miércoles, 27 de abril de 2022

 LA PAZ QUE SE PERDIÓ
POR MANUELITA LIZARRAGA ÁLCARAZ.
DOÑA GENOVEVA GUTIÉRREZ MÁRQUEZ NACIÓ A LA VIDA ETERNA EL ANTERIOR 15 DE ABRIL DEL 2022, VIERNES SANTO…VIERNES DE SILENCIO...
• "Si tú me cantas, yo nunca muero...no me llores, no me llores...no". Verso Mixteco.
• UN BELLO SER HUMANO QUE CAMINA POR EL SENDERO DE LUZ HACIA EL SUPREMO CREADOR.
• DOÑA GENOVEVA, FUE UNA MUJER SUDCALIFORNIANA UTÉNTICA
• EJEMPLAR HIJA, HERMANA, ESPOSA, Y MADRE DE UNA NUMEROSA Y HONORABLE FAMILIA.
• COMO AMIGA, VECINA, Y FAMILIAR POLÍTICA, ¡FUE EXTRAORDINARIA!

Los ojos se me empañan al escribir con el corazón ésta humilde crónica del recuerdo, y forzosamente debo hablar del pasado y presente, de lo vivido a lado de ésta gran y ejemplar mujer, a través de los años, ejemplo de vida, valga la redundancia, y que durante más de 57 años ,del día en que llegué a éste solar, cuándo me casé, y he vivido a su lado de cerco a cerco, lo que ha sido muy grata la convivencia y el aprendizaje de aquellas costumbres , tradiciones, y valores con los que formamos nuestras familias.
Doña Genoveva Gutiérrez Márquez, Viuda de Camacho, nació el 23 de noviembre de 1928 en un rancho aledaño a San Juan de La Costa, ahora Roca Fosfórica, de larga historia, sus padres fueron Don Inés Gutiérrez Jordán, nieto del fundador de San Juan, el francés, Don Pedro Jordán Fay, y su Señora Madre fue Doña María Luisa Márquez de Gutiérrez, familiar cercano al Héroe Sudcaliforniano Don Manuel Márquez de León.
Doña Genoveva y su familia han vivido durante más de 90 años en esta hermosa y paradisíaca ciudad de La Paz, B.C.S., en la manzana Número 73, última del plano oficial del centro, así lo dice la escritura de compraventa por las hermanas Jordán Camacho en 500.00 pesos oro, y se remontan su historia a los años aquellos de 1920, en que motivado por una rara enfermedad del Señor Lino Jordán Orantes, hijo del fundador de San Juan de La Costa y cabeza de la numerosa familia , tuvieron que abandonar San Juan, y rentaron el barco "EL MABARI", de los primeros barcos construidos en La Paz, por los Abaroa, para trasladar a toda la gente a La Paz, porque a decir de los mayores, que hasta el perro se trajeron, y quedaron los tizones encendidos en las hornillas, por las prisas y que al llegar a La Paz el barco, las autoridades de aquel tiempo no dejaron bajar al enfermo, ni a la familia, hasta que el médico determinara si no era contagiosa la enfermedad y determinó que no lo era, porque lo que tenía Don Lino, era una EMBOLIA. Fue así que, con los aprietos para instalar a tanta gente, el que se compró este solar, manzana número 73, última del plano oficial del centro, y de allí, sigue el barrio Pueblo Nuevo. La enfermedad de Don Lino duró tres años, y después falleció.
Las hermanas Jordán Camacho pensaron que era mucha tierra toda la manzana, y que como Inés, papá de Doña Genoveva, y Antonio, o sea mi suegro, ambos Gutiérrez Jordán, quedaron solos en los ranchos aledaños a San Juan con sus familias chicas, y con el fin de traerlos a La Paz, les vendieron media manzana a los dos, o sea un cuarto de manzana a cada quién , y fue así que toda la vida han vivido ambas familias, todos como una gran familia, con aquellas buenas costumbres, tradiciones, y valores.. .
Era La Paz aquella, de las perlas, la música y el romance...y de tantas otras cosas bellas que hacían la vida provinciana muy llevadera, y donde todos nos conocíamos y éramos como una gran familia, que solo rompía el silencio de aquel perfumado ambiente a efluvios de azahares, flores, y brisa marina así como el alegre graznar de gaviotas y demás aves marinas, además de la diversidad de pájaros canores, pitidos de los barcos mercantes que hicieron historia, al atracar al muelle fiscal, y partir, de molinos de viento movidos por el tradicional airecillo de leyenda, el Coromuel, y lo pitidos de los relojes del pueblo, de la escuela industrial, de oficios para los jóvenes, fundada por Don Agustín Arriola Martínez, primer gobernador nativo sudcaliforniano, de larga historia, así como los pitidos de la tenería Suela Viosca, entre tantas otras cosas bellas que se perdieron, y que la vida de Doña Genoveva está envuelta en todo ello. Así transcurrió la feliz infancia de Genoveva y sus 9 hermanos, Raymundo, Josefa, María, Francisca, Rosalía, Adelita†, prestigiada enfermera fundadora del IMSS en La Paz en 1958, Justina, Inés, Félix, y María Luisa, quienes cursaron sus estudios primarios y secundarios en las escuelas de la época, mientras que sus padres los formaban, ella en el hogar, y Don Inés fue un renombrado trabajador en el histórico y legendario Muelle Fiscal, en la carga y descarga de los barcos de la marina mercante que hicieron historia en ésta bella península.
!Era un hermoso ramillete de lindas jovencitas las muchachas Gutiérrez Márquez en La Paz!, de gran prestigio, del bueno, por alegres, trabajadoras, por su belleza, por su sencillez, y por ser unas hermanas muy unidas. Las Gutiérrez Márquez eran la alegría de las tradicionales fiestas que se organizaban, como era la costumbre en los corredores de las casas de algunas familias, bailes, populares, amenizados por prestigiados músicos del ayer, generalmente los fines de semana en el gran corredor de su casa, los que eran famosos entre la muchachada, hombre y mujeres y ellas eran célebres y muy respetadas organizándoles
Algunos telegrafistas e la época, decían entre ellos, "oye, el sábado y domingo habrá baile con las Gutiérrez, yo no me lo voy a perder, hay que pasar la voz a la palomilla". Doña Quico Abaroa y Doña Luisa, mamá de las muchachas Gutiérrez, en un carretón tirado por briosos corceles, recogían a las muchachas de otros barrios con el debido permiso de sus padres, para llevarlas a los bailes populares que se organizaban en la escuela 48, antes llamada Artículo 123, luego 48, y ahora Gregorio Torres Quintero, pero más atrás iba a ser la logia Masónica, después fueron oficinas de la Tenería, y a partir de 1917, en que se promulgó el Articulo 123 de la Carta Magna. También Doña Quico y Doña Luisa, llevan a las muchachas en el carretón, a las tradicionales fiestas en el Zacatal los Días de San Antonio, entre otras partes también y ellas eran el alma de la fiesta...tiempos aquellos.
Doña Genoveva en su juventud, trabajó en la romancera nevería Flor de La Paz, fundada en 1937 por Doña Ever Sanromán, la que fue de gran prestigio, por su exquisita nieve de garrafa y los deliciosos quequis que se preparaban, inolvidables por su sabrosura y que Genoveva ayudaba en su elaboración. Nevería La Flor de La Paz, donde se tejieron hermosas historias de amor y donde floreció el amor en la joven Genoveva, y dónde conoció al amor de su vida, el apuesto joven Salvador Camacho, con quien después de un bonito noviazgo, apegado a las buenas costumbres de la época, contrajeron nupcias, y Dios bendijo esa unión con 8 retoños, Eduardo, Salvador, Genoveva, Mirna Guadalupe, Martín, María Luisa, María del Rosario y José Inés, a quienes con esfuerzo y mucho amor formaron profesionistas, y una numerosa familia muy honorable...Dios les dé a ella y a su esposo quienes acudieron a su llamado, el eterno descanso…guarde sus almas y nosotros su recuerdo.

…Por el placer de escribir...recordar...y...compartir...








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