LA PAZ QUE
SE PERDIO
POR MANUELITA LIZARRAGA
“GENERAL JOSE MANUEL MARIA
MARQUEZ DE LEON...DESTACADO E ILUSTRE HEROE SUDCALIFORNIANO”.
“¡ALERTA
MEXICANOS!...¡ALERTA!...CADA PALMO DE TERRENO QUE SE NOS ARREBATA, ES UNA ANCHA
HERIDA QUE SE ABRE EN EL HONOR NACIONAL.”
·
NACIO EN EL HISTORICO PUEBLO
MINERO SAN ANTONIO B.C.S. EL 5 DE MARZO 1822.
·
MURIO EL 27 DE JULIO DE 1890.
- DEFENSOR DE LA PATRIA, Y DE LA SOBERANIA NACIONAL
- DESPUES DE CASI UN SIGLO DE AUSENCIA EN EL TERRUÑO PENISULAR, SUS
RESTOS DESCANSAN EN LA ROTONDA DE LOS SUDCALIFORNIANOS ILUSTRES EN ESTA
CIUDAD DE LA PAZ
- EL BUSTO DEL GENERAL MANUEL MARQUEZ DE LEON, DICEN LOS QUE SABEN
MUCHO, SE ENCUENTRA EN LAS BODEGAS DEL H. AYUNTAMIENTO. OJALA QUE LAS
AUTORIDADES COMPETENTES LO COLOCARAN DONDE DEBEN DE ESTAR: EN LA CALLE
MANUEL MARQUEZ DE LEON, O EN LA FORJADORES PARA QUE LAS NUEVAS
GENERACIONES SEPAN QUIEN FUE ESTE HEROE NACIONAL QUE SE ENTREGO AL
SERVICIO DE LA PATRIA, PARA QUE ELLOS PUEDAN DISFRUTAR DE LA LIBERTAD Y DE
LA TIERRA QUE HABITAN.
“Yo he dado en la manera de amar a mi patria con desinterés,
de trabajar por ella de buena fe, y acepto el calificativo de loco y de un loco
bastante raro en estos tiempos, cuando es tan difícil que tal locura exista”.
Defensor de nuestra soberanía
nacional, Manuel Márquez de León es uno de los héroes más destacados que
produjo el terruño peninsular...nació el 05 de Marzo de 1822 en San Antonio B.C.S.
siendo sus padres Don Bartolo Márquez Martínez y María del Pilar León
Reza. Contrajo nupcias con la señorita
Estefanía Romero, con quien procreó una hija, a quien por nombre pusieron
María. Una noche lluviosa de Julio, 27 de 1890 para ser exactos, a las ocho de
la noche, murió el General Manuel Márquez de León de enfisema pulmonar. Siendo
sus restos sepultados en aquella ciudad. Manuel Márquez de León era muy niño
cuando sus padres se trasladaron a radicar a Todos Santos, donde creció y
transcurrió gran parte de su vida entre cañaverales, trapiches, y aromas a
brisa salada, azahares y a mango maduro. 20 años tenía el joven Manuel cuando
hizo sus primeras armas. Márquez era un liberal juarista un hombre recto, de
una sola línea y de principios sólidos; fue la razón por la que rompió
relaciones con el benemérito de las Américas Lic. Don Benito Juarez, cuando
según éste inicio su serie de reelecciones, con las cuales él no estuvo de
acuerdo. Era compadre y amigo de Don Porfirio Díaz con quien también rompió
relaciones cuando éste ordenó la matanza del 25 de Junio de 1879 en Veracruz,
cuando se fusiló sin formación de causa a un nutrido grupo inocente de
prominente personajes con la tristemente célebre orden de Porfirio Díaz de “mátelos
en caliente”.
El héroe sudcaliforniano, un hombre
consagrado al servicio de la patria, a causa de este rompimiento con el
gobierno porfirista sufrió persecución y
calumnia y fue desterrado en San Francisco California; y durante ese
tiempo como un erudito autodidacta con profundos conocimientos de filosofía,
religión, cosmografía, astronomía y principalmente del ser humano, escribió su
libro “En mis ratos de soledad”, editado en la Ciudad de México en 1881, con
trascendentales conceptos filosóficos.
“Consagrado desde mis primeros años
al servicio de la patria, todos mi esfuerzos se han encaminado siempre a un fin
preferido, A SU FELICIDAD; y como me ha tocado en suerte vivir en una época
desgraciada, donde la virtud no es favorablemente acogida por la generalidad de
mis compatriotas, he tenido que sufrir mucho...nada he podido adelantar en la
vida política, porque son muy pocos los que quieren seguir una bandera que
lleva por lema DESPRENDIMIENTO y no se compra la adhesión con dinero contante.”
Debido a la
forma solapada y peligrosa que asumió el anexionismo norteamericano LA DE LA
COLONIZACION PACIFICA Y LEGAL, EL GENERAL MARQUEZ DE LEON REMITE ESTA
INQUIETUD.
Inquietud
del General Manuel Márquez de León dirigida desde Mazatlán Sinaloa en agosto 17
de 1878 al señor ministro Don Trinidad García, en México. “Mi muy querido
amigo: al remitir a usted el proyecto de estatuto orgánico para la Baja
California le ofrecí un informe sobre el particular y hoy cumplo con ese deber.
Triste es la condición del escritor mexicano que, para demostrar la necesidad
de que sean atendidas sus razones se ve con frecuencia en el duro caso de
reprochar la conducta de los hombres que han tenido en sus manos los destinos del país, cuando
sería mucho más grato a los corazones patriotas hallar siempre motivos para
tributarles elogios. Contaba yo 21 años escasos cuando escribí largos informes
para probar al gobierno el incalculable valor de la alta California y la
necesidad que teníamos de protegerla para que no se perdiera. Estos informes
fueron suscritos por el Coronel Don Rafael Téllez y dieron por resultado que la
administración del virtuoso general Don José Joaquín Herrera ordenara el
alistamiento de una expedición con todos los elementos necesarios para el
objeto; y yo, que tuve la honra de pertenecer a ella estoy enteramente seguro
de que se habría salvado la más rica porción del suelo mexicano si el funesto
partido conservador, derribando el orden existente, no hubiera impedido la
salida de aquella espléndida colonia militar compuesta de una juventud valiente
y entendida.
Principié mi carrera trabajando por
la integridad del territorio nacional y la concluiré del mismo modo. Hoy que ya
me blanquea la cabeza no voy como Pedro el ermitaño a predicar cruzada ni como
capitán aventurero a proponer la conquista de países remotos. Me presento ante
el gobierno nacional a demandar el cumplimiento de un deber: A PEDIR LA
SALVACION DE LA BAJA CALIFORNIA QUE ESTA LLAMADA A PERDERSE COMO SE PERDIO LA
ALTA. Los hombres de 1848 no sabían cuál era el valor de aquella joya preciosa
porque, relegada al olvido, nada producía al erario de México y su población
constaba solamente de 15 habitantes. Por eso fue vendida a más vil precio,
relativamente hablando, que aquel en que el estúpido Esaú enajenó su herencia
paterna. Explotada después por sus nuevos poseedores ha producida sola más oro
que todo el resto del mundo, y se ve que en 30 años su población se ha
multiplicado de una manera tan prodigiosa que el rancho de la Yerbabuena, donde
vivían dos familias, es una ciudad más populosa que nuestra capital y cuenta
con una aduana que rinde al año 40 millones de pesos, cuando todas las nuestras
no llegan a 16 millones.
He aquí los frutos de la ignorancia
y del poco amor a la patria. Pero en el instante que esto escribo no abrigo el
más mínimo temor de ser desatendido porque los habitantes de 1878 no adolecen,
a Dios gracias, de tan deplorables defectos. Con objeto de apartar a la Baja
California del grave peligro en que se haya, trabajaré con toda la fe y
constancia de un buen patriota, sin omitir sacrificio de ningún género, y
contando con la ilustración del gabinete y del congreso, no dudo que veré
realizada tan importante idea. Es verdad que la Baja California no tiene el
mismo valor que la alta pero los conocedores de uno y otro país no vacilarán en
estimarle en poco más de una décima parte porque no ha de producir menos de un
diez por ciento en metales preciosos, no
dará menos trigo en esa proporción ni mantendrá menos ganado y así en todo lo
demás. En el año de 1856, MR Gadsden Ministro de los Estados Unidos en México,
tenía instrucciones de su gobierno para ofrecer 20 millones de pesos por ese
territorio, cantidad nada despreciable que sería un crimen llegar a perder por
indolencia y eso sin contar CON QUE EN CADA PALMO DE TERRENO QUE SE NOS
ARREBATA ES UNA ANCHA HERIDA QUE SE ABRE EN EL HONOR NACIONAL, porque no se
puede dar prueba más palpitante de que se carece de las dotes necesarias para
formar una potencia independiente, cualidades que hoy no se pueden negar ni a
los cafres.
El estatuto orgánico que remití a
usted es la base de salvación para la península, y, si bien se calcula, los
gastos que la República tiene que erogar no pasarán de medio millón de pesos en
diez años porque, aún suponiendo que en los dos o tres primeros el sacrificio
sea de 80 mil pesos por año, pronto la frontera comenzará a producir, y, antes
del plazo fijado, sus rendimientos bastarán para cubrir el presupuesto de
egresos, y, al cabo de 20, no bajarán de 3 o cuatro millones de pesos sus
ingresos de donde resulta que, aún tratando el asunto mercantilmente, no deja
de ser un buen negocio. Dispénseme usted que, tratando de una materia tan
grave, haya descendido al mezquino campo de las operaciones lucrativas cuando
debemos colocar sobre todo la honra de la Nación. Pero sabido es que el tiempo
en que vivimos llamado por algunos de las luces y del positivismo por otros,
engendra ideas demasiados materializados y yo quiero combatir en todo terreno
cuantas resistencias se me puedan oponer, porque es grande y noble el
sentimiento que me anima y va envuelta en él
la suerte de mi patria. Si, débil campeón de tan santa causa me
preocupara el temor de ser vencido en la lucha a causa de mi pequeñez, lo
desecharía en el acto por la confianza que tengo de que atletas irresistibles
acudirán en mi auxilio al escuchar la
voz de PELIGRA EL HONOR DE MEXICO PORQUE UNA PARTE DE SU TERRITORIO ESTA EN
RIESGO DE PERDERSE, SI COMO HASTA AQUÍ, SE LE DEJA EN EL ABANDONO.
Esa frontera se encuentra a muy
larga distancia de la capital, y pensar que puede cuidarse desde ella sería un
delirio. SE NECESITA CREAR EN ELLA INTERESES DE CONSIDERACIÓN, QUE SE
IDENTIFIQUEN CON LA NACIONALIDAD MEXICANA, PARA PONER TODA ESA ZONA EN ESTADO
DE GUARDARSE A SI MISMA AUNQUE PARA ELLO SE TENGA QUE SACRIFICAR ALGO PORQUE NO
SE DEBE PERDER NUNCA LO MAS POR LO MENOS. No de otra suerte obrarían nuestros
vecinos si se apoderaran de ella en cuyo bochornosisímo caso no se necesitarían
los 20 años que he indicado de que no es exagerado el cálculo de 4 millones. ¿Y
por qué nosotros habíamos de ser tan infelices para no saber ambicionar
siquiera? EL ÚNICO PROVECHO QUE PODEMOS SACAR DE NUESTRAS PASADAS DESGRACIAS ES
LA EXPERIENCIA. NOS HEMOS QUEDADO ATRÁS POR NO VER ADELANTE; Y YA ESTAMOS EN EDAD DE PENSAR CON MADUREZ NO
VOLVAMOS LOS OJOS AL PASADOS SINO PARA AVERGONZARNOS DE NUESTROS ERRORES, PARA
REIVINDICARNOS ANTE EL MUNDO Y NO MERECER EL DESPRECIO DE LA POSTERIDAD. NO ES
MENESTER SER PROFETA PARA LEER A VECES EN EL GRAN LIBRO DEL PORVENIR BASTA SOLAMENTE UN POCO DE ESTUDIO Y DE
PRUDENCIA PARA CALCULAR LO QUE PUEDE SUCEDER. UN PAIS QUE TIENE ABUNDANTES
RIQUEZAS Y UN CLIMA DELICIOSO NO SIEMPRE HA DE ESTAR DESIERTO; EL PROGRESARA
SEA CUAL FUERE EL COLOR DE SU BANDERA, Y NOSOTROS EN EL PRESENTE CASO DEBEMOS
PREFERIR QUE LA NUEVA POBLACION QUE SE HA DE LEVANTAR EN ESA COMARCA FLORESCA A
LA SOMBRA DEL AGUILA MEXICANA ANTES QUE AL SINIESTRO FULGOR DE LAS ESTRELLAS
DEL NORTE, CUYO VORAZ FUEGO TARDE O TEMPRANO NOS CONVERTIRA EN CENIZAS SI NO SOMOS MAS CAUTOS. Los vecinos de un
estado son sus enemigos naturales y precaverse de ello no importa una
provocación; todo lo contrario: se está así en el más perfecto derecho y
nosotros no debemos permanecer sordos a la voz de la conciencia QUE NOS ESTA
GRITANDO HACE MUCHO TIEMPO ¡ALERTA MEXICANOS! ¡ALERTA!. Acierto y felicidad le
desea su verdadero amigo que sinceramente lo aprecia. Manuel Márquez de León
(rúbrica).”
Fuente, profesor
Néstor Agúndez.
Doctor Francisco
Javier Carballo Lucero
Dominga G. De
Amao.
Esta crónica fue
publicada hace más de quince años en los medios de comunicación masivos de más
prestigio en La Paz.
…Por el placer de escribir…Recordar…Y compartir…
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