas Higuera y Octaviano Higuera; creció al amparo de su abuelita Luisa, en su juventud trabajó en la tienda de Don Luis Gama donde vendían de todo. Se casó muy joven con el señor Martín Sánchez Cañedo quien trabajó en la Tenería Suela Viosca, procrearon 15 hijos y todos nacieron en su casa al estilo indio, con partera, todos nacieron muy sanos, de los cuales han fallecido tres, y viven gracias a Dios: Jesús, Andrés, Martín, Ventura, Manuel, Ezequiel, Guadalupe, Cecilio, Beatriz, Jorge, Bertha Alicia e Irma Isabel, los cuales le han dado muchos nietos, bisnietos, tataranietos, yernos y nueras, que hasta la cuenta perdió. Doña Vicenta recuerda con nostalgia que su abuelita falleció casi a los 100 años de vejez.
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SAN BARTOLO...TIERRA DEL TRADICIONAL DULCE REGIONAL...CUNA DE INDUSTRIOSAS Y PROGRESISTAS MUJERES

LA PAZ QUE SE PERDIO
POR MANUELITA LIZARRAGA
“SAN BARTOLO...TIERRA DEL TRADICIONAL DULCE REGIONAL...CUNA DE INDUSTRIOSAS Y PROGRESISTAS MUJERES”.
Sobre la loma más alta, allá en San Bartolo están las ruinas de lo que en otros tiempos fue una misión...también existe un antiguo panteón, un ojo de agua dulce y exuberantes palmeras en las cordilleras de los cerros, así como huertas de frutos regionales, entre ellos el exquisito mango, y Doña Estefana Silva es la muchacha más antigua de San Bartolo, donde nació el 04 de Enero de 1904 y dijo que sus padres fueron Francisco Silva Calderón, de ocupación de todos los oficios de aquella época, principalmente agricultor y ganadero, y su mamá Doña Rosario Cota Obello, fue dulcera desde sus ancestros por tradición, así como su abuelita Doña Porfiria Calderón y que desde tiempos inmemoriales las fiestas tradicionales de este pintoresco pueblito del Iguano, del dulce y del mango, son el 24 de Agosto, día del Santo Patrono, San Bartolo, y se festeja con bombo y platillo con un gran baile en la que participa toda la población de más de veinte ranchos aledaños, y otras comunidades, y es coronada la reina, la que este año fue la señorita Janeth Aguilar Díaz; y que en esa iglesia en ruinas de la que aún queda el arco en la pared que se niega a caer, a ella la bautizaron cuando era una bebe...y bonitas misas se realizaban y se veneraba a San Bartolo, que desde su infancia ella la recuerda, con sus bancas de madera de Güéribo, que contaban los mayores que esa iglesia fue construida por los as de 1729 por los padres jesuitas, pero que a su expulsión en 1768, todo quedó en el abandono, y las familias más antiguas que repoblaron San Bartolo fueron los Trasviña, Cota, Rochín, Silva, Meza, Aguilar, entre otros, y se dedicaban a la siembra y cosecha de caña, a la elaboración de panocha, panocha de gajo, conocimientos de este arte que trajeron los Silva a la península y se hizo una tradición.
...Había muchos molinos de caña y trapiches en San Bartolo...eran tiempos de Jauja...la iglesia continuó a tener actividades con sus festejos y todo, donde acudía todo el pueblo...una vez, llegó a San Bartolo un forastero quién traía un mapa, según venía buscando un tesoro que estaba enterrado en la iglesia pasando el arroyo grande sobre una loma, y escarbaron tanto pero no encontraron nada, y a través del tiempo son muchos los que han buscado el famoso tesoro, hasta que se fue acabando de destruir la iglesia a consecuencia del ciclón Lisa en 1976, en ese tiempo todavía estaba el padre Bruno; luego se edificó la nueva iglesia donde se venera a San Bartolo, donde cada sábado viene un sacerdote a la celebrar la misa. La economía en San Bartolo, dijo la encantadora muchacha antigua de cabellos como lirios florecidos, se basa en la agricultura, ganadería, pero principalmente en la elaboración y venta del dulce regional. La gente de San Bartolo es muy trabajadora y para la preparación del tradicional dulce de mango y orejones, participa toda la familia. Durante el mes de Junio hasta el 15 de Agosto es la cosecha de mango y se tiene que trabajar intensamente para aprovechar todo el fruto.
Meses antes, dijo Doña Estefana Silva, mientras pelaba unos mangos para preparar orejones, las familias en su gran mayoría empieza a amontonar varias cargas de leña en sus hogares y a preparar cazos y todos los utensilios para el intenso trabajo que se avecina con la maduración del mango y a como van cayendo se van aprovechando para el ate y orejones. Es todo un arte ese proceso de fabricar dulce, la gente que no hace dulce, es que no es de San Bartolo. En la mayoría de las casas se ven los leñeros atascados, los cazos repletos en proceso de dulce de mango en la lumbre, y la humareda en los techados perfumando el ambiente a mango maduro. También las familias de San Bartolo, para apoyar su economía, preparan dulces de diferentes frutos en almíbar, como guayabate, jamoncillos, cocadas, coyotas, empanaditas, pinole, etc., y lo ponen a la venta a consignación en los puestos a la orilla de la carretera, el que el turista y demás visitante consume para deleite del paladar, dando fama San Bartolo por su exquisito dulce regional.
Ella, continuó diciendo Doña Estefana Silva, desde que tenía cinco años la criaron y educaron sus padrinos Doña María Cota Oliveros y Serafín Meza Verduzco; ella los cuidó en su vejez y enfermedad hasta su muerte, fueron personas muy buenas, nobles y muy trabajadores, siempre le dieron muy buenos consejos y gracias a ellos ella se formó en la vida; esta casita de adobe, dijo, la construyeron sus padrinos en 1918, y se la heredaron a ella. Su padrino era, además de agricultor, comerciante, tenía varios aparejos de mulas y los cargaba de cacaixtle con aguacates y mangos, entre otros frutos, y los llevaban a vender a La Paz por aquellas polvorientas y pedregosas brechas, por las que hacían tres días de camino para llegar a la ciudad de los molinos de huertos familiares, de barcos mercantes y de tantas otras cosas hermosas. Cuando ella tenía 14 años, sus padrinos la llevaron a La Paz por primera vez...la bahía estaba inundada de embarcaciones de vela, armadas perleras le decían algunas, había unas cuantas casas con sus molinos de viento, parecía un rancho grande La Paz; las tiendas que recuerda eran la “Ochavada”, “La torre Eiffel”, “La casa Ruffo”, “El centro mercantil”, la fabrica de calzado de los chinos por el callejón 21 de Agosto, entre otros.
En ese tiempo, continuó diciendo la dulce viejecita, estaba en su auge la Revolución de Felix Ortega y sus valientes, traían sombreros de colores, nomás zumbaban las balas a los alrededores...varias batallas se dieron con los pelones en San Bartolo, tenían las familias que salirse de sus casas y meterse entre las huertas. Se casó a los 23 años con el señor Serafín Meza Cota, procrearon cinco hijos: María de la Luz, María Antonia, Eduardo, María Consuelo y María de Jesús, quienes son una bendición, y le dieron muchos nietos, bisnietos y hasta tataranietos. Continuó diciendo Doña Estefana que ella es la menor de once hermanos, y nada más ella queda, que en San Bartolo, habitan alrededor de 150 familias con más de 630 habitantes en más de veinte ranchos, de sus alrededores: La Palmilla, El álamo, la parcela, el inquieto, el agua de la palma, el manchón, bebe lamas, el mezquite, la piedra, el rincón del León, el ciruelo, la veta, el potrillo, la bolsa, los pocitos, el candelilla, el mezcal, el cajón, el sifón y el tesal; tienen un buen subdelegado, se llama Ramiro Hirales Silva, un comandante delegacional de los Barriles, Ramón Cocula de la Toba, con siete gentes a su mando, quienes se coordinan con el delegado de los Barriles, Luis Ramón Trasviña Avilés para mantener el orden en las tres subdelegaciones, San Bartolo, El Cardonal y El Coro.
Las personas de San Bartolo se dedican al dulce, el que venden durante todo el año, a las huertas y el ganado y los jóvenes trabajan en Los Barriles; terminó diciendo Doña Estefana Silva, que le horroriza tanta violencia y falta de respeto que hay en la actualidad.

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AHORA SI, YA QUEDARON AGUSTO...LE DIERON EL TIRO DE GRACIA A LAS PLAYAS MAS HERMOSAS DE LA PAZ.

LA PAZ QUE SE PERDIO.
POR: MANUELITA LIZARRAGA.ALCARAZ
AHORA SI, YA QUEDARON AGUSTO...LE DIERON EL TIRO DE GRACIA A LAS PLAYAS MAS HERMOSAS DE LA PAZ.
Los pescadores del Manglito y el Esterito, están muy indignados por el cruel atentado en contra del patrimonio de los sudcalifornianos... el relleno de la bahía en el Manglito. Sin ningún respeto a los habitantes de este tradicional barrio de pescadores, uno de los más antiguos de La Paz, como lo han hecho siempre respondiendo a la ambición sin límites de intereses mezquinos, de la noche a la mañana resultan llenas de escombros tierra y basura las playas más hermosas de esta ciudad capital. Ahora sí, ya le dieron el tiro de gracia a los pescadores del Manglito, quienes siempre han clamado en el desierto pidiendo apoyo y justicia en contra de estos atentados, pero no ha habido una persona que responda a su llamado, y que enfrente esta arbitrariedad en contra de los que menos tienen.
El palmar del barrio el Manglito, entiéndase bien, empieza desde donde están metidos los marinos, que es la calle Sonora hasta la calle Navarro. Todo eso era una hermosísima playa que alimento con los más exquisitos productos del mar a centenares de generaciones por milenios, desde los primeros californios, legítimos propietarios de estas tierras hasta las familias sudcalifornianas por arraigo, porque todos somos arribistas en esta península. La decadencia en los pescadores inicio en la década de los años setenta del siglo pasado, así como decayó el disfrute de las aguas por las familias sudcalifornianas, como era la costumbre refrescar sus cuerpos y gozar de ese rincón de ensueño, que es lo único que pueden disfrutar las gentes de menos recursos, ese ambiente natural que Dios nos regaló, y que está siendo para uso exclusivo del deleite de extranjeros, y beneficiar los bolsillos de unos cuantos ambiciosos que no tiene llenadera. Gracias al progreso que ha beneficiado a unas cuantas personas en perjuicio de las que menos tienen decayó la pesca con tantos ruidos, con la contaminación de la bahía, construcción de marinas y hoteles e invasiones de playas con el consentimiento de instancias gubernamentales.
¿¿Dónde está Gobernación?? ¿Dónde esta Migración?, a quien corresponde defender nuestra soberanía pisoteada cada vez más. Para muestra, por la calle Nayarit hasta la playa, un extranjero tiene barda metida hasta a dentro del mar, su casa construida a la orilla, y su propio barco; y, por si fuera poco, le echó zaguán por donde deben transistor por su propio derecho todos los mexicanos, y pobre del que se atreva a tirar la piola cerca de su barda, porque les echa los perros y hasta se da el lujo de amenazarlos con echarles la policía. De la calle Nayarit por la playa, hasta todo el comitan agua de los coyotes y zacatecas, está poblado por extranjeros que arrojan los desechos al mar; si lo quieren comprobar, ¿es cuestión que se tomen la molestia, y verán las tuberías de drenaje enterradas bajo el mar hasta llegar casi al canal nomas se divisan los borbollones? ¿A quién beneficia eso?, Cual es el consumo que hacen a nuestro estado? Los yates fondeados en la bahía pagan $40.00 diarios.? Paga eso el costo ecológico que ha tenido el deterioro de nuestras aguas antes cristalinas e inundadas de alimento marino.
El palmar de Abaroa es precisamente en su varadero, lleno de palmares, y entiéndase bien el palmar del Manglito es el de los pescadores. Todo ha sido un engaño, siempre le han dado atole con el dedo a la gente del Manglito. Primero, entraron los marinos al palmar, aunque se había decretado que debían estar en San Juan Nepomuceno, y la gente aguanto el hecho consumado. Luego, en años pasados el Lic. José Bernal tomo como bandera política el palmar, con el cuento de que iban a construir un parque, y ante la inconformidad de los pescadores y la complacencia de autoridades en funciones en esa época se llevó a cabo el atentado, y de la noche a la mañana amaneció relleno de escombro, vidrios basuras y varillas la playa más hermosa de este palmar donde las familias y los pescadores disfrutaban el sano esparcimiento. Ya se fraguaba esta marina. Por varios años estuvo en el abandono el mencionado proyecto del parque, hasta que el presidente municipal del H. IX Ayuntamiento de La Paz, Lic. Leonel Cota Montaño, realizó la obra de una cancha deportiva, lo que se aprovechó y echaron más relleno al mar y al que fue con el firme compromiso de que ese espacio que sería más de balneario para todas las familias y de atracadero para los pescadores donde sacan su sustento, sería respetado para el disfrute de los jóvenes y hasta un parque prometieron construir para el disfrute familiar.
Al diputado de este distrito 3, Lic. Benito Murillo los indignados pescadores del Manglito le hacen un llamado para que intervenga en defensa de los intereses de la gente del pueblo quienes le dieron el voto cuando vino a solicitarlo y confiaron en él los más de trecientas familias de pescadores del Manglito esperan se les haga justicia y se evite del construir esta marina para uso exclusivo de extranjeros. Hacen un atento llamado a las instancias correspondientes como al INAH, para que proteja y declaren lugar histórico el palmar del Manglito por ser uno de los barrios más antiguos, y así evitar que metan las manos los ambiciosos que nomás piensan el acrecentar sus riquezas a costa del patrimonio de los demás. Así mismo, piden el apoyo al patronato pro-conservación y protección natural e histórica que tan dignamente dirige el Lic. Aldo Piñeda a los ecologistas para que se haga un estudio a fondo de por qué autorizo la SEMARNAP este atentado en contra del patrimonio del pueblo.
Justicia señores... que el poder no les enturbie la razón y recapaciten…los Abaroa la nueva generación ya tiene varias marinas para seguirse enriqueciendo...mis respetos para sus antecesores que no se distinguieron por la ambición ni por pasar sobre los intereses que perjudicaran a los demás, y mucho menos, al que menos tiene, sino por el contrario dejaron una limpia trayectoria a nivel nacional para orgullo de todos los sudcalifornianos. DEBO ACLARAR QUE ESTA CRÓNICA LA PUBLIQUÉ HACE MAS DE 20 años, y no pasó nada , fue un grito en el desierto..y…han proliferado los hoteles , por consiguiente los drenajes a la hermosísima Bahía de La Paz, y hasta el Historico y Legendario Mogote está lleno de hoteles, y la basura y drenaje a ¿Dónde irán a parar ¿…
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DON JULIO GOMEZ RITCHIE... INVENTO LA FORMULA DEL LICOR DE DAMIANA DE SUDCALIFORNIA.

LA PAZ QUE SE PERDIO.
POR: MANUELITA LIZARRAGA A.
DON JULIO GOMEZ RITCHIE... INVENTO LA FORMULA DEL LICOR DE DAMIANA DE SUDCALIFORNIA.
“Bachimba se llamó antiguamente Cabo San Lucas... era un Venecia.. Así le puso mi abuelo Don Francisco Gómez Villaescusa en honor de mi abuela, Jem Ritchie de Gómez, y de la provincia Vascongada de España... a mi querido nieto Julio Gómez Ritchie, le dejo el portón de piedra de Cabo San Lucas, o sea el famoso arco, así dice el testamento de la tía Inés de Ritchie, entre otras cosas heredadas a la familia”. Dijo con infinita nostalgia la respetable y estimada Señora Doña Emma Gómez viuda de Díaz, al recordar su feliz infancia al lado de sus padres en aquellos años dorados de La Paz antigua y Cabo San Lucas. Cuando lo galeones piratas del mundo europeo merodeaban la península, así como los barcos japoneses que venían a matar ballenas, y cuando nuestras tierras peninsulares estaban perfumadas a damiana y orégano, y el rocío y el viento llevaban esos aromas a los pobladores de sudcalifornia, su padre, Don Julio Gómez Ritchie fue un hombre emprendedor, industrioso, inteligente y muy trabajador... él invento la fórmula del licor de damiana aquí en La Paz, la que dio fama a nivel nacional a esta entidad, industria que dio trabajo a muchas familias. Continúo diciendo Doña Emma remontándose al pasado.
Que Don Tomas Ritchie fue de los fundadores de Cabo San Lucas a finales del siglo XVlll llegó de Irlanda y quedó extasiado con las bellezas de estas aguas californianas, y le entregó el corazón a esta prodigiosa tierra de Cabo San Lucas y de La Paz. mi padre Don Julio Gómez Ritchie, además de inventar el famoso licor de damiana fue ganadero, comerciante y agricultor, así como fue un esposo y padre ejemplar... fue un hombre que con sus esfuerzo y trabajo contribuyó al desarrollo y engrandecimiento de Sudcalifornia , apoyado por el amor y abnegación de su madre doña Enedina Ruibal de Gómez, virtuosa dama española quien le dio nueve hijas en esa hermosa bahía sanlunquence, María Faustina, Emanuela, Enedina, Carmela, Aida, Herminia, Alicia, Anita y Lucia. Su padre, radicó en Guaymas, Sonora por un tiempo; en su juventud trabajo en la casa Zaragoza como tenedor de libros y contrajo nupcias con su madre en 1915. Y por el amor que le tuvo a esta tierra se vinieron a radicar a los Cabos a trabajar y a luchar a brazo partido.
¡Era un Venecia Cabo San Lucas!... su padre compró 320 hectáreas a su abuelo Tomas Ritchie en 500 monedas de oro, y construyó la hacienda “Las Golondrinas”... tenía billares y cantina, así como un tendejón... era el único comerciante en los Cabos. En el muelle viejo estaba una compañía empacadora de atún. Ésta y los negocios de su padre era lo único que le daba vida a Cabo San Lucas. Las Golondrinas, se llamó la casa de piedra, la que era famosa donde llegaban extranjeros que venían en los galeones procedentes de todas partes del mundo. Ahí comían y se abastecían de todo lo necesario. Los juguetes más hermosos tenían... Luis el Austriaco les traía muñecas de las más preciosas de Australia y Noruega... disfrutaban de todas la comodidades a la europea, porque era entradera de barcos de todo el mundo. Los marino que llegaban a las golondrinas también abastecían a su padre de todas aquellas comodidades. Su padre, dice doña Emma, tenía varios ranchos ganaderos y de tierra de cultivo, donde se daban las verduras vegetales y frutas de la mejor calidad, en tierras de cultivos donde se cosechaban las frutas, vegetales de la mejor calidad así como frijol y maíz. Destacaba el chilacayote, y todo tipo de fruta. En la tierra del “Llano” su padre cultivaba tomate de la mejor calidad el que exportaba a los Estados Unidos en los barcos mercantes, a través de los comisionistas Don Valero y Manuel González Canseco. Los ranchos que poseía su padre eran; Bachimba, que es ahora Cabo San Lucas, El Cardonal, El Médano Partido, El Tesal, La Laguna y El Llano. Cuando niña se iban a jugar a las orillas de las playas con los lobos marinos. “cuanto les gustaba que las llevaran a San José del Cabo en el calesín de la abuela Jem”. San José del cabo era un pueblo pujante donde se cosechaban frutas y verduras de exportación de la mejor calidad y sus bellas mujeres hacían dulces de la región entre otras cosas. Los domingos venía a la casa a pasar el día la tía Inés...! Parecía que había fiesta! Era una hermosa convivencia familiar... eran 27 primos casi todos de la misma camada, niños y niñas de doce años para abajo... el día de San juan les podaban el cabello y era el único día del año que les daban permiso de entrar a la huerta del abuelo en donde cortaban toda clase de frutas, principalmente uvas, tunas y guayabas, y si querían manzanas, nada más pasando el arroyo se daban.
La navidad se festejaba con gran respeto. Doña Emma nació en el año de la Constitución 1917 y desde el tiempo de su tatarabuela, ya hacían buñuelos en casa y creían en Santo Claus. Era muy bonito y sano esa inocencia que tenían... en una ocasión le amaneció una casita de lámina armable, además de las muñecas noruegas y australianas, juguetes que en esa época ni se conocían aquí en La Paz pero que gracia a la entrada de barcos europeos, pudieron disfrutar. Los mares de Cabo San Lucas se inundaban de ballenas en su tiempo, y retumbaban en sus oídos los cañonazos de los barcos japoneses que hacían una gran matanza de ballenas y explotaban clandestinamente las aguas de california. De los barcos japoneses que recuerda es el María Maru. La ruina de su padre y de otras familias fue el cultivo de tomate se le echaron a perder 20 mil cajas de este producto por que no paso el barco a tiempo para transportar la mercancía. Luego, de pilón un gran temporal el más fuerte y devastador de la historia arraso con casi todo Cabo San Lucas, quedando en pie únicamente la casa de piedra Las Golondrinas. No mató mucha gente porque no la había... quedó cinco familias muy humildes. El gobernador de ese tiempo le pidió a su padre que les diera permiso de asentarse en sus tierras a esas familias, lo que acepto con gusto.
Continua diciendo doña Emma que Don Julio Gómez les contaba que su padre Don Francisco Gómez Villaescusa, fue uno de los que fundó Cabo san Lucas... llego en un galeón pirata acompañado de 4 amigos extranjeros... Ceseña, Green, Ritchie, Collins y Gómez Villaescusa... venían de Irlanda eran aventureros, quienes después de viajar por muchas partes del mundo al llegar a las playas de Cabo San Lucas, se enamoraron de la bahía y exclamaron “que bahía tan hermosa” y se quedaron. Luego Tomas Ritchie compró todas las playas de San Lucas y lo tildaban de loco “que para que quería él tantas tierra y tanto mar” y él nomás se reía. Fueron los primeros pobladores de Cabo San Lucas quienes Vivian de la pesca la ganadería y la agricultura. Don Tomas Ritchie fue el primer y mejor herrero y artesano de la época... hacia los frenos para las bestias de pura plata. Don Francisco Gómez Villaescusa, se casó con la señora Jem Ritchie y procrearon tres hijos... Inés de Sandoval, Carmen de Villarino, y Francisco, quien murió muy joven de diabetes.
Los ojos de doña Emma se rasan de lágrimas y continúan contando que después del vendaval que barrio a Bachimba o Cabo San Lucas, a Don Julio Gómez no le asustaba la adversidad. Se trasladó con la familia a este pintoresco pueblo de La Paz y puso una tienda en donde fue “El Ancla”, madero y 16 de septiembre, donde vendía de todo, abarrotes en general, telas y mercerías. Compraba cueros de res y los mandaba a vender a Mazatlán. Don Julio se sentía muy orgulloso de sus nueve hijas, que para entonces eran unas hermosas señoritas muy respetadas, por lo que era famoso en el pueblo, pero que ellas temían vestirse de rojo, porque los muchachos de su tiempo les decían a las jóvenes a su paso, “MATÓ PUERCO Don Aparicio”, Porque frente al cine Juárez, vivía el señor que cuándo mataba puerco, ponía un moño colorado en la puerta para que la gente supiera que había carne de puerco. Y la gente gritaba...”Mató puerco Don Aparicio. “Aquí en La Paz su padre inventó el licor de damiana, el que tuvo mucha aceptación y puso una industria dándole trabajo a mucha gente. Después vendió sus ranchos, y a petición de unas de sus hermanas que se casó y se fue a vivir a Guadalajara, invitó a sus padres a que se fueran a radicar allá. Ellos con la ilusión de que les iría mejor se fueron a vivir a esa ciudad donde tuvo mucho éxito con su licor de damiana. La gente de aquí cosechaba la damiana, la comprábamos para enviarla a Guadalajara. En 1965 su padre vendió la patente del licor de damiana a un empresario de Tijuana, y tres meses después Don Julio Gómez Ritchie, falleció en Guadalajara el 25 de agosto de 1965., terminó diciendo la encantadora muchacha antigua de juventud acumulada….
….Cabo San Lucas, Bachimba, era un Venecia... merodeaban los galeones piratas, los barcos europeos y japoneses que mataban las ballenas a cañonazos,…Y por aquellos caminos reales del Sur Californiano, transitaba tirado por briosos corceles a golpes del fuste, el calesín de la familia Ritchie, repleto de encantadores niños , primos todos ellos. Rumbo a las huertas de los abuelos, en el paradisiaco San José del Cabo...

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DON IDELFONSO GREEN CESEÑA...SUDCALIFORNIANO ILUSTRE...DEFENSOR DE LA SOBERANIA NACIONAL

LA PAZ QUE SE PERDIO
POR MANUELITA LIZARRAGA
“DON IDELFONSO GREEN CESEÑA...SUDCALIFORNIANO ILUSTRE...DEFENSOR DE LA SOBERANIA NACIONAL”.
• NACIO EL 23 DE ENRO DE 1830...FALLECIO EL 27 DE MARZO DE 1932...SUS RESTOS ESTAN SEPULTADOS EN LA ROTONDA DE LOS SUDCALIFORNIANOS ILUSTRES.
• FUE EL PRIMER SUDCALIFORNIANO QUE CONTRAJO MATRIMONIO DE ACUERDO AL ORDENAMIENTO CIVIL, DURANTE LAS LEYES DE REFORMA.
• SU CONSIGNA FUE: CONSTITUCION O MUERTE, ES DECIR, ESTADO Y SOCIEDAD CIVIL, PROGRESO Y DEMOCRACIA.
• COMANDO LA COMPAÑÍA LIBERAL DE RANCHEROS DEL SUR, A LOS QUE LLAMO “RIFLEROS DE SAN LUCAS”.
• EL CAPITAN DE LA GUARDIA NACIONAL Y SUS RIFLEROS DE SAN LUCAS ILDEFONSO GREEN RECORRIAN VIGILANTES, BRECHAS Y LAS ORILLAS DE LAS PLAYAS DEL SUR, EN DEFENSA DE LA SOBERANIA NACIONAL.
• DEFENDIO LA PENINSULA DE BAJA CALIFORNIA SUR, DE LA INVASIÓN PIRATA WILLIAM WALKER EN 1856.
Nació en Cabo San Lucas, y sus padres fueron Don Esteban Ruffino Green de origen ruso y nacionalizado mexicano, uno de los fundadores de Cabo San Lucas y su mamá fue Doña Jesús Ceseña Ojeda. Don Ildefonso quedó huérfano de padre a los cinco años de edad, y empezó sus primeros estudios con el profesor Miguel Canseco. Según contaba Don Ildefonso que estando en la escuela hubo un gran temblor y quedó muy impresionado al ver que al Cerro de San Lázaro se le desprendía un gran picacho, el cual hasta la fecha se le nota mutilado.
Doña Jesús contrajo nupcias nuevamente con Don Salvador Castro, y llevo a toda la familia a la Alta California y el Güero Green como se le conoció por cariño continuo sus estudios en Nueva York adquiriendo amplia cultura y dominando a la perfección el idioma inglés. A Don Ildefonso Green le toco presenciar la invasión norteamericana de 1847 al mando del comodoro Estocton, por lo que cuando viajaban a pasar por San José del Cabo, lugar ya tomado por los invasores, fueron detenidos un tiempo y fue a visitar el sepulcro del capitán Don Antonio Mijares muerto en combate recientemente en defensa de la soberanía nacional contra la invasión extranjera, quizás esos momentos encendieron en el corazón del joven Ildefonso Green la llama ardiente de la justicia y su amor a la patria. Después de un tiempo, volvieron a embarcarse, tocando el puerto de Mazatlán y presencio cuando los norteamericanos embarcaban rumbo a Estados Unidos varios heridos. Siguieron tocando varios puertos de la América del Sur y en Chile hicieron varias reparaciones a la fragata en la que viajaban y por esas costas les azoto un huracán que los puso en gran peligro. Luego pasaron a Cabo de Hornos, y llegaron a Argentina y luego a Rio de Janeiro y de ahí a alta mar donde les azoto otro huracán del que salieron bien librados, y después de muchas peripecias al fin llegaron a Nueva York, hospedándose en casa del capitán, su protector.
En esa época, se descubrió el famoso placer de oro y nuestro héroe sudcaliforniano empezó a trabajar en un almacén en donde pasaba el oro que la empresa compraba y pudo darse cuenta de las luchas que se libraban entre los americanos y las gavillas que se levantaban en defensa todavía de la tierra y su oro, siendo las más aguerrida la encabezada por Joaquín Murrieta quien mato muchos americanos en unión de Salomón Picco hijo del ultimo gobernador de California, cuando ésta pertenecía a México. Fue Ildefonso desde muy joven un magnifico tirador y era amante de la caza llegando a ser temido y de fama, tanto en California como en el territorio sur, teniendo también sus aventuras de cazador. Cuenta Doña Dominga de Amao, que en una ocasión salió el güero Green en compañía de unos señores y en el bosque le salió al paso un enorme oso, y montando su brioso corcel Ildefonso se dio a la tarea de cazarlo sin tomar en cuenta lo peligroso que era, pero por los nervios del caballo, erró el tiro, y el animal se enfureció echándosele encima y dando rápidamente la vuelta se quiso poner a salvo, pero la silla se salió de su lugar y el güero fue a dar al suelo y apenas pudo salir bien librado de este lance.
En aquella época, hubo una epidemia de cólera morbo que sembró la desolación y mató mucha gente, tuvieron que salir de aquel lugar muchas familias, entre ellas la de Ildefonso Green Ceseña dirigiéndose a Cabo San Lucas, donde tenían sus intereses, pero al llegar no pudieron desembarcar porque allí también había este terrible mal, por lo que se dirigieron a punta palmilla internándose en la sierra hasta que pudiera pasar. Corría el año de 1853...las cosas estaban turbias por la reciente invasión del terrible pirata William Walker...Ildefonso Green Ceseña. Hombre de fecunda y productiva vida dedicada a la defensa y de los más altos ideales de la democracia y de la sudcalifornidad, junto con sus seguidores fue de la generación de los liberales mexicanos que defendieron en todo momento a Baja California Sur como un territorio integrante de la Nación Mexicana. En aquel tiempo la península estaba en el más completo abandono después de la guerra de intervención norteamericana en 1847 1848, la que fue defendida por los héroes muleginos. Surge entonces la violenta generación sudcaliforniana encabezada por don Ildefonso Green que fue la responsable de realizar el destino histórico de sudcalifornia en la segunda mitad del siglo pasado, cuando el pirata William Walker pretendió en 1853 constituir en todo el noreste mexicanos la republica de sonora, sucedió que luego de tomar La Paz llegó a Cabo San Lucas el barco donde venía el filibustero William Walker y un montón de piratas los que ocultando sus propósitos de pillaje estuvieron varios días cultivando amistades trayendo licores a tierra y jugando póker, y habiendo bebido de más, la familia Green les brindó hospedaje, fue así como se descubrieron sus perversos propósitos y quienes era, Ildefonso siempre vigilante y nada confiado, pudo escuchar que algo tramaban pues mencionaban al gobernador del territorio sur Rafael Espinoza y planeaban atentar contra las jovencitas que más les gustara y descubrió también el güero Green que llevaban a bordo secuestrado a Juan Clímaco. Al escuchar esto Don Ildefonso luego luego se puso en actividad armando a la gente, pero algo maliciaron los piratas porque luego luego se hicieron a la mar. El güero Green dió aviso a San José del Cabo y luego a La Paz, siendo llamado para darle instrucciones de formar la Guardia Nacional siendo nombrado capitán. Se le dio parque, armas y reclutar gente en San José del Cabo, desplegó una actividad y organización sorprendente de mando despertando respeto y simpatía y la gente se le unió dispuestos a todo, ya que estaban harto de pasadas invasiones. Armó 300 hombres, y los domingos los reunía para darles instrucción militar, nombrándolos “RIFLEROS DE SAN LUCAS”, no contaban con sueldo alguno.
Ildefonso Green y su equipo de valientes, los rifleros de San Lucas con el arrojo del hombre sudcaliforniano defendieron esta tierra de la nefastas intenciones del feroz pirata filibustero. Desde ese entonces los sudcalifornianos asumieron como propias el proyecto de nación libre y soberano que se realizaban en el resto del país. Con la derrota de William Walker en 1853 los pocos habitantes que había en la península desde Cabo san Lucas hasta la frontera recibieron con gran júbilo la confirmación de la nacionalidad que todos ellos los rancheros, mineros, y pescadores de perlas habían elegido de manera irrenunciable. Después de estos actos de confirmación nacional Don Ildefonso Green en compañía de Mauricio Castro se levantó en armas para defender la causa liberal.
Durante la guerra de Reforma Green se caracterizó por mantener la vigencia de la constitución de 1857, la cual había terminado con los privilegios de la iglesia y el ejército. Cuando el gobernador arribista Diego Castilla se hizo cargo del poder local a través de un cuartelazo, el güero Green comando una compañía liberal de rancheros del sur a la que bautizo con el nombre de rifleros de San Lucas, triunfando el movimiento y restableciéndose la legalidad constitucional. Los rifleros de San Lucas apoyaron a Teodoro Riberoll para que gobernara la península. Durante este gobierno liberal cuando los sudcalifornianos discutieron por primera vez la manera que debía elegirse el gobierno interno, se constituyó una asamblea legislativa compuesta por un representante de cada municipalidad y expidió un estatuto orgánico que reglamento sus funciones.
Esta experiencia local de autogobierno coloca a los liberales sudcalifornianos de ese tiempo como precursores de los movimientos políticos nativistas que habían de manifestarse en el siglo XX. Siendo Ildefonso Green y sus seguidores defensores de las causas de la democracia y la sudcalifornidad. Durante el gobierno de Juárez el estadounidense Robert Mclane a través de Melchor Ocampo, Secretario de Relaciones Exteriores, hizo la insultante propuesta del gobierno norteamericano al mexicano de comprar la península mexicana, imponiéndose el derecho histórico de las voluntades sudcalifornianas y del espíritu patriótico que habrían expresado los muleginos y josefinos durante la guerra de 1847 y de las invasiones filibusteras defendidas por Ildefonso Green y sus rifleros, asimismo, don Ildefonso con el general Manuel Márquez de León y sus Rifleros de Cabo San Lucas destituyeron al jefe político Gerónimo Amador en 1860 quien debido a sus arbitrariedades propicio un difícil sistema político y social. Recorrían las polvorientas brechas don Ildefonso Con su batallón los cazadores de california Clodomiro Cota, Victoriano Legaspy, Emilio Mendoza, Loreto Manríquez, Francisco Romero, Antonio Piñuelas, Rafael Manríquez, Isabel González y José Gutiérrez, entre otros preparados para la defensa de la península, cuando los franceses amenazaban invadirla; Ildefonso Green en 1866 organizo el levantamiento popular de sus cazadores y rifleros de san Lucas, para destituir a los malos e ilegales gobernantes como pedro magaña Navarrete jefe político quien se negaba a entregarle el mando a Don Antonio Pedrín, quien fue nombrado por el presidente Benito Juárez; Ildefonso Green sitiaron en Santiago durante 9 días impidiéndoles a la gente de Navarrete al paso, saliendo estos derrotados.
Ildefonso Green fue el primer sudcaliforniano que se casó de acuerdo al ordenamiento civil que para tal efecto se expidió durante la reforma. Acto muy significativo en las circunstancias de una sociedad regional que desde su colonización había sido controlada por la iglesia. La sociedad privada y urbana coloca a Ildefonso Green como uno de los liberales sudcalifornianos más consecuente con los principios que practicò y que se expresaba en la consigna de Constitución o muerte, es decir, estado y sociedad civil, progreso y democracia. Durante el gobierno de Emiliano Dávalos ocurrió otro levantamiento en 1874 encabezado por Ramón Valdéz, quien avanzo al sur perdiendo la vida en un enfrentamiento contra el güero Green y sus rifleros. Green recibió orden de fusilar a los vencidos, pero reusó a hacerlo sosteniendo que los jóvenes habían sido arrastrados con engaños al movimiento demostrando con este gesto su nobleza y generosidad. Ildefonso Green estaba presente en todos los momentos en que los sudcalifornianos requerían de sus servicios....aquel riflero de cabo san Lucas irrumpe siempre al lado de Manuel Márquez de León, Clodomiro Cota y los rancheros como defensores de la legalidad y el orden.
El güero Green el terror del sur, derrotó a fuerzas federales que lo acosaban por defender el plan del triunfo presentado por Manuel Márquez de león a finales de 1879. Con el surgimiento del maderismo fue entusiasta propagandista de la causa revolucionaria. A la caída de don Porfirio Díaz Green fue electo presidente municipal de San José del Cabo. A los 85 años de edad, en 1915, el güero Green se colocó al lado del constitucionalismo a las órdenes del teniente coronel Don Urbano Angulo con un gran contingente de hombres caballos y armas como sudcaliforniano mexicano que representó la corriente del liberalismo político mexicano, siguió en la revolución en busca del sufragio efectivo y la no reelección coincidió con los revolucionarios sudcalifornianos de su tiempo en el carácter social y anti imperialista que debía tener aquel movimiento, destacando la nacionalidad histórica de que los recursos naturales concesionados a potencias extranjeras regresaran a manos de los mexicanos, particularmente a los sudcalifornianos.
Al triunfo del constitucionalismo don Ildefonso Green recibió el grado de mayor sirviendo al ejército durante dos años, luego pidió su baja dedicándose al reclamo de tierra para los campesinos, al mismo tiempo que pugnaba porque se ofreciera a nuestros pueblos mejores oportunidades de educación a la que consideraba uno de los objetivos revolucionarios más importantes que debía alcanzar el México moderno. Don Ildefonso Green nació en Cabo San Lucas el 23 de enero de 1830 y falleció en su rancho santa Gertrudis el 27 de marzo de 1932 a la edad de 102 años, sus restos descansan en la rotonda de los hombres ilustres.
Y el héroe sudcaliforniano defensor de la soberanía nacional…Recorría con sus rifleros serranías y mares vigilando y evitando la invasión extranjera…Si viviera, ahora y viera cómo está su tierra la que ahora no supieron defender, se volvería a morir 10 veces…
…Por el placer de escribir…Recordar...Y compartir…



DEL JARRO DE LOS REMEDIOS DE LA ABUELA

LA PAZ QUE SE PERDIO
POR MANUELITA LIZARRAGA ÁLCARAZ
DEL JARRO DE LOS REMEDIOS DE LA ABUELA
…EL DIENTE DE LEÒN…PORTENTOSA PLANTA SILVESTRE MEDICINAL Y ALIMENTICIA….
• DECÍA LA ABUELA QUE EN SU MAYORÍA LA GENTE DESCONOCÍA LAS PROPIEDADES ALIMENTICIAS Y MEDICÍNALES DE ESTA PORTENTOSA PLANTA, QUE DIOS NOS REGALO, EL DIENTE DE LEÓN.
• “DIOS HACE QUE LA TIERRA PRODUZCA PLANTAS MEDICINALES, Y EL HOMBRE INTELIGENTE NO DEBE DESPERDICIARLAS” …
ECLO, 38.4
¡Nanita, nanita!, el cielo está encapotado como usted dice, con truenos, rayos y centellas, parece que va a llover; le dije saltando de gusto, apretujando en mi pecho mi muñeca de trapo, seguida del perro el pachuco, quien también muy contento ladraba moviendo la cola, y saltando; y al ver el canasto tejido de cogollo de palma y el cuchillito dentro de él, más gusto nos dio; porque eso quería decir que nos iríamos de monte, en busca de alguna planta medicinal; mientras que mi nanita, se fumaba su cigarro del tigre, detrás de la hornilla, y mi madre hacia gorditas amasadas, con manteca de res para tomar con café prieto , mientras repiqueteaba la lluvia, bajo aquel techado de palma, enmarcado con truenos, rayos y centellas, el crepitar de tizones encendidos, y las chispas y fumarolas al viento, del cigarro de mi sabia abuela, entre aquellos aromas a café colado en talega de manta, y gorditas de masa de maíz, con manteca de res, aquella lluviosa tarde de verano.
Era la paz aquella de finales de la década de los 40`s, en la evocadora casa de piedra, por el barrio el choyal… Al calor humano, en aquella cocina tan llena de amor, bajo el sombrero de cogollo de palma, de alta copa, los verdes y rasgados ojos de mi nanita, nomas chispeaban en el bello rostro, enmarcado con frondoso cabello, con hilos dorados y plateados aun, entrelazados; y sacándose el cigarro de la boca aventando la fumarola al viento, dijo, “ el canasto esta listo, para cuando amaine la lluvia, nos vamos a buscar una planta medicinal, que se llama diente de león”, ¡Uyyyyyyy nanita!, ¿cómo esta eso, le va a quitar los dientes a un león?, al escuchar eso el pachuco se asustó pelando tamaños ojos, “¡Que león ni que ocho cuartos!, es una planta que se da por banquetas, sembradillos y jardines, vamos a ir, aquí, allá y mas allá”, dijo- ¿Y para que sirve eso nanita?, le dije “es una planta maravillosa, como todo lo que Dios creo en el mundo; y tu tío lao anda malo del hígado, porque ha tomado mucho últimamente, y esta todo temeleque, muy decaído y se está poniendo enclenque, dijo ella”, lo que no entendíamos el perro y yo, lo único que sabiamos era que íbamos de aventura al monte, a aprender tantas cosas de mi nanita.
Cuando la lluvia cesó, emprendimos el camino, llenos de contento; y le pregunte “ a ver nanita, dígame para que sirve el diente de león; yo me imaginaba que íbamos a ver un león lleno de dientes; “y ella dijo, decían los mayores, que el diente de león, también le dicen endibia, lechuguilla, o armagón, es una planta medicinal maravillosa, muy completa, y que no cuesta nada, solo el esfuerzo de conseguirla; contiene unos alcaloides, llamados tiroxina o insulina, colina, recina, tarasteroiet, hormonasatero, así como varios ácidos grasos, azúcar, clorofila, acetato, y oxalato de hierro, sulfato de calcio, cloruro y acetato de sodio, silicato y aluminato de potasio, elementos que hacen que esta planta silvestre, tenga acción laxantes ( que purga sin provocar diarrea) diurética, ( que hace orinar), colagoga( ayuda a expulsar la bilis en el organismo y actue contra el exceso de acido úrico; en la practica de la medicina homeopática y natural, continuo diciendo se ha comprobado su utilidad, en casos de ataques biliares, cálculos de la vejiga, problemas del páncreas, cálculos renales, reumas e ictericia; además, dijo ella que decían los mayore que su uso constante del diente de león, pone en orden las partes más delicadas del organismo; el páncreas, el hígado y los riñones; que lo más conveniente es consumir las hojas crudas en ensaladas, o licuadas”.
Mi abuela cosechaba entre otras plantas medicinales el diente de león, los meses de primavera y veranos, y en el otoño e invierno, recolectaba las raíces para hacerlas tecitos y lo endulzaba con miel de abeja; las rebanaba en rodajas y las ponía a hervir durante 10 minutos, en el jarro de los remedios, luego nos la daba como alimento diario, y decía” para que no anden enclenques y tembeleques; también ponía las raíces a secar, luego las tostaba, y después las molía, y nos las daba como café, en los tiempos malos, cuando los barcos tardaban mucho en traer mercancías a la paz. Decía ella que en su mayoría la gente desconocía las propiedades alimenticias y medicínales de esta portentosa planta, que Dios nos regalo, EL DIENTE DE LEÓN.
Esta maravillosa planta de diente de león, continúo diciendo ella, es también aperitivo, estomáquico (ayuda en la función gástrica), y entépico (favorece la digestión, y aumenta el apetito), yo lo recomiendo, dice, en la alteración del proceso digestivo, eructos y agruras, la falta de apetito, y digestión deficiente; el diente de león se utiliza también en el tratamiento de enfermedades biliares y hepáticas, en el sarpullido, comezón en la piel, y la ictericia. La acción diurética del diente de león aumenta la cantidad de orina, y ayuda a expulsar sustancias biliares, que, si estas se revuelven en la sangre, perjudica el cutis. El considerable contenido de sales minerales del diente de león, ayuda al hígado, en la formación de glóbulos rojos. Es recomendado en casos de anemia, leucemia, clorosis, y debilidad en general, por enfermedades infecciosas; también ayuda en combate al estreñimiento, los gases y la putrefacción digestiva. Ayuda también a eliminar el exceso de acido úrico ( la gota), disminuye y alivia molestias reumáticas.
El pachuco y yo estábamos gratamente sorprendidos por todo lo que mi nanita decía, aunque nada entendíamos, lo único que queríamos era irnos de monte después de aquel hermoso aguacero , y le pregunté con temor de enfadarla porque me tenía por preguntona, ¿nanita, y usted porque sabe tantas cosas ¿sabiduría de los mayores , dijo, y algunos consejos de curanderos y Médicos amigos que nos pasamos conocimientos..¿serán los curanderos , Don Miguelito, o la mujer del zapatero la Señora Belmoor?..mmj..
…Y en La Paz aquella de evocadores recuerdos, la abuela canast,a en brazo ,la niña y el perro, jubilosas caminaban después de la lluvia por las callecitas de antaño en busca de la prodigiosa planta medicinal EL DIENTE DE LEON….
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LA PAZ QUE SE PERDIO
POR MANUELITA LIZÁRRAGA ÁLCARAZ.
“MI PERRO VIEJO...”EL PACHUCO” ... MI ABUELA Y MI MUÑECA DE TRAPO”. 💃
... 🎶 🎶”Ya los enanos ya se enojaron, porque las viejas los apalearon...hazte chiquito, y hazte grandote, porque te tumbo de un garrote” 🎶 🎶...y el perro, el “pachuco”, 🐶 al canto de mi madre, 👱‍♀ moviendo la colita, en las dos patitas traseras bailaba para arriba y para abajo...chaparro, largo y grueso, así era mi inolvidable perrito el ““pachuco””...en su afilada y alargada cabeza, destacaban los grandes y tristes ojos 👀 de tierno mirar...además de sus redondas y grandes orejas, las que caían generosas a los lados, hacían que mi perro viejo se viera más bonito con sus patas chuecas, su negro y brilloso pelaje y su colita larga y tiesa con tres pelitos blancos en la punta, los que hacían juego con la mancha blanca plasmada en su cara y con lo blanco del cuello al pecho y toda la panza.
Una soleada mañana de invierno, el “pachuco” llegó a nuestro hogar 🏚...fue regalo de mi prima Haydee, por el nacimiento de mi hermanita menor...por la década de los 40, por la empedrada calle de Independencia se escuchaba el alegre traqueteo de la carreta tirada al trote por briosos corceles 🐴 🐴 en la que venía la cuna que mecería a mi hermanita...un escándalo se hizo en casa al ver llegar la carreta...corrimos a su encuentro, y con el alboroto, tropecé enredándome entre los largos ropajes de la abuela, 👵 y rodamos en el suelo las dos... era una cuna de madera pintada de azul de aquellas tradicionales, sencilla, de dos largas patas, arriba un palo atravesado y un colgante cajón de rejitas...dentro de la cuna venia una caja de zapatos, y dentro de ésta, un lindo perrito negro con sus ojos muy pelones y las orejotas largas con un moño colorado. Destacaban sus grandes ojos y las orejas entre el moño. 🎀Fue un día de fiesta en casa. 🏚La llegada de la niña, la cuna y el perro. El ““pachuco””, fue celebre en la familia durante sus 16 años de vida...””pachuco””, así le puso mi madre, porque decía ella que el perro valía más que cuatro reales...”Este perro vale lo que pesa en oro”, decía mi abuelita. El perro formó parte de la familia. Era el compañero de juegos y andanzas de los niños, y compañero de mi padre en su trabajo; además que fue mi compañero madrugador y de la abuelita, cuando íbamos al antiguo mercado Madero a la compra diaria, y a moler el nixtamal en el novedoso molino de don Ramón Briseño. En la Loncheria de don Conrado de La Peña, tomábamos café con pan, y al perro, mi abuelita le compraba su huarache. Hasta la fecha, nos hacen reír las gracias del “pachuco” y teníamos como chiste que decíamos: “y como dijo el “pachuco””.
En las madrugaditas aquella de La Paz de antaño, cuando la costumbre era que las mujeres del ayer a esa hora ya andaban barriendo la calle, frente y patio de sus casas, y entre aquellos olores a tierra mojada, flores y café de grano, por las empedradas callecitas mi abuelita y yo caminábamos bajo la lápida celeste tachonada de estrellas, rumbo al mercado Madero, seguida de mi fiel amigo...mi perro viejo el “pachuco”. En realidad el perro no estaba viejo, lo que pasa es que yo en mis juegos lo acariciaba rascándole los cachetes, lo que tanto le gustaba, yo le decía “vengase mi perro viejo, mi querido amigo”. Y el perrito cerraba los ojitos, y aunque no lo crea, se reía y movía la colita. A través del tiempo, valoro más a mi viejo amigo y me doy cuenta que fue un perro maravilloso e inolvidable. No acabaría nunca de contar todo lo que hacía y tampoco no lo creerían. El “pachuco” era un perro noble, muy valiente e inteligente...era un animalito que no estorbaba en ningún lado...mi perro es inolvidable, tenía inteligencia casi humana, porque cuantas vivencias pasamos juntos en aquella Paz antigua de la música y el romance, , de carretas, barcos mercantes, molinos de viento y huertos familiares de frutales y floridos jardines entre tantas otras cosas bellas de evocadores recuerdos. Cuando niña, me parecía muy normal que actuara en aquella forma...y a cómo pasa el tiempo me doy cuenta que tuve un gran amigo el que se comportaba a la altura de las circunstancias. Mi padre, don Bernardo Lizárraga Tiznado fue un hombre muy trabajador y obligado...en aquella época, trabajaba en la “Perseverancia”, era el tendajón de mi tío Billi de La Peña, donde es ahora el Bazar, tienda de regalos y detalles, De Don José Berúmen empresario de gran prestigio en su época el boom de la fayuca en La Paz.....aparte de que vendían de todo, también fue licoreria, y vendían tequila de barril en burritas y en medias así como en litros. En los “apersogaderos”, donde amarraban las bestias los rancheros y mineros que bajaban de la sierra que se surtían de provisiones, el perro echadito muy pensativo esperaba a mi padre a que saliera para acompañarlo rumbo a la casa, algunos decían que mi padre hasta platicaba con el perro. Mi padre siempre llevaba en el hombro lo que sería nuestro alimento...un costillal de res, piezas de carne oreada ya fuera de venado, o de burro, o panelas de queso, sartas de chorizo, pescado seco, ya fuera garropa que era la que tanto le gustaba, en fin variadas cosas...pero cuando éste se quedaba “por alguna causa dormido en alguna banqueta”, el perro se llevaba arrastrando aquellas cosas con el hocico y las dejaba en los pies de mi madre...”Mala señal”, decía mi madre, al tiempo que cortaba la parte de la carne por donde la había cogido el perro, porque esa era su parte, “Este hombre ya debe de estar tomado”, decía, “pues el perro llegó solo con la carne”...y el “pachuco” y mi madre se regresaban a buscar a mi padre donde había quedado dormido.
Una vez, jugando, una niña vecina se llevó mi muñeca de trapo; aquella de cuerpo de aserrín y de largas trenzas hechas de medias, la que mi abuelita me compró con don Chavalito Ibarra, aquel dulce viejecito de sombrero y que siempre tocaba su música de boca cuando las muchachas pasaban por su tiendita. El perro me vio tan acongojada, que quien sabe cómo le hizo, que fue y me trajo la muñeca poniéndola sobre mi cama...en otra de tantas ocasiones, había llovido bastante y el arroyo arrastraba el sombrero de palma de alta copa de mi abuela...el perro, al ver el escándalo que ella hacía, sin que nadie le mandara se lanzó al agua y rescató el sombrero...”este “pachuco” vale lo que pesa en oro”, decía mi abuelita acariciándole la cabeza quien se ponía muy contento, pelaba los dientitos y movía la colita. Al “pachuco” no le gustaba que nos castigaran...cuando mi madre o padre cogían el cinto o la cuarta para pegarnos, el perro pegaba un salto a sus manos y les quitaba el cinto o la reata y corría con él. Siempre no nos escapábamos, nos daban nuestras buenas tundas...por eso es que mi madre le cantaba, “ya los enanos...” frente a la casa estaba el Kinder, párvulo o jardín de niños “El Choyal”, y el perrito estaba sentadito esperando nuestra salida...cuando era campaña de vacunación y pasaban las enfermeras vacunando, el “pachuco” nos alertaba para que nos escondiéramos...en nuestros juegos y vivencias siempre estaba el perro...el “pachuco” era un perrito con alma...cuando los mayores contaban leyendas y cuentos de tesoros y piratas a la luz de los candiles, el perro estaba entre nosotros disfrutando aquellos momentos....cuando pasaba mi querida e inolvidable madrina Siria Núñez rumbo a su trabajo, el perro ladraba y me jalaba el vestido para que la viera y saliera a su encuentro y ella sacaba de su monedero un diez de aquellos o una jolita, y me los daba, ¡que feliz me sentía con ese diez en la bolsita de mi vestido!.
¡Cuántas veces nos acompañó el perrito al panteón en las madrugaditas!...yo llevaba el balde con que acarrearíamos agua de la pila del molino del panteón, mi madre y abuela las flores y coronas de hojalata pintadas, mi hermanita mayor la escoba y el perro se encargaba de llevar mi inseparable muñeca de trapo. Cuando murió mi abuelita, mamá chica, le decíamos, otra de mis abuelitas, el padre de la parroquia de Nuestra Señora de La Paz echó las campanas al vuelo, anunciando duelo, y como la costumbre era cuando alguien moría, en la iglesia prestaban los candeleros, los que llevamos mis hermanos mayores y yo y mi perro viejo se llevó mi muñeca de trapo para que yo pudiera llevar un candelero...cuando el cortejo fúnebre, en una carreta seguida de los dolientes llevaron el ataúd cubierto de flores, conteniendo el llorado cuerpo de mi abuelita chica, y el “pachuco”, seguía a la carreta metido bajo de ella hasta el panteón...!Que mortificados nos sentimos, la familia, y un lloradero de chamacos había aquella mañana de primavera cuando el pachuco se tragó un trozo de carne enyerbada y el perro ya se moría, se retorcía y pataleaba...pero mi sabia abuela con sus dotes de curandera, luego luego molió un par de panochas y la revolvió con leche, luego, las echó en una botella, y entre aquella rueda de angustiados chamacos agarró al pachuco y le abrió el hocico y le retacó el batido de panocha con leche, luego agarró al perro de las dos patas traseras y le dio volantín hasta que lo mareó...luego el perro vomitó el veneno y quedó curado; todos bailamos de júbilo porque el perro se había salvado.
👵Mi nanita con todos sus conocimientos, siempre traía al pachuco armado hasta los dientes contras las enfermedades...le ponía su collar de alambre de cobre con cinco limones tatemados ensartados para el catarro, y se los amarraba al cuello....y de vez en cuando, lo embarraba de aceite quemado, contra la sarna, y a veces, lo bañaba de criolina para que no criara garrapatas ni gusanos...claro que todo eso le caía muy gordo al perro y se tenía que aguantar, nomás churía el hocico y pegaba unas cuantas reculadas. Y mi abuela le decía al perro “No sea pendejo”, para que siempre esté sano y tenga bonito el pelo...y si, le salía muy brillante el pelo al pachuco con el aceite quemado.
A VECES CUANDO VEO EN LA CALLE TANTOS PERRITOS 🐕 CON SARNA VIENE A MI MENTE AQUEL REMEDIO DEL ACEITE QUEMADO DE MI ABUELA Y ME DIGO CON TRISTEZA SI LA GENTE SUPIERA QUE EL ACEITE ES UN BUEN REMEDIO CONTRA LA SARNA HARIAN UNA BUENA CARIDAD CON ESTOS POBRES ANIMALES, Y NO LOS ECHARIAN A LA CALLE. ¡Que gordo le caía al “pachuco” cuando mi madre le ponía el bozal y el ortiguen en el hocico! En la culata de la casa, sin que se diera cuenta la abuela, yo se lo quitaba y metía el perro debajo de mi cama para que no lo vieran en todo el día. El “pachuco”, tenía 16 años cuando una fatídica mañana de verano, un vehículo lo atropelló...quizá porque ya estaba viejito y sus sentidos no le ayudaban...o quizá porque era de la época romántica de La Paz antigua, de las carretas y de los molinos de viento...lo cierto es que con la muerte del singular perrito sufrimos un gran pesar...y hasta la fecha, el “pachuco” es inolvidable...es tema de conversación en la familia, por que recordamos todas sus anécdotas...’y como dijo el “pachuco”’...
🎶 🎶“Ya los enanos, ya se enojaron... porque las viejas los apalearon, hazte chiquito y hazte grandote, porque te tumbo de un garrote” 🎶 🎶...al canto de mi madre, el perrito bailaba en las dos patitas traseras moviendo la colita y se hacía para arriba y para abajo... 🐕 🐕
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