LA PAZ QUE
SE PERDIO
“LOS JUGUETES DE ANTAÑO”.
Estamos
en vísperas de navidad, y trae a mi mente gratos recuerdos...mi muñeca de
trapo, mi perro viejo, la cuerda, la matatena, los monitos de sololoy, ¡qué
diferencia de aquél ayer!...ahora todo es fiesta y derroche de dinero en
juguetes de alto costo, que al rato andan tirados, y que tienen capturada la
voluntad del niño, invadiendo el espacio de su expresión, imponiéndole las
reglas del juego. Mediatización de la primera edad en la que el juego no obedece
a los impulsos básicos de crear y recrear al mundo, sino a lo que define la
tecnología del consumo y la fábrica de juguetes. Ahora, los niños ya no
construyen sus propios juguetes, no imita ni sueña, no utiliza ni da forma a
los juguetes en aras del juego; ahora jugar responde a estímulos externos, la
televisión, el juguete industrial, definen los gustos, la fantasía y el
lenguaje en símbolos que van marcando su conducta y capturan su voluntad.
En el pasado, con sencillos juguetes eran los niños tan
felices, los que eran elaborados por industriosos hombres y mujeres de la
época...carritos de madera, muñecas de trapo, caballitos, baleros, trompos,
etc., donde aplicaban el ingenio y la creatividad, pues no era el valor
monetario, sino lo que simbolizaba el recibir el regalo en Navidad. Con cuánta
ilusión los niños esperaban ese grandioso día del nacimiento de Jesús, porque
además del regalo que les amanecía, recibían de los mayores el mensaje del por
qué se festejaba la noche buena. A las 7 de la tarde, los niños ya estaban
cenados y acostados para esperar el nacimiento del niño Dios y la llegada de
Santa Claus. Previamente ponían una caja de cartón a los pies de la cama, o cabecera, para que ahí fueran
depositados los regalos, mientras los mayores acudían a misa de Gallo. Y
generalmente, lo que les amanecía consistía en cosas tan sencillas pero que
hacían la felicidad de los niños...en una bolsa de papel estraza, conteniendo
dulces de mentas, de aquellos de la marca Larín, una mandarina, una manzana, cacahuates,
galletas abetunadas, un espanta suegras, un chiflo, pompas, unas calcetas,
moños, y desde luego, la muñeca de trapo, o un mono de sololoy para las niñas,
y para los niños su carrito de madera o su caballito, un balero, o un
tirador...!y que felicidad tan grande en la Navidad!.
El arbolito, símbolo de vida y esperanza, consistía en un
trozo de pino o de palo verde ingeniosamente adornado, donde participaba la
familia entre aquél calor humano, elaborando estrellitas y esferas, de papel de
cajetillas de cigarros, jarritos, cazuelitas, en fin, y las figuritas del
nacimiento que no debían faltar. Ahora, el juguete industrial es un formador de
valores culturales y hábitos de consumo. La mercadotecnia. Al niño le impone
rituales y temores, le construye ídolos fantásticos, como los mercenarios, los
superhombres del racismo, o colonialismo, la ciencia ficción que dejó La Guerra
de Las Galaxias, los juegos de video, etc....agresividad, destrucción, posesión
del objeto y el poder, son parte de los signos ocultos en el juguete que
convierte en fantasía la realidad del mundo. Mediante el juego aprende el niño
patrones de conducta que engloban los juguetes industriales. El horizonte es
una pantalla de televisión en donde se proyectan y cobran movimiento los juguetes
que el niño pide para apropiarse de la imagen y el mito, para sustituir la
imaginación infantil, debilitar su identidad y capacidad gestual. Elimina las
fronteras entre lo real e imaginario. El niño se convierte en su juguete, pero
no lo crea.
La artesanía es cosa del pasado, no les llama la atención
las muñecas de trapo, ni los juguetes de madera o de otros materiales. El niño
no tiene un tiempo ocioso para crear sus propios sueños. A cambio del juego
recreativo y formativo, el juego aprendizaje, tendrá una muñeca que habla,
llora y ríe, un batimovíl con sonidos idénticos a la imagen inculcada...sus
héroes favoritos de la televisión que sustituyen la figura paternal,
aprendiendo al niño a ser adulto en miniatura.
Antaño en la navidad los
niños felices jugaban y compartían con la familia y amiguitos aquellos
sencillos juguetes del ayer…
…Por el placer de escribir…Recordar…Y
compartir…
No hay comentarios.:
Publicar un comentario