“MAESTRO AUTENTICO...MAESTRO DE VOCACION...DE AYER, DE
HOY Y DE SIEMPRE”.
- EL MAESTRO AUTENTICO DE VOCACION
ES EL SER MAS HUMILDE, EL MAS SENCILLO Y MODESTO EN LA VIDA DE LOS SERES
HUMANOS...Y ES QUIEN TIENE LA RESPONSABILIDAD MAS IMPORTANTE SOBRE LA
TIERRA PORQUE SIN EL LOS SERES
HUMANOS NO PODRIAN FORJAR SU PROPIO DESTINO.
- OFICIALMENTE EL DIA DEL MAESTRO
FUE INSTITUIDO EL 15 DE MAYO DE 1918 DURANTE EL GOBIERNO DE DON VENUSTIANO
CARRANZA.
Esta celebración data de 1917 en San Luis Potosí originada por un
grupo de alumnos agradecidos quienes se
reunían cada 15 de Mayo con su maestro llamado Isidro, muy querido y respetado
precisamente para festejar su día de San Isidro Labrador. El ambiente que
originaba aquel grupo de alumnos propiciaron las buenas intenciones que echaron
raíces en los corazones de generaciones que pasaron por las manos del maestro
Isidro influyendo quizás para festejar la fecha del 15 de Mayo, día de San
Isidro Labrador, a todos los maestros mexicanos. Maestro tenías que
ser...camino de la esperanza.
RECORDAR ES VIVIR...MAESTROS SON USTEDES LOS INTERMEDIARIOS DEL
PASADO EL PRESENTE Y EL FUTURO...CAMINITO DE LA ESCUELA BELLOS RECUERDOS.
“...Los lentes del viejito no los vayas a quebrar porque entonces el
pobrecito no tendrá con que mirar”:. Y la morena y fuerte mano sobre la mía tan pequeña
aprisionando el gis sobre el pizarrón o el lápiz sobre el cuaderno, de aquella
inolvidable mujer de voz de trueno...profesora Anita Valdivia, giraba y giraba
al tiempo que cantaba plasmando unos lentes enseñando a la niñez la letra
“o”...para enseñar la letra “u” cantaba el columpio de lulú...las casitas, el
ratoncito y así sucesivamente hasta enseñar las vocales, las que iban quedando
grabadas para siempre; sembrando con amor en nuestro cerebro las primeras
semillas del conocimiento y la luz del entendimiento.
¡Pero como no recordarlo, eran mis primeros seis añitos de vida!, si
sentía una dicha tan grande al regresar a aquel añorado hogar después de clases,
en aquella casita de madera y techumbre de palma pintada toda de blanco,
encalada, inundada de perfumados y floridos laureles, arropada de enredaderas
de llamarada, camote y el manto de la Virgen, y encontrar a mi adorada abuelita
en el lavadero tarareando los lentes del viejito y el columpio de Lulú al
tiempo que restregaba la ropa blanca enjuagada con cenizas; y es que la fuerte
voz de la profesora Anita se escuchaba a varias cuadras a la redonda; y también
aprendían las vocales los vecinos y los que iban pasando por aquella escuelita
Rosendo Robles, “La chango Robles”, dirigida tan dignamente por otra luchadora
social profesora Jesús Rolland Pineda, quien fue nombrada directora sin tener
una escuela y para poder ejercer su vocación de enseñar daban clases de aquí y
allá en espacios improvisados en algunas casas particulares; y con ingenio,
mucho esfuerzo y la ayuda conjunta de padres de familias, autoridades y
comerciantes de la época logró fundar su propia escuela, por la década de los
50 en 5 de Febrero y Madero, la Rosendo Robles, donde se formaron generaciones
de magníficos ciudadanos; y a petición de ella se le puso a la escuela ese
nombre, porque el único mérito del capitán Rosendo Robles es que fue su amigo
muy estimado.
Al tiempo, por ser insuficiente el antiguo plantel “La cayuya” como
cariñosamente le decían se propuso conseguir una escuela más grande y funcional
solicitándola al candidato en ese tiempo para la presidencia de la República
Mexicana licenciado Adolfo López Mateos, logro que cristalizó al ser éste
Presidente de México, la escuela capitán de altura Rosendo Robles, debe con
justicia llevar el nombre de la emérita profesora Jesús Rolland porque ¿qué
cosa había que no lograra la maestro en mención en bien la niñez?. Sus
anécdotas y hechos hablan por sí solos de ella, entre otras cosas, es aquella célebre frase “AQUÍ ENTRE NOS” y
muchas más...recuerdo con nostalgia cuando aquella pelota de voli que se rompió
durante el encuentro con otras escuelas y yo preocupada esperaba el regaño o
castigo; “El coco” era que lo encerraban a uno en la dirección era según lo
peor que nos podía pasar y andábamos derechitos, pero para mi sorpresa al verme
tan acongojada la profesora Rolland se acercó a mí y palmeándome la espalda me
dijo con esa dulzura que la caracterizaba “no te preocupes, el balón se rompió
, fue un accidente, lo más importante fue lo que dejó en ti”
A mis escasos once años no
comprendía lo que me quiso decir, pero a través de los años esas sabias
palabras han resonado en mi de una manera positiva; así como las enseñanzas de
maestros tan queridos para mí y nunca olvidados: Euximio Beltrán, Beatriz
Flores, Luisita Angulo, Pilar Flores de Perpuli, Manuel Beltrán, entre otros que
escapan a la memoria. Sí; inolvidables maestros de hoy de ayer y de
siempre...barro y esencia de esta tierra peninsular son el factor decisivo del
progreso de la nación, son los forjadores del alma nacional por la educación
que imparten a las masas.
Cómo olvidar aquellas aulas frías, y asientos duros...pero llenos de
calor humano, respeto y sabiduría, donde además de tantas otras cosas se
enseñaban valores, que formaban integralmente al niño...a la hora de clases
nada más la voz del maestro se escuchaba, ¡que maestros! Se hacían obedecer y
que manera tan amena de aconsejar y de explicar la clase con aquella paciencia
tan de ellos. Luego dictaban un resumen después los alumnos tenían que explicar
ante todo el grupo lo que habían aprendido las clases de historia, ¡que
clases!, tenían una narrativa que transportaban al alumno y lo hacían vivir
aquellos momentos históricos y sentir los personajes que se narraban, y que nos
hacían palpitar el corazón hasta sentir plasmada nuestra identidad nacional.
Las clases de urbanidad y civismo las hacían como obras de teatro
donde los propios alumnos escenificaban los personajes entre tantas otras
cosas. Al alegre tintineo de la campana bajo las frondas de los árboles se
llevaban a cabo los actos cívicos y el himno nacional se entonaba completo, con
todas sus estrofas. Se fomentaba el honrar a nuestros héroes que nos dieron
patria y libertad así como a nuestro lábaro patrio, a los mayores y a nuestros
gobernantes entre tantas otras enseñanzas que hacían consolidar el sentimiento
nacional como lo debe de ser en la actualidad.
Como olvidar aquellos ejercicios acompañados de caligrafía que
hacíamos una y otra vez desde segundo año de primaria.
1.- ama y respeta a tu bandera como a tus padres
2.- el respeto al derecho ajeno es la paz
3.- si quieres ser cuando grande buen ciudadano, desde pequeño pórtate
bien con tus mayores
4.- si quieres ser buen niño y buen mexicano se obediente con tus
mayores y honra a tu bandera
5.- la disciplina el estudio y obediencia es la base del triunfo en
la vida. Palabras que repetíamos una y otra vez y que se ponían en práctica quedando grabadas para siempre.
Venerados maestros que nos dieron tanto sin recibir pago alguno,
solo a cambio el sentir la satisfacción de que su esfuerzo no fue en vano, pero
aquella valiosa enseñanza que desprendieron de su propio ser poniendo el alma y
que no está escrita en los libros se guarda como una joya muy valiosa en el
corazón. Si… recordar es vivir...es evocar aquellos momentos vividos en la
escuela al cobijo del venerado maestro... cuando a media mañana con ansiedad
esperábamos el vuelo de la campana llamando al recreo, para disfrutar al aire
libre con los compañeritos de aula aquellos juegos infantiles tan sanos, a la
cuerda a la matatena, la lotería, la naranja dulce, la víbora de la mar, etc.,
tan importante para la formación integral del niño, mientras ustedes maestros
estaban con un ojo al gato y otro al garabato siempre al pendiente del
alumnado. Maestros de ayer de hoy y de siempre que dejaron en el magisterio su
juventud su esfuerzo y talento arando el cerebro de la niñez mexicana sembrando
la semilla del conocimiento y con sus consejos y ejemplos marcaron la senda a
seguir. El maestro después de Dios de nuestros padres era y debe ser la persona
más querida y venerada su palabra y enseñanza deber ser ley. Es el gran amigo y
protector del niño es el puntal seguro para su formación, esa formación que se
lleva por dentro y que no está escrita en el papel es como una coraza que da
seguridad al niño para enfrentarse a la vida.
Mis respetos a todos los maestros de vocación de ayer de hoy y de
siempre quienes se encargan de transmitir la herencia cultural de la humanidad
¡muchas felicidades! Maestro tenías que ser...camino de la esperanza.
…Caminito de la escuela…y al vuelo de la campana, bajo la fronda de
los árboles se celebraban los actos cívicos en la chango robles…
“…Por el placer de Escribir… Recordar y
Compartir…”
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