LA PAZ QUE SE PERDIO
POR MANUELITA LIZARRAGA ÁLCARAZ
CON LOS PELOS DE PUNTA
….LA MUJER DE BLANCO POR LA MADERO… Y QUE SE PIERE POR EL CALLEJON….
• ¿ESTAS VIENDO LO MISMO QUE YO?, LE DIJO DOÑA SOLEDAD A SU HIJO EL CELEBRE Y CARISMATICO “GUTI”, AL VERLO TAN ESPANTADO CON LOS PELOS DE PUNTA.
• ¡¡ESTABAN VIENDO A UNA ALTA MUJER VESTIDA DE BLANCO, DE LARGA, ONDULANTE Y NEGRA CABELLERA, QUE NO PISABA EL SUELO, FLOTABA Y SE PERDIA POR EL CALLEJON, FRENTE A LA TIENDITA “MI CAPRICHO”, QUE ES TODA UNA TRADICION EN LA PAZ!!
Según la tradición oral, a través del tiempo, son varias las personas, que por la calle madero, se han asustado, al ver salir de la nada, rompiendo la obscuridad de la noche, una alta mujer vestida de blancos y largos ropajes, así como larga cabellera negra volándole al viento, y que no pisa el suelo, flota como si la llevara el viento.
El joven Agustín Juárez Cruz, el popular “Guti”, muy apreciado por cierto por su don de gente y vocación de servir a los demás, en especial a quien más lo necesita, muy asustado le dijo, a esta humilde relatora, la macabra experiencia que le toco vivir, por la calle Madero/ Sonora y Sinaloa hace ya algún tiempo.
…. Eran como las 11 de la noche, calurosa por cierto, venia el a pasos pausados, rumbo a su casa por la calle madero… No había las construcciones que hay ahora, dice; la esquina de Sonora y Madero, era un solar baldío y enmontado, y un poco más adelante había un grande y frondoso pino… ¡DE REPENTE LOS PERROS EMPEZARON A AULLAR LASTIMERAMENTE, y en el cielo se formaban negros nubarrones, ocultado la luna, tornándose más obscuro el ambiente!, y de pronto escucho un ruido en el solar baldío como se quebraban las ramas, como cuando alguien pasa recio y las va rozando, claro que ese ruido llamo su atención quedando en alerta….
Pero que cuando volteo, dijo para ver de qué se trataba, se quedó paralizado del terror; ¡CON LOS PELOS DE PUNTA!, en la obscuridad de la noche, una alta mujer blanqueaba… como saeta iba flotando… Pasó por un ladito del pino, y se metió por el callejón, frente a la tradicional tiendita, “MI CAPRICHO”, que apresuro el paso para apreciarla bien, pero desapareció en un instante frente a sus ojos…. Era alta, delgadita, de ropajes largos y blancos, de cabellos negros largos también, que flotaba con el viento, claro que en esa obscuridad el rostro no se le miraba.
A nadie le conto esta experiencia, porque ni el mismo la creyó, que para ser sinceros dijo, pensó que quizá era efecto de su imaginación, porque a decir verdad, traía 2 que 3 copas entre pecho y espalda; y no dijo nada se quedó callado y algo asustado, pensando que no era tanto lo que había tomado, como para llegar ya a las alucinaciones.
Pero al poco tiempo dijo, dos meses más o menos de este raro fenómeno, ahora sí que no venía tomado, estaba en sus 5 sentidos, venia de la calle rumbo a su casa, todavía era temprano; serían las 9 de la noche, y de pronto comenzó la aulladera de perros otra vez, y salió por un lado del pino, la misma aparición. Se quedó estático, parado, como clavado en el suelo, y que su santa madrecita que aún vivía, y que en gloria este su alma, estaba recostada en el mostrador de la tiendita, viendo lejos, esperando a los clientes, y le dijo… “¿ESTAS VIENDO LO MISMO QUE YO MIJO?”, “Si le contesto y estoy muy espantado”; “Pues yo ya me acostumbre a verla por años, que se pierde en cada esquina por el callejón, pobrecita anda penando, yo no le creía a tu padre cuando me decía muy asustado que seguido miraba a la mujer de blanco, que flota por la calle madero, hasta que me tocó a mí, y ahora a ti”; termino diciendo el carismático Guti.
Don celestino Orantes (Q.E.P) también me contaba que miraba a esta mujer, atravesando cercos, a través de muchos años, que pasaba por detrás de la pared de su casa, y todo el vecindario se asustaba y luego iba a salir por la calle Madero, para luego perderse por el callejón: Doña Chayito de este mismo barrio, igual también la vio varias veces, entre muchas personas que sería largo de mencionar.
…Cuando pases por la Madero, más vale que te vayas persignado, no vaya a hacer que de repente te tomes con la mujer de largos y blancos ropajes, enmarcada con lastimeros aullidos de los perros…
….Por el placer de Escribir...Recordar…Y…Compartir…
POR MANUELITA LIZARRAGA ÁLCARAZ
CON LOS PELOS DE PUNTA
….LA MUJER DE BLANCO POR LA MADERO… Y QUE SE PIERE POR EL CALLEJON….
• ¿ESTAS VIENDO LO MISMO QUE YO?, LE DIJO DOÑA SOLEDAD A SU HIJO EL CELEBRE Y CARISMATICO “GUTI”, AL VERLO TAN ESPANTADO CON LOS PELOS DE PUNTA.
• ¡¡ESTABAN VIENDO A UNA ALTA MUJER VESTIDA DE BLANCO, DE LARGA, ONDULANTE Y NEGRA CABELLERA, QUE NO PISABA EL SUELO, FLOTABA Y SE PERDIA POR EL CALLEJON, FRENTE A LA TIENDITA “MI CAPRICHO”, QUE ES TODA UNA TRADICION EN LA PAZ!!
Según la tradición oral, a través del tiempo, son varias las personas, que por la calle madero, se han asustado, al ver salir de la nada, rompiendo la obscuridad de la noche, una alta mujer vestida de blancos y largos ropajes, así como larga cabellera negra volándole al viento, y que no pisa el suelo, flota como si la llevara el viento.
El joven Agustín Juárez Cruz, el popular “Guti”, muy apreciado por cierto por su don de gente y vocación de servir a los demás, en especial a quien más lo necesita, muy asustado le dijo, a esta humilde relatora, la macabra experiencia que le toco vivir, por la calle Madero/ Sonora y Sinaloa hace ya algún tiempo.
…. Eran como las 11 de la noche, calurosa por cierto, venia el a pasos pausados, rumbo a su casa por la calle madero… No había las construcciones que hay ahora, dice; la esquina de Sonora y Madero, era un solar baldío y enmontado, y un poco más adelante había un grande y frondoso pino… ¡DE REPENTE LOS PERROS EMPEZARON A AULLAR LASTIMERAMENTE, y en el cielo se formaban negros nubarrones, ocultado la luna, tornándose más obscuro el ambiente!, y de pronto escucho un ruido en el solar baldío como se quebraban las ramas, como cuando alguien pasa recio y las va rozando, claro que ese ruido llamo su atención quedando en alerta….
Pero que cuando volteo, dijo para ver de qué se trataba, se quedó paralizado del terror; ¡CON LOS PELOS DE PUNTA!, en la obscuridad de la noche, una alta mujer blanqueaba… como saeta iba flotando… Pasó por un ladito del pino, y se metió por el callejón, frente a la tradicional tiendita, “MI CAPRICHO”, que apresuro el paso para apreciarla bien, pero desapareció en un instante frente a sus ojos…. Era alta, delgadita, de ropajes largos y blancos, de cabellos negros largos también, que flotaba con el viento, claro que en esa obscuridad el rostro no se le miraba.
A nadie le conto esta experiencia, porque ni el mismo la creyó, que para ser sinceros dijo, pensó que quizá era efecto de su imaginación, porque a decir verdad, traía 2 que 3 copas entre pecho y espalda; y no dijo nada se quedó callado y algo asustado, pensando que no era tanto lo que había tomado, como para llegar ya a las alucinaciones.
Pero al poco tiempo dijo, dos meses más o menos de este raro fenómeno, ahora sí que no venía tomado, estaba en sus 5 sentidos, venia de la calle rumbo a su casa, todavía era temprano; serían las 9 de la noche, y de pronto comenzó la aulladera de perros otra vez, y salió por un lado del pino, la misma aparición. Se quedó estático, parado, como clavado en el suelo, y que su santa madrecita que aún vivía, y que en gloria este su alma, estaba recostada en el mostrador de la tiendita, viendo lejos, esperando a los clientes, y le dijo… “¿ESTAS VIENDO LO MISMO QUE YO MIJO?”, “Si le contesto y estoy muy espantado”; “Pues yo ya me acostumbre a verla por años, que se pierde en cada esquina por el callejón, pobrecita anda penando, yo no le creía a tu padre cuando me decía muy asustado que seguido miraba a la mujer de blanco, que flota por la calle madero, hasta que me tocó a mí, y ahora a ti”; termino diciendo el carismático Guti.
Don celestino Orantes (Q.E.P) también me contaba que miraba a esta mujer, atravesando cercos, a través de muchos años, que pasaba por detrás de la pared de su casa, y todo el vecindario se asustaba y luego iba a salir por la calle Madero, para luego perderse por el callejón: Doña Chayito de este mismo barrio, igual también la vio varias veces, entre muchas personas que sería largo de mencionar.
…Cuando pases por la Madero, más vale que te vayas persignado, no vaya a hacer que de repente te tomes con la mujer de largos y blancos ropajes, enmarcada con lastimeros aullidos de los perros…
….Por el placer de Escribir...Recordar…Y…Compartir…
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