viernes, 18 de agosto de 2017

LA PAZ QUE SE PERDIO
POR MANUELITA LIZARRAGA

“EN SUS CINCUENTA ANIVERSARIOS...LOS ARCOS...UN HOTEL DE EVOCADORES RECUERDOS”.
• EL HOTEL LOS ARCOS SE INAUGURO EN NOVIEMBRE DE 1952
• “EL CHORRITO”, LE LLAMABAN A ESTE LUGAR...YA QUE HABIA UN OJO DE AGUA DULCE QUE CORRIA AL MAR
• HERNAN CORTES Y SUS HUESTES SE ABASTECÍAN DE AGUA DULCE EN EL CHORRITO....TAMBIEN DON FRANCISCO DE ORTEGA Y VIZCAINO; ASI COMO LOS PIRATAS QUE VENIAN A SEPULTAR SUS TESOROS, ADEMAS DE LOS BUSCADORES DE PERLAS, ANTE EL ENOJO DE LOS ANTIGUOS CALIFORNIOS.
• AL PASO DE LOS AÑOS, LOS PESCADORES Y DEMAS PERSONAS, HACIAN COLA EN EL CHORRITO PARA SURTIRSE DE AGUA DULCE.
• EL CHORRITO, DONDE AHORA ESTA EL HOTEL LOS ARCOS FUE PROPIEDAD DE DON SALOME FLORES....BAJO LA EVOCADORA PALMERA TENIA UNA TIENDITA QUE SE REFLEJABAN EN LAS CRISTALINAS AGUAS QUE CORRIA DEL CHORRITO HACIA EL ESTERO DEL MAR...
Era La Paz de antaño, de la música y el romance, de molinos de viento, huertas de árboles frutales, barcos mercantes y de perlas todavía... un día como hoy del mes de Noviembre de 1952, hace ya cincuenta años, donde antes fue propiedad de Don Salomón Flores se inauguró el moderno Hotel Los Arcos...cuando La Paz tenía unos 12,500 habitantes...cuando el alegre pitido de los barcos mercantes inundaban aquel ambiente, al vuelo de la campana en la torre del vigía, en el histórico muelle fiscal, de gratos y evocadores recuerdos, sus propietarios fundadores fueron en sociedad los jóvenes empresarios que confiaron en las bondades de esta hermosa tierra de prodigio...Don Sabino y Antonio Pereda, así como Don Casto Verdalles. El Hotel Los Arcos inició con diez cuartos y el primer huésped en el cuarto No. 3, fue el doctor Orrálei, quien era propietario de una clínica en San Diego California, le encantaba venir a descansar y disfrutar de la pesca deportiva, de los bellos y cautivadores atardeceres y los cambiantes verdeazules del mar...únicos en el mundo, así como de la cordialidad de la gente y el remanso de la tranquilidad que siempre ha caracterizado a esta hermosísima ciudad de La Paz.
El doctor Orrálei al igual que incontables turistas que se hospedaban en el novedoso Hotel Los Arcos se enamoró de La Paz y compró las famosas huertas de árboles frutales Los Cuatro Molinos, de gratos recuerdos también...y su administrador fue Don Vicente García...al morir los dos, el gobierno absorbió la propiedad y ahora es la Unidad Cultural “Profesor Jesús Castro Agúndez”....incontables turistas extranjeros y del interior de La República venían atraídos por la pesca, las perlas, el comercio y a disfrutar las hermosas playas, el callo de hacha, la almeja, los que abundaban, y los platillos regionales como la caguama y la machaca con tortillas de harina...todos ellos se hospedaban en el Hotel Los Arcos....en esa época, empezaban el auge en Villa Constitución la que también está cumpliendo cincuenta años; época de oro deberás, con el jale del algodón y el trigo, aunque sus inicios se remontan a l año de 1942, con los primeros 300 sinarquistas que llegaron a María Auxiliadora o Plan de Caballos, encabezados por Salvador Abascal...y los turistas meciéndose en las rechinadoras poltronas del Hotel Los Arcos contemplaban el atardecer, interrumpida la imagen de vez en vez por los camiones de redilas cargados de pacas de algodón y costales de trigo, así como de recuas de ganado rumbo al muelle fiscal para ser embarcados al macizo continental.
En aquella época, frente al hotel Los Arcos se miraban las lancha deportivas de Don Rudi Vélez y a los turistas tomándose la foto con los enormes agujones pez vela y dorados que sacaban y luego repartían en trozos ensartados en un cogollo de palma a la gente que iban pasando, ¡qué tiempos!, los amables y eficientes taxistas que ofrecían y ofrecen un buen servicio al turismo, motivo por el cual, siempre volvían, fueron: Rudi Vélez, Lalo Manríquez “Monzón”; Silvino Avilés y Felipe Romero entre otros que escapan a la memoria...y de los empleados fundadores que se recuerdan eran: Irene Carballo, Rafaela y Emilia Cota, Elena Olachea, Paz Gutiérrez Álvarez, Eustaquio Ceballos y la prestigiada señora Doña Chimana de Susarrey, llamada así por familiares y amigos, famosa por su arte en la alta repostería, entre otras personas que también escapan a la memoria.
Recordar el Hotel Los Arcos en sus cincuenta aniversarios, de ninguna manera puede dejarse de recordar al “Chunique”...yaqui, nativo del Esterito, vestido todo pulcramente de blanco, con su tenderete en la banqueta mostrando las curiosidades que él mismo elaboraba para su venta a los turistas, o cargado de obras artesanales sobre su cuerpo a veces un carey enrollado en la espalda, una sarta de tamboriles cruzándole el hombro, así como caracoles arreglados entre muchas otras obras de los productos del mar como el carey, caracol y concha fina, corales, entre otras cosas que vendía al público a su paso....luego de un tiempo, al Hotel Los Arcos le construyeron cinco cuartos más, debido a la demanda, y después de unos años de operaciones, los socios vendieron el hotel al Señor Coppola, quien era propietario de una línea aérea, y según la vendió para comprar Los Arcos, el señor Verdalles, a quien los empleados le pusieron “EL chorrito”, que porque una vez le preguntaban que sí que estudiaba, y él contestó un chorro de cosas, y al modo de la palomilla le quedó el chorrito. Él se fue a su tierra y los Hermanos Antonio y Sabino Pereda, construyeron el hotel Guaycura con el producto de la venta del Hotel Los Arcos.
Ahora, a través de cincuenta años, ¡han pasado tantas cosas!, y todo es tan diferente, el Hotel Los Arcos prevalece, gracias a la preferencia del turista y al esfuerzo conjunto de patrones y personal... el progreso se ha impuesto, y ahora Los Arcos cuenta con 182 habitaciones y 130 empleados, que ayer como hoy están debidamente capacitados para brindar atención profesional a los huéspedes.
..Antaño, en el marco de bellos atardeceres, y de pitidos de barcos mercantes atracando en el histórico muelle fiscal, al pasar por el Hotel Los Arcos se escuchaba el rítmico vaivén de las rechinadoras poltronas donde el turista se mecía cómodamente...disfrutando del remanso de las tranquilas aguas de la hermosísima bahía de La Paz, y de la gran cantidad de cardúmenes de sardinas perseguidas al vuelo por los pejegallos.
…Por el placer de escribir…Recordar…Y compartir…
*Esta crónica fue publicada hace más de 15 años en el periódico sudcaliforniano, revista compás, en el programa de radio contacto directo XENT radio La Paz*





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