martes, 11 de abril de 2017

LA PAZ QUE SE PERDIO
POR MANUELITA LIZARRAGA

“LA PIEDRA LARGA... MONUMENTO HISTORICO DE MISTERIOS
Y LEYENDAS”

¡Ave María purísima, protégenos, de todo mal! ....Exclamaban en el pasado con el corazón en la mano, los rancheros sudcalifornianos al tiempo que se persignaban temerosos y con la piel enchinada, al paso obligado por la enigmática piedra larga el templo de satanás... ya que les contaban los mayores tantas leyendas tenebrosas sucedida a través de generaciones; y era el “coco” para los habitantes de los pueblos aledaños. La historia de sudcalifornia se ha escrito después de la llegada de Hernán Cortés y de los padres jesuitas pero poco o casi nada se ha escrito antes de la llegada de ellos, ya que la habitaron seres maravillosos que supieron sobrevivir felizmente de acuerdo a sus costumbres y culturas por milenios. Entre letras de la crónicas del padre Guillén, dicen que “existen rastros evidentes de prácticas extraterrestres” y el otro párrafo dice “que por Bahía Magdalena existen restos de templos de adoradores al sol” todo esto es un misterio por lo que puede creerse que la piedra larga fue en la antigüedad un monumento de adoración al culto de las tinieblas, o un punto estratégico de los extraterrestres o porque no al culto de su Dios de ¿los californianos?... Guamongo o quizás el demonio Wac- Tuparán pero ellos de alguna manera tenían conocimiento de la santísima trinidad, así como sobre el bien y el mal, por lo que sospechaban, que dice el padre Guillén “que se haya en las relaciones haber habido entre ellos tal serie de dogmas especulaciones que hacen parar el ánimo de quien lee, pues según ellos, no solo concedían la unidad y naturaleza de dios como un solo espíritu y hacían idea de otros seres espirituales, si no también tenían grandes vislumbres de la trinidad y de la generación eterna del verbo. Es esto en tanto grado  que algunos misioneros han entrado en sospecha de que descienden de gente que en algún tiempo hayan sido cristiana”.

Lo cierto es que la piedra larga es un misterio rodeada de leyendas cuenta don Gregorio Castro que le contaban los mayores en tiempos ya idos, que en la piedra larga se daban cita los más famosos brujos para celebrar sus ritos satánicos; como el soldado Bartolo Yépiz “el manco” que fue toda una época de anécdota y de hechos reales que han dado paso a la leyenda. Una vez un gobernador del territorio estaba harto de las cosas brujeriles de Bartolo “el manco”, y lo mando a las Bartolinas a las Islas Marías y que su madre lloraba desconsoladamente porque se lo llevaban en las cuerdas entonces él le dijo no llores madre a la noche estoy de vuelta, me guardas de cenar, voy a cenar contigo” y que así fue, la gente sorprendida lo vieron cenando tranquilamente en su casa esa misma noche. En otra ocasión a Bartolo “el manco” lo enviaron a las Bartolinas de San Juan Ulúa, y ante los sorprendidos ojos de los demás reos dibujó un barco en la pared, y le dijo “en este barco me voy a ir”... y diciendo y haciendo, y el barco se transfiguro en el mar y por la pared el manco se traspasó ante los atónitos ojos de sus compañeros y se fue en el barco, y también estuvo muy pronto de regresar por estas latitudes. Otra que cuentan del manco Bartolo es que cansado ya del jefe político de todas sus barbaridades, les ordeno a la gendarmería que lo aprehendieran y dijo “verán cómo se va a ir a la tiznada, este jijo del mal por cual ¡amárrenlo con cadenas, pónganle claraboyas de las más pesadas y arrójenlo a lo más profundo del mar; y allá va la canoa a canalete y velas tendidas con el manco encadenado rumbo a la isla espíritu santo y lo arrojaron al mar según ordenes, pero cuando llegaron los remeros de regreso a La Paz estaba Bartolo sentado tranquilamente en las grandes claraboyas en la arena a la orilla del muelle fiscal burlándose con grandes carcajadas. Cuentan también que Bartolo era muy amante de cortar hojas de los árboles e ir a la casa Ruffo, y llenaba la carreta de mercancías, las que pagaba con las hojas y a la vista del empleado era dinero, era dinero, y hasta feria le daban y cuando este se retiraba de la caja aparecían puras hojas de árboles.

Decían también que el famoso Bartolo el manco se había tragado en uno de los aquelarres que se hacían en la piedra larga, la serpiente de satanás que la anidaba y según anida en la cumbre de la mesa de la piedra larga y que despedía fulgores malignos; siendo esta la prueba de fuego para los brujos y que les daba el poder de hacer todas estas cosas. De Bartolo el manco se cuentan muchas cosas decían que rezaba perfectamente la oración del arma de dos filos, la del justo juez, y se escondía de sus enemigos pasados entre ellos y nada podían hacerle, y ni lo miraban siquiera.

Pero lo más espeluznante que les ha pasado a algunos rancheros que vivieron en estas amargas experiencias es la del jinete tenebroso o diabólico, cuentan que al pasar por la piedra larga con su recua de ganado, de pronto, eran alcanzados por un largo jinete montado en un negro y brioso corcel relinchando a gran  tropel, ataviado de negro con adornos plateados, el rostro cubierto con un pañuelo negro volando al viento un largo capote negro también pasando como ráfaga entre ellos dejando una pestilencia a azufre. Hubo algunos atrevidos que lo siguieron pero aparecieron otro día con la razón perdida deambulando en el monte como alma en pena, la piedra larga se yergue silenciosa como un vigilante milenario y a su alrededor se han tejido mil leyendas. Cuentan entre tantas personas que dominaban las artes del bien y del mal a doña Tencha “la Tuerta”, así como sabina la gaviota quienes también en uno de los ritos satánicos se tragaron la serpiente del demonio y por eso tenían el poder de transformarse en zorras, coyotes o cualquier animal y de lo mismo se les miraba en Los Cabos como por Loreto, Santa Rosalía o Guerrero Negro, lo raro era que en aquellos tiempos no había transporte ni vías de comunicación pero para ellas esto no era problema, pues fueron varios los espantados que las vieron volar en escoba en la noche de plenilunio...así como tampoco para ellas era problema subir la piedra larga, un monumento de granito liso de más de seis metros de altura, acuñado enigmáticamente con pequeñas piedras que son un misterio.

¡Qué satánicos, ni que cosas raras ni que ocho cuartos!, ¡esos brujos a mí me hacen los purititos mandados!... dijo aquél joven Juvencio por aquella época de bonanza en el pujante poblado “Las Casitas” después “El Triunfo” cuando estaba en su auge la explotación del oro y plata que él iba a demostrar que no existían nada de todas esas patrañas que tenían tan asustados a los habitantes de las poblaciones aledañas “Mi noche de bodas la voy a pasar en la piedra larga con mi esposa Clementina” dijo, cuéntese que Juvencio era un hombre muy bragado, honesto y formal que hasta se le enfrentaba a los leones, ya que en ese tiempo había muchos en la península y no eran pocos los que había matado, cuerpo a cuerpo. Lo cierto es que aquella fatídica tarde después de la boda montado en su caballo alazán él y su esposa se dirigieron a la piedra larga como la habían prometido. La gente los despidió asustada y a la vez admirada por el valor demostrado... nunca más volvieron a ver a Juvencio y Clementina... otro día el caballo merodeaba relinchando con los pelos parados y los ojos muy pelones por las praderas... solo él y Dios sabían cuál había sido el destino de los jóvenes enamorados... unos decían que se los había cargado el chamuco al mismo infierno.... otros que quizás se fueron para otra parte y después volverían, lo cierto es que nunca volvieron... todo quedo en el más absoluto misterio

Cuentan también que el judío errante merodeaba por la piedra larga y a él nada le sucedía, la gente se persignaba cuando lo miraba pasar, pues era jorobado y tenía un ojo tuerto... en la piedra larga sucedían cosas raras, dice don Tomas... contaban los mayores que cuando les tocaba pasar de noche por ahí de repente todo se transformaba.... aparecía una hermosa hacienda de grandes y muy adornados corredores con faroles encendidos y arropados de perfumadas enrredaderas donde bailaban alegremente las parejas vestidas elegantemente de largo ropaje...música fúnebre se escuchaba y algunos valientes amarraban sus caballos en los apersogaderos y se ponían a ver fascinados todo aquello cuando daban la vuelta para retirarse todo desaparecía como un encanto, con un fuerte olor a azufre... nada más se miraba majestuosa la gran piedra pelada tan larga y misteriosa como ella misma reflejados en ella los rayos de luna y asomando la serpiente de fulgurantes destellos... fueron muchos los que desaparecieron por el rumbo de la misteriosa y enigmática piedra larga.

...La piedra larga... legendaria y misteriosa... se yergue silenciosa retando al tiempo, y a los historiadores como diciendo aquí estoy, a ver quién es el valiente que le entra al toro y se atreve a descubrir el misterio que me envuelve…




…Por el placer de escribir…Recordar…Y compartir…



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