martes, 2 de octubre de 2018

LA PAZ QUE SE PERDIO
POR MANUELITA LIZARRAGA
“47 ANIVERSARIO LUCTUOSO DE DON AGUSTIN ARRIOLA MARTINEZ...PRIMER GOBERNADOR NATIVO DE SUDCALIFORNIA, ELECTO POR EL PUEBLO.”.
* UN GRAVE ERROR EN EL LIBRO DE HISTORIA Y GEOGRAFIA DE BAJA CALIFORNIA SUR, A NIVEL PRIMARIA.
La Secretaría de Educación Pública, con el debido respeto que merece, debe de corregir el grave error en el libro de Historia y Geografía de Baja California Sur, así como en el de “Baja California Sur monografía estatal”, en la página 157, en el que se ha estado mal informando a generaciones de niños desde 1982; donde se desconoce un hecho tan importante en la historia regional de sudcalifornia, de Don Agustín Arriola Martínez PRIMER GOBERNADOR NATIVO ELECTO POR PLEBISCITO, emanado del pueblo, ya que en ese tiempo no había partidos políticos. Y le están poniendo méritos a quien no lo merece y dice así “La muerte de Carranza el 21 de Agosto, trajo como consecuencia en nuestro estado que el Gobernador Mezta dejara el distrito, siendo sustituido por Francisco D. Santiago. El fue quien envió al primer grupo de estudiantes sudcalifornianos pensionados a la ciudad de México, expidió la primera Ley de Hacienda e impulsó la ganadería, la agricultura; durante su gobierno se construyeron escuelas rurales y se inició la carretera entre La Paz y Bahía Magdalena”. TODO ESTO ES FALSO, PUESTO QUE FRANCISCO D. SANTIAGO ESTUVO EN EL CARGO DE MAYO A SEPTIEMBRE DE 1920, QUE ENTRO A GOBERNAR DON AGUSTIN ARRIOLA EN ESE TIEMPO NO PUDO HABER CONSTRUIDO TODO ESO.
Ya es tiempo de que a Don Agustín Arriola Martínez se le haga justicia y su nombre brille con letras de oro en el Congreso, puesto que sus actitudes y su gobierno fue el ejemplo e inspiración para el logro de un gobernador nativo o con arraigo.
Su nieto, el doctor Carlos Arriola Isais, en representación de la familia Arriola, envió el anterior 04 de Mayo del 2001 un oficio muy sentido a la Secretaría de Educación Pública en la Ciudad de México, así como en esta ciudad capital, en la que solicita con toda justicia se corrija en los mencionados libros y pongan en el lugar histórico que el corresponde al primer gobernador nativo o con arraigo electo por el pueblo, para que la niñez y las juventudes sepan más de nuestra historia. Y de quien desempeñó su función con honestidad y con pocos recursos llevando a su pueblo a una época de relativa bonanza y paz social. Después de él se perdió gran parte de lo ganado, y el centro volvió a seguir enviando gobernantes militares, fuereños y sin arraigo en esta tierra e impuesto prácticamente por la fuerza. Tuvieron que pasar casi cincuenta años de lucha cívica para que al pueblo sudcaliforniano se le volviera a otorgar el derecho de elegir gobernador nativo o con arraigo. Por todos los méritos mencionados Agustín Arriola Martínez merece estar en los libros de historia oficiales en este estado ya que existe abundante información al respecto.
Un buen trabajo presentarían los próximos licenciados en historia, si se abocaran a investigar este hecho tan trascendente e importante en la historia regional, del primer gobernador nativo o con arraigo electo por el pueblo y presentarían una magnifica tesis basada en este estudio.
En la Rotonda de los Sudcalifornianos Ilustres debían de estar los restos mortales del impulsor de la educación y el desarrollo del territorio de Baja California Sur, Don Agustín Arriola Martínez...primer gobernador nativo de sudcalifornia, que tuvo el privilegio de ser electo por plebiscito para el periodo del 21 de Septiembre de 1920 al 21 de Septiembre de 1924, periodo cumplido más allá del deber y como era la costumbre, viajó a la ciudad de México a hacer la entrega correspondiente del término de su mandato...y como un homenaje a la memoria de su ilustre padrino, Don Agustín Arriola Martínez, el licenciado Felix Ortega Romero, escogió la fecha del 11 de octubre para el movimiento de la gesta histórica Loreto 70, fecha del nacimiento del Ilustre Sudcaliforniano, primer gobernador nativo de esta entidad, quien fue la inspiración para el logro de este anhelo, llevando como estandarte su nombre, por todos los rincones de la península el autobús de la comitiva, Don Agustín Arriola Martínez, gobernador nativo o con arraigo.
A través de los años, la limpia figura de Don Agustín Arriola Martínez se erige vigorosa para permanecer vigente en el recuerdo de los habitantes de este bello jirón de la patria. Fue Don Agustín un apasionado luchador social, precursor de importantes y trascendentes acciones de gobierno que sentó las bases al viejo Territorio Federal, a convertirse en la entidad que hoy es.
Una mañana de otoño, 11 de octubre de 1887, en esta ciudad capital, el hogar del destacado patriota artillero de las tropas federales del General Don Manuel Márquez de León, Don Agustín Arriola Arqueaga y de su esposa Doña Talpa Martínez Talamantes, se inundó de alegría con el fuerte llanto del niño que nació a la vida y que por nombre le pusieron Agustín, ante el gozo de sus abuelos paternos y maternos, Don Modesto Arriola Andaya y Doña María Teresa Arqueaga de La Toba, así como Don Calixto Martínez Nuñez y Doña Paula Talamantes de Castro. En su primera infancia, en que Agustín daba sus primeros pasos, gobernaba el territorio el General Rangel...estaba en su auge la minería, ganadería y la pesquería de perlas donde se empleaban más de mil hombres...hermosos edificios coloniales se iban construyendo, como el Palacio de Gobierno, la cárcel pública, entre otros, así como se realizaba el reparto de tierras de Baja California en vergonzosas condiciones a compañías extranjeras, lo que impidió el desarrollo social y económico por más de medio siglo.
Agustín creció bajo la vigilancia de sus padres y entre la más estricta norma de la educación de la época. Cursó su primaria en la Escuela Niños Héroes, donde ahora es la cancha Manuel Gómez Jiménez y la Escuela Primaria Miguel Hidalgo; de donde egresó con altas calificaciones, continuando sus estudios superiores en la ciudad de Hermosillo, Sonora, donde conoció y convivió fraternalmente con dos señoritas que al igual que él habrían de escribir sus nombres en forma destacada: las hermanas Concepción y Soledad Casillas Seguame. En Junio de 1907, ante la presencia de sus padres Doña Talpa y don Agustín Arriola Arqueaga, Agustín con plena satisfacción recibió su título que lo acreditaba como contador privado y técnico administrativo recibiendo además reconocimiento y felicitaciones por el honorable cuerpo de sinodales. El joven Agustín con el corazón repleto de ilusiones, se trasladó a su tierra natal, La Paz, con el firme propósito de servir y aplicar todos sus conocimientos adquiridos en bien de su comunidad.
Trabajó en la Empresa Ruffo & Rochol durante varios años. Continuó sus estudios en el Instituto Superior de Comercio en el Estado de California, graduándose como Contador Público y de maestro de inglés. En 1914, con el apoyo del General Felix Ortega Aguilar, presidente de la Junta Patriótica del Gobierno Revolucionario del Distrito Sur, un grupo de maestros, entre ellos Don Agustín Arriola Martínez gestionaron la autorización para la apertura de un plantel para la enseñanza de carreras de comercio, lo que se logró y el propio General Felix Ortega cortó el simbólico listón inaugural del “Instituto de Comercio Independencia”, ubicado en los anexos parroquiales con una plantilla de maestros: Bonifacio Díaz, Padre Mauro Esparza, Pedro Pelaéz, Agustín Arriola, Soledad Casillas, Isidro Isais Marc, Alfredo Savin, Ignacio Bañuelos Cabezud, y Filemón Cecilio Piñeda.
El profesor Agustín Arriola fue sindicó en el Ayuntamiento de 1915 a 1916, luego fue Alcalde Interino debido a que falleció por accidente el Presidente Municipal señor Antonio Blanco, y en la toma de su protesta se hizo célebre por esta frase que dijo “PIDO A DIOS NUESTRO SEÑOR QUE ME PERMITA SER JUSTO CON LOS JUSTOS, Y HUMANO CON LOS INJUSTOS”, antes de rendir cuentas de su presidencia interina, los grupos organizados lo apoyaron para presentar su candidatura por la Presidencia Municipal en el próximo periodo, ante un acto público organizado por el General Mezta, donde se presentaron tres contendientes saliendo vencedor, tomando posesión del cargo el primero de Septiembre de 1918. Los síndicos y regidores fueron: Antonio Ruffo, Filemón C. Piñeda, Ignacio Bañuelos Cabezud, Fernando Chacón Meza, Isidro Isais Marc, Bernardo Maldonado y Miguel L. Cornejo. La labor de Don Agustín como Alcalde fue brillante: promovió la apertura de los caminos vecinales de La Paz a La Soledad, con Ramales a Toris, La presa, El paso de iritú, Agua verde y La palmilla. Apoyó la idea del Ingeniero Savin para instalar el primer sistema de drenaje en La Paz el 15 de Septiembre de 1918 azotó un pavoroso ciclón a La Paz y Don Agustín Arriola como Presidente Municipal coordinó los grupos de rescates y ayuda popular, entre innumerables obras y servicios en su encomienda.
Con esa limpia trayectoria en la función pública, el pueblo se volcó para elegirlo gobernador por medio del plebiscito del que fue electo tomando su protesta el 21 de Septiembre de 1920 y terminando su gestión el 21 de Septiembre de 1924. El desempeño del señor Arriola como gobernador fue trascendental. Se realizaron las obras y trazos originales de la carretera transpenínsular, columna vertebral de la península mediante camino de terracería desde La Paz hasta El arco, en la colindancia con el Distrito Norte de la península, tarea realizada por hombres con visión y fortaleza de carácter. Asimismo, hizo el reparto de tierras ejidales de Santiago, Las cuevas, Todos santos, y El pescadero, aplicándose por primera vez la Ley agraria en la región. Otorgó becas a los primeros estudiantes que viajaron a la Ciudad de México para su formación profesional, y en esa misma ciudad fundó la primera Casa del Estudiante Sudcaliforniano. Adquirió la primera planta eléctrica en La Paz. Alentó la fundación de la Escuela Industrial de Artes y Oficios donde se preparaban los jóvenes de escasos recursos; artesanos y técnicos en fundición, mecánica, carpintería y electricidad, asimismo inauguró la primera escuela de tropa militar en el distrito sur del territorio y durante su gestión se instalaron diversas fábricas como cigarreras, fósforos, botones y de veladoras, entre otras.
Se inició la construcción de las cortinas en los arroyos El cajoncito, La candelaria, y San Bartolo, abriéndose también los primeros pozos de agua potable en la ciudad. Construyó el primer quirófano en el Hospital Juan María de Salvatierra y abrió en Todos Santos la primera planta beneficiadora de pescado de escama. Se fundó la Escuela de Tropa para Militares otorgando las instalaciones para la Zona Militar en Revolución y Degollado, donde es ahora el Mercado municipal Madero. Hizo el represo de El salto, y se empedraron las calles del primer cuadro de la ciudad. Asimismo, Don Agustín Arriola, trajo las primeras comunicaciones telegráficas, que en la actualidad, un año atrás, estaba como testigo la torre de la inalámbrica, en el barrio El manglito, la que fue derribada con toda su historia en la rama de la comunicación. Su administración se distinguió por lo siguiente, además de todas las cosas mencionadas, reorganizó las oficinas de gobierno, exigiendo responsabilidad y eficiencia a cada empleado. Impuso moralidad en el manejo de los fondos públicos. Expidió la primera Ley de hacienda para regular las fuentes de ingresos oficiales. Mandó el primer grupo de estudiantes pensionados a la ciudad de México, egresando profesionistas capaces que antes no había. Fundó la Casa del Estudiante en México, y respetaba las garantías constitucionales. Impulsó los ramos de la ganadería minería y agricultura, construyó diversos edificios escolares en La Paz y las zonas rurales.
Al término de su gestión Don Agustín se retiró a la vida privada a administrar sus ranchos ganaderos, herencia de sus antepasados. Una tarde de verano, 11 de Junio de 1971, a la edad de 84 años, Don Agustín Arriola Martínez, un sudcaliforniano ilustre, cerró sus ojos para siempre…LA ROTONDA DE LOS SUDCALIFORNIANOS ILUSTRES LO ESPERA… ¿CUANDO SE LE HARA JUSTICIA?
…Por el placer de escribir…recordar…y compartir…

No hay comentarios.:

Publicar un comentario