lunes, 7 de enero de 2019

LA PAZ QUE SE PERDIO
POR MANUELITA LIZARRAGA. ALCARÁZ
“ENLACE RELIGIOSO DE ORALIA GUADALUPE ANGULO LUCERO...Y CRUZ ANTONIO GONZALEZ ANGULO”.
• POR PARECERME VALIOSO EN SU CARÁCTER CULTURAL E INFORMATIVO, VUELVO A PUBLICAR ESTA CRÓNICA..
DELEGACION DE LAS POCITAS, BAJA CALIFORNIA SUR. La distinguida señorita Oralia Guadalupe Angulo Lucero, del rancho San Francisco de Lance, radiante de felicidad, conducida orgullosamente del brazo de su señor padre Don Salomón Angulo, llegó a su más bella cita de amor a la capilla de San Antonio, el anterior sábado 27 de mayo, donde de hinojos, junto al altar, con gran devoción la esperaba para ser desposada, el joven Cruz Antonio Gonzalez Angulo, del rancho La Herradura; donde mediante emotiva ceremonia religiosa impartida por el reverendo padre Comboniano Juan Jordani, unieron sus vidas con los vínculos sagrados del matrimonio.
Esa cálida tarde del mes de mayo en la capilla San Antonio, la que lució abarrotada de gente, y muy adornada, precedieron el cortejo de honor de la linda novia de albos ropajes, de níveos encajes y tela de raso bordado en chaquira; sus padres: Don Salomón Angulo y doña Herminia Lucero de Angulo; así como los padres del novio: don Cruz Gonzalez Hirales y Alejandrina Angulo de Gonzalez. Padrinos de velación; Manuel Ventura Angulo Murillo, y Sonia López de Angulo. De lazo: Anastacio Polo Hirales y Margarita de Polo. De Arras: la distinguida señorita María Gonzalez. De anillos: Armida Marrufo; y los simpáticos pajecitos arroceros Angélica y Gregorio Cadena; quienes junto con todos los allí presentes, familiares y amigos unieron sus plegarias al creador por la felicidad en su futuro hogar de estos jóvenes Oralia Guadalupe y Cruz Antonio.
Al término de la importante ceremonia religiosa, en el atrio de la iglesia los nuevos esposos fueron recibidos bajo una abundante lluvia de arroz, felicitaciones y abrazos, por parte de toda la gente de Las Pocitas y rancherías aledañas. Luego, Oralia Guadalupe y Cruz Antonio fueron transportados en el vehículo de sus amigos muy estimados don Oscar López Arvizu y su apreciable esposa, Alicia de López, al pintoresco rancho San Francisco de Lance, domicilio de los padres de la feliz novia, al kilómetro 124 al norte de la capital de Estado, quienes fueron seguidos de unas pitaderas altisonantes por una procesión de varias decenas de vehículos llenos de gente, donde se les ofreció a los recién casados, exquisito banquete de bodas, consistiendo en sabrosa barbacoa de vaquilla, al estilo de los rancheros sudcalifornianos, acompañada de frijolitos puercos y ensaladas, así como de bebida refrescantes.
En el marco de un bello atardecer campirano, donde los rayos del sol se perdían entre los cactus silenciosos que clamaban en imploración perpetua unas gotas de lluvia, y de los acordes de la marcha nupcial amenizado por prestigiado conjunto de la localidad, Oralia Guadalupe y Cruz Antonio arribaron al rancho San Francisco de Lance donde ya los esperaban una multitud de amigos y familiares procedentes de los ranchos aledaños: Dos de abril, corral falso, la soledad, agua del medio, agua amarga, el cantil, las tinajitas, la fortuna, agua de san Ramón, San Ramón, San Fermín, San Hilario, San Venancio, San Pedro, San José de Comondú, del kilómetro 96, familia Flores Alvarez, la Piedrona, la piedrita, El Tepetate, la Huerta, y el Choyal, entre otras familias que asistieron también de esta capital de La Paz, de Chametla y El Centenario.
En el amplio y fresco corredor, muy adornado por cierto, donde en sus horcones pendían las jaulas de un hermoso zenzontle y una hermosa calandria, lucía el enorme pastel de bodas de once pisos muy decorado...en la cocina construía de palo trabado, adobe y techumbre de palma, de sus grandes y encaladas hornillas, escapaban exquisitos olores a barbacoa, chocolate y demás platillos que golpeaban la nariz de los centenares de gentes que bailaban alegremente al compás de bonitos y tradicionales corridos como el cabo fierro, entre otros, y demás música del momento, amenizada por moderno conjunto; después de que los recién casados protagonizaron el vals, y bonitas tradiciones y costumbres en esa noche de bodas que hicieron la alegría de hermosas jóvencitas que como flores silvestres adornan campos y serranías, así como disfrutaron también apuestos jovencitos estos juegos.
En aquel ambiente tan familiar, se sentía el calor humano y sincero de nuestras gentes del campo, tan limpios por dentro y por fuera, ¡y tan dignos!...que con esa sencillez que los distingue, expresan lo que sienten. Con una resignación y valentía con que están acostumbrados desde sus ancestros a Hacerle frente con una sonrisa, lo mismo a los tiempos buenos que malos, al verlos tan contentos, a todos como a una gran familia, pensé, admirándolos aún más ¡que gente deveras!, que ni por un instante dan a demostrar los malos momentos que están pasando todos los rancheros sudcalifornianos con los estragos de la fuerte sequía ya que no les ha llovido por años.
Aquella obscura noche, en el rancho San Francisco de Lance, varios centenares de sombreros blanqueaban en las penumbras...el cenzontle y la calandria en el corredor estaban desvelados...la música continuaba, y la gente de cuerpos palpitantes muy contentas bailaban...por pista no había problema...bajo la lápida celeste tachonada de estrellas, el rítmico taconeo de los ondulantes cuerpos se escuchaba...confundiéndose con el canto del grillo, de la lechuza, y el aullar del viento. Emprendimos el regreso a nuestro lugar de origen, dejando a nuestras espaldas aquella alegría y las notas musicales las llevaba el viento perdiéndose entre los polvorientos y pedregosos caminos por montes y serranías.
Por el placer de escribir…Recordar…Y. Compartir...
..Esta crónica fue publicada hace más de 15 años en los principales medios de comunicación masivos escritos y electrónicos en La Paz...

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