LA PAZ QUE SE PERDIO
POR MANUELITA LIZARRAGA
POR MANUELITA LIZARRAGA
"PORFIRITO EL PALANQUERO...TODA UNA TRADICIÓN DEL BARRIO EL ESTERITO”.
• PORFIRIO LEON, FUE SU NOMBRE.
• LOS YAQUIS DEL ESTERITO LE PUSIERON NOMBRE AL BARRIO EL ESTERITO.
• LOS YAQUIS DEL ESTERITO LE PUSIERON NOMBRE AL BARRIO EL ESTERITO.
Al despuntar el alba…. Por los empedrados callejones y callecitas de la paz aquella, con efluvios de perfumes de azahares y flores de los jardines familiares, a tierra mojada y brisa mañanera… Una tronazón de talones se escuchaba al paso presuroso, y al rítmico vaivén de la palanca elaborada por las industriosas manos de los Yaquis del esterito, de raíz de mezquite, y en hombros del palanquero llena de sartas de pescado, de las mejores especies, colgados de cogollo de palma, de los que abundaban en la hermosísima bahía de la paz…. Y al alegre pregón de…. ¡¡PESCADO Y CAGUAMA FRESCA!! , se abrían de par en par las puertas de los hogares sudcalifornianos, enmarcando a las señoras del ayer, para escoger en la palanca, del palanquero la sarta de pescado de su preferencia…. MERO, CABRILLA, GARROPA, ROBALO, PARGO COLORADO O MULATO, SIERRAS, LISAS, Y LISAS TATEMADAS, PECHOS Y CUARTOS DE CAGUAMA, A PRECIOS QUE DABAN RISA…. Golpeando la nariz del palanquero, aquellos olores a café de grano, entre otros agradables aromas, de exquisitos guisados también.
Al morir la tarde, el viento sopla desde tierra, y el mar se quiebra en ondulaciones, avanzando y vibrando tembloroso al sentir la caricia que les sopla…. Y cual parvada de gaviotas las pangas y canoas de los pescadores, con sus triangulares velas de manta y de lona, arriban a la orilla del mar, cargadas de precisables productos; PESCADOS, CONCHA FINA Y CARACOLES… Para que de las morenas manos vallan surgiendo artísticas obras artesanales, que es una tradición también, del barrio el esterito. La gente del esterito hicieron una tradición de familia, por generaciones, el uso de la palanca, además de la pesca, el buceó de perlas, la ladrillera, las artesanías, y algunos festejos, que arraigaron en la paz, como la santa cruz, la danza del venado, la páscola, entre otras muchas tradiciones y costumbres, que trajeron surcando los mares de allá lejos, entre varios soles y lunas.
En aquel Humilde pero muy digno hogar de Porfirito el palanquero, las tablas del camastro crujían a los torpes movimientos del tierno y sabio viejecito… Los copos de algodón y la aureola de la experiencia de toda una vida en el mar, inundaron su cabeza… Y en su rostro se aprecian los surcos como un desolado desierto.... A Porfirito el palanquero, le aqueja una enfermedad que le impide realizar sus movimientos normales, pero afortunadamente goza de una memoria privilegiada, a pesar de los años, y el uso de la palanca en sus hombros por toda su vida, que encorvan su espalda. Don Porfirio león palanquero por tradición, oficio heredado de sus mayores, fijo su cansada mirada hacia el infinito, y de sus enjutos labios, como un susurro fueron surgiendo las palabras.
“El pescador se forjo en el mar… desde mis ancestros hemos habitado este barrio del esterito, y precisamente se llama así, por el estero que antaño entraba, donde es ahora el puente del molinito… El mar se unía con el agua del arroyo, que bajaba del cerro de san Juan, frente al panteón… grandes camarones se daban ahí… ¡¡¡QUE HERMOSURA!! Que felices éramos en ese mundo sencillo y maravilloso del pescador, y en las propias embarcaciones, empujadas por el tradicional airecillo de leyenda, EL COROMUEL, entrabamos a vela tendida por el esterito, hasta nuestros hogares, que estaban a la orilla de cada lado del estero… Teníamos pobreza por falta de elementos materiales, pero no se necesitaba mucho para ser felices en el barrio del esterito… Como familia, vecinos y amigos, la convivencia era y es de lo mejor… Con aquella abundancia de pesca que teníamos, a todas horas salíamos a pescar a donde se nos pegaba la gana, y regresábamos con las pangas llenas hasta los bordes… Nos sentíamos dueños del mundo, de ese mundo maravilloso y sencillo, al que puede aspirar el hombre del mar”, Dijo. Con añoranza, Porfirito el palanquero continúo diciendo que los pescadores eran hombres justos con el palanquero. El 25% sobre la venta les pagaban. Todos salían ganando, hasta las amas de casa, por que compraban barato el pescado, de pura calidad, y a los palanqueros, les quedaba hasta para comprarle un corte de tela a sus mujeres e hijos, y tomar el trago con los amigos, disfrutando alrededor de una caguama, que era motivo de reunión familiar.
Es para no creerse que todo se acabó, dijo… Ahora salen a pescar sus hijos y nieto, y demás pescadores, y regresan con las redes vacías, o con muy poca pesca, que no sacan ni para los gastos y mal comer. Con infinita tristeza, Porfirito el palanquero, recordó la época de los placeres perleros, y como los explotaron como a esclavos, a los buzos y demás trabajadores, de las demás armadas. Saquearon las perlas, llevándose la riqueza a otros países, y a los pescadores, les pagaban $30 pesos al mes, y se los daban en comida para sus familias, y cuando regresaban, quedaban debiendo para la próxima temporada. La única ganancia de los buzos, eran $30 pesos, sobre la otra cara de la moneda, las valiosas perlas de sudcalifornia, y las injusticias, hay mucho que escribir, Dijo.
Actualmente la tradición del palanquero, en el esterito, continúa. Aun que ya no se usa el cogollo de palma, las caguamas, y demás especies que se han agotado, pero el poco producto que sacan los pescadores, algunos lo embolsan en plástico y cuelgan en palanca, en cubetas de plástico también. Antiguamente las familias acudían al mar, a esperar a los pescadores, y adquirir el pescado fresquito y barato, o se lo llevan hasta las puertas de su hogar. Famosos palanqueros por tradición, el cochorrongo, Blas Martínez, Gregorio Álvarez, el mapache, pedrito Ortiz, juan el pescador, pancho y Guillermo, fueron algunos palanqueros del esterito del ayer. Don Gilberto lucero, “DON QUIUI” fue uno de los mejores pescadores y buzos en las armadas perleras, así como Don Nicolás Winkler, entre tantos otros que se escapan a la memoria, dijo aquel muchacho de juventud acumulada, Don Porfirito el palanquero.
El barrio del esterito, es uno de los primeros en la paz, sus hombres y mujeres están forjados en el trabajo, es un legendario barrio con historia, costumbres, leyendas y tradiciones. SON UN ORGULLO SUDCALIFORNIANO.
… Antaño por las callecitas de la paz aquella, una tronazón de talones se escuchaba al presuroso paso, y al rítmico vaivén de la palanca en hombros del palanquero, cargada de sartas de pescado, en cogollos de palma… Pregonando; ¡¡PESCADO Y CAGUAMA FRESCA, LISAS TATEMADAS A $ 3 PESOS, CALLO DE ACHA Y ALMEJAS A 3X10, PECHOS DE CAGUAMA A $ 3 PESOS, Y CUARTOS A$ 1.50!!.....
…..Por el placer de Escribir… Recordar…. Y…. Compartir….
Esta crónica fue publicada hace más de 15 años, en los medios de comunicación masiva, el sudcaliforniano, revista compas, centro de radio y televisión canal 10, en programa contacto directo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario