LA PAZ QUE SE PERDIO.
POR: MANUELITA LIZARRAGA
ALCARAZ.
“SANTIAGO...TIERRA DE
AMAZONAS...TIERRA DE MARTIRES...TIERRA DE LOS PERICÚES… Y DE LA REINA CALAFIA”
El 21 de Julio de 1721, salió por mar del presidio de
Loreto el padre Ignacio María Napoli...nativo de Palermo, Italia, en compañía
del padre Jaime Bravo como guía, el capitán Esteban Lorenzo y 4 soldados más,
con el fin de fundar en la nación de los pericues una misión dedicada a Santiago apóstol;
llegando sin novedad a La Paz el 02 de agosto de ese mismo año...también
llevaban unas canoas cargadas de vituallas e implementos para la pretendida
fundación...el padre Napoli y su comitiva quedaron gratamente sorprendidos al
mirar las maravillas que llenaban su mirada contemplativa y recreaban el
alma...eran épocas de lluvias...serranías y campo estaban revestidos por verde
y florida alfombra.
La jurisdicción pericú ocupaba toda la zona costera de lo
que hoy son delegaciones municipales de San Antonio y Santiago; con anchura
limitada por la Sierra de la Victoria que corre paralela a parte de tales
litorales y abarcando internamente la sierra de la Trinidad y cerro Colorado.
El cerro Colorado, llamado por los pericues Cumniici, fue considerado recinto
sagrado del Dios omnipotente NYPARAYA, y su mujer ANICOYMNI y su hijo QAAYAP a
quien en pago de su bondad hacía los hombres fue sacrificado por estos,
coronado por una toquilla de espinas y muerto. De alguna manera, ellos, los
pericues, creía en Dios, la Virgen y Jesucristo.
Santiago, tierra de amazonas y del antiguo pericú, fue
gobernada por mujeres...y el padre Jaime Bravo da cuenta del encuentro que tuvo
en 1708, durante su visita accidental debido a que la embarcación en que
navegaba se estrelló en este lugar en la Ensenada de palmas, ellos ya tenían
conocimiento de este hermoso lugar, por conducto del fraile Carmelita Antonio
de la Asunción en 1602. Según crónicas, el apasionado informe del padre Napoli
rendido el 20 de Septiembre de 1721 al provincial de la compañía de Jesús en la
nueva España, padre Alejandro Romano, desglosando algunos párrafos dice: “ No
puedo hallar fórmulas bastantes para describir a nuestras reverencias la gran
hermosura que Dios ha puesto en esta tierra nuevamente descubierta. No
encuentro tierra en la yo haya estado, para compararla. Igual acontece al padre
Bravo y a toda la comitiva que ha quedado muy admirada y da gracias al señor
que al remate de esta tierra haya puesto lo que tiene. Llegamos finalmente
después de los ocho días de camino rodeando por ellos a la deseada Ensenada de
palmas, que es muy grande, teniendo de punta a punta cerca de doce leguas.
Es muy amena, así por el espacioso mar como por las
muchas lagunas que tiene de agua muy buena, y los muchísimos palmares que
parecen tantos bosques. Ocho días gastaron en llegar a la Ensenada a que dieron
vista el 24 de Agosto, más no hallaron indio alguno por haberse retirado todos
los que poblaban como también se retiraban las rancherías tropezadas en el
camino. Tampoco hallaron en ellas las canoas, y en cuatro días no se dejaron
ver ni ellos ni ellas ni los indios, acogiéndose en extremo por uno y por otro
el padre Napoli que además se encontraba muy aquejado de dolores, habiéndole
arrojado impetuosamente la bestia en que viajaba, quedando sin sentido por
algún tiempo y aún muerto, al primer juicio de sus compañeros que tuvieron por
milagro verle con vida. Habiéndose alejado éstos, y de la tienda a reconocer la
playa la última tarde, cuando repentinamente vio venir corriendo hacía si una
tropa de indios desnudos, y delante de todos uno más alto y corpulento que los
demás, pintado a trechos todo el cuerpo de negro y encarnado, mal cubierto de
una capa de cabellos, con pezuñas de venado en la cintura, abanico de plumas en
una mano y el arco con flechas en la otra, dando horrorosos gritos que según la
vocería de los demás con ademanes de espanto y amenazas. Creyó el padre Napoli
que era ya llegada su ultima hora y levantando el corazón a Dios le hizo con
fervor sacrificio de su vida por él le perdonara sus culpas.
...hecho esto, y armado con
al señal de la cruz se adelantó con bríos a los indios disimulando su temor
natural y susto guardando las instrucciones dadas de no demostrar miedo jamás.
Al principio, como nunca había visto un traje de los hechiceros californios,
estremecido de la fealdad de aquel hombre, dudó de que si era el demonio que en
figura visible conducía a los hombres a darles muerte. Sin embargo, recobrado
del primer espanto, afrontó con él, como quién le despreciaba; después dio a
todos por señas quejas de que quisieran hacerle mal y echando mano a cuanto
llevaba consigo empezó a repartirlo a todos con la mayor demostración de amor,
convidándolos a ir al Real a donde les daría más”. El padre Napoli continúa un
amplio informe sobre algunas costumbres y las vigorosas características de los
pericues así como de la alimentación y vestuario; me pareció interesante este
párrafo, referente al sistema gubernamental femenino que imperaba en esa zona
de Santiago, como curioso antecedente a las luchas modernas de igualdad de derechos
para la mujer.
Continua el informe del padre, según crónicas, “...se fue
juntando de mano en mano cada día mayor número de gente nueva de dichos indios
a los cuales distribuía todo lo que había venido por mar. En este tiempo (cosa
que nos dio gran risa) apareció una india vestida de cueros de venado, muy
buenos y pintados de muchos colores acompañada de otras varias indias que le
hacían cortejos como de damiselas; ellas venías con gritos impresionantes
haciendo varias coplas, y con un imperio y mando admirable tal, que luego le
cedió el mando al indio hechicero, y él con todo el número de gentes la
obedecían como una reina; y no explicaron después que esta señora es la
gobernadora general o reina de todo ese pueblo; y no es cosa nueva, porque lo mismo
fue que oyó el padre Jaime Bravo cuando fue a dicha ensenada trece años
pasados, que otra mujer era la que mandaba. Esta reina, fue especialmente
regalada por nosotros como reina, y ella también correspondió con otro regalo
de pieles de venado y de león y otro mazos de collares, bateas y muchas frutas,
de las cuales venían cargadas sus criadas, mando luego la dicha reina que todas
fueran por más comida y luego vino cantidad de ella que no teníamos donde
ponerla”.
Estos sucesos acontecieron donde se estableció por
primera vez la misión de Santiago de Los pericues, en lo que hoy se llama Los
Mártires en Ensenada de palmas, donde según Don Alejandro de Martínez quien fue
cronista del Estado en 1980 se encuentra el único manantial de la región
costera...además de haber una superficie de tierra para cultivo. También
coincide, dicen, las descripciones históricas con la distancia que existe de la
desembocadura del arroyo de Santiago a este sitio. Otra razón que encontró don
Alejandro es que allí está ubicado el cementerio más antiguo de la zona de la
costa. Por otra parte, las crónicas también indican que, los mártires fueron
dejados como visita al efectuarse el cambio de dicha misión en 1723, debido a
un gran huracán que la derribó y sepultó a varios californios...continuará.
…Por el placer de escribir…Recordar…Y
compartir…
*Esta crónica fue publicada
hace más de 15 años en el periódico sudcaliforniano, revista compás, en el
programa de radio contacto directo XENT radio La Paz*
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