LA PAZ QUE SE PERDIÓ
POR MANUELITA
LIZARRAGA ALCARAZ
…CON LOS PELOS DE
PUNTA…
…LAMENTOS DE 3
MUJERES EN EL RANCHO EL “GUAYABITO” …
El rancho el “guayabito”, en clavado en las inmediaciones de
la buena mujer, el que antes fue un gran rancho, y la sierra de la victoria, el
que se encuentra abandonado…. En otra época se contaban tantas cosas raras que
sucedían en ese lugar, y que la gente que pasaba por ahí, con el Jesús en la
boca y el corazón en la mano, porque a fuerzas tenían que pasar por ese lugar,
ya que no había otro camino en aquel tiempo… dijo doña Refugia Núñez; “Que ella
tenía 12 años, y se acuerda perfectamente la horrible y macabra experiencia,
que sufrió cuando Vivía en el rancho de la buena mujer, donde ahora es una gran
presa, y era el rancho de los espantos, duendes, fantasmas, y otras tantas
cosas que ahí se vivieron”.
Continúa diciendo la
encantadora muchacha de juventud acumulada, que en aquella desafortunada
ocasión, iban rumbo a la sierra “la victoria”, a la leña, le acompañaban su
padre, su tía y su hermana, era la media tarde, temprano todavía, ya iban
llegando al rancho el “guayabito”, la casita de madera rusticas y techado de
palmas lucia en el más completo abandono, era tétrico el lugar… aún estaba
fresco en la memoria de los mayores, las horribles cosas que ahí pasaban… había
un raro silencio sepulcral… todo estaba en calma y ni las hojas de los árboles
se movían… de pronto, de la nada empezó a soplar un airecillo helado, que hasta
aventaba una fina arenilla.
Ella y sus acompañantes ya habían pasado unos 5 metros de
la casa en mención; de pronto, de
adentro de la casa empezaron a llorar lastimeramente y muy fuerte 3 mujeres,
primero lloraban una de una manera, luego la segunda de otra manera, después la
última, y luego las 3 al mismo tiempo, mi padre, mi tía, mi hermana y yo nos
quedamos ¡con los pelos de punta!, parados en seco, clavados en la tierra sin voltear
para atrás, con el corazón palpitando fuertemente en el pecho como si quisiera
salir, y hasta sentimos que nos levantaban la piel de la espalda hasta la nuca,
los pies como plomados, y toda la piel enchinada. ¡No podían creer lo que estaban escuchando, y
lo que estaban viviendo!, si la casa estaba abandonada, con las puertas y
ventanas destabladas, que hasta podía palparse la más terrible soledad dentro
de ella. Continúo diciendo que no sabían si seguir adelante o regresar, estaban
muertas de miedo.
Ella a sus escasos 12 añitos, empezó a llorar, dice, su papa
y su hermana a rezar, y decidieron regresarse a su rancho la buena mujer ya que
devuelta estaría obscureciendo; el problema era que tenían que pasar por ahí
otra vez, porque no había otro camino, y
con la mirada se dijeron todo, y al unísono tomaron aire profundamente y
emprendieron veloz carrera de regreso… sentían tanto terror que nunca se les
había hecho tan largo el camino, los pies les pesaban como plomadas y parecían
que no avanzaban; y lo peor fue que al
pasar unos pasos la casa, empezaron las 3 lloronas casi en sus odios los
fuertes llantos de las mujeres, que hasta les parecía que los iban siguiendo y
las paredes de la casa y techado rugían
con una resonancia que les taladraba los odios, su hermana hasta gemía de
terror y a su padre parecía que los ojos se le iban a salir, y a ella, niña al
fin nada más se le saltaba el corazón; termino diciendo doña cuquita, todavía
espantada por recordar aquello, al fin llegaron como bólido al rancho, tumbando
puertas, y al verlos su madre y demás familia dijeron “A estos ya los
espantaron en el guayabito”, si hasta parecen almas que trae “el diablo”, y si,
dijo doña cuquita estuvieron muchos días enfermos hasta que se recuperaron de
aquello, tomando te de palo de Brasil para el susto; y si después todos iban en
bola a la leña agarrados de la mano, para emprender la carrera, por si volvían
a escuchar a las 3 mujeres lloronas del “Guayabito”.
...Y cuando pases por el guayabito, entre la presa la buena
mujer, rumbo a la sierra de la victoria… más te vale que te vayas persignado,
no vaya a hacer la de malas y escuches lúgubremente el llanto de las 3 mujeres,
que te dejaran con los pelos de punta…
…Por el placer de escribir…recordar…y…compartir…
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