viernes, 30 de junio de 2017

LA PAZ QUE SE PERDIO
POR MANUELITA LIZARRAGA

“VIKI LA PEREGRINA...LA ENIGMATICA MUJER DE BLANCO DEL CALLEJON TOPETE”.

·        CAMINA LARGAS DISTANCIAS ENVUELTA EN UN MANTON BLANCO
·        DESDE TIEMPOS INMEMORIALES SE APARECE DE REPENTE CRUZANDO SOLARES Y PAREDES, LUEGO SE PIERDE POR LA PANADERIA DE BRISEÑO.
·        QUIENES HAN VISTO ESTA APARICION,  Y LE HAN SEGUIDO SU CAMINO, DICEN QUE ES HERMOSA, DE TEZ BLANCA Y CABELLOS NEGROS, TAN NEGROS COMO LA NOCHE; SUS OJOS ESTAN CARGADOS DE TRISTEZA Y QUE NO PISA EL SUELO, FLOTA
·        UUYY, ERES LA MUJER DE BLANCO...”SI, SOY LA MUJER DE BLANCO Y ME LLAMO VIKI”, LE DIJO A PEDRO EL MECANICO, CUANDO AL ABRIR EL CLOSET DE SU CASA, ESTA IBA ATRAVESANDO PAREDES Y SOLARES CONTINUANDO SU CAMINO.

Viki la peregrina, es una mujer incansable...a través de todos los tiempos se le ha visto caminar largas distancias...quienes se han atrevido a seguirla, dicen que se aparece desde el árbol el Macapul, que aún queda en la esquina del callejón Belisario Domínguez e Hidalgo, pero que al parecer viene de más lejos; sube por la banqueta, de la antigua cuartería de los canalizos; que se pasea como buscando algo volteando para todos lados de punta a punta en la banqueta donde fue el Cinema La Paz, el que antes fue la cárcel pública, y fueron varios los presos que se espantaron al verla que se asomaba por el enrejado y luego bajaba sobre la banqueta del cine Juárez, cruzando calles hasta continuar por la misma Belisario Domínguez...la andariega, va envuelta en un mantón blanco y su larga cabellera negra la vuela el viento tapándole el rostro.

     Don Roberto el carretonero, en sus buenos tiempos la siguió...contaba que cuando él era un jovencito allá por 1921, al salir de un evento del cine Juárez, él venía caminando en la nochecita por toda la calle Belisario Domínguez rumbo a su casa, muy quitado de la pena con las manos en la bolsa; cuando de repente se le emparejó una hermosa mujer como envuelta en un mantón blanco despidiendo un aroma exquisito a flores del campo, como unas tres cuadras camino al parejo de él...luego cuando pasaron donde la fue la escuela Dos en Madero y Degollado, la mujer de aromas exquisitos, se fue de largo con una rapidez asombrosa dio vuelta rumbo a la playa por la calle Ocampo por la tienda del “Chule”; y divisaba la alta figura vestida de blanco por la bajadita rumbo al mar...y él continuó su camino hasta la calle Allende, luego torció a la derecha para tomar nuevamente la calle Belisario Domínguez, que la mujer del mantón blanco salió de repente, no supo ni de donde, por entre los solares, frente a la casa del Tanayo de gratos recuerdos; él no sentía miedo, porque no pensaba que fuera cosa del otro mundo...los perros aullaban a su paso con esa rara mujer por delante.

...De pronto, en un parpadeo, aquella enigmática mujer se le perdió...desapareció; no le dio importancia y continuó sobre sus pasos....pero cuando iban pasando por donde fue la Ticsa, la mujer del mantón blanco salió de pronto por ese solar y se metió por entre el cerco de la familia Jordán....era puro monte todo eso en aquel tiempo, y a la luz de la luna divisaba la alta figura por la vereda de ese solar de las Jordanes y de Don Inés Gutiérrez, sorprendido reculó unos pasos para convencerse que allá iba...y él continuaba su camino por la Belisario Domínguez, pero cuando iba a travesar el arroyo que estaba entre la botica de Doña Lupita Navarro y el Quico Talamantes, salió de repente ésta mujer delante de él y ya de tanto verla, le entró la curiosidad de saber quién era, esta misteriosa mujer, y la siguió.

     Ella continuó su camino por la Belisario Domínguez y se metió por el baldío el que fue el campo del equipo de béisbol, de los famosos “Verdes”, ahora hay por ahí varios negocios luego, la muchacha se metió por donde es ahora el Casino Corona y el Mercadito de Murillo, se fue por el callejón Topete atravesando solares...él iba como a diez metros de distancia de ella, tal parecía que ni cuenta se daba que la iba siguiendo, es más, dice cuando iba al parejo de él, era como si él no existiera, de pronto, se dio cuenta que la mujer no pisaba el suelo, ésta flotaba, y ante sus asombrados ojos traspasó las paredes de las casas rumbo a la panadería del Briseño y ahí se perdió, él  la buscó por todas partes, pero no la encontró...entonces, como si se hubieran puesto de acuerdo todos los perros del barrio empezaron a aullar y la luna se empezó a ocultar....fue una experiencia espantosa, hasta entonces sintió un miedo inenarrable, y el regreso a su casa se le hizo muy difícil y eterno, desde entonces se le quitó la costumbre de seguir a las muchachas por muy guapas que éstas fueras.

     Yo tengo más de cincuenta años Dice Don Rafael, y cuando tenía seis añitos, a su hermanito y a él lo pusieron a cuidar la lumbre para que no se apagara, porque estaba el cazo con agua hirviente para pelar un cochi, puerco o marrano, sería como las cuatro de la mañana, y estaban somnolientos entretenidos aventando piedritas a los tizones encendidos, cuando de pronto como una ráfaga  pasó entre ellos la mujer envuelta en un mantón blanco y no pisaban el suelo, al fin niños, a ellos les pareció que volaba además muy divertido, no sintieron miedo, al contrario, fue muy novedoso, y jubilosos empezaron a saltar y a gritar a sus papás...!pasó una mujer volando atravesando las paredes de la casas de enfrente!...hasta los abuelos se levantaron y muy quitados de la pena, dijeron, “Ah, es la mujer de blanco, la andariega, ya nos contaban nuestros abuelos que desde tiempos ya idos, Viki la peregrina, ha asustado a mucha gente, no se asusten niños, nomás es un alma en pena”; dijo el abuelo, y ellos continuaron cuidando el cazo en la lumbre....

...Y continua diciendo Don Rafael, que a través de los años son muchos los espantados con esta aparición...la han visto su cuñada Ernestina, su comadre Catalina, los muchachos que se reúnen para ponerse de acuerdo sobre las carreras de carro y también la han visto sobre el templete del Casino Corona así como entre la gente que anda bailando, que de repente pasa entre ellos como una ráfaga flotando y atravesando paredes. Otro testimonio de la aparición de Viki la andariega, es el de Doña Juanita por el callejón Topete, dice que aquella noche de verano ella estaba acostada en su catre al aire libre en el patio...y de repente, se apareció en el zaguán de su casa una mujer vestida de blanco quien volteaba para todos lados como buscando algo y que ella creyó que era su hermana Ramona, y le dijo “Oye tú, pues qué esperas que no te metes ya es noche para que estés en la calle viendo lejos”; y que la mujer ni en cuenta la tomó, empezó a caminar alejándose del zaguán, entonces ella se levantó de prisa, para darle alcance,  y se fue detrás de quien creía que era su hermana, y la iba regañando, tenía que apretar el paso porque iba muy recio...”!¨Pues que te pasa mujer estás loca o que, para dónde vas a estas horas de la noche?”, y esta nada le contestaba.




...De pronto, la mujer del mantón blanco cruzó solares y ella se quedó asombrada con lo que vio...la mujer no pisaba el suelo, flotaba, así como sus largos ropajes y cabellos....la tenía como a dos metros de distancia ésta dio la media vuelta y se le quedó viendo con una sonrisa macabra...y con una voz de ultratumba le dijo “Soy Viki “...espantada se llevó las manos al rostros al ver que no era su hermana, y la aparición continuó flotando hasta perderse en la panadería de Briseño, el regreso a su catre, fue muy difícil, entre el silbar del viento y aullar de perros.

     Otra versión en el mismo callejón Topete de Doña Adriana dice que cuando su hijita tenía diez años hace ya muchos años la niña estaba en su cuarto estudiando a la mortecina luz de la lámpara y por la ventana que da a la calle, vio pasar a esta mujer peregrina creyendo que era su tía muy querida, y la niña jubilosa aventó las libretas y salió a la calle a seguir, según a su tía, y la niña le iba diciendo....”Tía espéreme para donde va tan de prisa si ya se pasó de la casa”; y la mujer se fue metiendo por entre los solares y la niña también, pero que cuando ya casi llegaba a la panadería donde desapareció la niña se dio cuenta que la mujer flotaba, no pisaba el suelo, y desde luego no era su tía., esta empezó a gritar, “Me salió un fantasma, es una mujer envuelta en un mantón blanco y no pisa el suelo”, el vecindario no sin muchos temores porque ya sabía de esta aparición, salió a darle auxilio...tardó mucho tiempo de recuperarse de esa mala impresión su hija, cuando era niña.

La mujer de blanco del callejón Topete era el coco para los enamorados, las parejitas tenían que estar temprano en casa, porque podían toparse de repente con Viki la andariega, y los muchachos después de dejar a la novia en su casa, por esos rumbos, apretaban el paso y se llevaban su burrita del tequila muy escondida para darle dos o tres chupetes y darse valor por si  acaso....a Pancho el mecánico, aquella noche se acababa de bañar, y abrió el closet para sacar ropa, pero al abrirlo salió la mujer de dentro del closet, la que venía en su trayectoria atravesando paredes, y espantado éste dijo “Ay Dios es la mujer de Blanco”; y ésta le contestó “Si soy la mujer de blanco y me llamo Viki, y continúo atravesando paredes, por eso se supo desde entonces que se llama Viki esta mujer andariega que quien sabe desde donde sale y desde cuántos siglos.

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*Esta crónica fue publicada hace más de 15 años en el periódico sudcaliforniano, revista compás, en el programa de radio contacto directo XENT radio La Paz*


LA PAZ QUE SE PERDIO
POR MANUELITA LIZARRAGA.

“SAN JUAN DE LOS PLANES...EN LA HISTORIA DE SUDCALIFORNIA”.

·        HERMOSA TIERRA DE ESFORZADOS HOMBRES Y MUJERES DEL AZADÓN Y EL SURCO.
·        ELEGIDO SAN JUAN DE LOS PLANES DEBE SU NOMBRE A LA CANTIDAD DE JUANES QUE LO CONFORMAN EN SU FUNDACION: JUAN IGNACIO DEL VALLE, JUAN MANUEL AMADOR, JUAN MANUEL MAGALLANES, JUAN DE LA PEÑA ROSAS, JUAN DE DIOS LUCERO Y JUAN ALVARADO ORTIZ; ADEMAS DE: MARCELO VIRGEN, MARCELO GAUME, SALVADOR CASTRO, RODOLFO Y ABEL COTA Y ANTONIO MARIA GERALDO.
·        GRACIAS AL TRABAJO TESONERO Y LAS GESTIONES DEL SEÑOR FERMIN DE LA PEÑA GAMA, SE LOGRO LA EXISTENCIA DEL EJIDO SAN JUAN DE LOS PLANES DURANTE EL GOBIERNO DEL REVOLUCIONARIO CONSTITUYENTE GENERAL DON FRANCISCO J. MUGICA, QUIEN PROYECTO INICIAR LABORES AGRICOLAS EN EL VALLE DE LOS PLANES, IMPULSADOS DESPUES POR EL GENERAL AGUSTIN OLACHEA, LAS QUE HAN PERDURADO EXITOSAMENTE HASTA NUESTROS DIAS.

¡Era tanta la producción agrícola en Los Planes que hasta regalaban las verduras que no clasificaban para su exportación!...es tan grato recordar aquella bonanza.

¡Llegaron los camiones de Los Planes! ...gritaba la gente muy contenta, y salía el vecindario, arrastrando costales, cajas de cartón, carretillas, etc....eran los años aquellos del cincuenta y tantos...los camiones de redilas y dompes, procedentes de Los Planes y Los Bledales, se paraban en el centro de las cuatro esquinas de las calles de los distintos barrios de La Paz, llenos hasta los bordes de tomates, ¡y que tomatones!, los comíamos con sal, que buenos estaban, chile verde, chile california, morrón, güeritos, ejotes, elotes, cebollitas y calabacita de olán, que por cierto, ya no se ven y poca gente las conoce, entre otras verduras, y gritaban los señores a todo pulmón que acudiera la gente por verduras gratis... ¡qué felices íbamos!, porque niña aun, también iba por aquel regalo, porque era un buen apoyo para la economía familiar y las familias gozosas llevaban, costales, cartones, canastos, carretillas y las atascaban de todo aquello. ¡Cómo no recordar!

Al calor humano y de las hornillas de crepitantes tizones, nos dábamos una buena hartada de chiles california y morrones asados, salsa de molcajete, de tomates tatemados en las brasas, frijoles caldudos y tronchas de carne oreada asada, metida en el fierro, y nomás cachábamos las tortillas de maíz hechas a mano hinchada como un sapo, era una fiesta en casa, con la tatema de chiles, y ejotes guisados regalados por gente altruista y bondadosa que sembraba en Los Planes...tiempos que no volverán.

En aquel tiempo, yo nada más sabía que lo regalaban, y cómo lo disfrutábamos en nuestras casas, y siempre le dábamos gracias a Dios y a quien nos dio de comer, así decían mi abuelita y madrecita... “debemos estar agradecidos con quien nos dio todo esto, quién sabe quién será pero que Dios se lo multiplique”. Toda esta bonanza gratuita para los paceños se acabó al parecer a causa de un lamentable suceso, acaecido en La Paz...se dice que un americano rentaba las tierras en Los Planes y tenía una empacadora donde seleccionaban el producto agrícola de mejor calidad para exportarlo a Long Beach, y lo que no clasificaba lo regalaba a las familias de La Paz; pero que en el ciclón del 59, el avión DC-6 en el que llevaban la producción agrícola se estrelló atrás del Mogote, frente a San Juan de La Costa, y lo piloteaba una señora norteamericana llamada Diana, era una persona admirable e intrépida...según se dice, ella pesaba 48 kilogramos y levantaba el avión DC-6 cargada con varias toneladas de producto desde Los Planes hasta Long Beach, era un avión de los desechos de guerra de los Estados Unidos muy parecidos a “La guajolota”, aquel viejo avión de aercoarga  y en el que además de otras cosas, mandaban a Ensenada a imprimir el periódico El Sudcaliforniano cada 15 días.


En Los Planes como todos los pueblos, tiene su historia, antes de que se consolidara como ejido, hubo varios enfrentamientos por la explotación a los trabajadores por terratenientes, invasiones de tierras, entre las más sonadas se recuerda por los años sesenta a un tal Zenaido que era un agitador que encabezaba a un grupo de paracaidistas que quería apoderarse arbitrariamente de las pertenencias y tierras que ya tenían dueño, pero que afortunadamente las autoridades de entonces actuaron con justicia y los echaron de acuerdo a la Ley de San Juan de Los Planes.

Después de muchos esfuerzos el ejido se entregó a los ejidatarios un 30 de Noviembre durante el gobierno del Lic. Hugo Cervantes del Rio, y en 1968 el profesor José Camacho Espinoza recibió el pergamino amparando un pedazo de tierra para los campesinos que sostuvieron el movimiento y que estamparon con orgullo y satisfacción y firma. El maíz, el trigo, el algodón, el sorgo, chile, alfalfa, y hortalizas, son productos de gran calidad que se cultivan en San Juan de Los Planes y que han dado renombre a Sudcalifornia a nivel nacional e internacional.

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*Esta crónica fue publicada hace más de 15 años en el periódico sudcaliforniano, revista compás, en el programa de radio contacto directo XENT radio La Paz*



LA PAZ QUE SE PERDIO.
POR MANUELITA LIZARRAGA.



  • AQUELLOS DIAS DE LLUVIA DEL AYER...

  • “QUE LLUEVA...QUE LLUEVA...LA VIRGEN DE LA CUEVA...”

• YA LA AMOLAMOS, NO HABRA LLUVIAS GRANDES” DECIA LA ABUELA CUANDO LLOVIA EN ABRIL O MAYO... CONOCIMIENTOS DE LOS MAYORES.


            ...Los angelitos cantan...la virgen se levanta que sí, que no ¡que caiga un chaparrón!...cantábamos alegremente trepadas en los frondosos árboles, al tiempo que nos mecíamos en sus fuertes ramas en aquel marco del canto de las chicharras, cielo nublado, truenos y relámpagos...!que felicidad! Eran otros tiempos... ¡y llovía tanto! Ahora...ya ni las chicharras cantan llamando la lluvia... (Bueno ya tuvimos las primeras lluvias en días pasados). Recordar es vivir en el buen sentido de la palabra, y en otros tiempos si llovía mucho aquí en La Paz.

            “¡que te metas muchacha! Te va a caer un rayo, ponte el tápalo en la cabeza ¿no ves que el cabello tiene electricidad y llama a los rayos?”...furibunda decía mi adorada madrecita y nosotros encantadas chapoteando en los arroyos...eso sí, con la pata pelada y la cabeza muy cubierta con una hermosa pañoleta estampada de seda de aquellas que se acostumbraba para cuando nos daba la “chanza”, ahora le dicen paperas y para asistir a misa. Estoy muy mortificada por que se  han visto pocas lluvias. Le pido a Dios y a la virgen de la cueva, que aunque sea a los pobres y sufridos rancheros les llueva aunque aquí nos llegue los puros aromas a tierra mojada y también los quesitos.

            El 24  de junio el día de San Juan... 15 y 16 de julio, día de los Enríquez y de las carmelitas eran aguaceros seguros...”metan la ropa de los tendederos, temprano, porque no quiero que espanten la lluvia cuando empiece a chispear, decía la abuela parada en el marco de la puerta levantándose el ala del sombrero de palma de alta copa, al tiempo que atisbaba la lejanía y le daba una larga chupada al cigarro del “tigre”, aventando fumarolas....pero sí parece que la estoy viendo!...de bello rostro, tez blanca, ojos verdes, cabellos rubios trenzados recogidos con una peineta de carey, ropajes largos olorosos a jabón perla, ceniza y tabaco, y calzaba sus pies con zapatos de piel de ternera o de mezclilla de aquellos que fabricaban con don Julio Beltrán y Los Aguirre. “nanita, pero si apenas se ve una nubecita  chiquita en el cielo”...”pues va a llover para la hora del café, dijo ella, es día de los Enríquez y voy a preparar la maza para las gorditas de manteca de res para tomar con café prieto mientras llueve porque ahora no compramos galletas marineras; y mañana día de las Carmen también va a llover, hay que meter la leña bajo el pretil de la hornilla para que no se moje”.

            Pues sí, llovió mucho esa tarde... qué bonito, toda la familia alrededor de la hornilla tomábamos el café de grano con gorditas mientras en el techado repiqueteaba el agua de la lluvia entre truenos y relámpagos que iluminaban la vivienda, los mayores contaban leyendas de la casas que espantan y que abundan en La Paz, de piratas y tesoros enterrados así como recuerdos de otros vendavales que pasaron. Al término de la lluvia salimos gozosos a jugar al arroyo perfumados a flores de toloaches, malvas, romerillos hierba del pasmo y vinoramas enmarcados con el croar de sapos y ranas. La noche de ese mismo día, continúo lloviendo y dormimos arrullados por la lluvia. A la mañana siguiente al canto del gallo, porque antes había gallinas y gallos que alegraban los hogares, el aroma a café golpeaba nuestra nariz...y después de lavarnos la cara con agua recién sacada del pozo en el lavamanos  que estaba frente al espejo de percha donde estaban los cepillos de dientes la pasta dental Forhan’s así como el jabón y el peine encajado en una cola de cerdas de caballo, y el pachuco echado en su tapete. Nos arrimábamos a las hornillas a tomar café calientito, donde hervía el apaste rebosante de exquisita avena en leche bronca y el metate lucia lleno de pegostes de masa de harina, cubiertas con unas servilletas para las tortillas. DESAYUNAR AVENA ES OTRA COSTUMBRE QUE SE PERDIO, DESDE QUE ENTRO AL MERCADO LA COMIDA CHATARRA COMO LA SALCHICHA, LAS SABRITAS, ETC. Antes el desayuno era un par de huevitos de gallinas contentas pisadas por el gallo elaborado en diferentes formas, tortillas o virotes, frijol refrito bañado de queso raspado y un tazón de avena...Ahora, algunos niños desayunan una bolsa de sabritas con un refresco... Pura chatarra que les perjudica la salud.

            En aquellos ayeres de lluvia de La Paz de antaño, “Amaneció nublado, y parece que seguirá lloviendo”, dijo mi madre...si, contesto mi abuelita hay que apurarle al quehacer por que empezara a llover de las once en adelante”...nanita pero como sabe que si va a llover...porque esta alta y negra la nube y viene subiendo por el cerro de san Juan frente al panteón...y diciendo y haciendo, mi inolvidable abuelita empezó a tapar los espejos, a guardar las tijeras, los cuchillos, el hacha, el costurero, las planchas de aquellas, y la máquina de coser, todo lo que fuera acero porque decía ella que llama a los rayos. ¿qué les parece?, pues si, llovió como ella dijo, con truenos y relámpagos; y no se paren en el marco de las puertas y ventanas, y menos bajo los árboles porque les cae un rayo....y se soltó la abuela contando de los matados con rayo; por hachar leña, por guarnecerse bajo los árboles, por usar acero, etc.... así como a los desobedientes “Te va a partir un rayo” o “Te va a tragar la tierra” así como a los que les alzaban la mano a los mayores, les decían “Se te va a churir o enchuecar la mano”, y que miedo sentíamos ante estas amenazas ¡y sí obedecíamos!. El día de San Norberto era otro día llovedor...el dos de agosto día de los ángeles era otro día llovedor, lo tengo muy presente porque todavía en 1972 que falleció mi suegro, don Antonio Gutiérrez Jordán, cayo un aguacero, lo sepultamos el 03 de agosto día de santa Lidia y seguía lloviendo...ese día nos llegó un noble perro todo enlodado andaba perdido seguramente...se quedó con nosotros y le pusimos “cara sucia” murió de viejo a los 15 años. Fue un perrito fiel con una bonita historia y anécdotas, pero eso es ya otra cosa.

            El día 15 de agosto, día de la Virgen María y de San Agustín, 28 de agosto, santa rosa de lima y san ramón, eran de fiesta para Todos los habitantes del territorio de Baja Calif. Sur por que llovía bastante; eran aguaceros y no se hacían cochineros en las calles porque el agua pasaba por donde tenían que pasar, por los arroyos. Ahora, estos arroyos están inundados de casas habitaciones ¡que inconsciencia! El arroyo del piojito que baja de la sierra y pasa por el vado rumbo a la Universidad, pasa por donde están construidas las casas bajo el borde del libramiento, eso es un arenal, es zona de peligro. Que inconsciencia de las autoridades de autorizar esos arroyos para  construir viviendas  con pingues ganancias pero son gentes que vienen de fuera y no conocen el terreno. Antiguamente allí fueron huertos regados por temporal y norias. Luego este arroyo pasa por Fidepaz, derechito al hotel Crown plaza y es arroyo hasta la altura de la entrada al aeropuerto, el día que suceda un desastre, el arroyo va a pasar por donde tiene que pasar...acuérdense del lisa en 1976  y de San José del Cabo. Luego tenemos el arroyo del palo el que está inundado de casas, las instalaciones de catastro el edificio en donde están las instalaciones del DIF municipal, el patio fiscal de la aduana, entre otras oficinas, están asentados en el medio del arroyo. TODA LA CALLE OAXACA ES ARROYO QUE DESEMBOCA AL MAR.

            Septiembre mes de chubascos...antaño, desde el mes de agosto nuestra vivienda ya estaba amarrada previniendo de los huracanes. Mi padre pasaba los mecates por arriba del techado cruzándolos de lado al lado, lo amarraban en tronco de mezquite que para ese fin estaba y luego cruzaba con chicotes las paredes de la casa y las amarraba en anclas enterradas en el suelo, así es que los chubascos nos hacían los mandados, los que me tocó vivir fueron los chubascos de 1954, 59, el fatídico lisa del 76, de triste recuerdo y una colita del Paul entre otros ventarrones que ya compartimos generaciones nuevas. El día de mi tío Lao Lizárraga día de san Estanislao era seguro que lloviera, ese día se casó mi hermana mayor y cayo un aguacero, fue un 28 de septiembre.

Cuando llovía en La Paz no se suspendían clases en las escuelas ni en los trabajos, que emocionan te era cuando íbamos a la escuela o al trabajo y estaba lloviendo entre relámpagos… trueno y trueno. Aquellas carreritas que nos agarraban para llegar a los portales de las casas o bajo los árboles a guarecerse de la lluvia. Cuando llovía, mi madre se llenaba de alegría y cantaba tan hermoso que parecía un ruiseñor pues era del rosario, Sinaloa y el chamaquero en los patios andaban bañándose alegremente bajo la lluvia eso sí, con la cabeza cubierta por aquellos de los rayos. Ahora la gente escucha tronar y se encierra.

...Que llueva, que llueva la virgen de la cueva, los angelitos cantan la virgen se levanta...que sí que no, barbas tienes en el talón...Decíamos poro debe decir que caiga un chaparrón. Ahora ya ni las chicharras cantan. Esperamos que caiga un aguacero el día de San Enrique, del Carmen, María, Agustín, Santa Rosa y San Ramón y prepararnos para el mes de septiembre, mes de los ciclones y que cierra la temporada de agua con el cordonazo en el mes de octubre y empiecen las equipatas en diciembre para terminar si bien nos va como era antes en el mes de febrero y rara vez en marzo.
                                                                                               

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*Esta crónica fue publicada hace más de 15 años en el periódico sudcaliforniano, revista compás, en el programa de radio contacto directo XENT radio La Paz*


LA PAZ QUE SE PERDIO
POR
MANUELITA LIZARRAGA

“DON FERNANDO DE LA TOBA…UN HEROE OLVIDADO EN LA HISTORIA DE SUDCALIFORNIA…”
·         DESPUES DE LA INDEPENDENCIA DE MEXICO EN 1821 FERNANDO DE LA TOBA ENARGOLO LA RECIENTE BANDERA TRICOLOR, Y EN SAN ANTONIO JURO E HIZO JURAR LA INDEPENDENCIA.
·         DON AGUSTIN DE ITURBIDE, MANDO CON UN REPRESENTANTE SU NOMBRAMIENTO COMO JEFE GRACIAS A SU BELLO Y PATRIOTICO GESTO…EL MILITAR VIZCAINO GOBERNO LA CALIFORNIA HASTA 1827.
·         FERNANDO DE LA TOBA FUE UN HOMBRE DE HONOR, HONESTO A CARTA CABAL, Y ENTUCIASTA DEFENSOR DE LA REPUBLICA NACIENTE.
·         ES EL PRIMER HOMBRE QUE MERECE SU MENCION EN LA HISTORIA DE SUDCALIFORNIA…Y DONDE LAS JUVENTUDES DEBEN ABREVAR DE SU EJEMPLO.
·         A EL SE DEBE QUE SUDCALIFORNIA NO HAYA CAMBIADO DE PROPIETARIO EN 1822.
·         MURIO POBRE, Y EN EL OLVIDO… FUE EL PAGO A SUS INVALUABLES SERVICIOS.
Dice Fernando Jordán en su interesante libro “el interesante México” que mientras los españoles, criollos y mestizos aumentaban en california los indios disminuían. Y que esto vale la pena precisarse. Hacia mi 1810 según un primitivo censo levantado por un visitador, vivían en la península 2300 indios y 2150 españoles. Las cifras estaban en equilibrio; pero el número de indios, que veinte años antes se había calculado de 20,000, indicaban claramente que estos tendían a la extinción. Y como en realidad el problema indígena no existía, y las cosas en california se manejaban con absoluta independencia de los poderes virreinales, cuando el cura Hidalgo se levantó contra los opresores, a nadie le interesó imitarlo en esta península.
La independencia de México fue u capitulo que no vivieron los californianos, sufrieron un poco sus consecuencias, dice; pero no tanto que les colocara en situación de alarma o emergencia. Desde años antes al abandonar la tierra los jesuitas, el gobierno de las incipientes poblaciones peninsulares se regían por jefes políticos: unos señores designados por los virreyes para pasar una temporada de destierro. No hacían nada, excepto estudiar las posibilidades mineras, esquilmar un poco a los indios y sacar partido de lo que podían. El que en México se viviera una época de lucha, tenía sin cuidado a esos jefes. Mientras el virrey se mantuviera en su puesto ellos estaban absolutamente seguros.
La independencia de Iturbide vino a cambiar un poco el estado de cosas; si los jefes políticos de california supieron que clase de independencia había sido esa, si entendieron el obscuro significado de acamtenpan, y si sospecharon la discutible honestidad de Iturbide es cosa que no podrá saberse. De todas maneras HUBO UN HOMBRE EN SUDCALIFORNIA QUE TOMO LAS COSAS A PECHO Y QUE SE ENCARGO DE CONVOCAR A LOS CALIFORNIANOS DE QUE ERAN INDEPENDIENTES. ESE GRAN HOMBRE FUE FERNANDO DE LA TOBA, un vizcaíno que desde su juventud había servido a la milicia hispana en el presidio de monterrey “alta california” y posteriormente en la capital del sur: LORETO.
El héroe sudcaliforniano Don Fernando de la toba enarbolo la reciente bandera tricolor y en san Antonio juró e hizo jurar la independencia. Este heroico y bello gesto del vizcaíno, lo indispuso con el jefe político Argüello; pero Agustín de Iturbide con su notable habilidad para lograr entendimiento envió a un representante encargado de conciliarlos y de nombrar jefe a Don Fernando de la toba. Desde entonces el militar vizcaíno se hizo cargo del gobierno hasta 1827. Tantas veces fue gobernador, siendo uno de los pocos hombres capaces y  honestos para organizar la vida en la alejada península en aquella época.
Don Fernando de la toba sin duda alguna es el primer hombre que merece su mención de honor en la historia de sudcalifornia. Fue un hombre de honor, honesto a carta cabal, y entusiasta defensor de la republica naciente. A él se debe que Baja California no haya cambiado de propietario en 1822. Otra heroica defensa de  Don Fernando de la toba fue en ese mismo año, el filibustero lord Cochrane sanguinario almirante de la escuadra chilena llegó a la península con bandera de corsario era un temible filibustero. Cuando los aturdidos habitantes de aquella época lo vieron llegar, se impresionaron tanto que no supieron que hacer; y el patriótico vizcaíno Fernando de la toba, no les dio tiempo de reaccionar, movilizó sus tropas y con gran arrojo y valentía se puso en persecución de las flotas de los corsarios invasores quienes no esperaban esta valiente actitud de defensa por parte de los californianos comandados por De la toba, y salieron huyendo mordiendo el polvo.
No hubo lucha; pero de cualquier forma De la toba obró con prontitud y se aprestó a defender el territorio en San José del Cabo, Cochrane lo eludió y se fue con sus naves a Loreto donde sus tropas se dedicaron al saqueo. Esa fue la primera vez que estuvo en peligro de perderse Baja California, (aunque no muy seriamente), Y A FERNANDO DE LA TOBA CUPO EL HONOR DE HABERLA DEFENDIDO. Cinco años después el patriota vizcaíno venía a menos. La ley de expulsión de españoles le afectó; perdió cargos, honores y uniforme aunque no el amor a sudcalifornia. En 1835 se dirigió al secretario de guerra de Santa Ana solicitando humildemente un retiro que le permitiera vivir. Al parecer no consiguió nada, excepto el pago de sus sueldos vencidos. Viejo, derrotado y pobre se pierde poco después en el interior peninsular. Dice Fernando Jordán en su otro México, que se ignora el lugar y fecha de su muerte. La historia y la toponimia californiana lo han olvidado y no hay en ninguno de los dos territorios monumento, pueblo, montaña, o  arroyo que lleve su nombre. Lo único que resta de su paso son los numerosos descendientes que hacen una conocida y honorable  familia en el territorio sur y quienes deben estar muy orgullosos de llevar sangre y apellido de este heroico y olvidado patriota Don Fernando de la toba ojala que las autoridades correspondientes hurguen verdaderamente en la historia y honren a los verdaderos héroes, en lugar de andar poniendo nombre de desconocidos a escuelas y calles.
…y con el pecho erguido enarbolando la naciente bandera, montado en su brioso corcel al frente de sus valientes tropas, EL VIZCAINO DON FERNANDO DE LA TOBA Y SU JURAR LA INDEPENDENCIA DE MEXICO EN SUDCALIFORNIA… HONOR A QUIEN HONOR MERECE.


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viernes, 23 de junio de 2017

LA PAZ QUE SE PERDIO
POR
MANUELITA LIZARRAGA.

LA PREVENCION...ES LA MEJOR SOLUCION AL PROBLEMA DE LOS PIES.


“Los pies me están matando”; es el grito de miles de personas cada día cuando llegan al límite de su resistencia, y al final, no saben qué hacer con ellos; dijo Bedolla durante la profesional atención a los pies de  una adolescente, quien no quiso dar su nombre y que está muy satisfecha y agradecida por que de inmediato el especialista le quitó el tremendo dolor a consecuencia de uñas enterradas;  y le continuó diciendo que la prevención en el cuidado de sus pies es el mejor remedio para evitar problemas mayores, ya que los pies son uno de los más útiles miembros del cuerpo humano, pero uno de los menos comprendidos.

Los usamos, dijo, desde el principio de nuestra vida como el más idóneo instrumento de movilidad, también como regalo muy preciado de la naturaleza, los pies nos permiten bailar, o destacar en los deportes, además de que nos transportan a todas partes y apenas les hacemos caso. Siempre se piensa en términos de zapatos, pero nunca en consideración de los pies.

La joven estaba gratamente asombrada por la capacidad de Bedolla y por el amplio conocimiento en materia de los pies quien le continuó diciendo que los pies son una parte olvidad de la anatomía humana, viven una vida aburrida, sin atenciones especiales, escondidos y maltratados. Los millones de cayos en los pies de la humanidad, son evidencia del maltrato al que se le someten. Durante las ocho y las diez horas que una persona está despierta da de diez mil a quince mil pasos como parte del diario trajín; esto se traduce para una persona con un peso medio de 75 kilos en una presión de 132 toneladas sobre los pies ese tiempo, y uno no se da cuenta de su fuerte faena, todo mundo cree que los pies deben hacer su trabajo sin que se lesionen o enfermen, terminó diciendo la joven Bedolla añadiendo que no olviden que no hay que esperar a tener problemas en los pies para atenderlos, que la prevención es la salud para sus pies cansados  y que aparte su cita al teléfono 1220638. La muchacha salió sonriendo, pisando fuerte, muy segura y como en algodones.

...Bedolla pedicura...sinónimo de salud para sus pies cansados.


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LA PAZ QUE SE PERDIO.

POR: MANUELITA LIZARRAGA ALCARAZ.


SANTIAGO...TIERRA DE AMAZONAS....TIERRA DEL PRADRE MARTIR....TIERRA DEL ANTIGUO PERICU.

*TRES FUNDACIONES TUVO LA MISION DE SANTIAGO...PRIMERA 1721, SEGUNDA 1723 Y TERCERA 1724; ASI COMO VARIAS REMODELACIONES.


Testimonio del padre Napoli al tiempo de su entrada en la tierra del rebelde pericú, en Santiago, en l721…No he visto gente más alta que esta, de cuerpo bien proporcionado, gordos, y muy blancos y bermejos, particularmente los muchachos parecen ingleses o flamencos por la blancura y colorados. Juzgo que algunos notablemente diferentes de los otros sean hijos de ingleses, porque en este cabo de San Lucas, han pasado y se han detenido varias embarcaciones inglesas por aguardar la nao de china, que es donde vienen a reconocer, y  como estos desdichados tienen por estilo de cortesía ofrecer sus mujeres, no me parece sospecho sin fundamento en gente herética…

Santiago...tierra del rebelde pericú, fue gobernada por mujeres, según crónicas del padre Napoli, fundador de la misión de ese lugar y con el propósito de ponerla a salvo de posibles ataques de los isleños de espíritu Santo y Serralvo, cambio la misión tierra adentro en virtud de que se contaría con mayores ventajas tanto en situación como amplitud de tierras de cultivo y abundancia de agua, siendo su localización frente a un espeso palmar entre el rancho La Misión Vieja y el predio el “Cantil”. A este respecto el padre Venegas nos dice: “en el año de 1723 levanto en otro sitio algo más distante del mar, la iglesia para mudar la cabecera; pero todo se malogro por una fatalidad imposible de prever....estaba ya cargado el nuevo edificio de madera para techarle y ausente el padre con un enfermo, cuando sobrevino un furioso huracán y aguacero de los muchos que azotan aquella infeliz lengua de tierra. Acogieronse a la iglesia los indios cercanos para guarecerse, y la fuerza del huracán no solo derribo la mal techada techumbre, sino también las paredes no bien secas y poco fuertes.

...desplomado el edificio cogió debajo a los pobres indios, mato a algunos, estropeo y lleno de horror a todos; al ruido ocurrió el padre Napoli que socorrió a muchos oprimidos; dio el bautizo a los mal heridos por ser todos catecúmenos, y atendió a los demás cuidadosamente. Levantándose luego una conjura entre los parientes de los muertos de las muchas que luego solían hacerse y deshacerse por menores motivos, enojándose con el padre, como si él hubiera sido el causante de la muerte de todos. Sosegose presto la inquietud por que los vivos hicieron saber que nadie los mando meterse allí, y que ellos por su voluntad se metieron pero de cualquier manera se eligió la iglesia en un nuevo y mejor paraje. En el segundo cambio de la misión de Santiago Apóstol fue en ese lugar actual en 1724. El joven misionero Napoli eligió un nuevo sitio para levantar la misión y este fue en un lugar cercano al interior y en una de las lomas que rodean un hermoso valle, en cuyo extremo se encontraba un hermoso y tupido palmar y una gran laguna donde habitaban muchas aves acuáticas, así como tortugas y peces de agua dulce. Así mismo se establecieron como “visitas”, San José de Caduaño, San Jorge, Santa María del Surgidero posteriormente llamada los mártires y el surgidero. Fueron muchas las penalidades que enfrento el padre Napoli para evangelizar a los rebeldes pericú, y someterlos al cambio de costumbres y cultura; luego de un tiempo, lo cambiaron a Sonora y vino a sustituirlo el padre Jesuita Lorenzo Carranco, Mexicano, hijo de padres españoles y natural de Cholula Puebla.

Santiago, tierra del padre mártir, tierra del rebelde pericú, tierra que fue gobernada por mujeres...tres fundaciones tuvo la misión de Santiago....1721,1723 y1724, así como varias remodelaciones a través de los años. Tomando en cuenta el carácter rebelde de los pericues no fue fácil para el padre Lorenzo Carranco cumplir con su noble misión evangelizadora ya que los californios se oponían a la nueva cultura y ellos querían volver sus costumbre s de libertad a la que habían sobrevivido por milenio; Por eso, fraguaron la gran rebelión general, y muerte de los misioneros, y el primero de octubre de 1734, empezaron el Santiago con el padre Lorenzo Carranco. En su crónica, el padre Venegas dice sobre este lamentable suceso.

“.....Llegaron ala cabecera de la misión viernes primero de octubre de 1734 entre 6 y 7 horas de la mañana, tiempo en que el venerable padre Lorenzo Carranco acababa de decir devotamente misa y se había retirado a dar las gracias y rezar el oficio divino a su aposento. Informarose si estaban en el pueblo dos mestizos que escoltaban al padre y supieron que poco antes, oída la misa, habían salido al monte a traer dos reses para el gasto ordinario de la misión, catecumenos, niños, viejos, etc., quedando fuera de la pequeña casa los conjurados forasteros, medrosos aun contra el solo padre, mientras entraron en ella algunos de los mensajeros vecinos de la misión con pretexto de darle cuenta de su jornada. Levantose del suelo el padre a quien encontraron de rodillas, recibiéndolos con gran cariño, extrañado que no viniera con ellos el padre Tamaral, pregunto si traían carta: dieronsela, abriola, y empezó a leerla atentamente. Pero cuando más embebecido esta en su lectura calentándose a lo que es de creer el fuego del amor divino y espíritu apostólico en que ella venia, entro de repente en la casa y cuarto el tropel de los conjurados, asieron de él y en brazos lo sacaron fuera entre la puerta de la casa y la iglesia, donde teniéndole dos asidos de la ropa le cargaron los demás de flechas.

Clamaba el venerable padre enfervorosas jaculatorias al cielo, ofreciendo a Dios por sus culpas y las de los indios el sacrificio inocente de su vida hasta que cayo a tierra invocando sin cesar los dulcisismos nombres de Jesús María y José. Entonces le procuraron acabar de matar agolpes de palos y piedras, encarnizándose aquellos cobardes bárbaros contra el moribundo padre, cuando ya vieron que no tenían que temer. Entre tanto uno de ellos volvió los ojos hacia la casa y vio al indio chicuelo que asistía en ella llorando amargamente por lo que veía hacer con su amado padre. Díjole  por que lloras? Anda ahora y cuéntale al padre lo que hacemos en las rancherías!...y otro mas atrevido añadió... pues tanto lo quiere mejor que vaya a acompañarlo, asieron al muchacho por los pies y mataronle a golpes contra la pared de la casa, piedras y suelo; le arrojaron muerto al lugar donde aun estaba los demás golpeando el cuerpo frío del venerable mártir de Cristo...después de consumado este acto, enardecidos  los aborígenes echaron a la hoguera alhajas y vestiduras sagradas, así como libros imágenes y todo lo concerniente al culto.  

         Al poco tiempo regresaban del campo los dos guardias del padre, quienes fueron obligados a desollar las reses que traían para dar de comer a la turba, ya destasadas éstas, con una lluvia de flechas fueron muertos e incinerados también. Acto continuo acordaron los cabecillas trasladarse a San José del Cabo para dar muerte al padre Nicolás Tamaral, como aconteció el 02 de Octubre de 1734. También fue destruida la Iglesia de Santiago por segunda vez después de su instalación en la costa, y ahora por insurrectos a los que se sumaron los que ya estaban catequizados azuzados por los cabecillas de la rebelión; Cristóbal e Ignacio Garananga, Chicori y el mismo gobernador nativo cruzado de mulato, llamado Botón, que junto  con otros atizaban la rebelión. Después de dos años de encontrarse la Iglesia sin misionero y en estado de franca insurrección en marzo de 1736, llegó a Santiago el Gobernador de Sinaloa General Manuel Bernardo Hirdorbro, quien fue comisionado para apaciguar la rebelión, lo que logró con muchos esfuerzos con el apoyo de una gran número de indios y Yaquis que trajo de la otra costa.

         También el padre Napoli vino nuevamente a la península acompañando al gobernador de Sinaloa para ayudar en la pacificación de los Pericues, y organizó una intensa búsqueda de los restos de los padres mártires Carranco y Tamaral, encontrando en Santiago un pequeño libro y un zapato que pertenecieron al padre Carranco. También rescató de la laguna que estaba allí cerca una de las campanas pertenecientes a la misión, ya que la otra fue destrozada por los naturales. Luego el padre Napoli se trasladó a San José del Cabo y encontró los huesos calcinados del padre Tamaral, los que condujo a Santiago donde se ofició una misa de réquiem por las almas de los dos mártires. Los restos fueron sepultados en el lugar denominado “Los mártires” que desde entonces lleva ese nombre. Luego el padre Napoli fue comisionado a Guaymas, Sonora, donde murió en el año de 1745.

         En 1762, la misión de Santiago estaba a cargo del padre Tirsch, cuando azotó la península una terrible plaga de langosta, o chapulines gigantes, lo que produjo mayores daños en esa comunidad de Santiago. El padre Tirsch, fue el primero en enterarse de la expulsión de los jesuitas la que se llevó a cabo en Febrero de 1768, ya que en San José del Cabo arribó, debido  a un mal tiempo el nuevo Gobernador de California, Don Gaspar de Portolá, quien traía la misión de llevar a cabo la expulsión de los misioneros jesuitas, quienes por un periodo de 70 años estuvieron en la península de Baja California Sur, lográndose durante su estancia la extinción de la mayoría de los californios ya que según crónicas había alrededor de 50,000 indios, y a su salida quedaban alrededor de 4,000 en toda la región, según se dice a causa de las epidemias. Después de la expulsión de los jesuitas, la misión de Santiago quedó en el abandono. En 1795 el gobierno español otorgó para su usufructo los terrenos y bienes que pertenecieron a la misión al señor Salvador Castro, nativo de Loreto, e hijo del militar María Joseph de Castro, quien fue padre de José María Castro y a su vez, lo fue del héroe sudcaliforniano Don Mauricio Castro. Cercana a la iglesia está la casona con antigüedad de más de doscientos años que fue de la familia Castro, luego fueron oficinas públicas.

         Por aquella época en la misión de Santiago se producían abundante alimento, frutas, verduras, granos reses de todas las clases, y se abastecía el galeón de Manila en su tiempo y por la escasez que reinaba en las otras regiones, aunado a las enfermedades, ésta fue refugio de una considerable cantidad de indios traídos aquí de los diferentes puntos de California: Dolores del Sur, Todos Santos, San José del Cabo y otros. En la misión de Santiago sucedieron muchos hechos históricos. Además de que fue refugio de los navegantes y náufragos, se levantó el primer reclamo agrario por los inquietos pericues, así como la primer fuga de indios a la otra costa, en una canoa robada en el surgidero; lugar de resguardo de la misma. En septiembre de 1870 azotó un fuerte huracán en la región de Santiago, y derribó el techo; el que estaba construido de gruesas vigas de palma colorada y una mezcla de cal y arena. Los vecinos lo reconstruyeron con muros de adobe y techos de  teja maníl. En Septiembre de 1887 falleció en la misión el padre Guadalupe Díaz, quedando sepultado en ella junto al padre Tempis. Durante la Revolución de 1913 y 1914, la iglesia fue ocupada por fuerzas huertistas sirviendo de cuartel y  parapeto en las encarnizada escaramuzas que en este lugar y sus alrededores se libraba; y las huestes criminales del usurpador Huerta incendiaron el pueblo de Santiago así como los archivos eclesiásticos y civil con la historia del mismo. En septiembre de 1918 con motivo del azote de uno de los más fuertes ciclones en la península, voló el techo de la iglesia y se derrumbaron parte de las paredes; por lo que los vecinos optaron por arrasar lo que quedaba e iniciaron nueva obra de dimensiones más reducidas que la anterior, de ladrillo y techo de teja maníl, la que fue terminada por los años de 1924 y 1925 .

         Durante el gobierno del General Francisco J. Mújica, en 1942 ordenó que demolieran la misión por el mal estado en que se encontraba. Abrieron un corte en la loma donde esta asentada, de más de dos metros por abajo del piso rebajando la loma donde estaba cimentada. Con ello desapareció también el viejo cementerio anexo, por lo que los restos humanos que aparecieron se desintegraron, mezclados con los escombros de las paredes, sirvieron para arreglo de las calles de la población. Fue así como se esparcieron los polvos de aquel santo varón el padre Antonio Tempis, desapareciendo así la antigua misión de Santiago Apóstol.

Durante la etapa que no hubo iglesia en Santiago, los padres que acudían ocasionalmente, oficiaban misa en casas particulares, o bajo la fronda de los árboles. El santo patrono Santiago Apóstol traído aquí por el padre Tempis en 1737, permaneció en su altar hasta el último momento, nadie se atrevía a tocarlo, y menos los vecinos creyentes, hasta que el representante de bienes nacionales para depositarlo en el corral de su domicilio; así como cerca del lugar donde había estado la iglesia quedaron un par de campanas agrietadas por el tiempo, donde se leía en la falda de una de ellas: “Fecha 1723”, y algunos ilegibles. Esta campana es la que padre Napoli rescató de  la laguna después de la insurrección de los pericues. Los demás utensilios del culto se acostumbraba a guardarlos en domicilios particulares.

En 1947, se inicia la actual iglesia por los padres Combonianos, distinguiéndose por su tenacidad los padres Luis Riguera y Mario Menghini Pecci. Debido al  ciclón Lisa en 1976 la iglesia sufrió graves daños, a tal grado que hubo necesidad de remodelar la nave, reconstruyéndose la misión de Santiago en 1979.

Santiago, tierra del rebelde pericú, fue gobernada por mujeres, según crónicas.


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*Esta crónica fue publicada hace más de 15 años en el periódico sudcaliforniano, revista compás, en el programa de radio contacto directo XENT radio La Paz*


LA PAZ QUE SE PERDIO
POR MANUELITA LIZARRAGA

“...EL VALOR DE UNA SONRISA...”.

  •  UN REGALO PARA TI QUERIDA PRIMA HAYDEE, Y SOBRINA.


     No cuesta nada, pero crea mucho.
     Enriquece a quienes la reciben
     Sin empobrecer a quienes la dan.
     Ocurre en un abrir y cerrar de ojos
     Y su recuerdo dura, a veces, para siempre
     Nadie es tan rico que pueda pasarse sin ella
     Y nadie es tan pobre
     Que no pueda enriquecerse por sus beneficios....

     El valor de una sonrisa...crea la felicidad en el hogar.
     Alienta la buena voluntad en los negocios.
     Y es la contraseña de los amigos
     Una sonrisa es descanso para los fatigados.
     Luz para los decepcionados.
     Sol para los tristes.
     Y el mejor antídoto contra las preocupaciones.

     Pero, una sonrisa no puede ser comprada
     Pedida, prestada o robada,
     Porque es algo que no rinde beneficio a nadie;
     A menos que sea brindada espontánea y gratuitamente...
     Porque nadie necesita tanto una sonrisa,
     Como aquel a quien ya no le queda ninguna que dar

     La simple posibilidad de emplear la risa como un arma
     Demuestra que entraña la idea de poder.

Hoffding.


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LA PAZ QUE SE PERDIO
POR MANUELITA LIZARRAGA

“CON CAGUAMADA...SE FESTEJABA EL DIA DE SAN JUAN, Y CORTARSE EL CABELLO FUE UNA TRADICION”.


            ¡Era un alboroto en aquel hogar, el día de San Juan!...aquel viejo pescador, saliéndoles los negros cabellos aún bajo el paliacate atado a su frente...el holgado pantalón enrollado a media pierna, preparaba el terreno bajo los árboles para asar el pecho de caguama, previamente condimentado, así como el carapacho. Luego clavaba dos varillas o fierros en el suelo, hacía un pequeño hueco, le prendía fuego, y cuando estaban las brazas en su punto ponía el enorme pecho a asar así como el carapacho asentándolo en una lámina para que cayera el aceite, y con éste, lo iba bañando hasta que doraba... ¡eran unos olores en todo el barrio!...y la familia le hacía rueda a aquel exquisito pecho, tortilla en mano cortándole los azotillos doraditos, y tronando los chicharrones.

             Mientras el pecho al aire libre se asaba, inundando de aromas los alrededores, los cuartos y el trasero de la caguama los ponían a cocer en poco agua con sus olores: ajo, orégano y sal...”que no se recueza mucho”, decía mi madre, y en poquita agua para que quede concentrado su sabor. Los chamacos más grandes ya estábamos ayudando a picar menudita la abundante verdura...tomate, cebolla y chile verde...los ajos se pelaban y se picaban finitos...los condimentos como pimienta, orégano y laurel ya estaban listos, también las latas de chícharos, ejotes y chiles jalapeños, así como los limones, y desde luego en la cocina nomás les volaban las manos a las mujeres echando tortillas de masa de nixtamal.

            Con la alegría del día de San Juan y del corte de cabello las niñas andábamos bien trenzadas y con coloridos moños nuevos...y las mujeres mayores también se trenzaban...¡cuanto me gustaban las peinetas de carey de la abuela!, de las que hacía “el chunique”, del Esterito,  encajadas en sus trenzas artísticamente acomodadas. Mientras toda la verdura era guisada con aceite de caguama en una olla grande, la carne de los traseros y cuartos que se cocieron a fuego lento eran desmenuzadas en grueso y picada en cuadrito...para esto, la carne del pecho también se picaba junto con los azotillos y gordura del carapacho, y se revolvía toda la carne. Cuando la verdura soltaba el primer hervor, se le agregaban los olores, los chícharos, ejotes, orégano, pimienta y chiles jalapeños...y si había, se le ponía un poquito de salsa ranchera “para que agarre sabor”, decía mi madre...también le ponían un chorro de cerveza o vino blanco, y luego se vaciaba toda la carne revolviéndola con la verdura, agregándole poco a poco del caldo concentrado donde se coció la caguama “nomás que suelte el hervor”, decía mi madre, y ese era el punto. ¡Esa si era caguama!, hasta parece que siento su sabor en la boca, quedaba jugosita y grasosita, no caldo de caguama.






            ¡Luego, era un gran fandango!...bajo los mismos árboles estaba una mesa previamente arreglada cubierta con hule floreado de aquellos...y sobre la mesa limones partidos, chiles jalapeños, saleros y un cerro de tortillas de maíz hechas a mano...ponían allí el carapacho en el centro de aquella mesa, y le vaciaban la caguama ya guisada...y alrededor era un verdadero festín...la familia y comadres y demás invitados taqueaban a placer, después de haber botaneado el consomé donde se coció la caguama, el hígado y los chicharrones...a los chamacos nos servían en platos y nos sentábamos en troncos bajo los árboles y la comíamos hasta hartarnos con cucharitas de tortillas, a lo tahualila, era raro, pero en aquel hogar la caguama no era motivo de borrachera, no se acostumbraba la cerveza,  hacían agua de arroz, tamarindo, naranjita o limonada.

            Tampoco había pasteles en los onomásticos  o cumpleaños de la familia...se festejaba con mole de gallina, barbacoa, cabeza enterrada con todo y cogote  o con caguamadas...o no se usaba el pastel o nada más en mi casa no lo había...pero yo no los recuerdo...es más, creo que no se acostumbraban los pasteles en los festejos, generalmente eran para las novias cuando éstas se casaban, o para las quinceañeras cuando empezó la costumbre del festejo de la quinceañera. También es porque eran pocas las personas que se dedicaban a la repostería, de las que recuerdo es la señora de Susarrey (Doña Chimanita), como cariñosamente se le decía y la señora Canseco. En cuanto a las aletas y cabeza del queloneo, si no la revolvían en el asado, al día siguiente hacían una exquisita sopa de aleta en chilito colorado, acompañado de arroz blanco. Para el preparado de la sopa de aleta, mi madre las metía y sacaba rapidito en agua caliente y les quitaba  el cuerito que las cubre y que hace que se pongan tiesas. Luego las ponía a cocer hasta que soltaban el huesito y las preparaba igual que la caguama, con todos sus ingredientes, agregándole además chile colorado y aceitunas quedaban para chuparse los dedos. En ese entonces no se conocía el empanizado.

            ¡que tiempos aquellos, días de San Juan!...era aquella Paz tranquila, era un paraíso...tiempos en que la tenería Suela Viosca tenía más de doscientos empleados y no se apagaban sus calderas ni de día ni de noche, ya que producían más de 300 pieles de vaqueta para exportación diarias...y las fumarolas de la alta chimenea inundaba el cielo. Su presencia, nos recuerda aquel promisorio pasado, fue la primer industria de gran importancia que impulsó el desarrollo económico en La Paz...eran tiempos en que las familias acudían al Cine Juarez, y que nada más había 3 taxis, de Ramón y Vicente García y el de Morita...la julia o perica tenía poco trabajo porque no había delincuentes para llevarlos al tambo, aunque eran pocos los borrachitos que recogían de la esquina de la alegría...de la cantina y billares de don Conrado de La Peña...eran tiempos en que se dormían tranquilamente en tenderetes en las banquetas contando las estrellas, y la gente que pasaba nomás alzaba los pies por encima del dormido. Eran tiempos en que los pescadores regresaban con las pangas hasta los bordes de aquellos productos del mar.

            Aquellos 24 de Junio, después de la comilona de caguama, el pachuco ruñía el carapacho, el que servía para jugar en él y además para tirar la basura...y mi madre tenía preparado atole de ciruelas amarillas o coloradas, o leche cocida, tejuino de olla...la gente de Sinaloa sabe que es esto. Así que la ciudad de La Paz era serena y bellas a todas horas...aunque aún lo es, pero de diferente manera...después del fandango, seguía el desempance, aquellos 24 de Junio esperábamos los momentos mágicos de las 6 de la tarde saboreando el café deleitando los sentidos...repicaban las campanas llamando al Rosario...entraba el esperado y tradicional viento del coromuel, que hacían girar como locos los más de 1250 molinos de viento...los grito s de los pavorreales y el alegre trinar de los pájaros...el toque de la banda de guerra para el arreamiento de bandera cuando estaba el cuartel general donde es ahora el mercado Madero...y aquellos aromas que golpeaban nuestra nariz a café de grano tostado en apaste de barro meneado con cuchara de palo y colado en talega de manta...y los panaderos...todo lo que me hizo recordar aquella tradición del 24 de junio  de cortar el cabello el día de San Juan, que se perdió junto con las caguamas ¡había tantas!, fue el platillo regional.

            ...y en aquel ayer...las madrugaditas del 24 de Junio, la gente se bañaba y un ruidajo de rondanillas y tambos que jalaban agua del pozo se escuchaba y el tris tras de las tijeras que cortaban el cabello a niñas y adultos, y hasta el perro.

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*Esta crónica fue publicada hace más de 15 años en el periódico sudcaliforniano, revista compás, en el programa de radio contacto directo XENT radio La Paz*


LA PAZ QUE SE PERDIO.
POTR MANUELITA LIZARRAGA.

“FUE UNA COSTUMBRE EN LA PAZ...CORTARSE EL CABELLO EL DIA DE SAN JUAN”.



            En las madrugaditas del 24 de Junio, día de San Juan Bautista...en la década de los 40...un ruidajo de rondanillas y tambos se escuchaba en La Paz antigua, al jalar agua del pozo, donde la gente acostumbraba bañarse a esa hora porque decían los mayores que Juan Bautista bendijo el agua del Río Jordán a esa hora de la mañana, y bautizaba a la gente preparando el camino para el que vendrá...y el cabello crecía abundante y hermoso, cortando sus puntas el mero 24 al despuntar el sol...luego íbamos al mar a bañarnos y a disfrutar las blancas arenas de sus playas. Esa fue una costumbre muy arraigada aquí en La Paz, y entre las generaciones nuevas ha desaparecido la tradición de cortarse el cabello el día de San Juan

            Muchas felicidades a todos los Juanitos y Juanitas, hoy en su venturoso día...que Dios y María Santísima los colme de bendiciones y alargue sus días. Mi adorada madrecita se llamaba Juanita Alcaraz Gárate, Dios la tenga en su reino. Y cada minuto de mi vida le doy gracias a Dios porque a mis padres se les ocurrió venirse a esta hermosa tierra de La Paz. ¡Que emoción y que alegría!, la víspera del 24 de junio en aquel ayer...a toda la familia la abuela les cortaba el cabello, o de lo contrario, mi madre...y hasta mi perro viejo el pachuco, lo bañaban, le cortaban las puntitas de los pelos de la cola y de las orejas, nada más por hacer el chiste, pero al perro le encantaba participar en esa bonita tradición del 24 de junio, día de San Juan, y día de cortarse el cabello. El que nacía el día de San Juan, tenía el don de curar a los niños pujones. Antes las mujeres usaban su cabellera larga, ya fueran trenzadas, en chongos, o en diferentes formas, pero el cabello en general era largo.

            La noche del 23 de junio las tijeras especiales para la ocasión ya estaban listas...las correas de gamuza con que amarraban el cabello también; porque entre tejían las gamuzas entre las trenzas. El tuétano frito con flores de rosa de castilla o de manzanilla, para untarle al cabello, a modo de brillantina, también estaban listos; así como el agua de guatamote o el agua de barro asentada para enjuagar el cabello. “para que salga abundante, crezca bonito y no se caiga”, decía muy contenta la abuela. Era todo un rito esa tradición el día de San Juan Bautista...eran aquellos tiempos en que La Paz tenía poco más de 10.400 habitantes. 1250 molinos de viento...era La Paz tranquila de ensueño...de patios y callecitas barridas y regadas, así como de floridos y perfumados jardines con pájaros cantores y emparrados cargados de frutos...eran tiempos en que el mercado Madero lo abrían a las 4 de la mañana, y se escuchaba por las empedradas callecitas los presurosos pasos de las mujeres que acudían a él a la compra diaria...fueron tiempos de que la gente estaba atenta a los pitidos de la industrial, de la tenería y de los barcos mercantes que atracaban al muelle fiscal o partían...fueron los tiempos de los pregoneros: los palanqueros, panaderos, el pan de vapor, el marchante y de fayuqueros ambulantes.

            Aquellos 24 de Junio fueron tiempos en que se inauguró el Hotel Perla y la botica del Doctor Olguín paso a ser la botica de Rubén Castro o Farmacia California...tiempos en que el Santuario de Guadalupe estaba en sus inicios con el padre Agustín Alvarez y el hermano Arsenio...y la escuela Rosendo Robles con las dinámicas profesoras Jesús Roland, Anita Valdivia, Beatriz Flores y Euximio Beltran, entre otros...y además como olvidar a con Chavalito Ibarra que vendía tantas cositas que gustaban a grandes y chicos...con él, m abuelita me compró mi inolvidable muñeca de trapo...aquellos 24 de Junio, es recordar la Torre del vigía y el campanero del pueblo, a don Lencho Sánchez y su puesto de chocomiles, al sordo Camacho y su traca traca y eran los tiempos en que se disfrutaban las anécdotas del conono, el güero de las canoas, el chunique, el popochas y Marianita, entre otros.

            Al canto del gallo, aquellos 24 de junio, día de San Juan y de cortarse el cabello, de un salto salíamos de la cama, entre aquellos olores de café de granito, jalábamos el  agua del pozo a escasos cinco metros de profundidad, y en todo el barrio se escuchaban esos ruidajos de rondanillas y tambos del jale del agua... ¡y a bañarse se ha dicho! Después del baño, nos daban la tasa de café calientito con una galleta marinero o un tostado macho y esperábamos los primero rayos solares y después de rezar el padre nuestro, y escuchar a la abuela la historia de San Juan Bautista luego luego se dejaba escuchar el tris tras de las tijeras manejada hábilmente por los mayores. Nada más dos dedos de cabellos cortaban o una cuarta.

            ¡Era una fiesta en casa el 24 de junio!...era día de San Juan, era día santo de mi madre, y por lo tanto todos estábamos muy contentos. Después de cortarnos el cabello, en el desayuno había menudo o pozolada. En la comida había caguama. ¡Qué relajo con la caguama!, era todo un festín el santo de mi madre; con el corte de cabello y la caguamada, y a veces hasta llovía a cántaros el 24 de junio. Era motivo de reunión familiar, donde todos participábamos de aquella alegría...días antes del 24, la caguama ya estaba en casa...mientras las familias se bañaban, y el cabellos los mayores cortaban, aquel viejo pescador, mi hermano de crianza, la caguama sacrificaba...éste se tomaba la sangre de la caguama con limón y sal. Luego la destazaba y colgaba en unos ganchos las partes de la misma. Cabeza, aletas, cuartos, traseros, y desde luego el pecho. Para el hígado que era el primero que se botaneaba el agua ya estaba hirviendo en una cazuela de barro en las encaladas y lumbreantes hornillas.

            Ante la rueda de muchachos, que queríamos ver como palpitaba la carne aun después de muerta la caguama, a los temblorosos pechos de la misma, lo rayaban con un cuchillo, le ponían limón, ajo machacado, orégano y pimienta. La sal se la ponían cuando este ya casi iba a salir “para que no se le salga el jugo”, decía mi madre. Y si la caguama estaba muy gorda, había también chicharrones y el aceite servía para guisar la misma caguama, y lo demás lo guardaban para curar la tos y freír el pescado.

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