viernes, 12 de junio de 2020

LA PAZ QUE SE PERDIO
POR MANUELITA LIZARRAGA ÁLCARAZ
DEL JARRO DE LOS REMEDIOS DE LA ABUELA
…EL DIENTE DE LEÒN…PORTENTOSA PLANTA SILVESTRE MEDICINAL Y ALIMENTICIA….
• DECÍA LA ABUELA QUE EN SU MAYORÍA LA GENTE DESCONOCÍA LAS PROPIEDADES ALIMENTICIAS Y MEDICÍNALES DE ESTA PORTENTOSA PLANTA, QUE DIOS NOS REGALO, EL DIENTE DE LEÓN.
• “DIOS HACE QUE LA TIERRA PRODUZCA PLANTAS MEDICINALES, Y EL HOMBRE INTELIGENTE NO DEBE DESPERDICIARLAS” …
ECLO, 38.4
¡Nanita, nanita!, el cielo está encapotado como usted dice, con truenos, rayos y centellas, parece que va a llover; le dije saltando de gusto, apretujando en mi pecho mi muñeca de trapo, seguida del perro el pachuco, quien también muy contento ladraba moviendo la cola, y saltando; y al ver el canasto tejido de cogollo de palma y el cuchillito dentro de él, más gusto nos dio; porque eso quería decir que nos iríamos de monte, en busca de alguna planta medicinal; mientras que mi nanita, se fumaba su cigarro del tigre, detrás de la hornilla, y mi madre hacia gorditas amasadas, con manteca de res para tomar con café prieto , mientras repiqueteaba la lluvia, bajo aquel techado de palma, enmarcado con truenos, rayos y centellas, el crepitar de tizones encendidos, y las chispas y fumarolas al viento, del cigarro de mi sabia abuela, entre aquellos aromas a café colado en talega de manta, y gorditas de masa de maíz, con manteca de res, aquella lluviosa tarde de verano.
Era la paz aquella de finales de la década de los 40`s, en la evocadora casa de piedra, por el barrio el choyal… Al calor humano, en aquella cocina tan llena de amor, bajo el sombrero de cogollo de palma, de alta copa, los verdes y rasgados ojos de mi nanita, nomas chispeaban en el bello rostro, enmarcado con frondoso cabello, con hilos dorados y plateados aun, entrelazados; y sacándose el cigarro de la boca aventando la fumarola al viento, dijo, “ el canasto esta listo, para cuando amaine la lluvia, nos vamos a buscar una planta medicinal, que se llama diente de león”, ¡Uyyyyyyy nanita!, ¿cómo esta eso, le va a quitar los dientes a un león?, al escuchar eso el pachuco se asustó pelando tamaños ojos, “¡Que león ni que ocho cuartos!, es una planta que se da por banquetas, sembradillos y jardines, vamos a ir, aquí, allá y mas allá”, dijo- ¿Y para que sirve eso nanita?, le dije “es una planta maravillosa, como todo lo que Dios creo en el mundo; y tu tío lao anda malo del hígado, porque ha tomado mucho últimamente, y esta todo tembeleque, muy decaído y se está poniendo enclenque, dijo ella”, lo que no entendíamos el perro y yo, lo único que sabiamos era que íbamos de aventura al monte, a aprender tantas cosas de mi nanita.
Cuando la lluvia amaynó , emprendimos el camino, llenos de contento; y le pregunte “ a ver nanita, dígame para que sirve el diente de león; yo me imaginaba que íbamos a ver un león lleno de dientes; “y ella dijo, decían los mayores, que el diente de león, también le dicen endibia, lechuguilla, o armagón, es una planta medicinal maravillosa, muy completa, y que no cuesta nada, solo el esfuerzo de conseguirla; contiene unos alcaloides, llamados tiroxina o insulina, colina, recina, tarasteroiet, hormonasatero, así como varios ácidos grasos, azúcar, clorofila, acetato, y oxalato de hierro, sulfato de calcio, cloruro y acetato de sodio, silicato y aluminato de potasio, elementos que hacen que esta planta silvestre, tenga acción laxantes ( que purga sin provocar diarrea) diurética, ( que hace orinar), colagoga( ayuda a expulsar la bilis en el organismo y actué contra el exceso de acido úrico; en la practica de la medicina homeopática y natural, continuo diciendo se ha comprobado su utilidad, en casos de ataques biliares, cálculos de la vejiga, problemas del páncreas, cálculos renales, reumas e ictericia; además, dijo ella que decían los mayore que su uso constante del diente de león, pone en orden las partes más delicadas del organismo; el páncreas, el hígado y los riñones; que lo más conveniente es consumir las hojas crudas en ensaladas, o licuadas”.
Mi abuela cosechaba entre otras plantas medicinales el diente de león, los meses de primavera y veranos, y en el otoño e invierno, recolectaba las raíces para hacerlas tecitos y lo endulzaba con miel de abeja; las rebanaba en rodajas y las ponía a hervir durante 10 minutos, en el jarro de los remedios, luego nos la daba como alimento diario, y decía” para que no anden enclenques y tembleques; también ponía las raíces a secar, luego las tostaba, y después las molía, y nos las daba como café, en los tiempos malos, cuando los barcos tardaban mucho en traer mercancías a la paz. Decía ella que en su mayoría la gente desconocía las propiedades alimenticias y medicínales de esta portentosa planta, que Dios nos regalo, el diente de león.
Esta maravillosa planta de diente de león, continúo diciendo ella, es también aperitivo, es toma quico (ayuda en la función gástrica), y en péptico (favorece la digestión, y aumenta el apetito), yo lo recomiendo, dice, en la alteración del proceso digestivo, eructos y agruras, la falta de apetito, y digestión deficiente; el diente de león se utiliza también en el tratamiento de enfermedades biliares y hepáticas, en el sarpullido, comezón en la piel, y la ictericia. La acción diurética del diente de león aumenta la cantidad de orina, y ayuda a expulsar sustancias biliares, que, si estas se revuelven en la sangre, perjudica el cutis. El considerable contenido de sales minerales del diente de león, ayuda al hígado, en la formación de glóbulos rojo. Es recomendado en casos de anemia, leucemia, clorosis, y debilidad en general, por enfermedades infecciosas; también ayuda en combate al estreñimiento, los gases y la putrefacción digestiva. Ayuda también a eliminar el exceso de ácido úrico (la gota), disminuye y alivia molestas reumáticas.
Íbamos por aquellos caminos, de la paz aquella, perfumada a lluvia, tierra mojada, flores silvestres y otros olores, y las huellas mías, de ella y las del pachuco iban quedando plasmadas en la tierra lodosa, y la canasta se iba llenando de aquella maravillosa planta silvestre medicinal y alimenticia, aunque el pachuco y yo no entendíamos nada, mi nanita continuaba diciendo “que es increíble que unas matitas tan común, tengan tantas virtudes escondidas y resulten tan útiles en tantas cosas, porque además de todo lo que ya dije, con todos los nutrientes que el cuerpo necesita contiene; calorías, carbohidratos, grasas, proteínas, calcio, potasio, magnesio, hierro, fosforo, vitamina A, vitamina b1, b2, así como vitamina C. ¡ y ya párele muchacha preguntona, que nos tenemos que regresar, porque ya casi cae la oscurezca!
…Y después de aquel fuerte aguacero, en la paz aquella… las huellas de la sabia abuela, la niña y el perro! El pachuco”, iban quedando plasmadas en la tierra lodosa, chalpeando las canillas de la niña, las patas del perro, y las largas naguas de su nanita; colgada al brazo, la canasta al tope de la prodigiosa planta, diente de león, chaspeadas por la lluvia…
…Por el placer de escribir…Recordar…Y…Compartir…

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