“58 AÑOS HAN TRANSCURRIDO DE LA MUERTE DE FERNANDO
JORDAN JUAREZ”.
Fue un periodista que dio paso a la
leyenda... “EL OTRO MEXICO”... “CRONICAS DE UN PAIS BARBARO”... “EL MAR ROXO DE
CORTEZ”... “TIERRA INCOGNITA”... así como el sentido poema a CALAFIA...fueron
las obras literarias que escribió con el corazón Fernando Jordán Juárez.
Durante su estancia en esta ciudad de La Paz, adquirió las tierras de San Juan
de La Costa, que fueron propiedad legítima de la familia Jordán Camacho.
Asqueado del quehacer periodístico, dejó de hacerlo, según carta dirigida a su
amigo Boss, para convertirse en agricultor y adquirió, además del rancho de San
Juan de La Costa, el predio de Las garzas, donde sembraba verduras y legumbres.
¿QUIEN SE QUEDO CON EL PREDIO LAS
GARZAS DE FERNANDO JORDAN? Su perro el “Whiski”, fue su fiel compañero.... en
su bote “El Urano y el Jeep Willi”, recorrió las costas de California, brechas,
serranías, en compañía de sus amigos, el piloto aviador César Atilo Avente y el
ingeniero José Héctor Salgado y escribió una serie de reportajes de lo que ante
su mirada contemplativa iba descubriendo, centímetro a centímetro de
Sudcalifornia, surgiendo el libro EL OTRO MEXICO.
Eran las tres de la tarde de aquel
catorce de mayo de mil novecientos cincuenta y seis en esta ciudad de La
Paz....la ciudadanía se consternó con la tremenda noticia... ¡Fernando Jordán
el periodista se suicidó!...la noticia corrió de boca en boca y el gentío se
arremolinó en el lugar de los hechos...en la planta alta de la antigua y
hermosa mansión de estilo colonial ubicada en Revolución entre Hidalgo y
Morelos. Las autoridades de la época, entre ellos el Che Avente, derribaron la
puerta de la habitación de Fernando Jordán y ante sus ojos se presentó el fatal
espectáculo. Sobre su cama, cubierto con una blanca sábana de los pies a la
cabeza, estaba el cuerpo inerte del periodista que ha dado paso a la leyenda,
antropólogo y escritor de gran prestigio...como un rojo clavel desflorado tenía
en el corazón sobre la sábana motivado por el balazo que cegó su valiosa vida para siempre.
¡Pero Cómo!, decía la gente
sorprendida...no puede ser que se suicidara y estuviera cubierto desde los pies
hasta el rostro y en su mano la pistola calibre .44 bajo la sábana...y se
preguntaban, ¿se mató y luego se tapó?... ¿ o quedó algunos instantes vivo y le
dio tiempo para cubrirse y metió la manos bajo la sábana? La gente del barrio
El Esterito, entre ellos Doña Lucía Sosa y Silva, quién estuvo en el lugar de
los hechos dijo que “el cuerpo estuvo tendido tres días en espera de los
familiares, y que si ahora difícilmente se resuelve un crimen, antes, mucho
menos. Lo cierto es que la duda quedó para siempre en el aire y dio paso a la
especulación y la leyenda.
Era aquella Paz tranquila y hermosa
de los molinos de viento, de floridos y perfumados jardines, de barcos de
cabotaje, gente risueña y de tantas cosas gratas...una tarde de primavera de
1949 en el marco del alegre graznar de gaviotas
y palmeras susurrantes, mochila al hombro, procedente de la ciudad de
México, llegó a esta hermosísima Bahía de La Paz, Fernando Jordán Juárez, el
intrépido periodista; después de un altercado con su amigo Boss Don Regino
Hernández Llergo, motivado por un fuerte señalamiento que hizo Jordán acusando
al régimen de venderse al mejor postor...por equipaje traía su inseparable
máquina de escribir, el corazón pletórico de dicha, de amor, y su mente
creadora cargada de ideas positivas, de poesía, dispuesto a entregar todo su
ser a esta tierra que los recibió y que él amó desde el mismo instante que puso
sus plantas en ella... por espada traía la combativa pluma, y una arracada en
su oreja izquierda lo distinguía. Un misterio fue siempre en su equipaje su
inseparable compañera MARINA...su muñeca.
Fernando Jordán nació en la ciudad
de México el 26 de abril de 1920...año funesto en la historia nacional...Don
Venustiano Carranza, Adolfo de la Huerta, y Alvaro Obregón fueron
asesinados...un año antes, en el mes de abril, fue asesinado también Don
Emiliano Zapata. Sus padres fueron Don Amado Jordán Sánchez de la Barquera,
militar y maestro de esgrima, y la señora Elena Juárez Villegas. Sus orígenes
se remontan a la tierra de los dioses...Teotihuacán.
Fernando Jordán trabajó desde muy joven en la CONCANACO, con el objeto de
superarse, aprendió francés y fue de la primera generación de egresados de las
vocacionales el Instituto Politécnico Nacional. Luego ingresó a la politécnica
escuela de antropología e historia donde se inició en el periodismo
estudiantil, teniendo la oportunidad de codearse con los renombrados
antropólogos y arqueólogos de la época como Daniel Rubín de la Borbolla, Pablo
Martínez del Río y Eduardo Noriega, entre otros.
Fernando fue
fundador de la revista ACTA ANTROPOLOGICA y ayudante de profesor en la materia
de teoría de las religiones. Contrajo nupcias con la antropóloga sueca Barbroc
Dahigrin, con la que procreó dos hijos; Eric e Ingrid. Inquieto y andariego,
como era, Fernando fue hasta Acapulco,
cuando aquella ciudad todavía no era turística y el viajar para ese lugar era
toda una proeza. Recogió cientos de ejemplares de variados y hermosos
caracoles, los que obsequió al Cónsul de Chile en México, el poeta Pablo
Neruda.
Con
la inquietud de conocer nuevos lugares, condujeron a Fernando Jordán a otros
terrenos. Realizó viajes a las islas de Revillagigedo y a Chiapas, recorrió el
río Grijalba en un cayak, la taraumara, Chihuahua, y estuvo en Guaymas,
Mexicali, donde escribió EL OTRO MEXICO y en esta ciudad de La Paz, donde se
encontró con su destino...la muerte....su vida fue breve, pero la vivió
apasionada e intensamente. Muchas cosas de él siguen siendo un misterio, y hay
mucho que escribir de este periodista incógnito que le escribió tan bello a
esta bendita tierra de Dios. A finales de 1945 se presentó con el señor
Fernando Mora, director del diario La Prensa, y le pidió trabajo como
periodista, iniciando como “hueso”, auxiliar de redacción...luego cubrió la
fuente policiaca en la que destacó por su sensibilidad...después fue reportero,
y estuvo presente en el descubrimiento de los restos de Hernán Cortéz,
llevándose la nota principal a ocho columnas.
Poco
tiempo estuvo Jordán en La Prensa con su pluma combativa y luego trabajó en la
revista Mañana cuyo director fue el señor Regino Hernández Llergo, a quien
Fernando llamó cariñosamente Boss, y quién después de leer sus reportajes quedó
gratamente complacido y lo contrató por siempre en su revista Mañana desde
Marzo de 1948. Y la duda sigue latente, ¿Fernando se mató o lo mataron? Una
noche de 1949, en las oficinas de la recién fundada revista Impacto, su
director Don Regino Hernández Llergo discutía airadamente con Jordán “ ¡Basta
de heroísmo!”, le dijo, “sus notas han ido demasiado lejos, afectan a quién
nadie debe afectar, así que mejor chitón”.
Fernando
había hecho fuertes señalamientos al revelar los sucios manejos de un alto
funcionario que había entregado el control de importantes recursos naturales a
inversionistas extranjeros. Hernández Llergo soportó la indignación y justo
reclamo de Jordán y le propuso que hiciera un viaje...su destino fue Baja
California Sur, a quien le entregó el corazón plasmado en la mejor obra
literaria de aquellos tiempos y hasta los actuales, y que vale la pena que la lean
las generaciones nuevas EL OTRO MEXICO, donde como buen cronista y escritor
describe centímetro a centímetro la península.
Fernando
Jordán Juárez llegó a este puerto de La
Paz de 29 años y falleció el 14 de mayo de 1956 a la temprana edad de 36 años,
en la plenitud de su vida. Su muerte fue muy sentida y sigue siendo un
misterio...sus restos mortales están sepultados en el panteón municipal de Los
San Juanes, junto a la tumba del hijo de su amigo Che Avente quien falleciera
en un lamentable accidente aéreo.
“…Por el placer de
Escribir… Recordar y Compartir…”
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