sábado, 29 de agosto de 2020

CAPITULO 15 “ASI TE VIERON MIS OJOS”

 LA PAZ QUE SE PERDIO

CAPITULO 15 “ASI TE VIERON MIS OJOS”

 

ASÍ TE VIERON MIS OJOS..ESPLENDOROSA Y BELLA..LEGENDARIA E HISTÓRICA BAHÍA DE LA PAZ, B. C. S...(Capítulo 15)..Este aparato, elaborado aríísticamente y de manera rústica por manos Sudcalifornianas, es un afilador de cuchillos y machetes, así eran los tamaños de los mencionados instrumentos que allí se afilaban para despanzurrar los enormes tiburones que llegaban a la casa de mis evocadores recuerdos, la CASA DEL TANAYO, todo un personaje de leyenda, que forma parte de la historia del desarrollo y progreso de Sudcalifornia, y que poco , si no es que nada, se había escrito sobre Don Estanislao Cota, EL TANAYO, tiburones , como el que nos pegó un susto a mi Nanita, al pachuco, y a quien escribe, porque lo vio, y lo vivió,, y me encanta recordar, escribir, y compartir, tiburones que abundaban en la hermosa , Legendaria e Histórica Bahía de La Paz, y que venían a desovar en su tiempo, así como vienen las ballenas, los grandes cardúmenes de tiburones, le daban la vuelta en la punta del Histórico, Legendario, y hermoso MOGOTE, al que le resultaron dueños, y lo vendieron a taco de pescado el metro cuadrado, cuando valían diez pesos los tacos, y los tiburones se iban a desovar pa¨llá pá dentro al Sur de la Bahía de La Paz, tiburones, a los que con enormes cuchillos afilados en ese rústico afilador, le sacaban el hígado lo hacían aceíte , y lo comercializaban al terminarse el áuge perlero, porque el Tanayo tenía sus armadas perleras, y desde la segunda guerra mundial, para usarlo como cumbustible, y fines medicinales entre otras cosas , así como también comercializaban la aleta, perlas, concha madre perla por toneladas, fabricaban botones y otras cosas de ellas, entre otras muchas cosas. Aquella linda mañana del susto del tiburón, en la escalinata de piedra de la casa del Tanayo, íbamos a bajar por la calle empedrada rumbo al mar, para seguir el camino rumbo a nuestra casa de piedra del barrio EL CHOYAL, y mi nanita se acodó que nos faltaba pasar por el paredón de Los Sandoval, y Acuña, dónde llegamos por primera vez a ésta bella Ciudad Capital en el 45, en el barco EL EDNA ROSA, alias LA SEÑORITA, cuando yo tenía 8 meses, y me quería contar algunas cosas de cuándo vivimos allí,y fue cuando Don Urbano el magnífico Artesano, nos regresó, y dijo, "vengan, no bajen por ese empedrado porque espanta, mejor les voy a mostrar algunas cosas que he hecho, !!y que cosas tan maravillosas tenía, había muchos barcos de madera, algunos en concha, réplicas de los barcos de la Marina Mercante que hicieron historia, y que fue el puntal del progreso y desarrollo de Sudcalifornia , algunos metidos en botellas, trabajos artesanales en caracol y conchas, y el perro se meneaba por todos lados, y mi Nanita le dijo "mientras vemos todas estas cosas tan hermosas, cuéntenos que es lo que espanta en ese empedrado ", "bueno, dijo el artesano, no hace mucho tiempo que pasó este feo suceso, yo no lo ví, pero si he escuchado que llora un niño al finalizar el empedrado, y resulta, dicen que Pedro el carretonero, una noche muy obscura, venía bajando en su carretón tirado por dos briosos corceles , regresaba de un velorio, y al llegar al finalizar el empedrado, ya para dar la vuelta a la izquierda, rumbo al barrio EL MANGLITO, por donde vivía, !! ESTABA UN BEBE DESNUDO, TIRADO EN EL EMPEDRADO, COMO DE NUEVE MESES, LLORANDO INCONSOLABLEMENTE!!, entonces Pedro que era muy jóven todavía, le pegó el jalón a las riendas a los caballos, y paró el carretón en seco, y de un salto, estaba junto al niño que no paraba de llorar, y entonces Pedro lo tomó en sus brazos, y le dijo al niño, "POBRECITO, ESTAS MUY SOLITO, Y DEBES DE TENER FRÍO", E IBA A HACER EL INTENTO DE QUITRSE LA CAMISA PARA ENVOLVERLO, Y EL NIÑO LE DIJO PELANDO TAMAÑOS DIENTES Y COLMILLOS, "Y TAMBIEN TENGO DIENTITOS", dicen que a Pedro, se le puso el cabello blanco del susto, porque el bebé desapareció de sus manos , que los caballos alzaban las patas pegando relinchos, todos encrispados, y salieron despavoridos, y Pedro apenas alcanzó a subirse a la carreta. no pues , si estábamos muy asustados, con eso del tiburón y con lo que nos contó Don Urbano, también estábamos encrispados, y había que seguir caminando, pero no por aquel empedrado, no valla a ser la de malas, nos despedimos del Artesano, quién me regaló un relleno de cazuelitas de barro, y continuamos...era toda una hermosa aventura andar de la mano de mi Nanita apretujando mi muñeca de trapo contra mi pecho, acompañadas de mi inolvidable y fiel amigo y compañero de juegos y aventuras, MI PERRO VIEJO EL PACHUCO....continuará...por el placer de escribir, recordar y compartir..




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