viernes, 29 de abril de 2022

 

LA PAZ QUE SE PERDIO

POR MANUELITA LIZÁRRAGA ALCARÁZ.

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LA LECHE MATERNA... SANO ALIMENTO POR EXCELENCIA DEL SER HUMANO

Antiguamente, cuando los tiempos y las costumbres eran otras. Desde el momento en que la mujer concebía, se guiaba además de la atención médica, y de la partera, por los sabios consejos de los mayores para el cuidado de un sano embarazo, y posteriormente feliz alumbramiento del niño y de su persona. La leche materna, decía la abuela ha sido por excelencia el alimento de la humanidad desde que Dios creo a la primer pareja en la tierra, así como al mundo animal; y el mejor alimento que una madre puede ofrecer a su hijo es la leche a través del seno materno; y para conservar esta bendita fuente de alimento con abundancia, se deben de tener los siguientes cuidados, para que además el hijo este siempre lleno y no se le trasmitan nuestros problemas y enfermedades a través de la leche materna.

Primeramente, decía la abuela para que abunde la leche, la madre debe estar bien alimentada, cuidarse la espalda cubriéndola con un trapo calientito y que no le del sol, porque este la seca; que cuando se tengan problemas y mortificaciones es preferible no alimentar al niño porque se le trasmiten los problemas a través de la leche, y este se enferma de cólicos y diarreas. Antes de darle al niño su alimento se debe tomar un vaso de agua para que la leche fluya en abundancia, sentarse en posición correcta con comodidad tanto para el niño como para la madre, y desde luego esta debe estar llena. Para amamantar con éxito al niño, ofrecer por primera vez el seno materno en los primeros 30 minutos de vida del niño, ya que los calostros limpian el estómago del bebé; y antes de cada alimento lavarse con agua y jabón los pezones, y si es preciso desinfectarlo con alcohol. Darle siempre de 10 a 15 minutos de cada pecho cuando lo alimente. No permitir que el niño llore en el pecho, porque se tapan los pezones (o se soplan), como decían antes.

Continuó diciendo la abuela, que se debe alimentar al niño en forma alterna; dar del lado derecho primero, y llenar con el lado izquierdo, y la siguiente vez, empezar con el lado izquierdo luego llenar con el lado derecho y seguir así siempre. El niño dijo, en un principio comerá poco, y de acuerdo como vaya creciendo irá demandando más alimento; nada de horarios dar la leche materna siempre que el niño lo pida a la hora que quiera y cuantas veces quiera, pues esta leche no es dañina, no enlecha ni empacha. El niño sabe a qué hora suelta el llanto demandando alimento para recordar que tiene hambre, y siempre coincide cuando la madre siente ese calorcito cuando baja la leche que hasta se sale de los senos.

Por ningún motivo debe dársele al niño, agua, tes, sueros, ni leche de vaca o industrializada en biberón. La alimentación de la madre es la normal, sin picantes, grasas ni irritantes, incluyendo atoles medio litro de leche al día cereales, frutas y verduras y un vaso de agua cada hora. Mientras no se le caiga la tripa del ombligo al niño, no debe comer la madre ni frijoles, repollo, huevo, chorizo ni nada que inflame el estómago al niño. Recuerdo que las tortillas y el pan debían estar doraditas...la carne oreada asada y machucada con ajo en la piedra y luego se freía doradita en la manteca y se acompañaba de tortillas doraditas y de un tazón de atole de masa o de avena, era una magnífica cena para la madre, y el niño dormía prendido a la teta toda la noche.

La leche materna es suficiente para alimentar al niño durante 4 a 6 meses, y si el niño se queda contento o dormido tetada tras tetada, es señal que la madre lo llena, y que debe seguir alimentándolo con seno materno. A los seis meses de edad del niño. Se recomienda empezar a darle jugos y papillas de frutas y verduras. Si el niño no las acepta quiere decir que todavía no le hacen falta, pues la leche materna aun le cubre todas las necesidades; se le darán probaditas de las papillas y jugos de vez en cuando, y cuando ya su leche no sea suficiente, el niño solito empezará a aceptar los alimentos que se ofrezcan, y se debe seguir alimentando con seno materno durante año y medio a dos años.

No existen medicinas milagrosas que hagan aumentar la producción de leche. La mejor manera es la del estímulo del niño sobre el seno materno al estar alimentándose, mientras más chupe, mayor cantidad de leche dará la madre. En cambio, si se empieza a dar biberones de leche, suero o te de vez en cuando, entonces la cantidad de leche materna disminuirá.

La leche materna es el alimento por excelencia para el ser humano y para todo ser viviente, desde luego que sea mamífero, lo protege de enfermedades, y contiene todos los nutrientes que el cuerpo necesita para su sano desarrollo.

…Por el placer de Escribir…Recordar…Y…Compartir...




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