jueves, 31 de enero de 2019

LA PAZ QUE SE PERDIO
POR MANUELITA LIZARRAGA
“LA TRAGEDIA DE EL SAN BASILIO...DIO PASO A LA LEYENDA Y CANCION “LA BARCA DE GUAYMAS””
• FUERON MUCHOS ANTIGUOS PESCADORES QUE SE ESPANTARON CON EL FANTASMA DEL BARCO EL SAN BASILIO.
• DECIAN QUE CUANDO EMPIEZA A MORIR LA TARDE Y LAS PENUNMBRAS SE VISUALIZAN DESPUES DEL OCASO, DE LA NADA SE APARECE DE REPENTE EL VELERO SAN BASILIO, BAMBOLEANDOSE ENTRE EL OLEAJE, COMO UNA CASCARA DE NUEZ MECIDA POR EL VIENTO...QUE SOLO ROMPE EL SILENCIO COMO TRISTES LAMENTOS EL GOLPETEO DEL MAR EN SUS COSTADOS...
• ASI LO CONTABA MI HERMANO FLORENCIO EL PESCADOR, QUIEN ENTRE OTROS, TUVO EL INFORTUNIO DE VIVIR ESTA MACABRA EXPERIENCIA DE VER AL BARCO FANTASMA DESPUES DE LA TRAGEDIA QUE DIO PASO A LA LEYENDA.
• EL SAN BASILIO ERA UN BARQUITO DE CABOTAJE DE SANTA ROSALIA, DE CARGA Y PASAJE QUE HACIA LA RUTA DE ESE HISTORICO PUERTO MINERO AL DE GUAYMAS...Y DESPUES DE LA TRAGEDIA LE COMPUSIERON LA TRISTE CANCION “LA BARCA DE GUAYMAS”, DE AUTOR ANONIMO DE ALLI DE SANTA ROSALIA.
• AQUELLA NOCHE FATAL DE LOS AÑOS AQUELLOS, HACE YA MUCHO TIEMPO, LOS LUGUBRES PITIDOS DE EL SAN BASILIO PARECIAN TRISTES LAMENTOS AL ARRIBAR AL MUELLE, ANUNCIABA MUERTE, EL BARCO TRIPULADO POR EL MOTORISTA UNICO SOBREVIVIENTE LLEGO CARGADO DE CADAVERES... ¡TODA LA TRIPULACION ESTABA MUERTA!, HABIAN CONSUMIDO ALIMENTOS Y AGUA CONTAMINADOS CON AMONIACO...Y LOS GRITOS DEL MOTORISTA ERAN DESGARRADORES.
• “EL MARAVILLA” QUE ADEMAS DE BOHEMIO, TAMBIEN ERA MARINERO, Y EL MOTORISTA FUERON LOS UNICOS QUE SE SALVARON POR CASUALIDAD AQUELLA NOCHE FATAL.
La tragedia del barco El San Basilio motivó la canción La Barca de Guaymas, la que enlutó a varias familias de Santa Rosalía y Guaymas...fue un nefasto día, hace ya muchos años, contaba Florencio, el pescador, que El San Basilio zarpó del puerto de Santa Rosalía rumbo a Guaymas... tripulación y pasaje iban muy contentos, solo se escuchaba el chucu chucu del motor del barquito que también era de vela, que como saeta rompía las olas...el capitán atisbaba la lejanía inmerso en su labor dejando vagar sus pensamientos, y la tripulación andaba en sus quehaceres propios de la marinería, mientras que los pasajeros recargados en la baranda, aspiraban la brisa marina disfrutando el bello crepúsculo, golpeando su olfato los exquisitos aromas que salían de la cocina.
En realidad, el trayecto de Santa Rosalía a Guaymas, era muy corto, por eso es inexplicable la fatal tragedia que sucedió en un instante...empezaba a morir la tarde tiñendo el mar de incendiantes tonalidades...de pronto, el motor de la embarcación empezó a fallar, y la marinería, rápido izaron las velas; el motorista bajó a arreglar el desperfecto, ya estaban cayendo las penumbras dela noche y las luces se empezaban a encender...era hora de cenar, nadie se imaginaba la terrible tragedia que se avecinaba y envolvía la embarcación...el aullar del viento y el rumor del mar anunciaba...muerte!.
Todo sucedió en un instante...los gritos del dolor y estertores de muerte, si los hubo, fueron apagados por el viento y el oleaje del mar...envuelto en un silencio mortal, El San Basilio a Vela tendida cortaba las aguas a media travesía de Santa Rosalía a Guaymas, la barca se mecía lúgubremente en la inmensidad del mar, en las penumbras de la noche; mientras que allá abajo el motorista terminaba de arreglar la avería del motor...muy contento porque terminó pronto y bien su trabajo, tatareando una canción subió a cubierta a informar al capitán...
¡Pero no podía dar crédito al macabro espectáculo que sus desorbitados ojos contemplaban!, ¡la cubierta del barco estaba regado de cadáveres!, ¡toda la tripulación y dos pasajeros más estaban muertos!, al parecer inexplicablemente...sin comprender el joven motorista turbado por la fuerte impresión tomó el mando de la embarcación y continuó navegando rumbo a Guaymas con su macabra carga....con lúgubres pitidos que parecían lamentos arribó el San Basilio a Guaymas...al saber la tragedia autoridades y población quedaron consternados la noticia de que el barco llegó con toda la tripulación muerta corrió como reguero de pólvora por toda Guaymas y
Santa Rosalía.
En un principio, sospechaban del joven motorista, como era lógico, pero después de las investigaciones las autoridades determinaron que lo que comieron y el agua que bebieron en la cena estaban contaminada con amoníaco. El motorista se salvó de milagro, porque por estar componiendo el motor no cenó aquella tarde; y el otro sobreviviente, decía Florencio, fue un joven de Santa Rosalía que apodaban El maravilla, y era marinero del San Basilio y que contaban los mayores que por andar éste de visita con la novia, lo dejó el barco.
La tragedia de El San Basilio dio paso a la leyenda y a la hermosa canción tan sentida, “La barca de Guaymas”; la que a Polencho le gustaba tanto cantar porque él era un pescador de renombre y contaba que El San Basilio era un barco fantasma que seguido lo miraban los pescadores en la travesía y luego desaparecía en la inmensidad del mar y los que conocían de la tragedia le sacaban la vuelta, que algunos le decían el barco maldito y después de la desgracia, nunca nadie lo quiso abordar...que él ya no volvió a saber del barco, que tal vez desapareció o se hundió...pero que la barca de Guaymas era el San Basilio, así lo decía él.
....Y cuando empieza a morir la tarde, y las penumbras de la noche caen, El San Basilio se bambolea lúgubremente en la inmensidad del mar, solo rompe el silencio el golpeteo del agua en sus costados como tristes lamentos....
…Por el placer de escribir…Recordar…Y compartir…

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