LA PAZ QUE SE PERDIO
POR
MANUELITA LIZARRAGA
“LA TRAGEDIA DE EL SAN BASILIO...DIO PASO
A LA LEYENDA Y CANCION “LA BARCA DE GUAYMAS””
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FUERON MUCHOS
ANTIGUOS PESCADORES QUE SE ESPANTARON CON EL FANTASMA DEL BARCO EL SAN BASILIO.
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DECIAN QUE CUANDO
EMPIEZA A MORIR LA TARDE Y LAS PENUNMBRAS SE VISUALIZAN DESPUES DEL OCASO, DE
LA NADA SE APARECE DE REPENTE EL VELERO SAN BASILIO, BAMBOLEANDOSE ENTRE EL
OLEAJE, COMO UNA CASCARA DE NUEZ MECIDA POR EL VIENTO...QUE SOLO ROMPE EL
SILENCIO COMO TRISTES LAMENTOS EL GOLPETEO DEL MAR EN SUS COSTADOS...
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ASI LO CONTABA MI
HERMANO FLORENCIO EL PESCADOR, QUIEN ENTRE OTROS, TUVO EL INFORTUNIO DE VIVIR
ESTA MACABRA EXPERIENCIA DE VER AL BARCO FANTASMA DESPUES DE LA TRAGEDIA QUE
DIO PASO A LA LEYENDA.
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EL SAN BASILIO
ERA UN BARQUITO DE CABOTAJE DE SANTA ROSALIA, DE CARGA Y PASAJE QUE HACIA LA
RUTA DE ESE HISTORICO PUERTO MINERO AL DE GUAYMAS...Y DESPUES DE LA TRAGEDIA LE
COMPUSIERON LA TRISTE CANCION “LA BARCA DE GUAYMAS”, DE AUTOR ANONIMO DE ALLI
DE SANTA ROSALIA.
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AQUELLA NOCHE FATAL
DE LOS AÑOS AQUELLOS, HACE YA MUCHO TIEMPO, LOS LUGUBRES PITIDOS DE EL SAN
BASILIO PARECIAN TRISTES LAMENTOS AL ARRIBAR AL MUELLE, ANUNCIABA MUERTE, EL
BARCO TRIPULADO POR EL MOTORISTA UNICO SOBREVIVIENTE LLEGO CARGADO DE
CADAVERES... ¡TODA LA TRIPULACION ESTABA MUERTA!, HABIAN CONSUMIDO ALIMENTOS Y
AGUA CONTAMINADOS CON AMONIACO...Y LOS GRITOS DEL MOTORISTA ERAN DESGARRADORES.
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“EL MARAVILLA”
QUE ADEMAS DE BOHEMIO, TAMBIEN ERA MARINERO, Y EL MOTORISTA FUERON LOS UNICOS
QUE SE SALVARON POR CASUALIDAD AQUELLA NOCHE FATAL.
La tragedia del barco El San
Basilio motivó la canción La Barca de Guaymas, la que enlutó a varias familias
de Santa Rosalía y Guaymas...fue un nefasto día, hace ya muchos años, contaba
Florencio, el pescador, que El San Basilio zarpó del puerto de Santa Rosalía
rumbo a Guaymas... tripulación y pasaje iban muy contentos, solo se escuchaba
el chucu chucu del motor del barquito que también era de vela, que como saeta
rompía las olas...el capitán atisbaba la lejanía inmerso en su labor dejando
vagar sus pensamientos, y la tripulación andaba en sus quehaceres propios de la
marinería, mientras que los pasajeros recargados en la baranda, aspiraban la
brisa marina disfrutando el bello crepúsculo, golpeando su olfato los
exquisitos aromas que salían de la cocina.
En realidad, el trayecto de
Santa Rosalía a Guaymas, era muy corto, por eso es inexplicable la fatal
tragedia que sucedió en un instante...empezaba a morir la tarde tiñendo el mar
de incendiantes tonalidades...de pronto, el motor de la embarcación empezó a
fallar, y la marinería, rápido izaron las velas; el motorista bajó a arreglar
el desperfecto, ya estaban cayendo las penumbras dela noche y las luces se
empezaban a encender...era hora de cenar, nadie se imaginaba la terrible
tragedia que se avecinaba y envolvía la embarcación...el aullar del viento y el
rumor del mar anunciaba...muerte!.
Todo sucedió en un
instante...los gritos del dolor y estertores de muerte, si los hubo, fueron
apagados por el viento y el oleaje del mar...envuelto en un silencio mortal, El
San Basilio a Vela tendida cortaba las aguas a media travesía de Santa Rosalía
a Guaymas, la barca se mecía lúgubremente en la inmensidad del mar, en las
penumbras de la noche; mientras que allá abajo el motorista terminaba de arreglar
la avería del motor...muy contento porque terminó pronto y bien su trabajo,
tatareando una canción subió a cubierta a informar al capitán...
¡Pero no podía dar crédito al
macabro espectáculo que sus desorbitados ojos contemplaban!, ¡la cubierta del barco
estaba regado de cadáveres!, ¡toda la tripulación y dos pasajeros más estaban
muertos!, al parecer inexplicablemente...sin comprender el joven motorista turbado
por la fuerte impresión tomó el mando de la embarcación y continuó navegando
rumbo a Guaymas con su macabra carga....con lúgubres pitidos que parecían
lamentos arribó el San Basilio a Guaymas...al saber la tragedia autoridades y
población quedaron consternados la noticia de que el barco llegó con toda la
tripulación muerta corrió como reguero de pólvora por toda Guaymas y
Santa Rosalía.
Santa Rosalía.
En un principio, sospechaban
del joven motorista, como era lógico, pero después de las investigaciones las autoridades determinaron
que lo que comieron y el agua que bebieron en la cena estaban contaminada con amoníaco.
El motorista se salvó de milagro, porque por estar componiendo el motor no cenó
aquella tarde; y el otro sobreviviente, decía Florencio, fue un joven de Santa
Rosalía que apodaban El maravilla, y era marinero del San Basilio y que
contaban los mayores que por andar éste de visita con la novia, lo dejó el
barco.
La tragedia de El San Basilio
dio paso a la leyenda y a la hermosa canción tan sentida, “La barca de
Guaymas”; la que a Polencho le gustaba tanto cantar porque él era un pescador
de renombre y contaba que El San Basilio era un barco fantasma que seguido lo
miraban los pescadores en la travesía y luego desaparecía en la inmensidad del
mar y los que conocían de la tragedia le sacaban la vuelta, que algunos le
decían el barco maldito y después de la desgracia, nunca nadie lo quiso
abordar...que él ya no volvió a saber del barco, que tal vez desapareció o se
hundió...pero que la barca de Guaymas era el San Basilio, así lo decía él.
....Y cuando empieza a morir la
tarde, y las penumbras de la noche caen, El San Basilio se bambolea lúgubremente
en la inmensidad del mar, solo rompe el silencio el golpeteo del agua en sus
costados como tristes lamentos....
…Por
el placer de escribir…Recordar…Y compartir…
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