viernes, 16 de marzo de 2018

LA PAZ QUE SE PERDIO
POR MANUELITA LIZARRAGA ÁLCARAZ
…CON LOS PELOS DE PUNTA…
“LA MISTERIOSA MUJER DE LOS 20 PESOS”
Los largos y misteriosos ropajes, se los volaba e viento, la negra y ondulada cabellera le brillaba aún más con el reflejo de la luna, proyectándose en el pavimento la figura de una alta y delgada mujer parada en la esquina de Guillermo Prieto y Reforma, exactamente donde alguna vez fue panteón… Esta, estaba haciendo señas para que se detuviera el vehículo que hacia ella se aproximaba.
Este macabro hecho sucedió una noche Otoño cuando de los arboles las hojas caen…. Ramón el taxista, dice que al ver a la mujer haciendo señas desesperadas, detuvo la unidad, y la dama de larga y brillante cabellera negra, de un salto ya estaba en la parte trasera; y el pregunto que si hacia donde la llevaba, y ella le contesto con una voz profunda, cavernosa “LLEVEME A LA ESCUELA NORMAL”; el tomo rumbo hacia la 5 de mayo para bajar por la Félix Ortega, hacia la dirección indicada.
Eran como las 11 de la noche, noche fatal para él, y la mujer rompió aquel silencio sepulcral, casi casi susurrándole al oído y le pregunto con voz trémula, “¿Cuánto me va a cobrar por llevarme hasta la normal?”; “Son $20 pesos” le dijo el- y la muchacha saco un billete de aquellos colorado de $20 pesos y le pago de una vez; y Ramón se metió a la bolsa del pantalón aquel viejo billete de 20 pesos.
El taxi circulaba por la Félix Ortega con su macabra y misteriosa pasajera, rumbo a la normal, y por el retrovisor el chofer miraba de vez en vez a la dama, lo que podía ver de su rostro, dice Ramón de no feas facciones, sus ojos eran grandes y profundos cargados de tristeza, y miraban como perdidos a la distancia, como sin ver, venia el embelesado contemplando aquel rostro, y cuando iban por la Chevrolet y Bravo, todavía llevaba a su pasajera quien iba en el más completo silencio… ¡¡POBRE MUJER!!, pensaba el, contemplando esa mirada perdida en la nada… Se nota que tiene un gran sufrimiento- se dijo…. El chofer desvió sus ojos de los de ella para continuar viendo de frente, rumbo donde se le había indicado, pero luego paso lo inenarrable.
¡NO PODIA DAR CREDITO A LO QUE ESTABA VIVIENDO!... Freno el vehículo de golpe, quedándose pasmado, con el corazón palpitante, con la mano sobre el volante, sin comprender que estaba pasando, porque faltando una cuadra por llegar a la benemérita escuela normal urbana, exactamente donde fue alguna vez la nevería blanca nieves, dirigió su mirada al retrovisor para ver aquel rostro y aquellos ojos cargados de tristeza, pero para su sorpresa, LA PASAJERA HABIA DESAPARECIDO, NO IBA NADIE EN EL ASIENTO TRASERO…. SE ESFUMO EN LA NADA CON EL VEHICULO EN MARCHA.
Ramón nunca había sentido miedo, incluso hasta se reía, cuando escuchaba algún relato misterioso, porque él era muy incrédulo para estas cosas, pero después de vivir esta espantosa experiencia, no sabía ni que pensar, porque lo cierto era, ¡¡QUE EL BILLETE DE 20 PESOS ESTABA EN LA BOLSA DEL PANTALÓN!! Y según lo guardo de recuerdo, aunque no fue muy grato este recuerdo.
….Por el placer de Escribir… Recordar…Y… Compartir…

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