LA PAZ QUE SE PERDIÓ
POR MANUELITA LIZÁRRAGA
“LOS ANTIGUOS CALIFORNIOS,
EL REBELDE PERICÚ AMABA SU LIBERTAD Y SUS COSTUMBRES...ASÍ LO DIJO DOÑA TRINI
BELTRÁN MARTÍNEZ”.
·
ELLA ES ORGULLOSAMENTE DESCENDIENTE DE ESA RAZA.
·
FUERON UNOS CUANTOS PERICUES LOS QUE LOGRARON
SOBREVIVIR DESPUES DE LA EXPULSION DE LOS JESUITAS.
·
NO TODOS LOS CALIFORNIOS ESTABAN SOMETIDOS A LAS
NUEVAS COSTUMBRES, DIJO.
·
CONOCEDORES DE SU TIERRA SE REMONTARON A LA SIERRA A
SU ANTIGUO HABITAT Y COSTUMBRES.
·
LOS EXTRANJEROS Y SOLDADOS QUE QUEDARON, ASI COMO
LOS QUE IBAN LLEGANDO DESPUES DE QUE JUNIPERO SERRA SALIO DE ESTAS TIERRAS PARA
FUNDAR LA ALTA CALIFORNIA, ESTOS SALIAN A CAZAR INDIAS, COMO CAZAR
ANIMALES...LAS MANIATABAN Y LAS VIOLABAN, LUEGO LAS VENDIAN EN 20 PESOS EN LAS
CASAS PARA EL SERVICIO...LAS POBRES CALIFORNIAS YA IBAN CON GANANCIA, Y ASI SE
FUE MEZCLANDO LA RAZA.
·
ASI SE LO CONTO SU BISABUELA, QUE A SU VEZ LE
CONTABAN A ELLA SU TATARABUELA, LO QUE ALCANZABAN A RECORDAR.
Con esa lucidez y
amena charla que la caracteriza, mamá Trini, llamada así cariñosamente por
quienes tenemos el privilegio de conocerla y compartir gratos recuerdos con
ella y su apreciable familia, dijo, que de los indios californios y sus
costumbres que poblaron a lo largo y ancho de este bello girón de la patria, no
se ha escrito mucho todavía, se sabe, dijo, de cuando Cortés y los otros
navegantes antes que él descubrieron estas tierras ya pobladas por los antiguos
californios por miles de años; que malamente se celebra la fundación de La Paz,
a su entender, debe de ser la llegada de los extranjeros como hecho histórico
pero ella cree que no hay nada que celebrar y sí mucho que lamentar.. ¿Dónde
quedaron los más de cincuenta mil indios que poblaron estas tierras?.... ¿qué
pasó con sus cadáveres?
Ellos, mis antecesores,
dijo, le contaban sus mayores que amaban su libertad y sus costumbres; así
habían sobrevivido por milenios antes de la llegada de los extranjeros...eran
personas de paz, como todos, se defendían si los provocaban...eran robustos y
muy sanos, algunos de color moreno, y otros muy blancos y rubios...los
pericues, habitaban el sur de la península...desde Santiago, Miraflores, Cabo
San Lucas, entre otros lugares...sus mujeres eran muy altas, y muy
trabajadoras, buenas madres con sus hijos y eran excelentes recolectoras de raíces
y frutas silvestres para el alimento diario. Los Pericues tenían varias
mujeres, así era su costumbre, y en la actualidad algunos también lo hacen.
Dominaban el conocimiento de la medicina herbaria. Utilizaban los orines para lavarse
el rostro y los ojos y si era preciso también lo bebían, ya que eran excelentes
cazadores y tenían que agudizar la vista, caminaban grandes distancias, y se
alimentaban de lo mejor; siendo la pitahaya su mejor manjar.
Continua diciendo
la encantadora muchacha antigua que le contaba su abuela que en los arroyos del
sur, especialmente de Cabo San Lucas y San José estaban inundados de manzanos,
de aquella manzana chica rayada y muy dulce, y del mezcal, sacaban el mejor
provecho ya que lo tatemaban y sacaban hilos para elaborar fuertes redecillas
así como falderines de algunas palmas. De la flor del datilillo hacían algunos
guisados, así como lo molían en el metate y hacían como tortillas, el fruto lo
tostaban y lo molían y lo hacían atole, también la bellota hacían un atole muy
sabroso de ella, la vida de los antiguos californios, dice, era muy
feliz....ellos eran legítimos dueños de todo lo que había bajo el cielo, en la
tierra y en los mares...no tenían de que preocuparse nada más estiraban la mano
y todo tenían, estaban acostumbrados a que los mayores pasasen sus
conocimientos a los miembros que componían las rancherías generación tras
generación, rancherías, que tenían su jefe o capitán, curandero o brujo, que
quiere decir hombre de ciencia, esto y muchas cosas más le contaban sus mayores
a Doña Trini, así como a todos los hermanos, porque esa era la costumbre, la
narrativa en la familia...
…Por el placer de
escribir…Recordar…Y compartir…
*Esta crónica fue
publicada hace más de 15 años en el periódico sudcaliforniano, revista compás,
en el programa de radio contacto directo XENT radio La Paz*
LA PAZ QUE SE PERDIÓ
POR MANUELITA LIZÁRRAGA
“LOS ANTIGUOS CALIFORNIOS,
EL REBELDE PERICÚ AMABA SU LIBERTAD Y SUS COSTUMBRES...ASÍ LO DIJO DOÑA TRINI
BELTRÁN MARTÍNEZ”.
·
ELLA ES ORGULLOSAMENTE DESCENDIENTE DE ESA RAZA.
·
FUERON UNOS CUANTOS PERICUES LOS QUE LOGRARON
SOBREVIVIR DESPUES DE LA EXPULSION DE LOS JESUITAS.
·
NO TODOS LOS CALIFORNIOS ESTABAN SOMETIDOS A LAS
NUEVAS COSTUMBRES, DIJO.
·
CONOCEDORES DE SU TIERRA SE REMONTARON A LA SIERRA A
SU ANTIGUO HABITAT Y COSTUMBRES.
·
LOS EXTRANJEROS Y SOLDADOS QUE QUEDARON, ASI COMO
LOS QUE IBAN LLEGANDO DESPUES DE QUE JUNIPERO SERRA SALIO DE ESTAS TIERRAS PARA
FUNDAR LA ALTA CALIFORNIA, ESTOS SALIAN A CAZAR INDIAS, COMO CAZAR
ANIMALES...LAS MANIATABAN Y LAS VIOLABAN, LUEGO LAS VENDIAN EN 20 PESOS EN LAS
CASAS PARA EL SERVICIO...LAS POBRES CALIFORNIAS YA IBAN CON GANANCIA, Y ASI SE
FUE MEZCLANDO LA RAZA.
·
ASI SE LO CONTO SU BISABUELA, QUE A SU VEZ LE
CONTABAN A ELLA SU TATARABUELA, LO QUE ALCANZABAN A RECORDAR.
Con esa lucidez y
amena charla que la caracteriza, mamá Trini, llamada así cariñosamente por
quienes tenemos el privilegio de conocerla y compartir gratos recuerdos con
ella y su apreciable familia, dijo, que de los indios californios y sus
costumbres que poblaron a lo largo y ancho de este bello girón de la patria, no
se ha escrito mucho todavía, se sabe, dijo, de cuando Cortés y los otros
navegantes antes que él descubrieron estas tierras ya pobladas por los antiguos
californios por miles de años; que malamente se celebra la fundación de La Paz,
a su entender, debe de ser la llegada de los extranjeros como hecho histórico
pero ella cree que no hay nada que celebrar y sí mucho que lamentar.. ¿Dónde
quedaron los más de cincuenta mil indios que poblaron estas tierras?.... ¿qué
pasó con sus cadáveres?
Ellos, mis antecesores,
dijo, le contaban sus mayores que amaban su libertad y sus costumbres; así
habían sobrevivido por milenios antes de la llegada de los extranjeros...eran
personas de paz, como todos, se defendían si los provocaban...eran robustos y
muy sanos, algunos de color moreno, y otros muy blancos y rubios...los
pericues, habitaban el sur de la península...desde Santiago, Miraflores, Cabo
San Lucas, entre otros lugares...sus mujeres eran muy altas, y muy
trabajadoras, buenas madres con sus hijos y eran excelentes recolectoras de raíces
y frutas silvestres para el alimento diario. Los Pericues tenían varias
mujeres, así era su costumbre, y en la actualidad algunos también lo hacen.
Dominaban el conocimiento de la medicina herbaria. Utilizaban los orines para lavarse
el rostro y los ojos y si era preciso también lo bebían, ya que eran excelentes
cazadores y tenían que agudizar la vista, caminaban grandes distancias, y se
alimentaban de lo mejor; siendo la pitahaya su mejor manjar.
Continua diciendo
la encantadora muchacha antigua que le contaba su abuela que en los arroyos del
sur, especialmente de Cabo San Lucas y San José estaban inundados de manzanos,
de aquella manzana chica rayada y muy dulce, y del mezcal, sacaban el mejor
provecho ya que lo tatemaban y sacaban hilos para elaborar fuertes redecillas
así como falderines de algunas palmas. De la flor del datilillo hacían algunos
guisados, así como lo molían en el metate y hacían como tortillas, el fruto lo
tostaban y lo molían y lo hacían atole, también la bellota hacían un atole muy
sabroso de ella, la vida de los antiguos californios, dice, era muy
feliz....ellos eran legítimos dueños de todo lo que había bajo el cielo, en la
tierra y en los mares...no tenían de que preocuparse nada más estiraban la mano
y todo tenían, estaban acostumbrados a que los mayores pasasen sus
conocimientos a los miembros que componían las rancherías generación tras
generación, rancherías, que tenían su jefe o capitán, curandero o brujo, que
quiere decir hombre de ciencia, esto y muchas cosas más le contaban sus mayores
a Doña Trini, así como a todos los hermanos, porque esa era la costumbre, la
narrativa en la familia...
…Por el placer de
escribir…Recordar…Y compartir…
*Esta crónica fue
publicada hace más de 15 años en el periódico sudcaliforniano, revista compás,
en el programa de radio contacto directo XENT radio La Paz*
LA PAZ QUE SE PERDIÓ
POR MANUELITA LIZÁRRAGA
“LOS ANTIGUOS CALIFORNIOS,
EL REBELDE PERICÚ AMABA SU LIBERTAD Y SUS COSTUMBRES...ASÍ LO DIJO DOÑA TRINI
BELTRÁN MARTÍNEZ”.
·
ELLA ES ORGULLOSAMENTE DESCENDIENTE DE ESA RAZA.
·
FUERON UNOS CUANTOS PERICUES LOS QUE LOGRARON
SOBREVIVIR DESPUES DE LA EXPULSION DE LOS JESUITAS.
·
NO TODOS LOS CALIFORNIOS ESTABAN SOMETIDOS A LAS
NUEVAS COSTUMBRES, DIJO.
·
CONOCEDORES DE SU TIERRA SE REMONTARON A LA SIERRA A
SU ANTIGUO HABITAT Y COSTUMBRES.
·
LOS EXTRANJEROS Y SOLDADOS QUE QUEDARON, ASI COMO
LOS QUE IBAN LLEGANDO DESPUES DE QUE JUNIPERO SERRA SALIO DE ESTAS TIERRAS PARA
FUNDAR LA ALTA CALIFORNIA, ESTOS SALIAN A CAZAR INDIAS, COMO CAZAR
ANIMALES...LAS MANIATABAN Y LAS VIOLABAN, LUEGO LAS VENDIAN EN 20 PESOS EN LAS
CASAS PARA EL SERVICIO...LAS POBRES CALIFORNIAS YA IBAN CON GANANCIA, Y ASI SE
FUE MEZCLANDO LA RAZA.
·
ASI SE LO CONTO SU BISABUELA, QUE A SU VEZ LE
CONTABAN A ELLA SU TATARABUELA, LO QUE ALCANZABAN A RECORDAR.
Con esa lucidez y
amena charla que la caracteriza, mamá Trini, llamada así cariñosamente por
quienes tenemos el privilegio de conocerla y compartir gratos recuerdos con
ella y su apreciable familia, dijo, que de los indios californios y sus
costumbres que poblaron a lo largo y ancho de este bello girón de la patria, no
se ha escrito mucho todavía, se sabe, dijo, de cuando Cortés y los otros
navegantes antes que él descubrieron estas tierras ya pobladas por los antiguos
californios por miles de años; que malamente se celebra la fundación de La Paz,
a su entender, debe de ser la llegada de los extranjeros como hecho histórico
pero ella cree que no hay nada que celebrar y sí mucho que lamentar.. ¿Dónde
quedaron los más de cincuenta mil indios que poblaron estas tierras?.... ¿qué
pasó con sus cadáveres?
Ellos, mis antecesores,
dijo, le contaban sus mayores que amaban su libertad y sus costumbres; así
habían sobrevivido por milenios antes de la llegada de los extranjeros...eran
personas de paz, como todos, se defendían si los provocaban...eran robustos y
muy sanos, algunos de color moreno, y otros muy blancos y rubios...los
pericues, habitaban el sur de la península...desde Santiago, Miraflores, Cabo
San Lucas, entre otros lugares...sus mujeres eran muy altas, y muy
trabajadoras, buenas madres con sus hijos y eran excelentes recolectoras de raíces
y frutas silvestres para el alimento diario. Los Pericues tenían varias
mujeres, así era su costumbre, y en la actualidad algunos también lo hacen.
Dominaban el conocimiento de la medicina herbaria. Utilizaban los orines para lavarse
el rostro y los ojos y si era preciso también lo bebían, ya que eran excelentes
cazadores y tenían que agudizar la vista, caminaban grandes distancias, y se
alimentaban de lo mejor; siendo la pitahaya su mejor manjar.
Continua diciendo
la encantadora muchacha antigua que le contaba su abuela que en los arroyos del
sur, especialmente de Cabo San Lucas y San José estaban inundados de manzanos,
de aquella manzana chica rayada y muy dulce, y del mezcal, sacaban el mejor
provecho ya que lo tatemaban y sacaban hilos para elaborar fuertes redecillas
así como falderines de algunas palmas. De la flor del datilillo hacían algunos
guisados, así como lo molían en el metate y hacían como tortillas, el fruto lo
tostaban y lo molían y lo hacían atole, también la bellota hacían un atole muy
sabroso de ella, la vida de los antiguos californios, dice, era muy
feliz....ellos eran legítimos dueños de todo lo que había bajo el cielo, en la
tierra y en los mares...no tenían de que preocuparse nada más estiraban la mano
y todo tenían, estaban acostumbrados a que los mayores pasasen sus
conocimientos a los miembros que componían las rancherías generación tras
generación, rancherías, que tenían su jefe o capitán, curandero o brujo, que
quiere decir hombre de ciencia, esto y muchas cosas más le contaban sus mayores
a Doña Trini, así como a todos los hermanos, porque esa era la costumbre, la
narrativa en la familia...
…Por el placer de
escribir…Recordar…Y compartir…
*Esta crónica fue
publicada hace más de 15 años en el periódico sudcaliforniano, revista compás,
en el programa de radio contacto directo XENT radio La Paz*
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