LA PAZ QUE SE PERDIO
CAPITULO 15 “ASI TE VIERON MIS OJOS”
ASÍ TE VIERON MIS OJOS..ESPLENDOROSA Y BELLA..LEGENDARIA E HISTÓRICA
BAHÍA DE LA PAZ, B. C. S...(Capítulo 15)..Este aparato, elaborado
aríísticamente y de manera rústica por manos Sudcalifornianas, es un afilador
de cuchillos y machetes, así eran los tamaños de los mencionados instrumentos
que allí se afilaban para despanzurrar los enormes tiburones que llegaban a la
casa de mis evocadores recuerdos, la CASA DEL TANAYO, todo un personaje de
leyenda, que forma parte de la historia del desarrollo y progreso de
Sudcalifornia, y que poco , si no es que nada, se había escrito sobre Don
Estanislao Cota, EL TANAYO, tiburones , como el que nos pegó un susto a mi
Nanita, al pachuco, y a quien escribe, porque lo vio, y lo vivió,, y me encanta
recordar, escribir, y compartir, tiburones que abundaban en la hermosa ,
Legendaria e Histórica Bahía de La Paz, y que venían a desovar en su tiempo,
así como vienen las ballenas, los grandes cardúmenes de tiburones, le daban la
vuelta en la punta del Histórico, Legendario, y hermoso MOGOTE, al que le
resultaron dueños, y lo vendieron a taco de pescado el metro cuadrado, cuando
valían diez pesos los tacos, y los tiburones se iban a desovar pa¨llá pá dentro
al Sur de la Bahía de La Paz, tiburones, a los que con enormes cuchillos afilados
en ese rústico afilador, le sacaban el hígado lo hacían aceíte , y lo
comercializaban al terminarse el áuge perlero, porque el Tanayo tenía sus
armadas perleras, y desde la segunda guerra mundial, para usarlo como
cumbustible, y fines medicinales entre otras cosas , así como también
comercializaban la aleta, perlas, concha madre perla por toneladas, fabricaban
botones y otras cosas de ellas, entre otras muchas cosas. Aquella linda mañana
del susto del tiburón, en la escalinata de piedra de la casa del Tanayo, íbamos
a bajar por la calle empedrada rumbo al mar, para seguir el camino rumbo a
nuestra casa de piedra del barrio EL CHOYAL, y mi nanita se acodó que nos
faltaba pasar por el paredón de Los Sandoval, y Acuña, dónde llegamos por
primera vez a ésta bella Ciudad Capital en el 45, en el barco EL EDNA ROSA,
alias LA SEÑORITA, cuando yo tenía 8 meses, y me quería contar algunas cosas de
cuándo vivimos allí,y fue cuando Don Urbano el magnífico Artesano, nos regresó,
y dijo, "vengan, no bajen por ese empedrado porque espanta, mejor les voy
a mostrar algunas cosas que he hecho, !!y que cosas tan maravillosas tenía,
había muchos barcos de madera, algunos en concha, réplicas de los barcos de la
Marina Mercante que hicieron historia, y que fue el puntal del progreso y
desarrollo de Sudcalifornia , algunos metidos en botellas, trabajos artesanales
en caracol y conchas, y el perro se meneaba por todos lados, y mi Nanita le
dijo "mientras vemos todas estas cosas tan hermosas, cuéntenos que es lo
que espanta en ese empedrado ", "bueno, dijo el artesano, no hace
mucho tiempo que pasó este feo suceso, yo no lo ví, pero si he escuchado que
llora un niño al finalizar el empedrado, y resulta, dicen que Pedro el
carretonero, una noche muy obscura, venía bajando en su carretón tirado por dos
briosos corceles , regresaba de un velorio, y al llegar al finalizar el
empedrado, ya para dar la vuelta a la izquierda, rumbo al barrio EL MANGLITO,
por donde vivía, !! ESTABA UN BEBE DESNUDO, TIRADO EN EL EMPEDRADO, COMO DE
NUEVE MESES, LLORANDO INCONSOLABLEMENTE!!, entonces Pedro que era muy jóven
todavía, le pegó el jalón a las riendas a los caballos, y paró el carretón en
seco, y de un salto, estaba junto al niño que no paraba de llorar, y entonces
Pedro lo tomó en sus brazos, y le dijo al niño, "POBRECITO, ESTAS MUY
SOLITO, Y DEBES DE TENER FRÍO", E IBA A HACER EL INTENTO DE QUITRSE LA
CAMISA PARA ENVOLVERLO, Y EL NIÑO LE DIJO PELANDO TAMAÑOS DIENTES Y COLMILLOS,
"Y TAMBIEN TENGO DIENTITOS", dicen que a Pedro, se le puso el cabello
blanco del susto, porque el bebé desapareció de sus manos , que los caballos
alzaban las patas pegando relinchos, todos encrispados, y salieron
despavoridos, y Pedro apenas alcanzó a subirse a la carreta. no pues , si
estábamos muy asustados, con eso del tiburón y con lo que nos contó Don Urbano,
también estábamos encrispados, y había que seguir caminando, pero no por aquel
empedrado, no valla a ser la de malas, nos despedimos del Artesano, quién me
regaló un relleno de cazuelitas de barro, y continuamos...era toda una hermosa
aventura andar de la mano de mi Nanita apretujando mi muñeca de trapo contra mi
pecho, acompañadas de mi inolvidable y fiel amigo y compañero de juegos y
aventuras, MI PERRO VIEJO EL PACHUCO....continuará...por el placer de escribir,
recordar y compartir..
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